El gran estafador
Jesusa Cervantes y Arturo Rodríguez
17 de septiembre de 2011 · 4 Comentarios
Destacado
El zar de los casinos, Juan José Rojas Cardona.
DiputadosJuan José Rojas Cardona y su hermano Arturo erigieron su imperio de casas de apuestas a base de desplumar a empresarios de México y Estados Unidos y aun a la tribu chippewa de Arizona. En 2007, cuando los defraudados reclamaron sus dividendos, El Zar de los Casinos y su hermano cometieron una pifia que hoy podría dejarlos en la bancarrota: solicitaron un préstamo cercano a los 80 millones de dólares al fondo británico Bluecrest para liquidar sus adeudos. No cumplieron y enfrentan un juicio desde hace dos años.
Si pierden los juicios que enfrentan en México y Estados Unidos por estafa mercantil, los hermanos Juan José y Arturo Rojas Cardona podrían quedarse sin el permiso que les otorgó la Secretaría de Gobernación en 2005 para operar un centenar de casas de juego.
Documentos judiciales de México y Estados Unidos obtenidos por Proceso revelan que El Zar de los Casinos estafó a empresarios de ambos países para erigir su imperio de casinos denominados Palmas en varios estados y granjearse la amistad de la clase política regiomontana y federal.
Hoy, por ejemplo, la empresa de Rojas Cardona, Entretenimiento de México (Emex) enfrenta un juicio interpuesto por los fondos ingleses Bluecrest Especial Situations IBV y Bluecrest Special Situations Masterfund LTD (Bluecrest), quienes alegan que le prestaron 78 millones de dólares para invertirlos en casas de apuestas, hoteles, agencias de viaje, spas y la industria del entretenimiento que gira alrededor de este sector.
La querella está radicada en el Tercer Tribunal Colegiado Civil y el 5 de julio último el Primer Tribunal Unitario del Cuarto Distrito resolvió a favor de los británicos, toda vez que Rojas Cardona utilizó los fondos de Bluecrest para reembolsar el dinero a quienes había estafado anteriormente.
Los británicos comenzaron a inquietarse porque Emex no les pagaba, por lo que decidieron presentar su demanda el 24 de septiembre de 2009. Pidieron también que a su deudor se le declarara en concurso mercantil, lo cual lograron en julio pasado. (Extracto del reportaje principal que se publica esta semana en la edición 1820 de la revista Proceso, ya en circulación)
No hay comentarios:
Publicar un comentario