Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 10 de julio de 2013

Que sí… que no…

Que sí… que no…

Los líderes republicanos en la Cámara Baja se reunirán hoy miércoles para discutir el tema después de que el presidente de ese órgano legislativo, John Boehner, declarara que no presentaría a votación el proyecto legislativo a menos que contara con el apoyo mayoritario de su partido.
Pero por otra parte, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá con el Caucus hispano del Congreso para hablar de la necesidad de pasar una reforma migratoria. La bandera que ha usado a últimas fechas no ha sido ni humanitaria, ni sentimental. Ha sido completamente económica. Incluso, dos semanas atrás se reunió con varios propietarios de pequeñas y medianas empresas para hablar de los beneficios monetarios que la reforma podría traer a Estados Unidos.
Por ejemplo, se publicó recientemente un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso que señala que la reforma permitiría que la economía crezca en un 3.3 % en la próxima década y en un 5.4 % la siguiente, a la vez que se reducirá el déficit presupuestal en 197 mil millones para 2023.
Si bien, el pleno del Senado ya aprobó en junio pasado un proyecto de ley para avanzar en la reforma migratoria que permita la legalización y eventual ciudadanía para los indocumentados, aún hay temas por discutir. Como punto clave para México y para el partido republicano queda el del reforzamiento de la vigilancia en la frontera con nuestro país duplicando el número de agentes federales a 40 mil, así como una serie de medidas que controlen futuros flujos migratorios.
Por su parte, el ex Presidente George W. Bush removió el tema en una entrevista en el programa “This Week” de la cadena ABC a la vez que presidirá hoy mismo una ceremonia de naturalización en Dallas, Texas. Además, es importante recalcarlo, se reunirá con algunos de sus copartidarios de la Cámara de Representantes para hablar del tema de la reforma migratoria.

Y mientras los políticos se mueven de un lado a otro convenciendo y convenciéndose de la necesidad de la reforma, ayer martes 9 de julio el grupo de Latino Decisions divulgó un estudio que revela que los republicanos podrían perder el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en 2014 si bloquean la reforma migratoria ante el creciente poder político de los hispanos.
El estudio identificó 44 escaños de la Cámara Baja, de mayoría republicana, en los que el voto hispano podría influir en las elecciones de medio término para el próximo año. Si estos legisladores obstruyen la reforma migratoria, el Partido Republicano se enfrentará a una posición sumamente complicada para las elecciones del 2014 y del 2016, dijo en conferencia de prensa David Damore, el autor del estudio de Latino Decisions.
Damore añadió que esa postura o una eventual oposición a la reforma migratoria, tendría un efecto negativo en el apoyo de la comunidad hispana y de otras minorías en las urnas tanto para republicanos, como para demócratas. Sobre todo si se piensa que hay casi 24 millones de latinos que pueden votar y sólo la mitad lo hace.
Y mientras las patadas siguen por debajo de la mesa, la presión sobre los republicanos para apoyar la reforma después de que se les “concedió” la inclusión de medidas como el reforzamiento de la frontera con México y los controles de flujos migratorios va en aumento para ver si logran mejorar su posición para los comicios posteriores. No de a gratis el ex asesor de Bush, Karl Rove, sigue viendo como estrategia especial que el Partido Republicano se reconcilie con la comunidad hispana a través de su aprobación a la reforma migratoria.
Si bien los republicanos voten esta o una nueva versión de lo que debe ser la reforma migratoria, tendrán que votar este mismo mes de julo previo al receso de agosto, de lo contrario no habrá manera de que se enmiende la relación con la comunidad hispana ni para ellos, ni para los demócratas, pues es una deuda que tiene todavía el reelecto mandatario Obama con los latinos de Estados Unidos. No sólo con los que pueden beneficiarse de la reforma, sino de aquellos que ya han votado apoyando a sus paisanos y que saben lo que es vivir divididos en dos naciones, en dos lenguas, sin familiares o amigos comunes y donde el único valor es el de conseguir “los verdes” viviendo a escondidas de la policía, los profesores, el jefe, el guardia, el médico, el casero. Si bien no le ven el lado humanitario, pues al menos por el lado económico debería proceder.

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