Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 10 de julio de 2013

Bajo la Lupa- Mundo árabe: polvorín e injerencias- Argentina: mujeres en vías de empoderamiento

Bajo la Lupa
JP Morgan Chase y Evercore Partners, ¿detrás de la privatización encubierta de Pemex?
Alfredo Jalife-Rahme
Foto
Plataforma Bicentenario, en el pozo Talipao 1, del Golfo de México
Foto José Carlo González
 
Perturba el injerencismo de influyentes think tanks de Estados Unidos como CSIS y Centro Woodrow Wilson (WWC; ver Bajo la Lupa, 7/7/13) para presionar teológicamente la privatización de los hidrocarburos, donde usan las siglas entreguistas de entelequias seudomexicanas como ITAM, CIDAC, Imco y Marcos Asociados, a quienes les conceden un valor político que no tienen para implementar una de las transcendentales decisiones de la historia de México.
 
Días después del paradigmático 11-S fue publicado el documento histórico Nuevos horizontes (http://csis.org/files/media/csis/pubs/newhorizons%5B1%5D.pdf),
 
con sus Recomendaciones para los encargados de formular política, bajo la autoría del Consejo Binacional de EU-México (con varias firmas incondicionales mexicanas) bajo la égida del influyente Centro de Estudios Estrategicos e Internacionales (CSIS, con sede en Washington) y de la Universidad de Austin, y del lado mexicano: ITAM y una quimera bizarra, Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC), que dirige el cordobista-zedillista Luis Rubio Friedberg, muy solicitado por el WWC.
 
No fueron consultados universidades (UNAM, UAM, etcétera) e institutos de mayor prestigio y capacidad que el ITAM, quienes reflejan mejor la pluralidad y la diversidad de la sociedad mexicana.
 
Pese a que no me convencen los parámetros del ranking de universidades de Latinoamérica, la UNAM (lugar 6) y el IPN (lugar 16) superan por mucho al ITAM (lugar 31), a quien prácticamente empatan con la UAM (lugar 33, muy devaluado).
 
Ahora WWC (ver Bajo la Lupa, 7/7/13) ha tomado el relevo del CSIS, pero permanece fijo en todas las entregas el ITAM, cuyo presidente del consejo de gobierno es Alberto Bailleres González, tercer hombre más rico de México y selecto miembro del consejo internacional de JP Morgan Chase, principal megabanco del mundo.
 
La participación aparentemente inocua cuan insólita del ITAM en la privatización de los hidrocarburos de México pudiera tener que ver con sus vínculos con Alberto Bailleres y con Pedro Aspe, fracasado ex secretario de Hacienda con Salinas.
 
No excavaré en la polémica tesis en el MIT Respuesta fiscal a los choques petroleros, de Luis Videgaray Caso, egresado del ITAM, que fue supervisada por el latinófobo Rudiger Dornbusch, quien fue coautor de varios libros con Pedro Aspe, muy cercano a Bailleres.
 
Se devela la suprema conectividad e ingeniería financierista de donde provendrán los grandes capitales anglosajones para la explotación de las aguas profundas/transfronteras/ shale gas, que requieren colosales cantidades de dinero dado el volumen pantagruélico de las reservas.
 
Es probable que el megabanco JP Morgan Chase, el banco favorito de Obama y cuyo director fue Alan Greenspan, sea el que propulse el financiamiento en las aguas profundas de la reforma Peña/Videgaray/Aspe, por lo que resulta conveniente conocer sus alcances geopolíticos que desnuda Andrew Gavin Marshall, director de la división de geopolítica del Instituto Hampton (http://www.occupy.com/article/global-power-project-part-4-banking-influence-jpmorgan-chase ).
 
Andrew Gavin Marshall comenta que JP Morgan Chase es el mayor banco del mundo, con activos por 4 billones de dólares (trillones en anglosajón) y cuyo polémico mandamás Jamie Dimon ha enfrentado una serie de escándalos por su contabilidad creativa y sus esquemas manipulativos.
 
Según The New York Times (16/3/13), JP Morgan Chase, el mayor tratante de derivados del mundo, es demasiado grande para regular.
 
Si en Estados Unidos no lo pueden regular, ¿quién del gobierno de Peña lo podrá hacer?
 
Andrew Gavin Marshall constata que JP Morgan Chase es el banco mejor conectado del mundo, cuyos poder e influencia rebasan los asuntos financieros como una superlativa fuerza política en el mundo.
 
Marshall examina la anatomía del influyente organigrama de JP Morgan Chase de 55 personajes, de los cuales 13 tienen vínculos con el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), el que, por cierto, coedita su pésima publicación en español con el ITAM.
 
Le sigue la polémica Comisión Trilateral, con cinco miembros. Por cierto, Enrique Krauze Kleinbort, director de Letras Libres y consejero de Televisa, forma parte de la Comisión Trilateral (http://www.trilateral.org/download/file/NA_list_10-11(2).pdf).
 
Cuenta también con miembros prominentes: el CSIS, el Consejo Nacional del Petróleo, ExxonMobil y Chevron.
Preside el consejo internacional de JP Morgan Chase Jacob A. Frenkel –anterior gobernador del banco central de Israel–, junto a Bailleres, Carla Hills (la maga del TLCAN) y Kissinger.
En 2006, el prominente banquero de inversiones estadunidense, ex secretario adjunto del Tesoro y Chicago boy Roger Altman, hoy director de Evercore Partners, compró la empresa Protego del itamita Pedro Aspe, quien fue integrado a sus operaciones.
La publicidad de Evercore Partners alardea de que es el banco de inversiones independiente (sic) más activo en Estados Unidos.
 
El prominente banquero Roger Altman fue obligado a renunciar por sus malos manejos contables como socio de Lehman Brothers, cuya quiebra desató la crisis de 2008. ¿Se puede confiar en alguien así?
 
Miembro del comité de dirección del esotérico Grupo Bildeberg, Roger Altman supervisó la quiebra de Chrysler y GM, fue asesor de John Kerry y Hillary Clinton y forma parte del polémico Grupo Blackstone, implicado en el fantasmagórico cobro doble de los seguros del WTC el 11-S (ver Bajo la Lupa, 26/9/04, 3/10/04 y 22/12/04).
 
¿Gestará Roger Altman un 11-S financiero para cobrar doble en las aguas profundas y el shale gas del México neoliberal itamita?
 
En sincronía, el sector privado mexicano impone su agenda para la inversión extranjera ( El Financiero, 19/6/13): “permitir al sector privado la inversión en refinación, tanto en forma directa como en alianza con Pemex; mayor participación en comercialización, transporte, distribución y almacenamiento de productos refinados y petroquímicos; reformar los artícu­los 27 y 28 constitucionales para permitir la participación en la explotación de gas natural, shale gas, yacimientos transfronterizos y no convencionales” (léase: aguas profundas).
 
Presumen que la aprobación de la reforma traería (sic) recursos adicionales por 50 mil millones de dólares.
 
Se desprende que el problema radica en conseguir 50 mil millones de dólares, que no es tanto para Pemex.
 
A mi juicio, la privatización expuesta no aborda seis puntos nodales: 1) Transferencia de tecnología. 2) Medio ambiente: se gratifica a las depredadoras del Golfo de México (BP, Halliburton y Schlumberger). 3) Seguridad nacional: para Estados Unidos los energéticos son la quintaescencia de su seguridad nacional (CSIS dixit). ¿Para México no? 4) ¿Cuál es la geopolítica mexicana de los energéticos/oleoductos? 5) Creación de una banca nacional ex profeso, y 6) Capacidad de financiamiento doméstico y/o mediante joint ventures con megabancos foráneos (los 13 bancos de Wall Street y/o bancos de los BRICS), sin ceder control operativo estratégico.
 
La próxima vez abordaré los argumentos endebles de los entreguistas de que Pemex y México carecen de dinero.
Twitter: @AlfredoJalife
Facebook: AlfredoJalife
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
Mundo árabe: polvorín e injerencias
Medio centenar de personas resultaron heridas ayer en la capital libanesa al estallar un coche-bomba en un centro comercial de Beirut ubicado en la zona que controla el movimiento chiíta Hezbollah. La continuidad de la violencia sectaria en ese país coincide con la persistencia de la violencia política en Egipto: mientras el régimen militar hace esfuerzos por legitimarse –con designaciones como la de Mohamed El Baradei como vicepresidente y de Hazem el Beblawi como primer ministro, con las afirmaciones de este último de que está dispuesto a compartir el gobierno con la Hermandad Musulmana–, en las calles de El Cairo y otras ciudades persisten protestas masivas y enfrentamientos como los que costaron la vida de 51 personas el lunes pasado.
 
Tales hechos son ilustrativos de la inestabilidad política en partes del mundo árabe, en la que también se inscriben escenarios tan diversos como la fractura política en la coalición gobernante en Marruecos –con el telón de fondo de las recientes protestas en contra del rey Mohamed VI y de la continua represión de éste contra pueblo saharaui– y la guerra civil en el escenario sirio, donde se multiplican los indicios de prácticas atroces por parte de leales y opositores a Bashar Assad. Más allá de la región árabe, pero inscrita entre las naciones islámicas mediterráneas, el desasosiego político prosigue en Turquía.

En esos escenarios confluyen factores y cauces muy diversos. Un denominador común, sin embargo, es el papel injerencista y la doble moral propios de Estados Unidos y sus aliados occidentales con intereses en la región ante cada conflicto. En efecto, mientras la intervención inocultable de Washington y Bruselas contra el régimen de Assad ha contribuido a atizar el fuego del conflicto sirio –en forma análoga a como ocurre desde hace años con la violencia intestina en Líbano–, en Marruecos ha sido notoria la obsecuencia de los gobiernos estadunidenses y europeos hacia el régimen represivo, corrupto y expansionista de la dinastía alauita, actualmente encabezada por Mohamed VI, el cual mantiene una democracia de escenografía, detrás de la cual persiste la violación sistemática de los derechos humanos.
 
En la explosiva situación que se vive en la referida zona, donde se asienta una población numerosa, con importante posición geoestratégica y riqueza notable de recursos naturales, se corre el riesgo de que la conflictividad se extienda con efectos inesperados. Un caso paradigmático es el del propio Egipto, país donde la caída de Hosni Mubarak no fue el final de los descontentos sociales y la violencia gubernamental sino, visto en retrospectiva, apenas fue el comienzo de un ciclo de inestabilidad y violencia.
 
Por lo demás, la persistencia de injerencias extranjeras regionales e internacionales en un entorno tan volátil como el referido podría traducirse en la reactivación de rencores antiestadunidenses y antieuropeos subyacentes. Es necesario, pues, que Europa y Estados Unidos entiendan que sus intereses y su seguridad estarían, a la larga, mejor garantizados en la medida en que se mantengan al margen de conflictos nacionales y regionales como los que se desarrollan en las referidas naciones.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
Argentina: mujeres en vías de empoderamiento
José Steinsleger /V y última
Abundan los analistas que atribuyen el fin de la dictadura civicomilitar (1976-83) a la guerra de Malvinas, y a la mujer que recuperó del Museo Británico las banderas de la piratería capitalista mundial. Nada cuentan, para ellos, la resistencia popular y la lucha tenaz de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
 
En el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-89), y a pesar de las hipócritas leyes de obediencia debida y punto final, tuvo lugar el juicio a los jefes militares del periodo más tenebroso de la historia política argentina (1985). Sin embargo, tras el indulto del presidente Carlos Menem a los genocidas, la justicia y la ética de la democracia con dependencia quedaron en cuestión (1990).

Invencibles, las madres y abuelas redoblaron la lucha. Hasta que en abril de 2003, Néstor Kirchner les abrió de par en par las puertas de la presidencia, sin necesidad de citas o agenda previa. Año y medio después, la abogada Nilda Garré ocupó el cargo de ministro de Defensa.

Durante cinco años, sin que le temblara el pulso, Nilda pasó la escoba. La doctrina de seguridad nacional impuesta por Washington fue botada a la basura, se promovió la reforma del sistema de justicia militar y se vetó el ascenso de rango a familiares de militares involucrados en crímenes de lesa humanidad.

Luego, a finales de 2010, Nilda ocupó la Secretaría de Seguridad. Cargo que por sus alcances, resultaba más complejo que el anterior. Con todo, y así como en las Fuerzas Armadas, los programas de estudios de la temible Policía Federal (PFA) pegaron un giro radical. Los tres institutos de formación que llevaban nombres de notorios represores y asesinos fueron cambiados y, por primera vez en su historia, la PFA tuvo 10 subcomisarias mujeres, dos primeras comisarios generales, a más del ingreso de travestis, transexuales y transgénero en las fuerzas de seguridad.

En el denso y clasista ámbito judicial, las cosas también empezaron a moverse. El año pasado, la procuradora general de la nación, Alejandra Gils Carbó, instruyó a los fiscales de todo el país que los delitos sexuales cometidos por militares, marinos, gendarmes, policías y demás represores, no quedarían impunes.

Por ejemplo, el represor y obstetra Jorge Magnacco (responsable de la maternidad montada en el Hospital Naval para que las detenidas dieran a luz a sus hijos que luego eran apropiados y entregados a familiares o allegados de los militares) fue condenado a 10 años de prisión, más otros 15 por delitos similares por la retención y ocultación de una bebé a cuya madre atendió en el parto que tuvo lugar en el lúgubre campo de concentración que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada.
 
Igualmente, el feminicidio dejó de ser figura penal autónoma, y ahora se le considera un agravante del crimen: cadena perpetua no sólo para quien matare al ascendiente o cónyuge, sino que es extensiva a los y las ex, fueran cónyuges, convivientes o ex convivientes. Norma que cierra la posibilidad de los atenuantes para el que ya tuviera antecedentes de violencia o de género. Y agrega la perpetua por crímenes de odio a la orientación sexual, y a la identidad de género o a su expresión.
 
Asimismo, un proyecto del Senado agrega un nuevo inciso al artículo del Código Penal: cadena perpetua al que mate a alguien con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o se ha mantenido una relación. V. gr.: el caso del hombre que para vengarse mata al hijo de su ex mujer.
 
Innegablemente, los problemas inherentes a la situación de la mujer mucho tienen que ver con la cultura y artimañas de la sociedad patriarcal. Más si un Estado que se dice democrático y republicano deja librado al azar o usos y costumbres tales problemas, poco puede avanzar con sus leyes.
 
Tal sería el caso de la Asignación Universal por Hijo (AUH), destinada a las madres cuando quedan a cargo de los hijos por el abandono del esposo. Pero en el censo de 2010 se descubrió que en muchos casos el hombre se declaraba frente al censista como jefe de un hogar en el que la mujer aportaba más dinero a la familia. Y así cobraba la AUH, que luego repartía a discreción o, de plano, se embolsaba.
 
La presidenta Cristinta Fernández tomó cartas en el asunto, y dispuso que la madre tuviera preferencia en el cobro de la AUH, aún cuando la tenencia de los niños fuera compartida. Ahora basta que la madre declare que desconoce el paradero del padre, o que éste no aporta al hogar.
 
En declaraciones al periódico Página 12, la titular de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor, María Lucila Pimpi Colombo, calificó la medida de histórica, pues “…cambia la lógica de la actuación del Estado en protección a la familia. La lógica antigua estaba basada en una visión patriarcal, donde el único aporte considerado es el del varón…”
 
Y así cerramos este breve panorama de las mujeres argentinas, bajo un gobierno que dejó de celebrar oficialmente el Día de la Madre o del Padre para en su lugar festejar el Día de la Familia, con el fin de alcanzar “…un mejor conocimiento de los procesos sociales y económicos de la sociedad” (ONU, 1994).
FUENTE: LA JORNADA OPINION

No hay comentarios:

Publicar un comentario