Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 19 de junio de 2013

Aeroméxico: las huelgas hasta sus últimas consecuencias

Aeroméxico: las huelgas hasta sus últimas consecuencias



   
El foxismo y más el calderonismo, ambos de un Partido Acción Nacional (PAN) que su lúcido ideólogo Carlos Castillo les dijo en su cara que de ganar el gobierno no fueran a perder el partido (y ya perdieron ambos sin ser ni alternancia ni transición a más democracia), fueron enemigos de los trabajadores. Y no se diga del recurso de huelga, hasta vanagloriarse de que en 12 años éstas no estallaban, pues desde Conciliación y Arbitraje presionaban por órdenes de los secretarios del Trabajo para abortarlas y el sindicalismo sumiso, cuyos dirigentes se dejaron transar, se dejó guillotinar, hasta que los trabajadores aisladamente (mineros, a los que explotan Germán Larrea del Grupo México y ya también Carlos Slim, del Grupo Carso), lucharon manteniendo la flama de los paros y huelgas, como ha sido el caso de Mexicana de Aviación.
 
La agónica víspera de quiebra de Mexicana, ha sido una huelga no resuelta porque Calderón y Lozano Alarcón (hoy nefasto senador que actúa como guarura del borrachín de Calderón, quien con exceso de dinero viaja donde hay carreras de automóviles, para felicitar a su ídolo), decidieron favorecer a los empresarios de líneas que empezaban y querían y lograron el espacio para ellos. Lo mismo pasó con los electricistas de Luz y Fuerza del Centro. Los odios del alcohólico refugiado en Hard-Bar echaron a la calle a 34 mil trabajadores, de los cuales la mitad se mantiene en pie de lucha, como debe ser, encendida la tea de la huelga.
 
En cuanto los trabajadores de Aeroméxico plantearon que se irían a huelga si sus dueños-patrones no querían negociar, de inmediato en Televisa y Tv-Azteca con sus radiodifusoras y locutores antiobreros desataron una campaña para tratar de doblegarlos, amenazándolos con el fantasma de que les pasaría lo mismo que a Mexicana de Aviación. Para reforzar la amenaza, facilitaron la publicación de dos páginas completas en la prensa escrita, y los esquiroles de siempre arremetieron sus ataques contra los trabajadores de Aeroméxico. Pero ellos, los que demandaban revisión de sus contratos y hacían peticiones de aumentos salariales y prestaciones, a los que tienen derecho como conquista constitucional, se mantuvieron firmes en sus demandas.
 
Y obtuvieron la victoria a unas horas de que estallara la huelga. Así deben ser las luchas contra los patrones, los empresarios y los funcionarios que se oponen a contestar y atender las demandas de los campesinos, los obreros, los empleados y los mineros. Así también las demandas de los servidores domésticos, los desaparecidos, las víctimas de la continuación de la guerra calderonista y sus cuentas alegres de que han bajado los asesinatos y contra la política económica de aumentar los precios para que el pueblo, ya en el límite de la resistencia, se rebele con paros, revueltas, huelgas, manifestaciones, protestas y todo lo que significa la práctica de la democracia directa, contra “la democracia sin el pueblo” de la democracia representativa y los empresarios que insisten en el río revuelto de la recesión, seguir ganando a costa del hambre, el desempleo y la inseguridad.
 
*Periodista

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