Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 11 de mayo de 2011

QUEREMOS DIALOGO: AMEGLIO- NUEVO AMAGO A PEMEX-

Queremos diálogo, pero no en un plano de subordinación: Ameglio
No se trata de que Calderón sólo diga las acciones realizadas, dice
El modelo militarista ha llevado a esta gran catástrofe nacional


Víctor Ballinas y Rubicela Morelos


Reportero y corresponsal

Periódico La Jornada
Miércoles 11 de mayo de 2011, p. 10

El poeta Javier Sicilia designó a Pietro Ameglio, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como encargado de responder a los cuestionamientos sobre la exigencia de que Genaro García Luna renuncie a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal.
En sus primeras declaraciones a La Jornada, Ameglio aseveró: “Es positivo que el presidente Felipe Calderón quiera dialogar con nosotros, pero no en un diálogo que se enfoque en tú me escuchas a mí y yo te digo qué hacer porque yo si sé como están las cosas. Tiene que escuchar a la sociedad que le está diciendo ‘queremos detener inmediatamente esta guerra’”.
Otras voces que cuestionaron ayer las declaraciones de Alejandro Poiré, vocero del gobierno federal en temas de seguridad –quien el pasado lunes, en conferencia de prensa, dio su respaldo a la gestión pública de García Luna–, fueron las del sacerdote Alejandro Solalinde y del presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, Miguel Concha.
Solalinde sostuvo que la defensa que hizo el gobierno federal (a través de Poiré) del secretario de Seguridad Pública es un auto elogio, una autocomplacencia, lo que no me extraña, porque este régimen ha gobernado sin el pueblo.
Concha por su parte aseguró que el hecho de que el gobierno federal mantenga a García Luna es visto por la sociedad como un signo de que no se quiere aceptar la necesidad de revisar la estrategia del gobierno en la lucha contra el crimen organizado.
Pietro Ameglio destacó que le toma la palabra al gobierno de Calderón, pero puso condiciones: Claro que queremos dialogar, pero no en un plano de subordinación, sino de igualdad. En el documento que leyó Javier Sicilia en el Zócalo, el pasado domingo, está el piso en cuanto a condiciones mínimas para poder iniciar un diálogo para detener esta guerra entre todos.
Ameglio cuestionó el hecho de que el presidente Calderón diga que quiere dialogar para darnos a conocer las acciones del gobierno en el combate a la delincuencia organizada; de ninguna manera ese es el sentido del diálogo. La sociedad civil está perfectamente al tanto de lo que está ocurriendo, porque lo viven con su cuerpo, en las calles, en sus casas, en sus trabajos, todo el tiempo.
Añadió que si el presidente Felipe Calderón y Genaro García Luna, así como medios de comunicación como Televisa, se oponen a cambiar ese modelo militar armado en el país, pese a la multitudinaria marcha del 8 de mayo, vendrán movimientos más grandes, hasta hacerlos entrar en razón de que su estrategia de combate contra el narcotráfico está equivocada.
Refirió que el modelo militarista ha llevado a esta gran catástrofe nacional, y se tiene que hacer énfasis en que se trata de un problema social, económico y de justicia, antes que de un problema armado. El secretario de Hacienda, (Ernesto) Cordero, declaró que hay seis veces más presupuesto para el área de seguridad que para el combate a la pobreza. Ahí es donde se ve que las prioridades están totalmente invertidas en el gobierno federal.
Agregó que quien más ha defendido ese argumento de Cordero es el secretario García Luna. No es que uno quiera construir más chivos expiatorios como hacen ellos con la gente que piensa diferente o con algunos personajes del crimen organizado, porque sería crear más guerra y nosotros no queremos aumentar la espiral de violencia. No es un señalamiento como de chivo expiatorio; se trata de que hay un responsable de esta política militarista, de esta idea de paz armada y claramente el responsable, después del jefe del Ejecutivo, es el ingeniero García Luna, expresó Ameglio.
De la defensa que el gobierno hizo de García Luna, Ameglio destacó: todo mundo puede hablar de éxito o fracaso, depende del parámetro con que lo midas, si uno dice hay 40 mil muertos en poco más de tres años y a eso le llama éxito, habla bastante del grado de reflexión y de inhumanidad de quien lo dice.
Sobre el mismo tema, Solalinde, quien se ha caracterizado por su defensa de los migrantes, dijo que le sorprendió el hecho de que el presidente Calderón se quiera reunir con nosotros para informarnos de las acciones de combate al crimen organizado, como si no las supiéramos. Este gobierno no cuenta con la base del pueblo. La gente ya respingó porque están matando a nuestra gente, a nuestros hijos.
El religioso agregó que si hay que dialogar, adelante, pero el que no quieran remover a García Luna habla de un Presidente muy autoritario o que está chantajeado, porque es tan duro para no oír el clamor de un pueblo.
Finalmente, Miguel Concha puntualizó que la decisión de mantener a García Luna es un signo que indica que el gobierno no está dispuesto realmente a considerar los puntos de vista expresados por la sociedad en el pacto social que se hizo público el pasado domingo en el Zócalo. Por más que se hable de que está dispuesto al diálogo, el hecho de mantener al titular de Seguridad Pública federal a como dé lugar y el reconocimiento enfático que hacen de él, significa que no quieren revisar la estrategia.
México SA
Felipe Calderón al diván
Sobre Pemex, una vez más
Ahora, venta de acciones


Carlos Fernández-Vega

El inquilino de Los Pinos está obsesionado con la privatización del petróleo mexicano. Es un caso de diván. No tiene otra idea en materia económica –que sin duda es política– más que la desincorporación plena de la única riqueza que a la nación le han dejado cinco fallidos cuan retorcidos gobiernos neoliberales al hilo, los mismos que en tres décadas desmantelaron el aparato productivo del Estado para traspasarlo alegremente al capital privado (léase a los amigos del régimen), porque él sí sabe cómo hacer las cosas. Despojaron a los mexicanos, y a cambio les prometieron el primer mundo, aunque en los hechos la economía no pasa del 2 por ciento anual y el bienestar social es ostentosamente inexistente.
Una vez más de viaje por el extranjero (aunque en esta ocasión no de contenido sacro), Felipe Calderón aprovechó su estancia en Nueva York para anunciar lo que está obligado a divulgar aquí en primerísima instancia: debe considerarse la venta de acciones de Pemex como parte de un proyecto de ley que planeo presentar para modernizar a la compañía y aumentar la producción. En una entrevista con la televisión de Bloomberg, dijo que la nueva legislación que se propone presentar al Congreso –cuando éste retorne en septiembre– tratará de que Pemex tome pautas de Petrobras o la noruega Statoil. Mi plan es tratar otra reforma legal con el fin de modernizar Pemex en forma similar a lo que Petrobras hizo hace diez años. Va a ser difícil, pero creo que se está moviendo la percepción de la opinión pública de lo importante que es la modernización de la empresa (La Jornada, Claudia Herrera).
Como sus cuatro antecesores en la residencia oficial, el susodicho no le encuentra otro sentido a sus no pocos viajes internacionales (salvo el del Vaticano) que no sea el de vender lo que queda del país. No tiene mayor pronunciamiento que no sea el de merolico del Centro Histórico (“pásenle, pásenle…. bara, bara”), fiel seguidor de aquellos periplos de Vicente Fox (o de Zedillo, Salinas y De la Madrid), quien antes de saludar ya estaba vendiendo el petróleo mexicano o lo que se le ocurriera, con o sin autorización del Legislativo. Si él vendía coca-colas, por qué no petróleo, energía eléctrica, minas, carreteras o lo que sea. Y en esa misma lógica gerencial se mueve Felipe Calderón, sin importarle que no le pertenezcan los recursos que quiere colocar entre los sagrados inversionistas que sí saben cómo hacer las cosas.
No dejaron nada, prácticamente, salvo el oro negro, pero van por él. En el balance, De la Madrid reclasificó la petroquímica; Salinas partió en cuatro a Pemex para facilitar su desincorporación, derrumbó barreras en el sector eléctrico y comenzó el reparto minero entre el gran capital; Zedillo inventó los Pidiregas, abrió el gas natural e inició los permisos de cogeneración eléctrica; Fox reinventó los contratos de servicios múltiples y metió el acelerador en el otorgamiento de dichos permisos, y Calderón pugna por dar seguridad jurídica a los inversionistas privados en el sector energético, inventó los bonos petroleros, insiste en la transición energética, echó a caminar los contratos incentivados y ahora va por la venta de acciones de Pemex. Todos justificaron la apertura en aras de la modernización, y enfocaron sus baterías a favor de la privatización del sector energético, y si bien no lo lograron a plenitud, mucho es lo que avanzaron. Pero el actual inquilino de Los Pinos, obsesionado, se quiere llevar la medallita.
Y como acontece cada que se conoce una nueva intentona por privatizar el petróleo nacional, de la nada se divulga en los medios que Pemex cerró con pérdidas tal ejercicio fiscal, con lo que la paraestatal, según esa versión, resulta un barril sin fondo en materia de pérdidas, ergo, hay que privatizarla. La realidad, sin embargo, es totalmente distinta: Petróleos Mexicanos es una de las empresas más rentables del mundo, amén de indiscutible pilar de las finanzas nacionales. Y éste, precisamente, es el punto: ninguna empresa, pública o privada, puede sobrevivir con impuestos superiores a sus ganancias; ni una sola en el planeta puede mantenerse en pie si el fisco le retiene 100 por ciento de sus utilidades, y además la obliga a pagar un pilón que se cubre con endeudamiento.
Pemex no es un barril sin fondo; sí lo es la Secretaría de Hacienda. La exprimida paraestatal ha sido obligada a cubrir impuestos por un monto superior al que año tras año dejan de pagar los grandes empresarios beneficiarios de los regímenes tributarios especiales. Pemex cubre los huecos fiscales que Ejecutivo y Legislativo gentilmente abren a favor del gran capital, y a ese ritmo nadie aguanta, por muy bien parado que esté. La SHCP, autorizada por el Congreso, llega y arrasa: se lleva absolutamente todo el rendimiento de la paraestatal, y lo que no tiene también. Por ejemplo, al cierre de 2010 los rendimientos petroleros antes de impuestos –la ganancia– superaron los 650 mil millones de pesos. Todos se los embolsó Hacienda, más 50 mil millones de pilón que la paraestatal obtuvo por medio de endeudamiento. Y lo mismo sucedió en 2009, 2008, 2007, 2006, etcétera, etcétera. ¿Qué empresa aguanta un ritmo así?
De acuerdo con la estadística gubernamental, en el periodo 1998-2010 (de Zedillo a Calderón) el gobierno federal se embolsó hasta el último centavo de los rendimientos petroleros obtenidos, más el famoso pilón: casi 6 billones de pesos. En ese lapso tales rendimientos (antes de impuestos, derechos y aprovechamientos) se multiplicaron casi por cinco, al pasar de 140 mil millones en 1998 (el peor de los años en lo que se refiere a precio internacional de la mezcla mexicana de exportación) a poco más de 650 mil millones en 2010, y todo se lo llevó Hacienda.
Alrededor de 95 por ciento de dichos rendimientos petroleros se obtuvieron en los dos gobiernos panistas, con precios petroleros internacionales de excepción. ¿Dónde quedó ese dinero? ¿En qué se gastó? De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación el grueso se canalizó a gasto corriente, especialmente a nómina burocrática. Espeluznante, pero el obsesionado Calderón asegura que no hay recursos y es necesario privatizar.


Las rebanadas del pastel


¿Fue chiste? Asegura Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, que han sido exitosos el trabajo y la estrategia anticrimen del inenarrable Genaro García Luna. Qué bueno, porque entonces ya no hay pretexto para mantener al Ejército y a la Marina fuera de sus cuarteles en funciones de policía.
Astillero
Felipe el pacífico

Nuevo amago a Pemex

Mover reflectores y oposición

FC: Margarita, candidata


Julio Hernández López


De placentero viaje por Nueva York, el licenciado Felipe Calderón ha abierto un nuevo frente de guerra para que sus opositores no se concentren en el tema del narcotráfico, y así puedan dividir sus fuerzas. No es una ocurrencia de bajo cilindraje, sino un recurrente sueño de repartición empresarial de Pemex mediante venta de acciones, pero presentado a estas alturas del desfalleciente partido más como una treta para distraer a la tribuna que como una jugada con posibilidad de gol. Difícilmente pasará una iniciativa modernizadora de tal calado privatizador en las aduanas camarales, sobre todo si se toma en cuenta que los partidos políticos van alejando posiciones a causa de los emplazamientos electorales rumbo a 2012 (a menos que Calderón esté dispuesto a hacer a los priístas una oferta que no puedan rechazar: Los Pinos por Pemex, por ejemplo).
Pero al lic. antes mencionado le conviene asustar con el petate de esa privatización petrolera, usando como parapeto el ejemplo brasileño, para sacar del centro de la discusión nacional el tema de la marcha encabezada por Javier Sicilia, la exigencia de renuncia del vicepresidente ejecutante, Genaro García Luna (ya desechada, pero que aún hará ruido mediático que al solícito Calderón le urge cancelar) y la demanda creciente de que frene su desquiciada política de exterminio civil y despilfarro de recursos públicos a título de una guerra de la que ahora ya no quiere ni acordarse como tal. Además, el comandante petrolero ha de confortarse con la consideración de que en una de esas y logra colar dicha suerte de homenaje póstumo al mouriñismo entre la maraña de imprecisiones, pifias y aberraciones que aún habrán de cometerse en la política mexicana antes de que entre en otra fase de locura y peligrosidad (la política, no el lic.), a fines de este año.
Ayer, por lo pronto, variada palabrería errática disparó en EU el accionista mayoritario de la firma de control social denominada Calderón-García (a pesar de las advertencias de este tecleador para que los curiosos se abstuvieran de formar acrónimo con las primeras letras de esos dos apellidos, hubo muchos atrevidos que desoyeron los astillados consejos y se toparon con una sorpresa escatológica de las que en este sexenio parecieran formar la heráldica gobernante). Para empezar, resintió el reproche que le hizo el dirigente de una asociación de migrantes, Joel Magallan, quien dijo al que en campaña electoral prometió ser el presidente del empleo que esa bandera no le había funcionado y había preferido tomar la de la guerra contra el narcotráfico.
El Héroe de la Guerra de los Cuarenta Mil Muertos (más los que se acumulen en lo que resta del velatorio sexenal) rechazó las medallas y negó que a él perteneciera el mérito de declarar las hostilidades bélicas. En realidad, dijo con sintaxis que rindió homenaje a Mario Moreno, Cantinflas, él ni siquiera tiene la política de andar declarando guerras o no, sino que las circunstancias le llevaron a cumplir con esa obligación patriótica, viendo al pueblo sufrir, dominado y vejado por delincuentes sin control a los que hubo de enfrentar para cumplir con el imperativo político de dar seguridad a los ciudadanos (chin, el autor de esta columna ya comienza a escribir como boletín de prensa de Los Pinos).
Decidido a desmarcarse de sí mismo, casi aspirante al Nobel de la Paz (sobre todo ahora que tanto lustre le ha dado Obama a ese premio con el asesinato de Bin Laden, tan humanitariamente festejado en la Casa Blanca), el lic. Calderón (quien no desea anunciar el acribillamiento de El Chapo, sino su apresamiento, privilegio de sobrevivencia que no han tenido otros jefes de cárteles que han sido abatidos de la misma manera que Osama en Pakistán) dijo ante el migrante remolón: Tampoco quiero decir que yo estoy o enarbolo la bandera de lucha o de guerra contra el narcotráfico, como usted lo ha mencionado. En realidad, las continuas acciones bélicas no las ha decidido por sus pistolas, sino (oh, fanfarrias y desfiles, por favor) por México, pues, no es una guerra contra el narcotráfico por sí mismo. Mi problema no es lo que la gente por su propia voluntad quiera usar o no de drogas. Mi asunto es que esos criminales afectan la seguridad de la gente en muchas regiones del país.
El súbito pero falso despenalizador del consumo de drogas generó otra frase digna de sujeción a un tribunal gramático: no es política pública que diga uno me da la gana ahora dedicarme a hacer o no hacer guerras; no se trata de ir a Irak y mandar soldados allá a miles de kilómetros a pelear por una causa, es nuestra tierra, nuestra gente. Nuestro deber es defenderlas. Luego de ese gratuito raspón al gobierno gringo y sus incursiones en el extranjero, el Viajero Frecuente le echó flores a Obama por su esfuerzo personal en favor de la reforma migratoria. El presidente gringo, por cierto, estuvo en El Paso y, dando paso electoral con huarache, convocó a presionar a los legisladores de EU para que aprueben esas modificaciones, todo hecho en indudable búsqueda del voto hispano.


Astillas


En la reciente edición de la revista Quién, la actriz Ana de la Reguera entrevistó a Felipe Calderón, quien considera que su esposa tiene futuro como candidata, no ahora, pero sí en el futuro, según quedó consignado en estas lineas: De la Reguera: “He tenido la oportunidad de pasar un tiempo con Margarita, creo que ha realizado un excelente trabajo como primera dama, muy discreta. ¿La ve usted como futura candidata? Porque le queda chico todo su rol tradicional”. Calderón: “Margarita es una persona muy inteligente, muy buena persona, noble, sencilla, tiene todos los atributos… y la verdad sí la veo como candidata. No ahora, evidentemente, hemos hablado de eso, pero sí en el futuro”... Y, mientras ha sido detenido quien era delegado del IMSS en Sonora durante el caso ABC, y en el sur de Tamaulipas el Ejército toma un control que pone en alerta al casi inexistente gobernador, ¡hasta mañana, con Bono celebrando su cumpleaños en México!
Rayuela…
Ya metidos en la tarea “Señor Presidente”, podría incluir entre sus deberes parar a los monopolios disfrazados de duopolios.

Videos que debes ver…

Crecen desaparecidos en México

La cifra de desaparecidos no deja de incrementarse en México desde el inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico a finales de 2006. Miles de familias desconocen el paradero de sus seres queridos y topan con la corrupción e impunidad de las instituciones. Telesur
http://multimedia.telesurtv.net//10/5/2011/34491/crecen-desaparecidos-en-mexico/

Situación de seguridad social crítica en México
Abandono y pobreza son males que aquejan a millones de ancianos, especialmente mujeres. La situación se agrava por la falta de un sistema sólido de seguridad social. Telesur
http://multimedia.telesurtv.net//10/5/2011/34482/situacion-de-seguridad-social-critica-en-mexico/

 Rechaza Calderón estar en guerra
Al reunirse en Estados Unidos con grupos de migrantes el tema de la lucha anticrimen no pudo ser evitado.
http://link.brightcove.com/services/player/bcpid424618617001?bckey=AQ~~,AAAADXbYjDE~,3aLFJqpM7IfxPXWGcVSjfSsvsImoxbNC&bclid=592605876001&bctid=938923954001

 Peña Nieto, Felipe Calderón, Carlos Salinas de Gortari
y Elba Esther Gordillo en El Circo
http://www.youtube.com/watch?v=Hq7zFDGaQ2o&feature=related

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