Compañer@s
Les enviamos un video de 8'07'' sobre la marcha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del 7 de mayo de 2011, en el marco del llamado a la movilización realizado por el poeta Javier Sicilia.
http://vimeo.com/23479770
Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad
Realización: Proyecto Chakana para Desinformemonos.org
Les enviamos un video de 8'07'' sobre la marcha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del 7 de mayo de 2011, en el marco del llamado a la movilización realizado por el poeta Javier Sicilia.
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Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad
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http://www.desinformemonos.org
skype: desinformemonosrevista
cuando ya no aguante
entonces decidámonos
carajo decidámonos
y revolucionémonos."
Mario Benedetti
Militarización
flagela a Méxicoskype: desinformemonosrevista
cuando ya no aguante
entonces decidámonos
carajo decidámonos
y revolucionémonos."
Mario Benedetti
Los errores no se admiten en la actual gestión federal, la necedad
causa un daño cada vez más grave y amplio.
La militarización, el uso de la fuerza, el incremento de la
violencia del Estado, la visión del combate a la oferta de drogas, el
descabezamiento de algunos líderes de cárteles, es un enfoque y una estrategia
equivocada, demostrado una y mil veces.
Aún así se insiste en ella y las consecuencias son de magnitud no
sólo nacional sino internacional. El miedo, el temor y el terror de la población
provocan gran preocupación en el ámbito internacional, en donde no se explican
en qué dimensión vive Felipe Calderón, cuya visión del país es totalmente
contraria a la realidad que se registra día con día y que se padece en todo el
territorio nacional.
La impunidad es la causa fundamental de ese terror de la población
mexicana. La organización Amnistía Internacional, en su informe anual 2011 “El
estado de los derechos humanos en el mundo”, denuncia que el despliegue del
Ejército llevado a cabo por Felipe Calderón para, primero obtener la legitimidad
que le fue negada en las urnas, y segundo combatir presuntamente la delincuencia
organizada, dio y da lugar a miles de casos de violaciones graves a los derechos
humanos, incluidos homicidios, desapariciones forzadas, torturas y detenciones
arbitrarias.
Lo peor en este rubro es que hasta el momento ningún militar ha
sido condenado por cometer esos abusos. Esto traducido es que la impunidad es la
ley y la norma en nuestro país.
Los tribunales militares no son ni independientes, ni imparciales y
la justicia civil no interviene. Los derechos humanos son pisoteados por la
delincuencia violenta, por la proliferación de armas, y flagelados por la cada
vez más amplia pobreza y la miseria que prevalecen en el país. Los ciudadanos
están entre la espada y la pared, entre las amenazas de las pandillas
delincuenciales y los abusos contra los derechos humanos perpetrados por las
fuerzas del Estado.
El reporte de AI destaca que en México, en 2010, la violencia
provocó la muerte de 15 mil personas, sin que se haya enjuiciado a los
responsables. Pero el número global supera las 40 mil personas y fácilmente
puede llegar a 60 mil personas al fin del calderonato, con la misma respuesta:
impunidad. Los secuestros, las violaciones y los asesinatos de dan por igual en
todos los estratos de la población, pero se acentúan en los miles de migrantes
que atraviesan México para trasladarse a Estados Unidos en busca del “sueño
americano”, que la mayor parte de las veces es sólo una pesadilla. Grave es que
esos delitos se cometieran con la complicidad y al aquiescencia de las
autoridades federales, estatales y municipales.
Conforme avanza la actual gestión federal, los periodistas corren
cada vez más peligro. Cuatro centenas de comunicadores mexicanos recibieron
amenazas o sufrieron ataques. AI tiene el registro de al menos 13 asesinados, al
igual que un importante número de luchadores sociales, cuya seguridad está cada
vez más en riesgo, incluso por la propia actuación de las
autoridades.
La administración calderonista no está respondiendo a su
responsabilidad de combatir esa violencia, con estricto respeto a los derechos
humanos. Ante las denuncias y los hechos contundentes el Ejército mexicano es
forzado a admitir que en materia de derechos humanos, “estamos propensos a las
fallas y errores”.
El general brigadier Rafael Ávila, director general de Derechos
Humanos de la Sedena, promete que “la educación, el adiestramiento y la
concientización de cada uno de nosotros habrá de disminuir esas fisuras
involuntarias”. El alud de denuncias es de tal magnitud que promovieron la firma
de un Convenio Específico de Colaboración entre la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), signado por
el secretario Guillermo Galván Galván y el ombudsman nacional Raúl Plascencia,
con el fin, se dijo, de”robustecer los lazos institucionales” en materia de
capacitación, investigación y difusión des as garantías.
La Sedena ocupó el primer lugar en quejas por violaciones a los
derechos humanos en el año 2010, en el marco de los operativos que llevan a cabo
los soldados en contra del narcotráfico y del crimen organizado, es decir de la
guerra irregular detonada por Felipe Calderón y que ahora no sabe como
detenerla. El escándalo a nivel nacional e internacional no se detiene con
declaraciones, con mentiras, con falsas estadísticas, los hechos son
contundentes y no admiten ninguna duda. Los nuevos hallazgos sólo hacen
incrementar el furor ciudadano ante el apilamiento de los cadáveres putrefactos,
en cada vez más numerosos puntos de la geografía nacional:
Tan sólo en las fosas clandestinas de Durango, la Fiscalía Estatal
confirmó el hallazgo de ocho cadáveres más en la fosa de la colonia Valle del
Guadiana, con lo cual sumaron 96 los cadáveres encontrados en la capital
estatal, que sumados a 13 localizados en el municipio serrano de Santiago
Papasquiaro, dan un total de 209 cuerpos localizados tan sólo del 11 de abril a
la fecha. Uno de los decapitados localizados ayer fue identificado como Gerardo
Galindo Meza, jefe de custodios del Cereso de Durango, quien había sido privado
de su libertad el domingo pasado.
Ante las denuncias de que personal del Instituto Nacional de
Migración entregó el mes pasado a decenas de indocumentados a hombres armados
identificados como integrantes del crimen organizado, cuyos cadáveres fueron
localizados en fosas clandestinas, principalmente en el Estado de Tamaulipas,
los titulares en las delegaciones regionales del INM en esa entidad, así como en
Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Estado de México, San Luis Potosí y Quintana Roo
fueron relevados de su cargo. La Secretaría de Gobernación dio a conocer que por
lo menos dos de los delegados relevados son investigados por presuntos nexos con
bandas del crimen organizado. Además, el vocero del gobierno federal en materia
de Seguridad, Alejandro Poiré, anunció que 500 militares más serán enviados a
Tamaulipas, a petición del gobernador Egidio Torre.
Pero la sola depuración del personal del INM no es suficiente para
garantizar un trato digno a los migrantes en tránsito en México sino se acompaña
de una reforma integral de otras instituciones policíacas y de gobierno y de una
renovación moral desde abajo, desde la sociedad, como lo apuntó Patricia de los
Ríos Lozano, coordinadora del Programa de Asuntos Migratorios de Universidad
Iberoamericana. A su vez, la fracción parlamentaria del PRI en la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión, exigió a Francisco Blake, titular de la
Secretaría de Gobernación que asuma a cabalidad su responsabilidad en los hechos
de corrupción que tienen lugar en el INM y que no sólo se lleven a cabo cambios
cosméticos, como sucedió con la ex titular del INM, Cecilia Romero, sino que se
finquen responsabilidades para sancionar a los responsables.
Con analogías bélicas
y religiosas, Calderón se compara con Churchill
Arturo Rodríguez
García
MÉXICO, D.F. 13 de mayo (apro).- El presidente Felipe Calderón
retomó los reclamos airados contra sus críticos, advirtió que combatirá a los
criminales --a los que consideró peores que los nazis-- con “la fuerza y la
fortaleza de Dios”, y se asumió como Winston Churchill, el estadista británico,
pues como aquél contra los nazis, advirtió que lo único que él busca en su
propia guerra, es la victoria.
Atrás quedaron los llamados al diálogo a los organizadores de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad; también, el rechazo a que su estrategia contra el narco haya sido bautizada por él como “una guerra” y, la atención a los llamados de organismos internacionales que en los últimos días han señalado las violaciones a derechos humanos. Hoy, Calderón sostuvo que su gobierno es humanista.
El contexto era propicio. Tras las marchas y reclamos ciudadanos, así como de organismos internacionales, al mandatario lo arroparon aquellos que encontraron empleo en su gobierno: el gabinete en pleno, los funcionarios más destacados de su gobierno, los delegados de las dependencias federales en los estados, fueron convocados hoy a un ágape presidencial.
La comilona fue en el Centro Banamex de esta ciudad, en un salón utilizado los domingos por la congregación evangélica Casa Sobre la Roca, vinculada con el mandatario y cuyos dirigentes son funcionarios panistas.
A ellos, los funcionarios panistas del país reunidos hoy, en un discurso de 45 minutos y con marcada entonación de predicador, Calderón les pidió difundir los logros de su gobierno y, especialmente, que está peleando por los mexicanos, confrontando y venciendo a los criminales; y luego, asumió otro aspecto bíblico en su discurso, como en la parábola del Buen Pastor:
“Que el miedo que siembran aquí (los criminales), cae en tierra infértil, porque estamos decididos a rescatar a nuestro pueblo y a nuestras familias y a nuestro México, de las garras de la criminalidad.”
Luego, con analogías bélicas, prosiguió justificando su guerra. Por ejemplo, dijo -como lo hizo el pasado martes en Nueva York al criticar la invasión de Estados Unidos a Irak--, que su gobierno no está enviando tropas a otro país, sino que sus tropas, sus soldados, marinos y policías federales, están aquí luchando por México.
A cada expresión del presidente, los funcionarios rompían en aplausos.
En el contexto de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezada por el poeta Javier Sicilia, realizada el domingo pasado, Calderón había lanzado severos reclamos a sus críticos, acusándolos de atacar a su gobierno y a las fuerzas armadas, “de buena o de mala fe”; pero de repente, el jueves 5 de mayo, asumió un discurso conciliador y el lunes 2, invitó a los marchistas a dialogar.
Hoy reincidió en su postura original ante la crítica: la calificó de “titubeante” ante el crimen; hasta confesó sentirse acosado, se comparó a sí mismo con Churchill en su papel previo a la Segunda Guerra Mundial y, a los criminales, con los nazis:
“Cuando Winston Churchill era, también, acosado y señalado en medio de un mar de titubeos, de una corriente de opinión titubeante de las decisiones de aquellos terribles años del 39 y del 40; cuando, al igual a Churchill le exigían, incluso, y no sólo insinuaban, que lo mejor que podía hacer era ignorar el avance de los nazis, incluso, someterse a ellos. Cuando le exigían cuál era, precisamente, su política o su estrategia, Winston Churchill hablaba así a su pueblo y a su Parlamento:
“Ustedes preguntan cuál es nuestra política y nuestra estrategia. Y yo diré: Es combatir por mar, tierra y aire, con toda nuestra fuerza y con toda la fortaleza que Dios pueda darnos. Luchar contra una tiranía monstruosa, nunca rebasada en el catálogo lamentable de los crímenes de la humanidad. Esa es nuestra política y esa es nuestra estrategia.
“Y ustedes preguntan: Y cuál es el objetivo, qué buscas. Puedo contestar con una sola palabra, decía Churchill: ‘La victoria. La victoria sin menoscabo del terror, la victoria cuan largo y duro pueda ser el camino para alcanzarla, la victoria, porque sin victoria no hay futuro para Inglaterra’.”
La arenga de Calderón también fue motivacional: Llamó a sus funcionarios reunidos a asumirse como factores de cambio, a ejercer el poder del gobierno y a difundir que ese cambio es producto de su gobierno. Básicamente, Calderón expresó que quiere ser recordado “como un punto de cambio, como un punto de inflexión, como un gran esfuerzo de transformación en todos los ámbitos de la vida nacional”.
También, les dijo que deben ser “los ojos y los oídos” del gobierno, y que deben denunciar hasta a sus compañeros y amigos que sean deshonestos.
Una y otra vez, Calderón insistió en que hay ataques, calumnias; y les ordenó a sus funcionarios --alzando la voz--, a defender al gobierno de la República.
Apocalíptico, les dijo:
“Les instruyo también de que sean portavoces de una señal, de un mensaje de esperanza y de una información que es fundamental que la conozcan las mexicanas y los mexicanos en todo el país”, esto ultimo en alusión a que su gobierno sea percibido con “justeza”, pues afirmó que la ciudadanía debe saber la verdad. Esto es, según el mandatario, “saber y reconocer lo que se hace”.
Atrás quedaron los llamados al diálogo a los organizadores de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad; también, el rechazo a que su estrategia contra el narco haya sido bautizada por él como “una guerra” y, la atención a los llamados de organismos internacionales que en los últimos días han señalado las violaciones a derechos humanos. Hoy, Calderón sostuvo que su gobierno es humanista.
El contexto era propicio. Tras las marchas y reclamos ciudadanos, así como de organismos internacionales, al mandatario lo arroparon aquellos que encontraron empleo en su gobierno: el gabinete en pleno, los funcionarios más destacados de su gobierno, los delegados de las dependencias federales en los estados, fueron convocados hoy a un ágape presidencial.
La comilona fue en el Centro Banamex de esta ciudad, en un salón utilizado los domingos por la congregación evangélica Casa Sobre la Roca, vinculada con el mandatario y cuyos dirigentes son funcionarios panistas.
A ellos, los funcionarios panistas del país reunidos hoy, en un discurso de 45 minutos y con marcada entonación de predicador, Calderón les pidió difundir los logros de su gobierno y, especialmente, que está peleando por los mexicanos, confrontando y venciendo a los criminales; y luego, asumió otro aspecto bíblico en su discurso, como en la parábola del Buen Pastor:
“Que el miedo que siembran aquí (los criminales), cae en tierra infértil, porque estamos decididos a rescatar a nuestro pueblo y a nuestras familias y a nuestro México, de las garras de la criminalidad.”
Luego, con analogías bélicas, prosiguió justificando su guerra. Por ejemplo, dijo -como lo hizo el pasado martes en Nueva York al criticar la invasión de Estados Unidos a Irak--, que su gobierno no está enviando tropas a otro país, sino que sus tropas, sus soldados, marinos y policías federales, están aquí luchando por México.
A cada expresión del presidente, los funcionarios rompían en aplausos.
En el contexto de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezada por el poeta Javier Sicilia, realizada el domingo pasado, Calderón había lanzado severos reclamos a sus críticos, acusándolos de atacar a su gobierno y a las fuerzas armadas, “de buena o de mala fe”; pero de repente, el jueves 5 de mayo, asumió un discurso conciliador y el lunes 2, invitó a los marchistas a dialogar.
Hoy reincidió en su postura original ante la crítica: la calificó de “titubeante” ante el crimen; hasta confesó sentirse acosado, se comparó a sí mismo con Churchill en su papel previo a la Segunda Guerra Mundial y, a los criminales, con los nazis:
“Cuando Winston Churchill era, también, acosado y señalado en medio de un mar de titubeos, de una corriente de opinión titubeante de las decisiones de aquellos terribles años del 39 y del 40; cuando, al igual a Churchill le exigían, incluso, y no sólo insinuaban, que lo mejor que podía hacer era ignorar el avance de los nazis, incluso, someterse a ellos. Cuando le exigían cuál era, precisamente, su política o su estrategia, Winston Churchill hablaba así a su pueblo y a su Parlamento:
“Ustedes preguntan cuál es nuestra política y nuestra estrategia. Y yo diré: Es combatir por mar, tierra y aire, con toda nuestra fuerza y con toda la fortaleza que Dios pueda darnos. Luchar contra una tiranía monstruosa, nunca rebasada en el catálogo lamentable de los crímenes de la humanidad. Esa es nuestra política y esa es nuestra estrategia.
“Y ustedes preguntan: Y cuál es el objetivo, qué buscas. Puedo contestar con una sola palabra, decía Churchill: ‘La victoria. La victoria sin menoscabo del terror, la victoria cuan largo y duro pueda ser el camino para alcanzarla, la victoria, porque sin victoria no hay futuro para Inglaterra’.”
La arenga de Calderón también fue motivacional: Llamó a sus funcionarios reunidos a asumirse como factores de cambio, a ejercer el poder del gobierno y a difundir que ese cambio es producto de su gobierno. Básicamente, Calderón expresó que quiere ser recordado “como un punto de cambio, como un punto de inflexión, como un gran esfuerzo de transformación en todos los ámbitos de la vida nacional”.
También, les dijo que deben ser “los ojos y los oídos” del gobierno, y que deben denunciar hasta a sus compañeros y amigos que sean deshonestos.
Una y otra vez, Calderón insistió en que hay ataques, calumnias; y les ordenó a sus funcionarios --alzando la voz--, a defender al gobierno de la República.
Apocalíptico, les dijo:
“Les instruyo también de que sean portavoces de una señal, de un mensaje de esperanza y de una información que es fundamental que la conozcan las mexicanas y los mexicanos en todo el país”, esto ultimo en alusión a que su gobierno sea percibido con “justeza”, pues afirmó que la ciudadanía debe saber la verdad. Esto es, según el mandatario, “saber y reconocer lo que se hace”.
Opiniones de los lectores
padre_amalio
2011-05-14
| 04:56:00
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aaron1266
2011-05-14
| 04:18:00
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ElMugroso81
2011-05-14
| 02:08:00
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