IFE y maquillaje de gastos de Peña
Leonardo Valdés Zurita; Alfredo Cristalinas, director de fiscalización; y Jacobo Molina, secretario.
Foto: Benjamin Flores
Foto: Benjamin Flores
MÉXICO, D.F. (apro).- El Instituto Federal Electoral (IFE) está a punto de concluir la revisión de los gastos de la campaña presidencial, acción que ha puesto al PRD en una encrucijada. ¿Las razones? El noveno consejero.
El viernes anterior, el titular de la Unidad de Fiscalización del IFE, Alfredo Cristalinas Kaulitz –uno de los hombres que trabajó entre 2003 y 2009 bajo las órdenes del filo-priista Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, entonces jefe del Sistema de Administración Tributaria–, entregó a los consejeros electorales el dictamen sobre gastos de campaña.
En el reporte, al PRD no le va bien en el nuevo dictamen que, por orden del Consejo General del IFE, Cristalinas debió rehacer: le va peor.
Si al 6 de febrero, día en que se analizó el primer dictamen y que resultó falto de certeza, justificación y equidad, según reclamo de los mismos consejeros, la entonces coalición Movimiento Progresista, conformada por PRD-PT y MC, tenía un gasto presidencial para Andrés Manuel López Obrador por 398 millones 878 mil 726 pesos, ahora las cuentas le dieron a Cristalinas una suma mayor: 408 millones 61 mil 914 pesos.
Es decir, que de rebase del tope de campaña de poco más de 60 millones de pesos, la coalición que respaldó a López Obrador ahora acumula 71 millones 949 mil 830 millones de pesos en rebase de tope de gastos.
En cambio al PRI no le pudo ir mejor. Primero le quitaron 206 millones 516 mil 691 pesos; segundo, se avaló un prorrateo (distribución de gasto) de tan sólo 1% de los dineros a la campaña presidencial, es decir, a Enrique Peña Nieto.
Y por si algo faltara, de los 109 millones de pesos que el IFE comprobó que formaron parte de las llamadas tarjetas Monex, los consejeros establecieron que en únicamente 66 millones de pesos se tenía la certeza de en qué se utilizaron, y de estos recursos, 50 millones de pesos fueron para las campañas. Pero no para todo ahí. De estos últimos recursos sólo 3.9 millones habrían sido para Peña Nieto.
Lo curioso del caso es que ahora, al realizar el prorrateo y con un nuevo dictamen de la Unidad de Fiscalización que encabeza Alfredo Cristalinas, se avaló el reporte y, al final, a la campaña de Peña Nieto únicamente habrían llegado… un millón 572 mil 887 pesos.
En otras palabras, de los 109 millones reportados inicialmente, Peña Nieto sólo gastó millón y medio. ¡Vaya que tiene suerte el PRI con la Unidad de Fiscalización! Y, por supuesto, una gran habilidad para reportar gastos y maquillar cifras.
Pero ¡alto! Y dónde quedaron los 43 millones de pesos de Monex, porque de 66 millones el IFE sí supo en qué se utilizaron, pero el resto resulta que se sacaron de cajeros automáticos, por lo que desconoce a manos de quién o quiénes fueron a parar esos recursos.
Y si estas cifras no hablan de una balanza a favor de PRI, sobre todo de la Unidad de Fiscalización, aquí hay un dato más: resulta que por ley y reglamento sólo se pueden distribuir entre varios candidatos gastos “reportados” que se sabe su origen. Pero entonces, si nadie sabe de dónde llegaron esos 109 millones de pesos de Monex –sólo se conoce que ahí se depositaron–, entonces ¿por qué la Unidad de Fiscalización permitió el prorrateo?
Y bueno, la encrucijada del PRD es que con tal rebase de tope de campaña la multa también se prorrateó.
Así, le toca al PRD la enorme cifra de 78 millones 912 mil 707 millones de pesos; a PT, 51 millones 383 mil 783 pesos, y al MC, 50 millones 602 mil 808 pesos.
El PRD refuta las cifras, rechaza el rebase de tope, incluso sostiene que 35 millones sí están justificados y respaldados con facturas, por ello piden que se haga otra evaluación.
El problema es que si el dictamen se regresa, se corre el riesgo de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) nombre al noveno consejero. Y por supuesto que su temor es que sea un personaje ‘ultrapriista’; se habla incluso de uno de los asesores del consejero Francisco Guerrero.
El otro escenario es que se discuta y vote este martes 2 de julio como está programado, pero el peor supuesto, señalan, es que de nuevo se empate la resolución, como ocurrió hace cinco meses, otra de las razones por las cuales se rehizo el dictamen.
El PRD considera que los consejeros María Marván, Benito Nacif, Alfredo Figueroa y Lorenzo Córdova rechazarán el dictamen y que, como ocurre con frecuencia, Macarita Elizondo sería la que podría inclinar la balanza, ya fuera para desempatar o empatar. Sin embargo, los votos de Marván y Córdova podrían no estar muy seguros.
Como sea, el PRI ya ganó, pues a su candidato –hoy presidente de la República– no lo tocarán ni con el pétalo de una multa, y su actuación quedará registrada sin mácula alguna, apegada a la ley, a derecho y sin utilizar recursos ilícitos. Sería en todo caso su partido quien sería multado con aproximadamente 50 millones, pero lo anterior debido a algunas “inconsistencias” en la presentación de las cuentas.
¿Pero qué son 50 millones de pesos si se tiene todo el erario federal para despilfarrar en compra de conciencias y próximas elecciones?
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
Twitter: @jesusaproceso
El viernes anterior, el titular de la Unidad de Fiscalización del IFE, Alfredo Cristalinas Kaulitz –uno de los hombres que trabajó entre 2003 y 2009 bajo las órdenes del filo-priista Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, entonces jefe del Sistema de Administración Tributaria–, entregó a los consejeros electorales el dictamen sobre gastos de campaña.
En el reporte, al PRD no le va bien en el nuevo dictamen que, por orden del Consejo General del IFE, Cristalinas debió rehacer: le va peor.
Si al 6 de febrero, día en que se analizó el primer dictamen y que resultó falto de certeza, justificación y equidad, según reclamo de los mismos consejeros, la entonces coalición Movimiento Progresista, conformada por PRD-PT y MC, tenía un gasto presidencial para Andrés Manuel López Obrador por 398 millones 878 mil 726 pesos, ahora las cuentas le dieron a Cristalinas una suma mayor: 408 millones 61 mil 914 pesos.
Es decir, que de rebase del tope de campaña de poco más de 60 millones de pesos, la coalición que respaldó a López Obrador ahora acumula 71 millones 949 mil 830 millones de pesos en rebase de tope de gastos.
En cambio al PRI no le pudo ir mejor. Primero le quitaron 206 millones 516 mil 691 pesos; segundo, se avaló un prorrateo (distribución de gasto) de tan sólo 1% de los dineros a la campaña presidencial, es decir, a Enrique Peña Nieto.
Y por si algo faltara, de los 109 millones de pesos que el IFE comprobó que formaron parte de las llamadas tarjetas Monex, los consejeros establecieron que en únicamente 66 millones de pesos se tenía la certeza de en qué se utilizaron, y de estos recursos, 50 millones de pesos fueron para las campañas. Pero no para todo ahí. De estos últimos recursos sólo 3.9 millones habrían sido para Peña Nieto.
Lo curioso del caso es que ahora, al realizar el prorrateo y con un nuevo dictamen de la Unidad de Fiscalización que encabeza Alfredo Cristalinas, se avaló el reporte y, al final, a la campaña de Peña Nieto únicamente habrían llegado… un millón 572 mil 887 pesos.
En otras palabras, de los 109 millones reportados inicialmente, Peña Nieto sólo gastó millón y medio. ¡Vaya que tiene suerte el PRI con la Unidad de Fiscalización! Y, por supuesto, una gran habilidad para reportar gastos y maquillar cifras.
Pero ¡alto! Y dónde quedaron los 43 millones de pesos de Monex, porque de 66 millones el IFE sí supo en qué se utilizaron, pero el resto resulta que se sacaron de cajeros automáticos, por lo que desconoce a manos de quién o quiénes fueron a parar esos recursos.
Y si estas cifras no hablan de una balanza a favor de PRI, sobre todo de la Unidad de Fiscalización, aquí hay un dato más: resulta que por ley y reglamento sólo se pueden distribuir entre varios candidatos gastos “reportados” que se sabe su origen. Pero entonces, si nadie sabe de dónde llegaron esos 109 millones de pesos de Monex –sólo se conoce que ahí se depositaron–, entonces ¿por qué la Unidad de Fiscalización permitió el prorrateo?
Y bueno, la encrucijada del PRD es que con tal rebase de tope de campaña la multa también se prorrateó.
Así, le toca al PRD la enorme cifra de 78 millones 912 mil 707 millones de pesos; a PT, 51 millones 383 mil 783 pesos, y al MC, 50 millones 602 mil 808 pesos.
El PRD refuta las cifras, rechaza el rebase de tope, incluso sostiene que 35 millones sí están justificados y respaldados con facturas, por ello piden que se haga otra evaluación.
El problema es que si el dictamen se regresa, se corre el riesgo de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) nombre al noveno consejero. Y por supuesto que su temor es que sea un personaje ‘ultrapriista’; se habla incluso de uno de los asesores del consejero Francisco Guerrero.
El otro escenario es que se discuta y vote este martes 2 de julio como está programado, pero el peor supuesto, señalan, es que de nuevo se empate la resolución, como ocurrió hace cinco meses, otra de las razones por las cuales se rehizo el dictamen.
El PRD considera que los consejeros María Marván, Benito Nacif, Alfredo Figueroa y Lorenzo Córdova rechazarán el dictamen y que, como ocurre con frecuencia, Macarita Elizondo sería la que podría inclinar la balanza, ya fuera para desempatar o empatar. Sin embargo, los votos de Marván y Córdova podrían no estar muy seguros.
Como sea, el PRI ya ganó, pues a su candidato –hoy presidente de la República– no lo tocarán ni con el pétalo de una multa, y su actuación quedará registrada sin mácula alguna, apegada a la ley, a derecho y sin utilizar recursos ilícitos. Sería en todo caso su partido quien sería multado con aproximadamente 50 millones, pero lo anterior debido a algunas “inconsistencias” en la presentación de las cuentas.
¿Pero qué son 50 millones de pesos si se tiene todo el erario federal para despilfarrar en compra de conciencias y próximas elecciones?
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
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