Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 19 de mayo de 2011

PEMEX Y SU CONTAMINACION-LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA- LA MILICIA NARCA


Asocian mecheros de Pemex con alteraciones cromosómicas en niños de Tabasco
Armando Guzmán

VILLAHERMOSA, Tab., 19 de mayo (apro).- El Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab) denunció que los mecheros de Petróleos Mexicanos (Pemex) han provocado alteraciones cromosómicas en niños de comunidades rurales del estado que pueden derivar en cáncer, leucemia, trastornos mentales y deformaciones.

Si no se toman medidas para reparar los daños causados a la salud de menores de edad afectados, la paraestatal será demandada ante la Corte Penal Internacional, advirtió Efraín Rodríguez León, asesor jurídico del organismo.

En entrevista con Apro, Rodríguez señaló que según un estudio realizado a finales de marzo pasado, con base en muestras de sangre, 10% de los menores de edad analizados presentan alteraciones cromosómicas.

Indicó que los estudios se hicieron a 50 de los aproximadamente 750 niños que viven en la comunidad Torno Largo, del municipio de Paraíso, localizado en la costa tabasqueña, de los cuales en cinco de ellos se presentó el problema.

De seguir esa tendencia, serían unos 75 menores de la comunidad los que padecerían esa afectación a la salud, alertó.

El asesor jurídico de la Codehutab mencionó que de manera paralela al estudio realizado en esa demarcación con actividad petrolera, se realizó otro en la comunidad de Guanosolo, del mismo municipio de Paraíso, que tiene el mismo nivel socioeconómico de Torno Largo, pero sin la presencia de Pemex.

El resultado es que ningún niño de Guanosolo resultó con alteraciones cromosómicas, lo que confirma, según el asesor jurídico del Codehutab, que Pemex es responsable de los problemas de salud que sufren los niños de Torno Largo.

“Las enfermedades que pueden padecer los niños con alteraciones cromosómicas son cáncer, leucemia, trastornos mentales y deformaciones”, puntualizó.

Y advirtió que “Pemex será responsable de las muertes que puedan padecer estos niños a causa de la contaminación generada por la actividad de sus quemadores de hidrocarburos”.

De acuerdo con Rodríguez León, la decisión del Codehutab de realizar estudios en niños es porque si las muestras de sangre se hubieran aplicado en adultos, podría argumentarse que las alteraciones cromosómicas en ellos obedecen a factores como edad, alcoholismo, drogadicción y otros.

Adelantó que los resultados de este estudio sobre las consecuencias en la salud que provoca la actividad petrolera serán publicados en una revista científica de circulación nacional.

El abogado se excusó de no poder ofrecer detalles del estudio a medios de comunicación porque, confió a Apro, fue realizado por profesionales de instituciones de salud privadas y del gobierno del estado, y el acuerdo fue que se publicara en una revista científica.

Lamentó que ante esta grave situación, las secretarías de Salud estatal y federal, así como Pemex, no estén instrumentando medidas para proteger a la población vulnerable o atender a quienes ya presentan alteraciones cromosómicas.

Aseguró que la lucha contra estas acciones de la paraestatal no sólo quedarán en la denuncia, pues con ayuda de expertos –agregó–se integrarán demandas contra Pemex, mismas que se presentarán en primera instancia ante la Procuraduría General de la República (PGR).

Sin embargo, el abogado dijo estar consciente de que una demanda ante el Ministerio Público federal difícilmente procederá, pues es poco factible que la PGR investigue a una empresa como Pemex, la más poderosa del país.

Por ello, adelantó, acudirán a instancias a nivel internacional que sí pueden exigirle justicia a la paraestatal, como la Corte Penal Internacional.

“La lucha contra la paraestatal va a ser difícil, pero alguien la tiene que iniciar y tratar de llegar hasta las últimas consecuencias”, concluyó.

Por Encinas, que cesen los ataques contra chuchos, Ebrard y AMLO

H. E. Cavazos Arózqueta

@HECavazosA
2011-05-17

Arrancó, y arrancó bien, la campaña de Alejandro Encinas en Ecatepec. Será una empresa compleja. Hasta ahora nadie ha logrado acabar con la hegemonía priísta del estado de México. Pero el ahora candidato para la gubernatura de esta entidad ya logró una peripecia así o más complicada: unir a las izquierdas y, sobre todo, al Partido de la Revolución Democrática. Junto con él estuvieron, en el inicio de esta batalla electoral, la madre de todas las de esta naturaleza, como se le conoce, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón, "los Chuchos" y Cuauhtémoc Cárdenas, personajes, ayer antagónicos, hoy aliados, que representan a la izquierda mexicana.

Hay quienes afirman, y estoy de acuerdo con quienes lo hacen, que la unión hace la fuerza. Y el movimiento progresista, la coalición "Unidos podemos más", conformada por el PRD, el PT y Convergencia, que contendrá en los comicios del estado de México para gobernador, representa esa unidad que a ciertos izquierdistas escépticos se les antojaba imposible. Mas sí se pudo, y creo que se debe proteger, respetar y aprovechar. Porque el enemigo sabe que si nos divide, vence. Y quienes apoyamos a la izquierda no debemos permitir que nos vuelvan a dividir.

A causa de lo anteriormente expuesto, considero que es hora de que lopezobradoristas dejen de atacar a chuchos, y viceversa; que si bien el próximo año, en 2012, Ebrard y Andrés Manuel se disputarán la candidatura para los comicios federales, y que a resultas será necesario que ambos libren una lucha pacífica y democrática entre ellos. No obstante, hoy deben fungir como aliados, unir fuerzas y apoyar a Alejandro Encinas, pues si se llegase a ganar en Edomex, la izquierda tendría ya un pie dentro de Los Pinos; ya que juntando las fuerzas del Distrito Federal y el estado de México, más las demás entidades afines al PRD, sería imposible que se pierda la elección presidencial; consecuentemente, hago un llamado a todas las tribus perredistas, movimientos de izquierda, etc., a llevar la fiesta en paz y a mantener la unión que puede darles la victoria este 3 de julio.

Se vale, se debe criticar; pero una cosa es hacer una crítica, y otra muy distinta es atacar verbalmente a alguien. Ojalá y la izquierda lo entienda. Creo que si todos los izquierdistas nos respaldamos y hacemos de esta unión algo más que la foto, se puede lograr algo importante. Y por eso me comprometo a no atacar ni a chuchos ni a Ebrard ni a AMLO mientras dure la campaña de Alejandro Encinas. No por nada la coalición lleva el nombre de "Unidos podemos más". Mantengamos la unidad, fortalezcámosla. Hagamos las paces con quienes agredimos en épocas de alianzas entre el PRD y el PAN, o cuando quedó Jesús Ortega como dirigente nacional del Sol Azteca. A partir de hoy olvidaré eso; y le aseguro a todo el Partido de la Revolución Democrática que cuenta con mi apoyo.

Derrotemos al PRI. A crear conciencia.

La milicia narca

José Gil Olmos

MÉXICO, DF, 18 de mayo (apro).- Una de las características de Los Zetas es la violencia y el terror con los que actúan para marcar y dominar su territorio. Esto, que podría pasar como una forma de actuar de cualquier organización del crimen organizado, en realidad es parte del adiestramiento militar que los integrantes de este cártel mexicano tuvieron y que se acrecentó con la inclusión de otros grupos con formación militar: los kaibiles guatemaltecos y los marasalvatruchas salvadoreños.
         Por su integración, bien podría decirse que Los Zetas son el primer grupo del crimen organizado con una estructura militar, pues en sus orígenes están entrelazados miembros que alguna vez estuvieron en los respectivos ejércitos de México, El Salvador y Guatemala, lo que los convierte en uno de los cárteles más peligrosos de todos los que hay en el narcotráfico.
         Los primeros que integraron a Los Zetas fueron militares mexicanos expertos en contrainsurgencia y terrorismo entrenados en Estados Unidos.
Se trataba de soldados que a raíz del levantamiento indígena en Chiapas recibieron entrenamiento especial en Estados Unidos y conformaban el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Ganfe) y Brigada de Fusileros Paracaidistas (BFP).
         Hacia 1999, un grupo de 40 de estos soldados fueron llevados a Tamaulipas como policías para combatir el narcotráfico. Desde aquel tiempo, se les conocía en la entonces Policía Federal Preventiva como Los Zetas, pero el líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, casi de inmediato los cooptó para convertirlos en su ejército particular de sicarios.
         Durante casi una década el brazo armado de Osiel Cárdenas creció rápidamente en poder y presencia, independizándose hacia marzo del 2010 y atrayendo a otros dos grupos igualmente entrenados en la milicia, como los Maras salvadoreños y los kaibiles guatemaltecos, también entrenados en Estados Unidos en la lucha contra la insurgencia.
         En el caso de los salvadoreños, desde que en 1991 fue firmada la paz en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, muchos de los militares de ese país se quedaron sin empleo y migraron hacia Los Ángeles, California, donde se unieron con las pandillas que sus paisanos ya habían formado en la Calle 13 por un personaje conocido como El Flaco Stoner.
         Los ex soldados entrenados por las escuelas militares de la Unión Americana le dieron una estructura militar a las pandillas y patentizaron el uso del terror para controlar el territorio en la ciudad de Los Ángeles, creando un problema tan fuerte que en la década de los noventa el gobierno estadunidense deportó a cientos de Maras a El Salvador.
Con esta acción pensaron que se había resuelto el problema, pero en realidad lo acrecentaron. En El Salvador surgieron nuevas pandillas y, luego, muchos de ellos comenzaron a emigrar por tierra nuevamente a Estados Unidos y dejaron muchas semillas de terror a su paso por Guatemala y México.
         La presencia de los Maras llamó la atención de Los Zetas que, debido a su expansión en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, así como en Nayarit, Sonora, Sinaloa (Los Mochis), Puebla, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Durango, Tabasco, Campeche, Guanajuato, Querétaro (San Juan del Río), Veracruz, Oaxaca y Tlaxcala, necesitaban reforzar sus filas con nuevos elementos.
Entonces contrataron a los Maras para seguir con el negocio del tráfico de indocumentados y, al mismo tiempo, también atrajeron a los soldados guatemaltecos egresados de la escuela de contrainsurgencia conocida como Kaibil, en honor al rey maya de la selva de El Petén, Kaibil Balam, que nunca pudo ser sometido por los españoles.
         Creada desde 1975, la escuela Kaibil se distinguió desde sus inicios en entrenar a soldados de Guatemala, primero, y de otros países después --incluido México--, bajo la técnica más terrorífica de combate a la insurgencia, con el uso de armas especiales como cuchillos para decapitar a los enemigos y a la población civil.
         Después que se firmó la paz en 1996, el Ejército guatemalteco se redujo al mínimo y muchos soldados kaibiles se quedaron sin empleo. Algunos se fueron a la iniciativa privada y otros más se metieron al crimen organizado. De ahí los atrajeron Los Zetas metiéndolos a sus filas para dominar el territorio mexicano y el guatemalteco. Y desde finales del 2005 fueron ubicados kaibiles entre Los Zetas.
         Quizá no haya un ejemplo en el mundo de una milicia convertida en un grupo del crimen organizado como son Los Zetas. Por su experiencia en el Ejército, tienen capacidad para operar en el campo y en la ciudad.
Además del tráfico de droga también han incursionado en tráfico de ilegales, en la extorsión y el secuestro, en el comercio de música, películas y ropa pirata. Su presencia se detecta en México, Estados Unidos y Centroamérica, y sus ligas comerciales alcanzan Europa.
         La ejecución de los 72 migrantes descubiertos el año pasado en el ejido El Huizachal, del municipio de San Fernando, Tamaulipas; los 120 encontrados en fosas clandestinas en este año en ese mismo municipio, y las 27 personas asesinadas en la finca Los Cocos, localizada en el municipio La Libertad, Guatemala ---25 de ellas decapitadas--, muestran que Los Zetas están dispuestos a todo para mantener su imperio de terror.
         Su existencia es un claro ejemplo del error más grave que ha tenido el gobierno de Felipe Calderón, meter de lleno al Ejército en el combate al narcotráfico, mostrando su vulnerabilidad y su debilidad ante un enemigo que nació de sus propias filas, emergiendo como su Némesis.

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