Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 9 de enero de 2013

BAJO LA LUPA- La India: perspectiva político-económica-¡Que vivan los putos peronistas!

Bajo la Lupa
Obituario prematuro de los BRICS, según el analista indio M. K. Bhadrakumar
Alfredo Jalife-Rahme
Existe una viciosa campaña negra del oligopolio multimediático anglosajón para mancillar y hasta pulverizar, de ser posible, a los BRICS (Bajo la Lupa, 4/11/12 y 2/12/12): desde The Financial Times/The Economist hasta The Wall Street Journal/Foreign Affairs (Ruchir Sharma) y la banca de inversiones Morgan Stanley.
Las grandes potencias mueven aceleradamente sus fichas cuando los nombramientos de la segunda administración Obama en el Pentágono (el republicano Chuck Hagel) y la CIA (John O. Brennan) es muy probable que marquen nuevos enfoques geopolíticos, en particular, referente a un reacomodo de la postura hacia la teocracia jomeinista, cuando se perfila la elección presidencial en Irán el próximo mayo. La nominación de Hagel no es menor y refleja la voluntad de la segunda administración Obama de dirigir los intereses exclusivos de EU (Dana Milbank, The Washington Post, 7/1/13) cuando ya no tiene el peso de otra relección y el presidente, más suelto, tiene la oportunidad de implementar sus políticas sin tapujos.

 
David Ignatius, columnista estrella de The Washington Post, muy cercano a la Casa Blanca, considera que la feroz batalla de confirmación de Hagel puede servir como un anticipo de los mas importantes debates en política exterior.
 
No hay que perder de vista el artículo de Zbiniew Brzezinski en The Washington Post (3/1/13) donde (re)clama por un debate abierto sobre la conveniente política a seguir de acuerdo con los intereses de EU (no los de Israel ni de Bibi Netanyahu, sionista mesiánico: ex director del Mossad, Meir Dagan dixit): Irán debe ser el tópico principal en las audiencias del Congreso por las nominaciones del Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado (nominado John Kerry).
 
Jim Lobe, de Inter Press Service (8/1/13), expone el profundo significado de la nominación de Hagel para domesticar al poderoso “lobby israelí”.
 
No se puede soslayar tampoco la reciente apertura espectacular de parte del flamante mandatario norcoreano Kim Jong-un hacia sus congéneres de Sudcorea, ni la visita oficiosa del mexicano-estadunidense Bill Richardson –ex secretario de Energía con Clinton y un óptimo negociador– acompañado insólitamente por Eric Schmidt, mandamás de Google, a Pyongyang (MercuryNews.com, 6/1/13).
 
Menos se puede pasar por alto la consolidación de la relación estratégica entre Rusia e India (Bajo la Lupa, 30/12/12), dos miembros prominentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
 
El ex diplomático indio y hoy colaborador de Asia Times, M. K. Bhadrakumar, en su portal (5/ 1/12), justamente trae a colación la nominación de Hagel como un probable y decisivo cambio geopolítico para un acercamiento con Irán –a lo que, curiosamente, el portal Debka (8/1/13), presuntamente vinculado al Mossad, le ha dado vuelo casi certificado. Al ex diplomático indio le llamó profundamente la atención, por su timing y su contenido, las frescas consultas entre los encargados de los respectivos consejos de seguridad nacional de India, Shiv Shankar Menon, e Irán, Saeed Jalili.
 
A juicio de Bhadrakumar, Obama no desea esperar hasta la elección presidencial de mayo para conseguir un acuerdo político/diplomático sobre el contencioso nuclear con Irán. Define a Irán como la última frontera de la seguridad energética (nota: la segunda reserva de gas natural del planeta detrás de Rusia y antes de Qatar). Pero, más que nada, ubica la reunión de los dos jerarcas, Menon y Jalili, de los consejos de seguridad nacional de sus respectivos países, como la preparación a un probable cambio paradigmático (¡supersic!) en el escenario de la seguridad regional y sus efectos geopolíticos que afectarán en forma crítica los vitales (sic) intereses de India.
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John Brennan, designado por el presidente estadunidense, Barack Obama, para encabezar la Agencia Central de InteligenciaFoto Xinhua
Lo más relevante del dinamismo diplomático indio versa sobre la reunión, por primera vez este jueves, en Nueva Delhi de los jerarcas de los consejos de seguridad nacional de los BRICS, lo cual le otorga una notable dimensión estratégica.
 
A juicio de Bhadrakumar, la credibilidad estratégica de los BRICS en el sistema internacional depende pesadamente (sic) en la extensión en la que China e India pueden poner de lado sus diferencias y reconozcan que tienen más en común que lo que los separa. Sin duda. Aquí el papel de Rusia como pivote será determinante para consolidar el triángulo estratégico euroasiático, el RIC (Rusia, India y China), tan pregonado por el ex primer ruso Yevgeny Primakov.
 
La primera reunión de los jerarcas de los consejos de seguridad nacional de los BRICS se asemeja al formato del Grupo de Shanghai y Bhadrakumar garantiza que serán abordados los temas candentes de Siria, Irán, la primavera árabe, Afganistán y el contraterroismo.
 
Tras desechar el obituario prematuro de los BRICS y su alucinante fracaso económico, por los intereses anglosajones, el ex diplomático indio, con gran experiencia en Asia Central, cita un reciente análisis nada menos que del británico Jim O’Neill –presidente del Manejo de Activos de Goldman Sachs– quien acuñó el acrónimo feliz de los BRICS, el que demuestra persuasivamente el crecimiento de los países emergentes (Economía, 2/1/13).
 
Al contrario de las fantasías del oligopolio multimediático anglosajón –que califican el descenso del crecimiento económico de China de dos dígitos a uno solo como señal inequívoca del fin del “modelo chino y su Consenso de Pekín–, O’Neill aduce que China crecerá entre 7 y 8 por ciento debido en parte a que esa es la meta que desean sus tomadores de decisiones para enfriar la economía sobrecalentada que había profundizado dramáticamente la desigualdad de los ingresos, al unísono del daño ambiental.
 
Bhadrakumar se pregunta cuál es la razón del obituario prematuro de los BRICS de parte del oligopolio multimediático anglosajón y concluye que existe una creciente preocupación en Occidente en cuanto a la maduración del bloque pentapartito, lo cual impregna desafíos formidables al orden político (sic) y económico establecido.
 
Como ejemplo innovativo cita la creación de un banco de desarrollo que puede ser formalizado en la próxima cumbre en Durban (Sudáfrica) en marzo, el cual, se aprecia, competiría en mejores condiciones con el tan vilipendiado Banco Mundial.
 
Para Bhadrakumar, los poderes emergentes de los BRICS constituyen la principal historia de la economía global”. Quizá le faltó añadir su corolario: la consolidación del nuevo orden multipolar. En ningún momento Bhadrakumar, quien se confina a la dinámica geoeconómica y a la probable nueva configuración estratégica regional, expone la inocultable capacidad letal/multidimensional del gigante herido estadunidense, que ha recurrido a la contención de China mediante la doctrina Obama del pivote y su “nueva guerra fría” con Rusia (Bajo la Lupa, 6/1/13).
 
Es notorio el gradualismo estratégico de los BRICS que avanzan prudentemente sus fichas globales para no provocar innecesariamente al gigante herido estadunidense.
Nos afiliamos a la tesis que a EU hay que cuidarlo y procurarlo más que nunca en su proceso de decadencia irreversible para evitar serios trastornos a la humanidad.
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La India: perspectiva político-económica
Joan Martínez Alier
La India se hizo independiente en 1947 y se partió en dos; la India propiamente (una democracia parlamentaria cuyo primer ministro fue Jawaharlal Nehru durante 15 años), y Pakistán, que incluía también a Bengala oriental, de población mayormente musulmana. En 1971 una breve guerra separó Bengala oriental de Pakistán.
La sangrienta partición de 1947 dejó una memoria imborrable. Desde entonces queda un grave asunto por resolver: la democracia en el estado de Cachemira en la India, donde hay fuerte represión policial y militar contra la insurgencia independentista. Entre la India, Pakistán y Bangladesh contienen una quinta parte de la humanidad. India y Pakistán tienen armamento atómico.
 
Ramachandra Guha, el brillante autor de La India después de Gandhi, afirma que el país no está preparado para ser una gran potencia por sus muchos problemas internos, pero sí es la mayor democracia del mundo y una de las más estables. Nunca los militares han tomado el gobierno, hay elecciones periódicas en los estados y en el país en conjunto, libertad de prensa, un Poder Judicial independiente, respeto por las lenguas regionales y no se ha impuesto un solo idioma. Para estudiantes de ciencia política, la democracia en la India (más que la democracia en América de Tocqueville) debería ser tema obligado. Hasta la laberíntica formación de la Unión Europea resulta fácil en comparación.
 
Esta democracia de la India está algo carcomida por dentro por la corrupción y también por la insurrección maoísta (y la consiguiente represión sin cuartel) en zonas rurales de la India central, que no acabará pronto, pues se nutre en parte del malestar creado por los desalojos provocados por las empresas mineras apoyadas por el Estado.
 
Precisamente, la creciente explotación de minerales y de fuentes de energía (con protestas también en el Himalaya y en los estados del nororiente) viene impulsada por el crecimiento económico. Hay nuevas protestas contra la energía nuclear en Kudankulam, cerca de Chennai. Pero el carbón es (además de la leña) la principal fuente de energía, aunque por habitante la India consuma solamente media tonelada de carbón por año. Es muy poco. La potencia eléctrica instalada no alcanza todavía 0.15 kw por persona. La economía crece desde hace años al seis o siete por ciento (la de 2012 no alcanzará el cinco por ciento), pero la pobreza, en cierta medida, aumenta por los desalojos rurales y la apresurada inmigración a suburbios muy pobres.
 
La clase media goza del progreso y ha olvidado a Gandhi y su desprecio al consumismo, su simplicidad voluntaria, la aparigraha. Para los pobres, la compensación son ofertas garantizadas de empleo público (la NREGA) y pronto un sistema de pago de bonos familiares en dinero.
 
Continúan los abusos contra los adivasi (indígenas), los dalits y las OBC (other backward castes). Las castas bajas reclaman políticamente medidas de discriminación positiva. Siempre hubo fuertes partidos regionales, pero cada vez hay más (a veces con una base de casta y hasta de clan familiar). Tienen creciente influencia para formar gobiernos en el centro.
 
Habrá elecciones en 2014, a más tardar, sin grandes diferencias en el manejo económico ya gane la derecha o el centro-izquierda. En la derecha, Narendra Modi de Gujarat quiere liderar la coalición alrededor del BJP (un partido religioso hinduísta, antimusulmán, una especie de democracia cristiana o de islamismo moderado como el turco). Él es muy favorable al neoliberalismo. Un líder de Bihar, Nitish Kumar, podría también liderar la coalición del BJP, pero es posible que él se vaya hacia el Partido del Congreso y aliados. En este bando, el candidato principal podría ser un político tecnócrata, el actual ministro de finanzas, P. Chindabaram, tamil, de solamente 67 años, que sustituya al anciano economista Manmohan Singh. Pero en el Partido del Congreso manda Sonia Gandhi (viuda de un nieto de Nehru, nuera de Indira Gandhi), que se ha convertido en una fuerza política por sí misma. ¿Tendrá la inteligencia de no poner de candidato principal a su propio hijo, Rahul Gandhi?
 
 
En medio de un océano de conflictos sociales y ambientales, pero dentro de una previsible estabilidad política, una novedad es el movimiento anticorrupción que en 2012 irrumpió en las plazas, al modo de los indignados, con huelgas de hambre reclamando un lokpal, un ombudsman con medios suficientes para derrotar la corrupción. Su líder ha sido Anna Hazare, activista de larga trayectoria. De ahí acaba de nacer a finales de 2012 el Aam Aadmi Party, un nuevo partido cuyo coordinador es Arvind Kejriwal, que se presentará ya a las elecciones locales en Delhi en 2013. Una esperanza.
 
 
¡Que vivan los putos peronistas!
José Steinsleger
No fue apenas ayer que la teoría moderna de la comunicación planteó que para conocer hay que saber nombrar. En sus vertientes políticas y pedagógicas, la comunicación acompaña a los cambios verdaderos y demanda algo más que la mera información, o los desplantes seudoteóricos de ciertos seudouniversalismos que deshistorizan y descontextualizan la realidad social y cultural de los pueblos.
 
 
Ejemplos sobran, y para ello traemos a cuento el ninguneo de un hito fundamental en la historia nacional y popular de América Latina. Me refiero al galardón que la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, Intersex (ILGA, por sus siglas en inglés) otorgó al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, por “…el papel clave que Argentina jugó en los últimos años en la promoción de la despenalización universal de la homosexualidad” (Estocolmo, diciembre de 2012).
 
El reconocimiento del ILGA (entidad consultora en la ONU) reviste trascendencia, pues tuvo lugar en momentos en que se difundía un mensaje del papa Benedicto XVI que atacaba el aborto, el matrimonio gay y la eutanasia (calificando a sus promotores de personas que “… no aprecian suficientemente el valor de la vida humana”). Y cuando más de 100 mil manifestantes se pronunciaban en París contra el proyecto de legalizar el matrimonio homosexual (y el derecho a la adopción), que fue promesa del presidente socialista Francois Hollande.
 
Paradojas: mientras en países desarrollados, como Francia, los políticos esquivaban el asunto y en California una corte penal de apelaciones frenaba la ley que prohíbe una terapia de recuperación que presuntamente vuelve heterosexuales a menores de edad homosexuales (sic), el primer ministro Fredric Reinfeldt se comprometía públicamente a modificar la ley de identidad de género que en Suecia exige pruebas de esterilidad antes de ser reconocido como quien es, más allá del sexo asignado al nacer.
 
En consecuencia, y como bien apuntó Marta Dillon, Argentina vive una “…silenciosa revolución en curso que pone en primer plano la autonomía, la libertad y el reconocimiento de los otros y las otras, protegiendo desde el Estado también su salud integral” (Página 12, Buenos Aires, 13/12/12).
 
La lucha de la comunidad homosexual argentina se remonta al año en que se fundó el izquierdista y revolucionario Frente de Liberación Homosexual (FLH, 1971). Lucha tenaz, sacrificada y, vergonzosamente, silenciada en el famoso informe Nunca más, de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (1984), durante la dictadura cívicomilitar (1976-83). El Nunca más precisa el ensañamiento contra argentinos, extranjeros y judíos en particular, omitiendo por presiones de la Iglesia católica la desaparición, tortura y asesinato de 400 homosexuales militantes.
 
Para la progresía de arriba y de abajo, la homosexualidad continúa siendo un hueso duro de roer. Implícitos o explícitos sectarismos y prejuicios que por delante, por atrás y a los costados de la realidad indican que la lucha será larga todavía.
 
Por ejemplo, el veterano Pablo Ayala, líder de la Agrupación Putos Peronistas (APP), cuenta que en los años 70 la cúpula del FLH le propuso a Mario Firmenich impulsar la reivindicación sexual, y el jefe guerrillero los despachó con una filípica sobre los huevos que se necesitan para hacer la revolución. Los dirigentes del FLH, diezmados por la Alianza Anticomunista Argentina, le respondieron: “ustedes pondrán los huevos, pero nosotros ponemos el culo…”
 
Fundada en González Catán, barriada paupérrima del cono urbano bonaerense (La Matanza, 2007), la APP está en vías de constituirse en partido político. En las últimas elecciones municipales obtuvo cerca de 10 mil votos, y su lema deja poco lugar para la discusión: No importa el lugar que uno ocupe en la cama, sino el que ocupe en la lucha.
 
La APP hace su defensa de la diversidad sexual a través del peronismo que, a su juicio, “…siempre defendió a los humillados y ofendidos”. Y otro de sus lemas, el puto es peronista, el gorila es gay, representa un desafío para los que impulsan las marchas del orgullo gay, pues “… yo y otros compañeros tenemos otras prioridades, como tratar de obtener dinero para comer” (Ayala, BBC, mayo de 2011).
 
El alto grado de criticidad de la APP descoloca a los homosexuales light, así como a los petulantes y sectarios marxistas despolitizados. Cegados por su desdén u odio al peronismo, los unos tergiversan los avances sociales del kirchnerismo, en tanto los otros, sibilinamente, apoyan causas anticoloniales como la de Malvinas sin nombrar al país o al gobierno que con férrea tenacidad defiende ambas cosas. Y así, el socorrido espectro amplio de la liberación se bloquea, en lugar de agrandarse.
 
La APP aglutina a la homosexualidad más pobre y marginada de Argentina, sumando sus esfuerzos a organizaciones como la Comunidad Homosexual Argentina (1984), Sociedad de Integración Gay Lésbica, Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (1992), Futuro Transgénico (2000), Federación Lesbiana, Gay, Bi, Trans (2006) y Baruyera (2007).

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