Dinero
Pocos creen que Granier irá a la cárcel
La investigación terminará en el archivo
Repetición de una vieja historia
Enrique Galván Ochoa
El ex gobernador Andrés Granier es investigado por el presunto desfalco de mil 900 millones de pesos de las arcas de Tabasco. Citado por la Procuraduría General de la República no se presentó a declarar. Esta semana preguntamos a nuestros encuestados: ¿cuál creen que será el final de esta historia? Las respuestas son las siguientes: 57 por ciento dice:
al final será archivada la investigación. 28 por ciento:
cuando mucho será objeto de una sanción. Y sólo 15 por ciento cree que es probable que termine en la cárcel.
Metodología
Cada semana enviamos un sondeo a los miembros de El Foro México utilizando sus direcciones electrónicas. En esta encuesta tuvimos la participación de mil 674 personas. En los siguientes párrafos reproducimos fragmentos de algunos de sus comentarios.
Opiniones
Esa película ya la vi: al final, el protagonista principal escapa con una millonada, dejando a la policía sin saber qué hacer y al pueblo con un palmo de narices. Tiempo después, cuando todo está olvidado, el personaje principal o sus herederos ocupan algún cargo que les permita repetir la historia.
Faustino Sánchez Cruz /Toluca
¿Con cuánto nos arreglamos? Tengo 88 millones.
Teresa Estaragues Vidales /Distrito Federal
Los mexicanos tenemos poca memoria: 12 años de PAN nos han hecho olvidar que el PRI tiene más oficio para gobernar; el PAN jamás hubiera sido capaz de remover a un titular de alguna institución como Profeco o meter a la cárcel a un líder sindical como Elba Esther Gordillo; el PRI sabe legitimarse, ya veremos cómo Granier tendrá que pagar sus
errores.
Luis Adolfo Méndez Lugo /Distrito Federal
Yo pienso que sí será enjuiciado y encarcelado, como hicieron con la
maestra, porque ahorita de lo que se trata es de que a Peña Nieto se le vea como el
nuevo PRI, y no creo que este ex gobernador tenga tanto peso político como otros (Marín y Moreira). Ha sido demasiado fanfarrón para que le dejen pasar como alguien que no sabía lo que decía porque estaba borracho.
María Dolores Galaz/Tijuana
Si este caso es el principio del hilo que desenreda la madeja, es posible que con artimañas sea sólo una sanción administrativa, pues este señor pertenece al partido del gobierno actual.
María del Carmen Alva Pérez /Distrito Federal
El desenlace del caso depende de varios factores: 1) Si el ex gobernador le estorba a Peña Nieto será encarcelado. 2) Si le es útil, el caso será archivado después del simulacro de investigación. 3) Si EPN es ajeno al caso, el ex gobernador comprará la sentencia. Hay que recordar que todo depende de los intereses personales de los involucrados y de la fuerza que quieran dar a la ley y a la justicia.
Eduardo Gabriel Suárez Pacheco /Aguascalientes
Para investigar el caso Granier a fondo van a nombrar una comisión,
mientras todos lo olvidan.
José A. Cervantes Pérez /Uruapan
Elegí la opción
es probable que termine en la cárcelporque no quiero mandar la señal de conformista (cualquiera de las otras dos opciones sería realista), para que
nuestrosfuncionarios sigan actuando con impunidad. Ya basta y exijamos el cumplimiento de la ley en estos casos. Nada más recordemos a los Moreira, Herrera; al mismo Peña, etcétera, que deberían estar encarcelados.
Carlos Juárez Vega /Distrito Federal
¿Qué se puede pensar de un amigazo de los más corruptos que están en la cúpula del poder? Van a encontrar cualquier excusa; si acaso castigarán a alguno de los funcionarios de más abajo, pero esta mafia del PRI es peor que cualquiera de las que existen en el mundo.
Natividad Bolaños Guerrero/Distrito Federal
El sistema priísta está diseñado para cubrir todos los robos y excesos; se basa en yo te cubro y tú me cubres. El mismo sistema fue copiado por los panistas de muy mala manera, pero sigue siendo el mismo, no pasará nada.
Jaime Rueda Velázquez /Cancún
Es claro que, como gobernador, tenía que ver con las cuestiones de dinero público, era su responsabilidad. Sin embargo, su situación va a depender de trafiques políticos más que de cuestiones jurídicas. Por cierto que sus presumidas vestimentas en estado de
mexicana alegríay posteriores disculpas hacen recordar al
milusossecretario actual de Educación, cuando bajo los efectos de
18 chinchonesdio luz verde a los acuerdos de San Andrés, hasta que su jefe Zedillo lo bajó de la nube.
Marcos David Arenas de la Rosa /Toluca
Creo que Granier no vale lo que cuesta y girarán orden de aprehensión en su contra, pero no lo buscarán, y, por lo mismo, no lo encontrarán.
Víctor Hugo Barreto Sánchez /Distrito Federal
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Al diablo las instituciones-Helguera
El fetichismo de la evaluación
Tatiana Coll*
Una maestra dijo al final de la reunión: “Yo he sido maestra durante casi 30 años, me he dedicado a mis niños, no falto a clases, les llevo libros y siempre busco materiales nuevos; me preocupo porque todos salgan adelante, y yo siempre pensé que podría tener una jubilación digna, pero ahora ni siquiera puedo aspirar a eso. Me retiran como un objeto inservible e indeseable…”
Sin embargo, por encima de las personas, prevalece en la SEP, organismos empresariales e instituciones diversas la llamada
cultura de la evaluación, impregnada en el lenguaje y el raciocinio educativo como el primer mandamiento eficientista, elevada a rango insustituible para
lograr la calidadal establecer instrumentos para medir y clasificar el desempeño de maestros y alumnos. La evaluación se ha convertido en un verdadero fetiche al cual le rinden culto un conjunto de instancias gubernamentales que definen el derrotero educativo.
Conacyt, Ceneval, Conaeva, Comipems, CIIES, DGEP-SEP, son algunas estructuras evaluadoras pobladas de expertos que nadie evalúa y que gastan una porción creciente del presupuesto educativo sin rendir cuentas, que definen los aspectos fundamentales de matriculación de estudiantes, de supuestos padrones de excelencia docente, de lineamientos y estándares para programas educativos, de instituciones y escuelas de calidad, que controlan finalmente todo el llamado financiamiento externo sujeto a evaluación, dejando prácticamente a las instituciones educativas lo relativo a nóminas y gastos corrientes. Dejando la noción de autonomía como membrete histórico.
Exani I y II, EGEL, ENLACE, Excale, PISA, TIMSS, LLCE, Evaluación Universal, Concurso de Oposición, son solamente algunas de las
evaluacionesmás conocidas nacionales e internacionales. Construidas todas bajo la misma lógica tecnicista, puesta en marcha por equipos internacionales que comparten y reproducen todo un bagaje cosificador
objetivoe instrumentalizante, especializado en volver medible numéricamente lo que en realidad es subjetivo, simbólico, valorativo, emocional, creativo y significativo: la construcción del conocimiento.
Como magistralmente recoge Hugo Aboites en su libro La medida de una nación, el origen de la seudociencia de la medición es Estados Unidos, donde desarrollaron desde principios del siglo XX una enorme cantidad de mediciones de todo tipo para encerrar al ser humano, con su pasión e inteligencia, en una ecuación matemática controlable. Los tests iniciaron su reinado y se han impuesto gracias a la visión mercantilizada de la educación que domina al mundo contemporáneo. Las personas y sus relaciones subjetivas, llenas de sentidos y motivaciones, desaparecen y se sustituyen por la regulación de compra-venta: se ofrece un servicio (educación, escuela, maestros) para una demanda (padres y alumnos), en esta ecuación mercantil es necesario medir la calidad. Así lo dice la Norma Oficial Mexicana de Calidad Educativa registrada como una precepto que regula un contrato mercantil sobre bases
científicas comprobables.
De esta forma se ha completado el ciclo que llevó a que las relaciones sociales educativas se transfiguren y aparezcan como relaciones entre cosas, dominadas por el binomio dinero-mercancía. El resultado del fetichismo es la apariencia de una relación directa entre las cosas y no las personas: las cosas (las
evaluaciones, instrumentos de medición y clasificación) sustituyen el papel subjetivo que corresponde a las personas (maestros y estudiantes) involucradas en el proceso (construcción del conocimiento, enseñanza aprendizaje) reduciéndolo a productos medibles (estándares y resultados). La apariencia de una relación entre cosas es lo que más valoran los expertos en su culto a la evaluación, pues creen que significa
objetividadde los instrumentos, validez y cientificidad de sus resultados o mediciones. En realidad es el problema más grave que conlleva, pues refleja un desprecio total a la complejidad de los verdaderos procesos educativos y las condiciones sociales en las que se despliegan.
Veneración y culto desproporcionado a las virtudes simbólicas de la
evaluaciónque hace que con estas pruebas adquieran aparentemente un valor propio independiente de sus productores y de sus grandes limitaciones. Este poder que obtienen sobre lo educativo, puesto que determinan matrículas, programas, estímulos y ahora ingreso y permanencia de los maestros, en realidad se circunscribe a una prueba estandarizada de
llenado de bolitas, totalmente arbitraria, limitada, que no arroja una verdadera valoración, plagada de numerosos errores y contradicciones. A pesar de que esta realidad se ha planteado constantemente, el gobierno insiste en imponer un mecanismo sin fundamento, injusto y reduccionista, ajeno a las realidades socio-educativas.
*Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional. Autora de El INEE y su dilema: evaluar para cuantificar y clasificar o para valorar y formar
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Apagones de moda-Fisgón
Calderón y la industria de desinformación
Enrique Calderón Alzati
A todos los casos conocidos de corrupción y enriquecimiento de gobernadores y políticos menores se ha sumado en días recientes el caso del ex gobernador de Tabasco Andrés Granier, de quien además de sus propias historias de complejos, exhibicionismo y extravagancias se ha publicado el hallazgo de una cantidad de dinero en efectivo que pareciera salida de las mil y una noches, en una residencia vinculada con uno de sus asistentes. Curiosamente, como en los casos anteriores, se trata de un ex gobernador perteneciente a las filas del PRI.
dejar hacer para poder serle permitió llegar al final de su mandato, si bien con el altísimo nivel de desprestigio conocido, pero sin que la sociedad se percatara del desbarajuste que había dejado y del cual cada día nos sorprendemos.
Si analizamos el proceso por el cual el presupuesto es distribuido cada año a los estados del país, nos encontramos que éste se inicia en el año anterior, con la definición del mismo que habrá de ser entregado a cada entidad a lo largo del año siguiente, el cual tiene especificado para qué se debe gastar, cómo pueden ser las obras de riego, la construcción de caminos, de hospitales, escuelas y obras urbanas de carácter público, así como para los gastos inherentes a la operación de los servicios educativos, de salud, de seguridad, de justicia, etcétera.
Estas cantidades no son discrecionales, sino que deben ser calculadas a partir de la cantidad de población que vive en cada entidad, a sus números de trabajadores, de estudiantes, de hogares, de hospitales y de las escuelas en operación; de la dimensiones de sus áreas agrícolas y de la longitud de sus carreteras, utilizando para ello fórmulas y criterios previamente establecidos.
Estos cálculos son realizados bajo la supervisión del Congreso de la Unión, tal como sucede en todas las naciones consideradas como estados soberanos, en los que, de acuerdo con las leyes establecidas para tal fin, los presupuestos establecidos no pueden cambiar en sus asignaciones ni pasar de un destino a otro, de manera que los montos asignados a una entidad y a una finalidad no pueden ser usados para algo diferente. Así, los recursos destinados a salud o a educación sólo pueden ser usados para esos fines.
Esto constituye uno de los elementos básicos de gobierno para lograr la justicia social; sin embargo, en la realidad las cosas funcionan de otras maneras, a partir de las triquiñuelas utilizadas por los funcionarios públicos. El caso más conocido es el del uso de los recursos destinado a fines sociales utilizados para la compra de votos en las campañas políticas; si una silla de ruedas, una estufa o una medicina pueden ser usadas para comprar votos, entonces todo se reduce a encontrar las partidas presupuestales adecuadas para que la compra de esos productos puedan ser válidas o aceptables como conceptos de gasto.
Las cosas, por lo que se ve, llegaron más lejos. ¿Qué partidas presupuestales pudieron ser utilizadas para justificar las compras absurdas de cientos de pares de zapatos para satisfacer las fantasías de un gobernador? Quizás las cosas se hicieron de otra manera, obteniendo facturas que hablaran de medicinas o de materiales de construcción en lugar de zapatos. Corresponde a oficinas del gobierno federal y del Congreso impedir que estos actos sean realizados; sin embargo, es claro que en los casos de Coahuila y de Tabasco nada de esto se hizo, como tampoco en otros estados, dejando que cada gobernador y sus séquitos respectivos dispusieran de los fondos recibidos de acuerdo con sus muy particulares intereses. Ello constituye la herencia de un gobierno federal carente de una visión de futuro y de compromiso con el bienestar del país.
Es claro, por otra parte, que los gobernadores y los presidentes municipales deban contar con partidas reservadas (desde luego razonables) para los gastos de protocolo, seguridad y representación; sin embargo, éstos han dado lugar también a excesos de otros tipos; un ejemplo importante que todo el tiempo viene a mi mente, pero especialmente cuando debo viajar por diferentes estados de la República. Me refiero a la existencia de periódicos locales, existentes por docenas en cada estado, supuestamente dedicados a informar localmente sobre el acontecer cotidiano local y nacional, pero que en realidad se dedican a exaltar sin pudor a los gobernantes locales, hablando de ellos como verdaderos enviados de los dioses, borrando toda la existencia de problemas debidos a la ineptitud, al desdén, a la desidia, a la corrupción de quienes ostentan los cargos públicos. ¿Cuál es la función social de estos medios de comunicación? Me atrevo a afirmar que ninguna. ¿Quién los compra? Por supuesto que nadie. ¿De qué se sostienen entonces? Del presupuesto público, de qué otra cosa.
De esta manera toda esta seudoindustria parásita y absolutamente inútil es financiada con recursos etiquetados para otros fines. Las cosas no han parado allí: en los últimos años del pasado régimen comenzaron a aparecer también en varios estados revistas por lo general ostentosas, dedicadas a presentar a los mismos gobernantes en actos sociales de promoción personal, constituyendo un nuevo tipo de dispendio de recursos en un país que no puede crecer ni aspirar a más por la pobreza de su gente y por la ausencia de servicios que los gobiernos de los estados no están en condiciones de poder sufragar.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
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