Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 5 de enero de 2013

Bazbaz en inteligencia financiera, la verdadera razón- Al maestro con cariño- Los reflectores electorales

Bazbaz en inteligencia financiera, la verdadera razón

Alberto Bazbaz Sacal, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la SHCP. Foto: David Deolarte
Alberto Bazbaz Sacal, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la SHCP.
Foto: David Deolarte
MÉXICO, D.F. (apro).- Durante tres meses, del 22 de marzo al 24 de mayo de 2010, el entonces procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, dio muestras de su ineficiencia e impericia en el ramo de la investigación. Uno de los hombres fuertes de Enrique Peña Nieto, hizo el ridículo público por el caso de la pequeña Paulette Gebara Farah.
Según las agudas indagaciones que realizó Bazbaz como Ministerio Público, la niña había sido “asesinada”; luego, al no dar con los autores materiales de tan monstruoso hecho, optó por “secuestrarla”. Finalmente salió con la novedad de que nadie mató ni secuestró a la pequeña, sino que ésta había fallecido por “asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toraxicoabdominal”, al quedar atrapada entre su cama y la cabecera.
Todo esto le aconteció a la pequeña en su propia habitación, según declaró ante la prensa Bazbaz Sacal. La misma habitación que los perros entrenados del exprocurador revisaron minuciosamente. La inverosímil historia resultó más que complicada, absurda, sin embargo fue sostenida por autoridades y el propio Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México.
Sin embargo, esta monumental pifia del agudo procurador de Peña Nieto, no impidió que este 4 de enero Bazbaz se reuniera nuevamente con sus viejos amigos de la burocracia estatal y que hoy dirigen las principales dependencia del gobierno federal.
El exprocurador, al que se le pierden los cadáveres y confunde la asfixia con el asesinato e incluso con el secuestro, será el encargado, en el gobierno federal, de atrapar a los insaciables lavadores de dinero.
La burla que pudiera desatar este nombramiento es lo de menos. Lo preocupante es que el joven, inexperto y cínico funcionario federal estará a cargo de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP. El área que debiera dar seguimiento a los más de 20 mil millones de dólares que anualmente se lavan en México, según cifras de organismos internacionales reconocidas por la Asociación Mexicana de Bancos.
Si el exprocurador tardó días en encontrar un cadáver que estaba en una habitación, ¿qué podrá pasarle con los miles y millones de dólares que circulan por entramados financieros?
Cualquiera pudiera decir, ante semejante nombramiento, que en Peña Nieto la inteligencia está peleada con el autoritarismo, sin embargo esa sería una visión superficial.
Aquí lo importante es no peder de vista de dónde viene Bazbaz Sacal y quién ha movido sus hilos desde sus años mozos.
Nos referimos al multipremiado por la comunidad judía, el director de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld Fedelman, con quien Bazbaz compartió pupitre en la Universidad Anáhuac y tiempo después, hasta despacho.
Ante la desaseada investigación por el caso Paullete Gebara Farah, el escándalo y la indignación que se generó en todo el país, los asesores de Peña Nieto le recomendaron la destitución de Bazbaz Sacal. El primer nombre en que se pensó fue justamente en David Korenfeld, entonces encargado del Sistema de Agua del Estado de México, pero éste declinó la propuesta bajo el argumento –sostienen quienes los conocen–, de que en esa área (el Sistema de Agua) se manejaba más dinero que pronto les sería útil para la campaña presidencial.
El posible desvío de una parte del presupuesto del Sistema de Agua hacia la campaña presidencial no pudo ser comprobado ni siquiera por la oposición encabezada por Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, lo que sí quedó claro fue que el señor Korenfeld se convirtió muy pronto en la puerta de entrada de Peña Nieto con la comunidad judía; incluso se le mencionó como uno de los personajes que habrían ultimado sus contactos en el medio oriente para, mediante una complicada transacción financiera como la que se utiliza para lavar dinero, sacar el millones de pesos de México, llevarlos a España, pasarlos por Israel y regresarlos al país vía banco Monex.
De todo eso, los únicos que pueden investigar son el IFE y la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo del audaz abogado Bazbaz Sacal, quien ha sido pieza clave de Korenfeld Fedelman a la hora de operar políticamente para Peña Nieto; y dicen, incluso, que tiene el aval de la propia sobrina de Carlos Salinas de Gortari, la señora Claudia Ruiz Massieu, con quien, por cierto trabajó, por un breve tiempo en la PGR en tiempos del panismo.
Sólo con esta liga se puede entender la designación de Bazbaz Sacal en una posición tan importante para México, Estados Unidos y la Comunidad Europea. Porque detrás de él estará siempre el hábil y también joven Korenfeld Fedelman. Este último es el mismo que el 6 de septiembre de 2009 quiso hacerse el desentendido cuando un chubasco colapsó el túnel emisor poniente en la colonia Valle Dorado, lo que provocó que cientos de familias nadaran entre las heces fecales y el agua de lluvia, y perdieran no sólo sus pertenencias, sino además exponiéndose a graves enfermedades.
Pues bien, en aquella época, Korenfeld quien se negaba a indemnizar a los afectados alegando que el Sistema de Aguas del Estado de México no era responsable de la desgracia de los más pobres, hoy sí tendrá que asumir dicha responsabilidad. Pues el pasado 28 de diciembre, los integrantes del Cuarto Tribunal Colegiado resolvieron un amparo promovido por los habitantes de Valle Dorado, y ahí se estableció que la Conagua, dependencia a cargo del señor Korenfeld, sí tuvo responsabilidad civil, independientemente de la fuerte lluvia que cayó ese día.
“El servicio de drenaje ofrecido fue deficiente debido al mantenimiento que recibió el túnel, lo que influyó a su ruptura”, de acuerdo con la tarjeta informativa que el Consejo de la Judicatura dio a conocer el pasado 28 de diciembre.
Así es que ahora, el señor Korenfeld tendrá que pagar a los afectados lo que se negó a hacer hace cinco años. Aunque bueno… tampoco sabemos si tendrá que pagar otras facturas a otros que hayan “colaborado” afanosamente en la campaña de Peña Nieto. Esto, al tiempo…
@jesusaproceso
mjcervantes@proceso.com.mx
 

Al maestro con cariño

Alumnos de la escuela primaria "Enrique Rebsamen", en Oaxaca. Foto: Miguel Dimayuga
Alumnos de la escuela primaria "Enrique Rebsamen", en Oaxaca.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Haré un acto impopular para concluir el 2013. Escribiré en defensa de los maestros malos. Mi defensa tiene un carácter muy personal. Desde las alturas abstractas de la discusión del destino de la educación de México, simplemente no tendría sentido.
En el año de 1995 viví en Oxolotán, Tabasco. Un pueblo a orillas de un río verde y tumultuoso, homónimo del pueblo. Un pueblo hundido en la cañada, al que sólo se podía llegar por una carretera de curvas en bajada, irremontables a pie. Un pueblo donde había un único teléfono, una cabina herrumbrosa a la entrada de la calle principal. Donde pasaba un camión que iba a Villahermosa una vez cada tres días. Un pueblo de 2 mil habitantes, una cuadrícula de cemento blanco al fondo de la selva.
Había una escuela en el margen sureste del pueblo. Ahí asistían a diario todos los niños y las niñas. No había maestros para cada año escolar, así que en las aulas coexistían grados distintos. Niños de primero con niños de segundo. Niños de tercero con niños de cuarto. Y niños de quinto con niños de sexto.
Los tres maestros de la escuela eran tipos morenos que usaban huaraches y vaqueros y ganaban apenas para tener cada cual una casita de cemento, piso de arena y hamacas para dormir. Además, en las tardes caminaban a tres pueblos más pequeños, sumergidos en la selva, a los que no llegaba ningún camino asfaltado. Se abrían paso en la hierba tupida, un machete en la mano, por si aparecía una víbora cascabel o un animal de dientes grandes.
Uno de ellos, entonces el más joven, debía cruzar un puente colgante y caminar tres horas entre troncos y mosquitos para llegar al pueblito asignado. Y en ese pueblito, que si tenía nombre ya lo olvidé, esa mancha humana de no más de cien habitantes, la escuela eran cuatro postes con un techo de lámina, donde los niños, recién bañaditos, asistían no diario, sino cada tercer día, que era cuando el maestro podía llegar hasta ahí.
Los tres maestros de Oxolotán eran muy amados por la población. Tanto como el cura de la iglesia, un edificio de piedra construido por los franciscanos en 1663. O tanto como el único policía, un policía tan bien conectado al espíritu local que cuando llegaron a Oxolotán los guerrilleros zapatistas y pidieron posada y se les asignó el campo de futbol para residir, él pidió que la población lo encerrase en la única celda durante toda su estancia: así podría justificar ante los jefes policiacos de Villahermosa que no hubiese dado el pitazo y estuviese complacido de que la gente les llevara a los guerrilleros comida y agua, y hasta entretenimiento, en la forma del coro de niños escolar.
Esos tres maestros esforzados y justamente amados por la gente de Oxolotán me rompen el alma ahora que parece haberse formado un consenso para aprobar la reforma educativa. No lo sé de cierto, lo supongo: ninguno pasaría el examen que se les quiere aplicar a los maestros del país. Igual no han aprendido todo lo que un maestro del DF o de Monterrey. Igual nadie les dio cursos de actualización. Es probable que no han tenido tiempo ni fuerza, ni acaso oportunidad, para ponerse al día en cuanto a conocimientos.
Guardo un recado que me escribió en una hoja cuadriculada el maestro que iba cada tercer día del otro lado del río. Lo guardé porque parece más bien un dibujo de Miró: Estando el papel húmedo, porque el aire de la selva humedece el papel, el trazo de tinta de la pluma Bic se descorrió, y la letra Palmer, redonda, asemeja un garabato artístico.
Si me gustaba mirarlo, ahora me espanta el recado. “Sabina, vente por la noche a la cocina y hay platicamos”.
Hay en lugar de ahí. Un error ortográfico. Y lo dicho, el destino de quien cometió ese minúsculo error hoy me parte el alma.
Quiero decir, la educación en México no puede ser este desastre cotidiano. De acuerdo. Si queremos un México más inteligente y justo, debemos intervenir el sistema educativo público. También seguro, el sindicato de maestros se ha vuelto un obstáculo a ese cambio porque se ha enredado como una hiedra venenosa al sistema caduco de educación y hay que desmontarlo de él. Algo más, hay que desbaratar la estructura caciquil del sindicato: No es cosa de sacar de su dirigencia a Elba Ester, o no es sólo cosa de eso: La estructura caciquil debe ceder a otra más democrática y racional para que el sucesor de la Maestra tampoco sea un cacique.
Tachar a los falsos maestros de la nómina: correcto. Clarificar la relación entre el sindicato de maestros y el Panal: correcto. Examinar a los maestros para saber cuáles son aptos para enseñar y cuáles no: también correcto.
¿Pero despedir draconianamente a los tres maestros de Oxolotán? ¿Despedir a maestros que han ejercido lo mejor posible, dado lo que el Estado les ha dado a ellos? ¿Despedirlos como a sirvientes? ¿Desde las grandes ciudades mover la mano en un gesto de desdén y decirles váyanse, son ustedes insuficientes? ¿Desde oficinas de mármol, desde escritorios de cedro, desde la comodidad de puestos de gobierno o de opinión mandarlos al infierno del desempleo y la ingratitud?
Esos maestros rurales merecen ser tratados con dignidad y con gratitud. Más que desprecio, deben recibir las disculpas de la Secretaría de Educación Pública. Merecen cursos para volverlos aptos y merecen que la Secretaría de Educación asuma que si no lo son es debido a la torpeza de la institución, no a la de ellos.
 

Los reflectores electorales

Tamaulipas. Elecciones bajo vigilancia. Foto: Juan Cedillo
Tamaulipas. Elecciones bajo vigilancia.
Foto: Juan Cedillo
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El domingo 7 de julio de 2013 se celebrarán comicios en 14 entidades de la República Mexicana para elegir a un gobernador, a mil 348 alcaldes con sus respectivos ayuntamientos, y a 451 diputados locales. Baja California será el único estado en el que se elegirá gobernador, ayuntamientos y Congreso; en otros 11 se votará para renovar ayuntamientos y Congreso; en Coahuila, únicamente ayuntamientos, y en Hidalgo, sólo Congreso.
De acuerdo con los precedentes, es posible adelantar que las elecciones en Chihuahua, Durango, Hidalgo y Zacatecas las ganará el PRI sin mayores dificultades; los dos estados intermedios son todavía de los nueve reductos tricolores que no conocen la alternancia en el Ejecutivo estatal, y allí el PRI supera en las preferencias a las otras fuerzas políticas por diferencias de dos dígitos; en el caso de la primera entidad, tras un sexenio blanquiazul, el tricolor parece totalmente afianzado en el gobierno, a pesar del cuestionable desempeño de sus gobernantes; y en el de la última, las divisiones de la izquierda, tras dos sexenios de gobierno, le abrieron la puerta al regreso del priismo.
En las otras 10 entidades todo indica que habrá cerrada competencia, por lo que los resultados dependerán de las alianzas que se conformen y de los candidatos que se postulen. En siete estados (Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz) la disputa por los principales puestos se dará entre PRI y PAN; en otros dos (Oaxaca y Quintana Roo), entre PRI y la izquierda, si ésta logra mantener un mínimo de unidad; y, finalmente, en uno (Tlaxcala), el electorado se divide prácticamente en tercios y cualesquiera de las tres fuerzas políticas podría ganar.
En seis de los estados (Aguascalientes, Coahuila, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Tlaxcala) una posible alianza con el Partido Nueva Alianza puede ser determinante para el resultado; en Aguascalientes, Sinaloa y Tamaulipas, porque en las últimas elecciones federales logró porcentajes altos de preferencia electoral (13.78%, 16.11% y 7.3% respectivamente); y, en el resto, porque aunque su porcentaje de votación no es tan alto, sí puede ser decisivo, como en el caso de Coahuila, donde con poco más de tres puntos porcentuales puede inclinar la balanza a favor de los blanquiazules o propiciar una muy probable alianza entre PRI y PVEM. Y lo mismo sucede en el resto de los estados.
En Oaxaca la izquierda tiene en sus manos la posibilidad de ganar la elección, y realmente eso depende de que logre mantener la unidad y postular a buenos candidatos. No sucede lo mismo en Quintana Roo, donde la ventaja sería para una eventual alianza del PRI y el PVEM, pero la izquierda podría conseguir el triunfo, pues las diferencias de votación son de menos de cinco puntos porcentuales.
En Veracruz, otrora entidad donde el electorado se dividía a tercios, la izquierda ha perdido mucho terreno, y aunque en los comicios presidenciales logró poco más de 30% de la votación válida, en los correspondientes a diputados y senadores apenas rondó el 25%, con lo cual la batalla se concentró entre los otros dos partidos, que la superaron con diferencias de más de dos dígitos. Mientras tanto, en Tlaxcala, la división es prácticamente a tercios, y además el Panal dispone de más de 5% de los votos, con lo cual también puede convertirse en factor decisivo; en la pasada elección de senador el PAN obtuvo 29.8% de los sufragios válidos; si hubiese habido coalición PRI-PVEM habrían sumado 29.9%; PRD-PT-MC, 35.1%; y Panal, 5.2%.
La atención se centrará en Baja California, por ser la única entidad que elige gobernador, pero además porque fue la primera que perdió el PRI y que está en manos del PAN desde 1989, es decir, seis sexenios consecutivos se ha mantenido en manos de los blanquiazules. En 2007, el actual gobernador José Guadalupe Osuna Millán ganó con más de la mitad de los sufragios, para ser precisos con 51.2% de la votación válida, postulado por la denominada Alianza por Baja California, que incluía al PAN, al Panal y al PES (Partido Encuentro Social, con registro estatal), con una diferencia de más de 55 mil votos y 6.5 puntos porcentuales sobre el candidato de la Alianza para que Vivas Mejor, que incluía al PRI, al PVEM y al PEBC (Partido Estatal de Baja California, también con registro estatal), y que postuló a Jorge Hank Rhon.
Sin embargo, en la elección intermedia de 2010 la alianza de PRI y PVEM ganó los cinco ayuntamientos y 13 de los 16 distritos locales, con lo cual prácticamente borró a la Alianza por Baja California, que únicamente pudo conseguir tres dipu­taciones de mayoría relativa. Y en las pasadas elecciones para senador el PAN obtuvo 34.2%; si el PRI y el PVEM hubiesen participado en coalición hubiesen obtenido 32.9%; la coalición de izquierda, 28.7%; y el Panal, 4.2%. Así las cosas, de acuerdo a dichos cálculos, también aquí el Panal puede ser factor determinante.
Pero ya surgió la posibilidad de que el PRD se alíe al PRI si éste postula a Fernando Castro Trenti como su candidato. De acuerdo con el periódico La Crónica de Mexicali, Julio Octavio Rodríguez, representante del PRD en el órgano estatal electoral, señaló que en caso de que el tricolor no postulara a Castro Trenti, ellos estarían dispuestos a hacerlo, solos o en coalición. Además de Castro Trenti, entre los aspirantes del tricolor figura nuevamente Hank Rhon, al igual que los alcaldes de los cinco municipios bajacalifornianos.
Por parte del PAN destacan, entre los aspirantes, Héctor Osuna Jaime y Francisco Vega Madrid, según una encuesta que dio a conocer la Fundación Rafael Preciado, del mismo instituto político, el 28 de noviembre pasado. Lo cierto es que el blanquiazul tiene posibilidades reales de retener la gubernatura, especialmente si se da una escisión en el tricolor.
En cualquier caso, que haya elecciones competidas depende fundamentalmente de la unidad de la izquierda y de la capacidad de los panistas para superar el trauma de la pérdida de la Presidencia.

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