Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 15 de mayo de 2011

LA TELEFARSA- LA FRONTERA COMO ZONA DE BATALLA


La telefarsa
Jenaro Villamil

Un día después de que fue solicitada al presidente la renuncia de Genaro García Luna, dio inicio en horario estelar del Canal 2, el lunes 9, la telenovela-farsa llamada El equipo, coproducción de Televisa y la Secretaría de Seguridad Pública federal, realizada para vanagloria de su titular, que vive viéndose en el espejo que sus incondicionales y el propio Calderón le ponen enfrente...

Acostumbrado a las “recreaciones” televisivas de detenciones de presuntos secuestradores –como en el caso de Florence Cassez– o a transformar la captura de capos del narcotráfico en reality shows –como con Édgar Valdez Villarreal La Barbie–, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, inauguró el género del infomercial telenovelero con su apoyo financiero a la serie El equipo, producida por Pedro Torres y transmitida desde el lunes 9 en el horario estelar del Canal 2 de Televisa.

El costo de ese programa de ficción que trata del trabajo de cuatro agentes del Grupo Especial de Combate al Crimen Organizado (Grecco) no ha sido revelado por Televisa ni por la Policía Federal. Reportes extraoficiales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) obtenidos por Proceso indican que la dependencia invirtió cerca de 150 millones de pesos en esa teleserie.

Además la SSP autorizó la utilización de armamento, helicópteros, equipo y personal de la dependencia que actúa como extra y permitió la grabación dentro de las instalaciones del Centro de Mando de la Policía Federal (PF) en Iztapalapa y en el búnker subterráneo de su Centro de Inteligencia en la avenida Constituyentes.

Este uso de una infraestructura destinada originalmente a combatir el crimen organizado generó una polémica en los medios y en el Congreso, pocos días después de que el escritor Javier Sicilia pidiera la renuncia de Genaro García Luna como señal de que Felipe Calderón es sensible a los reclamos de los ciudadanos que piden una modificación de la estrategia de guerra contra el narcotráfico.

En sentido contrario a estas demandas, la serie glorifica el trabajo de un equipo de élite de la PF que se enfrenta con eficacia y una rapidez inusitada a capos del narcotráfico que aparecen caricaturizados como tontos, rijosos y descuidados.

Violación a leyes del servicio
público

Para la diputada federal perredista Leticia Quezada hay varias violaciones a la normatividad de la PF, especialmente al artículo 47 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos que establece la prohibición de utilizar recursos e infraes­tructura para fines distintos a su función pública.

Quezada también considera que existe un gran dispendio al tratar de “gastar el presupuesto de la Secretaría de Seguridad Pública en lavar la imagen de los policías federales. Es darle atole con el dedo a los ciudadanos”.

En 2011, el presupuesto de la SSP se incrementó 25% en relación con 2010, al sumar 49 mil 346.3 millones de pesos, el incremento más grande frente a la Procuraduría General de la República (PGR) y las secretarías de la Defensa y de Marina.

De 2008 a la fecha, el presupuesto de la SSP se ha duplicado, mientras que el de la PGR ha disminuido sustancialmente, a tal grado que el costo promedio por averiguaciones previas iniciadas por la PGR disminuyó 18.3% al pasar de 73 mil 700 a 60 mil 200 pesos por cada una entre 2006 y 2009, y sólo una de cada 10 averiguaciones previas recibe sentencia, según el estudio de la Auditoría Superior de la Federación.

A pesar del incremento de casi 100 por ciento en el presupuesto de la SSP en los últimos tres años, el índice de delitos no ha disminuido. Sólo entre 2006 y 2009 el secuestro se incrementó 83.3% al pasar de 0.6 casos a 1.1 por cada 100 mil habitantes, según datos ofrecidos por la diputada Quezada.

La legisladora perredista prepara un punto de acuerdo ante la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para solicitar la comparecencia de García Luna y para que se forme una comisión que investigue la utilización de los recursos y audite el presupuesto del área de Comunicación Social de la SSP.

–¿Por qué este descontento si algunos argumentan que es común que en otras partes del mundo, como Estados Unidos, se usen instalaciones militares o policiacas para glorificar la labor de los agentes de seguridad? –se le pregunta a la diputada.

–La realidad de México no es la misma que la de Estados Unidos o de otras partes del mundo. Aquí existe una desviación de recursos que deberían usarse para combatir el crimen organizado. Aquí hay un engaño al crear un estereotipo de una policía que no es bien vista por la población. En otras partes del mundo no tienen tantísimos muertos como nosotros y nunca se dan a conocer estrategias de combate al crimen que son consideradas de seguridad nacional.

–¿Tienen información del costo de esta superproducción?

–No. Por eso presenté una denuncia contra Genaro García Luna ante la Secretaría de la Función Pública. El convenio firmado entre la SSP y Televisa debe darse a conocer. El uso de toda la infraestructura y de las armas que aparecen en la serie debe estar reglamentado.

En su defensa, el productor Pedro Torres afirmó el jueves 12 que la grabación de la serie se hizo “dentro de los tiempos de ellos (de los policías), de entrenamiento y de operativos. No se hizo uso de ningún equipamiento fuera de los horarios normales. Lo que se ve de los helicópteros son vuelos reales, los filmamos cuando despegaban”.

En declaraciones a redes sociales, divulgadas por distintos medios, Torres aceptó que la serie El equipo enaltece las labores de la PF, pero es justificable dado “el momento por el que estamos pasando”.

“Es necesario tener diferentes puntos de vista, como el de la policía. Cómo son, cómo viven su parte personal. Aunque también saldrán policías corruptos que traicionan y filtran información”, aclaró quien también produjo los programas Big brother y Mujeres asesinas y los spots del quinto informe de gobierno de Enrique Peña Nieto.

El costo de la grabación y transmisión de los spots de 43 segundos de Peña Nieto fue de 92 millones de pesos (Proceso 1766).

Bajo “rating”

El soundtrack de la serie es muy similar al de la película Piratas del Caribe; el fotograma muestra a cuatro jóvenes agentes que caminan sobre un fondo oscuro, con un cielo nublado que anuncia tormenta. Las imágenes y el guión son muy similares a otra serie policiaca, Brigada A, producida por Hispano Fox Film.

Según el video promocional en YouTube, Brigada A es la historia de “los cuatro mejores hombres del ejército norteamericano que fueron acusados por delitos que no cometieron. Ahora sobreviven como soldados de la fortuna”; es decir, gatilleros a sueldo.

Originalmente la serie mexicana se llamaría El Grecco, acrónimo del Grupo Especial de Combate al Crimen Organizado. En una conferencia divulgada en Twitter, Pedro Torres admitió que después de consultas con focus group decidieron que el título fuera El equipo.

Todavía hay una página de seguidores en Facebook llamada “El GreccoTV” donde aparecen algunos avances de la grabación de la serie. Y en varias fotografías se ve el despliegue de cámaras en las instalaciones del búnker y del Centro de Mando de la PF.

“Me gusta más El Grecco”, admite Pedro Torres, sentado frente a una twitcam junto con Alfonso Herrera, exintegrante del grupo musical RBD y quien protagoniza a Fermín, uno de los héroes de la serie.

Fermín es un “joven inquieto y preocupado por la justicia que se rebela a su padre, un general del ejército, reacio a que su hijo se integre” a la PF.

Otro personaje, Magda, interpretado por Zuria Vega, es una joven de cuerpo espectacular que también se opone a su padre, un abogado acaudalado que tiene vínculos con el crimen organizado. Magda decide unirse a este grupo cuyo lema es “ellos saben que el bien vence al mal”.

Un protagonista más de El equipo, Santiago, interpretado por Alberto Estrella, es un agente experimentado, al parecer con problemas de alcoholismo, que se enfrenta a tiros con sicarios de Tijuana y milagrosamente sale ileso.

La serie menciona a un Raúl Arenal Fuentes –cuyas iniciales son iguales a las de Ramón Arellano Félix– que es enfrentado y detenido por los agentes de la PF. También se le atribuye a la policía la detención de Benjamín Arellano Félix, cuando en la realidad su captura fue obra de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes), del Ejército.

–¿Cómo te sientes con este proyecto? –le pregunta una voz en off a Alfonso Herrera en el promocional de Twitcam.

–Es peculiar, es complicado interpretar a Fermín, pero estoy muy contento con el proyecto –responde el actor sin mucho entusiasmo.

El primer capítulo de El equipo, transmitido el lunes 9, tuvo un rating de 17.5 puntos (alrededor de 9 millones de televidentes), menor que los 23.9 puntos (poco más de 12 millones de televidentes) que tenía la telenovela El triunfo del amor que se transmitía en ese mismo horario, las 10 de la noche, en el Canal 2.

Los 17.5 puntos están por debajo del rating promedio de las telenovelas del Canal 2. El share, índice de aparatos que sintonizan ese programa, también fue muy bajo para las expectativas y el horario: 32.5 frente a los 41 puntos que tenía la telenovela anterior, según datos publicados por La Jornada el 11 de mayo, basándose en el registro del IBOPE (Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística).

El slogan de El equipo no deja lugar a dudas de que se trata de una producción para documentar la versión heroica que Felipe Calderón y Genaro García Luna quisieran que prevaleciera en la guerra contra el crimen organizado: “Ellos saben que el bien vence al mal”.

La teleserie se estrenó dos meses después de que Televisa promovió el Acuerdo para la Cobertura Informativa contra la Violencia y poco después de la polémica generada por la transmisión de la serie La Reina del Pacífico, basada en la novela del español Arturo Pérez Reverte, transmitida en Canal 9 y producida por Telemundo.

La Reina del Pacífico, protagonizada por Kate del Castillo, también ha sido objeto de debate. El subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Héctor Villarreal, consideró que era “incongruente” la transmisión de esa serie porque hace apología a la forma de vida de los narcotraficantes.

Otras versiones que han circulado en las redes sociales aseguran que se han censurado partes de la serie e, incluso, el final, para darle una connotación distinta. Se cortaron escenas de corte lésbico entre las dos protagonistas de la adaptación dramatizada: Kate del Castillo, que interpreta a Teresa Mendoza, La Reina del Pacífico, y Cristina Urgel, actriz española que interpreta a Patricia O’Farrell.

En su cuenta de Twitter, Kate del Castillo admitió que hubo partes cortadas: “Gracias a todos por su apoyo, me parece importantísimo que nos expresemos! No me gusta que vean nuestro trabajo a medias”.

Infomerciales y “advertainment”

Pedro Torres, famoso desde 2001 por adaptar para México el reality Big brother de la empresa Endemol en sociedad con Televisa, se ha transformado en los últimos años en el principal artífice de los spots e infomerciales que promueve la empresa de Emilio Azcárraga Jean, especialmente entre los gobiernos de los estados y las dependencias federales.

Pedro Torres Castilla, accionista principal y administrador único de empresas como Videomates, The Mates, Filmmates e incluso una inmobiliaria denominada Bezares, ha trabajado con Alejandro Quintero, socio de TV Promo y vicepresidente de Comercialización de Televisa, especialmente desde que en 2005 se asociaron para promover la figura de Enrique Peña Nieto.

Entre ambos han promovido la comercialización de los espacios de entretenimiento y de información de Televisa para promover figuras políticas, desde el presidente de la República hasta los gobernadores de todos los partidos, con estrategias de publicidad integrada, “desplazamiento de productos” y advertainment.

El advertainment (neologismo inglés que significa entretenimiento con publicidad) es el género híbrido de la televisión comercial que mezcla propaganda no explícita con los géneros del entretenimiento: concursos, telenovelas, programas de variedades, etcétera. Los infomerciales son otros subproductos creados para difundir como nota informativa o entrevista lo que en realidad es publicidad pagada.

Torres fue el productor de los spots Estrellas del Bicentenario, transmitidas por Televisa durante 2010, con cargo a los gobiernos de Chihuahua, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán, entre otros, para promover las “bellezas naturales” de cada entidad.

Con Peña Nieto ha trabajado lo mismo para “producir” sus últimos informes de gobierno, desplazando a la propia infraes­tructura de Televisión Mexiquense, que para promover su romance con la actriz Angélica Rivera, La Gaviota, incluyendo su visita al Vaticano.

En julio de 2009, el entonces gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, actual presidente nacional del PRI, le entregó la presea Saltillo 2009 a Pedro Torres por ser un “saltillense imprescindible” y ordenó que una calle llevara el nombre del productor de Televisa.

Su vínculo con la empresa de Azcárraga Jean se fortaleció cuando en noviembre de 2001 fue designado apoderado de la sociedad Endemol México para producir “programas de televisión a nivel nacional e internacional, a través de licencias incluyendo sin limitación la distribución de programación para la televisión restringida y la prestación de toda clase de servicios relacionados con internet”, tal como consta en el folio 281570 del Registro Público de la Propiedad.

Los consejeros propietarios de Endemol México son Goes Ronald, Alex Oost­vogel, así como José Bastón Patiño y Alfonso de Angoitia, vicepresidentes de Programación y Ejecutivo de Televisa, respectivamente.

Las distintas empresas propiedad de Pedro Torres tienen como objetivo la “producción, exportación, importación de películas y videotapes, comerciales, producción de videoclips, musicales, internet, posproducción, medios audiovisuales del futuro y documentales en general”.

Desde mayo de 2001, Torres también es accionista y administrador único de Inmobiliaria Bezares, dedicada a “la realización de todo tipo de obras y supervisión de las mismas, sean públicas o privadas, relacionadas con la construcción, conservación, reparación o demolición de inmuebles, los trabajos de planeación, diseño, exploración, localización y perforación conducentes”, según el folio 275918 del Registro Público de la Propiedad.

LA FRONTERA COMO ZONA DE BATALLA.

Autor: Jorge Luis Sierra

La política antinarcóticos del gobierno actual ha convertido a la frontera México- Estados Unidos en una zona de guerra. Las batallas son cruentas, las armas son de carácter militar, las bajas se cuentan por decenas de miles y las víctimas inocentes, no combatientes, se han multiplicado.

La cantidad de mexicanos involucrados en el conflicto armado es enorme. Casi 1 millón de personas están participando de las hostilidades armadas. Unas 550 mil forman parte de las Fuerzas Armadas y de las corporaciones federales, estatales y municipales de policía, y el resto lo integran personas que trabajan para los narcotraficantes.

A pesar de la fuerza empleada para reducir o terminar con las bandas de narcotraficantes, la guerra no parece tener ni fin ni victoria. Es cierto que han sido arrestados o asesinados líderes del narcotráfico, sicarios importantes, pero también lo es que esas bajas han sido reemplazadas y que el comercio ilegal de drogas sigue casi igual, sin grandes alteraciones en la oferta y la demanda.

¿Qué sentido tiene entonces librar una guerra que multiplica las bajas de ambos lados, afecta a grandes sectores de la población y que, además, carece de un sentido claro de victoria? Esta pregunta no parece tener eco en las filas gubernamentales, cuyos líderes han decidido librar la guerra enfrentando a las Fuerzas Armadas con los grupos de la delincuencia organizada, en una violencia que afecta al menos a 11 de las 14 ciudades hermanas ubicadas en esta línea fronteriza de aproximadamente 3 mil kilómetros de longitud.

La mayor parte de las más de 34 mil víctimas mortales de ese conflicto armado se ubica en esa zona, alterando la vida de una población que, paradójicamente, crece con rapidez y podría llegar en unos años a 24 millones de habitantes en ambos lados de la frontera.

La dimensión de la violencia ha puesto en estado de alerta tanto al gobierno federal como a las autoridades estatales de California, Arizona, Nuevo México y Texas que temen la dispersión de la violencia en su territorio y la corrupción de sus propias agencias policiales. Estados Unidos ha desplegado a más tropas de la Guardia Nacional y a pequeñas unidades de fuerzas especiales que han llegado en forma discreta a las poblaciones fronterizas más afectadas por la violencia.

En el lado mexicano, las policías de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas están gravemente infectadas por el narcotráfico, lo que impide la rápida desmilitarización del conflicto. A la presencia tradicional del Ejército en la zona fronteriza, ahora se suman los grandes contingentes de soldados y de marinos movilizados intermitentemente a los puntos donde brotan los incidentes de violencia.

La dimensión de las hostilidades armadas también es proporcional al carácter estratégico de la infraestructura económica y comercial comprometida. Unos 350 millones de personas cruzan esa frontera cada año desde México y, según las autoridades estadunidenses, el número de camiones de carga que cruza anualmente desde México a Estados Unidos supera 4.5 millones.

El punto más importante es el cruce Nuevo Laredo-Laredo. Tan sólo para dar un ejemplo de la cantidad de tráfico comercial, legal o ilegal, que ocurre en ese punto específico de la frontera, cada día 4 mil 800 camiones de carga cruzan el puente internacional de estas ciudades hermanas localizadas en la parte Sur de la frontera entre Texas y Tamaulipas. Este cruce concentra el 60 por ciento del total de tráfico de carga entre México y Estados Unidos.

Para la delincuencia organizada, la importancia de ese punto geográfico y económico es muy alta, pues a pesar de la modernización tecnológica de las aduanas en ambos sentidos, aparentemente no hay capacidad, ni humana ni material, para revisar toda la carga que cruza día con día.

Por esa razón, Laredo-Nuevo Laredo es un sitio estratégico para los negocios de la delincuencia organizada y es un espacio donde se confrontan los grandes cárteles que están alterando la vida de esta región fronteriza: los cárteles del Golfo, de Sinaloa, la Familia y Los Zetas. Una situación parecida ocurre con los otros dos puntos fundamentales del funcionamiento de la frontera: Tijuana-San Diego y Ciudad Juárez-El Paso.

El resto de la frontera es desértico y, prácticamente, tierra de nadie. Ahí está ubicado el macrodesierto de Sonora, que abarca 360 mil kilómetros cuadrados de Sonora, California y Arizona. El clima inhóspito en la región ha sido letal para más de 5 mil inmigrantes que han perecido de deshidratación al tratar de cruzar la frontera. Para librar la batalla en mejores condiciones, Estados Unidos decidió cerrar con muros el cruce por las zonas urbanas de la frontera y desviar la inmigración indocumentada hacia las zonas desérticas de Arizona y las áridas montañas de Nuevo México. El narcotráfico, por supuesto, no se vio disminuido, pero las condiciones de riesgo para los indocumentados alcanzaron su nivel más extremo.

El abandono gubernamental en ambos lados de la frontera ha facilitado que ésta sea una región propicia para el reclutamiento de sicarios y empleados del narcotráfico. La población fronteriza es fundamentalmente pobre. Su nivel de ingreso es semejante a las regiones más precarias de América Latina y algunas zonas del mapa económico de la frontera muestran ingresos per cápita menores a 7 mil 800 dólares anuales.

Aunque la frontera común sea una prioridad en materia de seguridad nacional para ambos países, el gasto en infraestructura social no corresponde con ese nivel de importancia. La población fronteriza del lado de Estados Unidos recibe la menor ayuda financiera federal y es la región con más incidencia de tuberculosis y muerte por hepatitis.

La población más desfavorecida del lado estadunidense vive en unas 1 mil 200 colonias de Texas, Nuevo México y Arizona, que son subdivisiones no incorporadas a gobiernos municipales construidas en zonas rurales con alto riesgo de inundación y sin sistemas de drenaje ni agua potable. Ahí viven unas 300 mil personas expuestas a la presión de pandillas y narcotraficantes que han establecido ahí casas de seguridad, almacenes de drogas y resguardo de indocumentados.

¿Cuál ha sido el impacto social y económico de este conflicto armado? Aún no existe una evaluación creíble y efectiva. Algunos indicios apuntan un impacto perjudicial creciente. En Ciudad Juárez, las autoridades han informado del cierre de 10 mil negocios en los últimos meses y de la pérdida de 100 mil empleos y 450 millones de pesos de inversión no obtenida. Los grupos internacionales de protección de desplazados afirman que unos 250 mil mexicanos han sido desplazados. La mitad de ellos se ha refugiado en Estados Unidos y la otra se ha dispersado por otras partes del territorio mexicano.

¿Cuál será el límite en bajas humanas y daños económicos, sociales y materiales? Tampoco lo sabemos. El gobierno actual insiste en que la estrategia seguida es la adecuada y en que la acción militar y policial contra los narcotraficantes no es la causante de la violencia observada. Esa posición nos dice que México vivirá todavía más años de conflicto armado. Porque esto, pese al discurso gubernamental, es una guerra en todas sus dimensiones.

*Especialista en Fuerzas Armadas y seguridad nacional; egresado del Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa, de la Universidad de la Defensa Nacional en Washington



En Juárez concluimos que no existe diferencia entre crimen organizado y fuerzas federales

Activista ve paralelismo entre la guerra contra

el terrorismo de EU y la de Los Pinos







David Carrizales

Corresponsal

Periódico La Jornada
Domingo 15 de mayo de 2011, p. 8

Monterrey, NL, 14 de mayo. La guerra contra el narcotráfico ha logrado que la sociedad proteste porque su vida está en peligro, en lugar de hacerlo por los más de 50 millones de pobres, los despidos masivos de trabajadores, la contrarreforma laboral y la destrucción de sindicatos, puntualizó Julián Contreras Álvarez, representante del Frente Plural Ciudadano de Ciudad Juárez, durante el foro Militarización y violencia en México.

Contreras Álvarez consideró que para entender la situación de extrema violencia que vive el país es necesario echar una mirada al contexto global, ya que Estados Unidos, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, inició una estrategia de guerras preventivas contra el terrorismo.

Con el argumento de evitar nuevos ataques contra su seguridad nacional, el vecino país emprendió reformas que culminaron con la Ley Patriótica, que implicó la anulación de los derechos civiles de los estadunidenses, y que ahora en México, con el pretexto de enfrentar al narcotráfico, el gobierno de Felipe Calderón impulsa una reforma similar bajo el nombre de Ley de Seguridad Nacional, expresó el activista.

El Plan Mérida y la guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón Hinojosa forman parte de la política de seguridad nacional de Estados Unidos, pero el pretexto de la iniciativa es ayudar a México a enfrentar al crimen organizado, cuando son los estadunidenses los principales consumidores.

La estrategia se da en el contexto de la peor crisis económica internacional desde la gran depresión, pues ante la inestabilidad y el descontento social en distintos puntos del planeta, es prioridad para la seguridad de Estados Unidos tener el control mediante una política de terror contra la población para evitar que la gente proteste por cuestiones que en otras condiciones lo haría.

La lógica de la guerra, señaló Contreras, alimenta la violencia y una estrategia de metralletas en las calles beneficia a la industria militar, a la industria de la seguridad y a quien tal parece que le sale más barato matar pobres que acabar con la pobreza.

Contreras Álvarez compartió sus experiencias y refirió que el Frente Plural Ciudadano de Ciudad Juárez surgió hace tres años y medio para oponerse a la militarización que se inició entonces, porque en la historia de la humanidad no hay ningún caso en que a la sociedad le haya ido bien cuando los ejércitos son sacados de los cuarteles para hacer funciones policiacas.

En el caso de Ciudad Juárez –prosiguió– con la militarización empezamos a ver que la gente moría ejecutada sin defenderse; esto echa por tierra cualquier lógica de guerra, donde ambos bandos se disparan. “Empezamos a documentar la presencia de escuadrones de paramilitares que actuaban con total impunidad, protegidos por fuerzas militares y federales para cometer masacres como la de Salvárcar.

Participación federal

También fuimos demostrando la participación de fuerzas policiacas federales y militares en extorsiones, secuestros, robos y cateos ilegales, amedrentamiento de la población, desplazamientos, desapariciones forzadas y otras prácticas.

En Ciudad Juárez “hemos llegado a la conclusión de que la diferencia entre el crimen organizado y las fuerzas federales no existe, sino que forma parte de una misma política de terror contra la población.

No podemos negar que exista la posibilidad de que estemos viviendo eso que decían los propagandistas nazis: repetir una mentira muchas veces hasta que crean que es verdad. No vaya a ser que también aquí la gente crea que se está en una guerra contra el narcotráfico y no hay tal.

El activista concluyó: Valdría el ejemplo del circo romano para ilustrar esta guerra. Los que mueren en la arena, mueren realmente, se desangran en combate, pero eso no significa que para los que estén en las gradas deje de ser un espectáculo macabro, sangriento.
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