Posted: 24 Sep 2011 12:38 PM PDT
Decenas de grupos paramilitares invadieron las comunidades autónomas de la Selva Lacandona, armados acorralan a los indígenas que habían conseguido vivir de manera pacífica con sus propios usos y costumbres.
Con la intención de despojarlos de sus territorios, más de 150 hombres armados ingresaron a La Purísima, municipio de San Francisco, Chiapas, los grupos eran transportados en camionetas del gobierno de Ocosingo, por lo que entraron sin mayor dificultad a 178 hectáreas cultivadas por las comunidades zapatistas.
Los comuneros tienen prohibida la entrada a sus parcelas, comandos armados las custodian permanentemente, así impiden que los propietarios puedan cosechar los productos necesarios para alimentarse diariamente.
El fenómeno se repite por toda la región, ahora en San Patricio, donde los zapatistas aseguran que los responsables pertenecen al grupo paramilitar Paz y Justicia, además entre ellos hay personal del municipio que respalda las acciones de despojo.
Los pobladores de La Purísima y San Patricio se alimentan de lo que cosechan o animales que crían, pero los paramilitares han limitado sus actividades al extremo de impedir que recojan leña para cocinar, incluso rompieron los corrales de las casas y se llevaron a los animales que encontraron.
Los hechos no son aislados, forman parte de una estrategia que empezó con el ex presidente de México Ernesto Zedillo, quien en 1994 dejó impune la masacre de 45 indígenas en Acteal, incluso se presume que él mismo dotó de armas a los paramilitares que asesinaron a los zapatistas.
El ingreso de grupos paramilitares a la zona evidencia una provocación directa el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Cuando en 2001, su líder, el subcomandante Marcos, anunció que depondrían las armas también advirtió que las conservarían para usarlas sólo en defensa propia.
Sin embargo, si el EZLN decide responder a los ataques que mantienen acorraladas a las comunidades pacificas, esto daría pretexto el Ejercito Nacional para intervenir en el conflicto y asegurar la zona a su conveniencia.
Para el gobierno federal la autonomía de las comunidades es un foco de infección que mina su autoridad, por ello quiere evitar a toda costa que se propague, aunque ello implique presionar con hambre y frio a los indígenas, hasta orillarlos a la rebelión.
Bajo esta lógica ser diferente es una alerta, ahora que esa diferencia sea exitosa constituye un peligro, es el caso de las comunidades autónomas que mostraron que pueden vivir en paz con proyectos colectivos que son autosustentables: las auoridades temen que el modelo pueda ser imitado por más pueblos mexicanos.
Y el miedo no es del todo infundado, ahí está Cherán Michoacán, cuyos pobladores organizaron un grupo de resistencia contra los talamontes y narcotraficantes ante la indiferencia de las autoridades.
La economía solidaria, gobiernos participativos dan muestra de ser una opción viable ¿a qué le teme el gobierno?
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