Astillero
Confusión e incertidumbre
Presión militar al Congreso
Interinos podrían seguir seis años
Logroscon candados
Julio Hernández López
ANIVERSARIO DEL PAN. Los precandidatos presidenciales del
PAN Ernesto Cordero y Josefina Vázquez Mota, acompañados de su líder nacional,
Gustavo Madero, arriban al acto de aniversario del partidoFoto Marco Peláez
S
iempre será delicado y polémico que el jefe de un ejército cruce la
frontera de lo estrictamente militar para presionar a poderes civiles a que
tomen determinadas decisiones. Es justificado y natural que los mandos
castrenses alleguen a su jefe máximo (es decir, quien ocupe la Presidencia de la
República) consideraciones e incluso posibles escenarios de alarma para que ese
civil dotado de un poder único (haiga sido como haiga sido, en el caso actual)
active y, él sí, pelee y presione para que otros poderes civiles, en este caso
el Legislativo, atiendan las propuestas en el plano de lo político y resuelvan,
sin amagos ni amenazas, lo que soberanamente consideren. Una importante
demostración de lealtad militar a la institucionalidad es justamente la de no
trasponer sus propios límites operativos y dejar siempre e inequívocamente lo
político en manos del funcionario civil que formalmente esté a cargo de las más
altas responsabilidades públicas.
El general Guillermo Galván Galván pareció ayer necesitado de agregar el peso
de la Secretaría de la Defensa Nacional a los trámites legislativos que ya ha
hecho el civil que ocupa Los Pinos, e incluso dejó caer frases que solamente con
muy buena disposición podrían entenderse ajenas a una intención sombría: si se
prolonga el “actual statu quo de indefinición” respecto a los
renovados recursos legalesque la Sedena ha
planteado respetuosamentea
través de reformas a la Ley de Seguridad Nacional, se podría
generar (...) confusión e incertidumbre en mandos y tropas, e incluso en la propia ciudadanía(de j.mp/nX5XTS se han tomado las citas).
Es decir, el jefe directo de las fuerzas armadas mexicanas advierte a los
legisladores omisos, tardados u opositores a las propuestas impulsadas por la
propia Sedena que, de no aprobarse las reformas a la Ley de Seguridad Nacional
planteadas por esa misma secretaría, el país se verá inmerso en un escenario muy
preocupante, pues frente al narcotráfico insurrecto las fuerzas armadas se
verían afectadas de confusión e incertidumbre, elementos estos inadmisibles en
los cuerpos armados del país. Si los legisladores atendieran lo que ha promovido
el Ejército, tales reformas aprobadas
coadyuvarían, sin duda, a seguir manteniendo el sólido espíritu de cuerpo y la alta moral, fortalezas peculiares de las fuerzas armadas nacionales. Es necesario puntualizarlo, aunque resulta obvio: votar en contra sería dañar las descritas fortalezas.
Vista de otra manera, la alocución militar de ayer pretende hacer valer los
criterios de una secretaría del gabinete federal a la que
hoy parecieran insuficientes y rebasadaslas normas actuales, es decir, la vigente Ley de Seguridad Nacional, y que por ello cree necesario lanzar pública advertencia de los graves riesgos que sobre el país se abatirían si los diputados y senadores legislan en sentido contrario a lo marcialmente propuesto. Esos terrenos, los de la deliberación sobre los asuntos públicos y la determinación de las normas aplicables a cada caso, son terrenos indudablemente políticos.
Galván Galván hizo incluso una promesa:
La nación entera puede confiar en que cuando el señor Presidente de la República nos instruya sobre el papel a desempeñar ante una declaratoria de afectación a la seguridad interior, lo asumiremos con minuciosidad, sin rebasar un ápice los límites de actuación que se nos establezcan. Presente en el acto, Felipe Calderón pronunció a su vez un discurso vehemente del que destaca el párrafo en que llamó a
plantar cara al enemigo y batirse en combate con él en nombre de México. Pienso que cada ciudadano, militar o no, debiera hacer lo mismo, cada quien en su trinchera, cada quien en su tarea, cada quien en su labor, construir patria tal y como la queremos, cumpliendo nuestro deber al máximo.
En otro ángulo del mismo tema legislativo, en la propuesta de nuevo
articulado que pomposamente se ha dado en llamar
reforma políticase permite que los gobernadores interinos compitan para seguir seis años más en el poder, en el periodo constitucional inmediato, pues en las propuestas aprobadas de manera extraña por la directiva de una comisión de diputados se retiró del artículo 116 constitucional la prohibición del caso. Los congresos locales, tanto de los estados como del Distrito Federal, determinarán si aprueban la relección inmediata de sus diputados, con lo que puede preverse el fortalecimiento de los cacicazgos regionales tan sabidos, crecidos y cínicos.
Otras sorpresas contenidas en la falsa reforma política que habrá de votarse
en pleno en San Lázaro consisten en el hecho de que aun cuando se propone la
modificación de los artículos 35 y 36 de la Constitución (donde se habla de
derechos y obligaciones ciudadanas), para abrir paso a la idea de las
candidaturas ciudadanas, no se hace lo mismo en el artículo 41, que se refiere a
los procesos electorales, de tal manera que se siembra un factor de discordancia
jurídica que podría acabar por darle atole procesal con el dedo a los
interesados. Cierto es que se redujo el porcentaje necesario para activar la
consulta y la iniciativa populares, fijándose en el 0.13 por ciento de los
electores (se necesitarían 102 mil 960 ciudadanos impulsores, conforme al padrón
actual), pero se requeriría que 40 por ciento de ese electorado votara a favor
para que tuviera efectos vinculatorios, lo que resultará sumamente difícil, si
no es que imposible, tomando en cuenta que hay elecciones intermedias en que no
se alcanza ese índice de participación.
En otras propuestas llamativas, se eliminó toda referencia al eventual
proceso de sustitución del presidente de la República, que era causa de la
principal oposición del peñanietismo. Y se amplió a sesenta días naturales el
plazo para que el presidente pueda ausentarse del país (actualmente son 30).
Y, mientras este tecleador se da una inusual licencia personal y felicita
desde aquí a la autora de sus letras, María del Patrocinio López Soria, que hoy
cumple 86 años, ¡viva México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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