Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 2 de junio de 2013

George Clooney, el centinela satelital

George Clooney, el centinela satelital

Minas en Jebel ‘Amer, Sudan. Foto: DigitalGlobe
Minas en Jebel ‘Amer, Sudan.
Foto: DigitalGlobe
MÉXICO, D.F. (apro).- Los Zetas mexicanos son unas señoritas bien portadas en comparación con los Janjawid, señores de la guerra en Sudán, cuya misión, a decir de sus víctimas, es acabar con la población negra.
Además, el presidente de Sudán, Omar Al-Bashir, ya tiene una orden de captura internacional dictada por la Corte Penal Internacional con sede en La Haya. Se le acusa de crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y de genocidio.
Al día siguiente de enterarse de la orden de aprehensión, Al- Bashir expulsó de Sudán a 13 organizaciones no gubernamentales que brindaban ayuda a los cientos de miles de refugiados que sobreviven en condiciones inhumanas en campamentos. Para los periodistas no hay posibilidad ni siquiera de acercarse. Efectivamente, Sudán es un país violento.
Donde no hay testigos
El actor norteamericano George Clooney es un aguerrido defensor de los derechos humanos que ha tomado el caso de Sudán de manera muy personal y que, un buen día, junto al también activista John Prendergast, se le ocurrió convertirse en un “paparazzi” de los derechos humanos. La tecnología satelital permite tomar fotografías en aquellos lugares donde ni la prensa ni los defensores de los derechos humanos tienen acceso.
El proyecto Satellite Sentinel Project (SSP) lanzado por Clooney, Prendergast y la organización Enough, consiste en tomar fotografías, filmar y monitorear aldeas y campos de refugiados desde un satélite.
En Sudán hay dos zonas de crisis humanitaria: Darfur y las montañas de Nuba. La información que llega del satélite es analizada por académicos, juristas y activistas por los derechos humanos, que en este momento tienen su atención en las zonas de mayor ataque a la población.
La información sirve también para lanzar alertas y que la población pueda ponerse a salvo, como si se tratara de una alerta contra tsunami.
La página del SSP por sus siglas en inglés es: http://www.satsentinel.org.
El Satellite Sentinel Project ha documentado todo tipo de ataques a la población y ha servido para encontrar fosas llenas de muertos.
Cualquier persona del planeta puede colaborar con fotos, donaciones, análisis o activismo político. La información se difunde también por Facebook y Twitter.
Primero Darfur, ahora las montañas de Nuba
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos han documentado a lo largo de las últimas décadas que en Sudán se practica la esclavitud, el enrolamiento forzoso de niños, las violaciones como arma de guerra y el genocidio. Las políticas y campañas armadas gubernamentales sudanesas pretenden ejecutar una “limpieza étnica” y borrar del mapa al pueblo Nuba.
La guerra entre el Ejército Regular Sudanés, las Fuerzas Populares de Defensa, las milicias fieles al gobierno de Jartum y el Ejército Popular de Liberación Popular ha dejado desde 2003 casi dos millones de muertos. La lucha por el control de los grandes recursos naturales se adereza con conflictos religiosos entre los musulmanes del norte y los cristianos chamanistas del sur, además de epidemias y hambrunas.
La erosión y la sobreexplotación han dejado yerma la tierra de grandes extensiones del norte de Sudán, por lo que las fértiles tierras de la región del Kordofán, en la parte central del país, son violentamente disputadas.
Los nuba viven como en el neolítico y son sedentarios; la guerra les ha destruido todo y son literalmente cazados. Los atacantes enviados desde Jartum practican la política de tierra arrasada. Aldea por aldea es convertida en cenizas sistemáticamente.
Para colmo de males, las aldeas de los nubas están sobre yacimientos de petróleo. La gente estorba, hay que deshacerse de ella.
Las montañas Nuba son el hogar de la mayor parte de la población cristiana, animista y negra de Sudán.
En marzo de 2013, la ONU anunció que las fotografías y la información satelital de Clooney serán utilizadas como evidencia de que existen campos de prisioneros sometidos a trabajos forzados.
Los participantes del proyecto centinela satelital
Los satélites que captan tales imágenes están a 50 mil metros de altura.
Google, que se ha convertido en participante, utiliza su sistema de mapeo, de gran utilidad para ubicar a los actores de este drama y avisar a la gente por dónde andan los victimarios. Esa información, como las alarmas de tsunami, sirve para ganar un poco de tiempo, una minúscula ventaja para que la gente se refugie, se esconda.
Desde junio de 2012, la Universidad de Harvard también colabora en el proyecto. El grupo The Harvard Humanitarian Initiative sigue paso a paso y documenta las violaciones de los derechos humanos en tiempo real.
La ONU tiene un programa de seguimiento y mapeo satelital llamado Unitar’s Operational Satellite Applications Programme, mejor conocido como Unosat, que se utiliza para catástrofes naturales como inundaciones, deslaves, erupciones volcánicas y, a partir de la iniciativa de George Clooney, se usa también para crisis humanitarias como en Sudán y Siria.
Los gobiernos de las potencias usan la información obtenida vía satélite con fines militares; lo novedoso es que ahora se use en la búsqueda de la paz y de los derechos humanos, que esté en manos de civiles y que cualquiera tenga acceso a esos datos en tiempo real.
Unosat es la principal herramienta en la maestría en Acción Humanitaria que ofrece la Universidad de Ginebra, Suiza.
Actualmente, la ONU lo utiliza para hacer el mapeo y el análisis de los enfrentamientos entre rebeldes y el ejército Sirio. Incluso hay una aplicación para iPhones que se puede descargar gratuitamente. Con eso, el usuario puede obtener información de una zona de desastre y también puede contribuir con fotos e información como si se tratase de un reportero.
La dirección en internet del sitio de UNOSAT es https://asign.cern.ch.
Un espía de película
“No hay que dejar de presionar; hay que llevar los reflectores donde son necesarios”, afirma Clooney en cada entrevista. Él explota su fama y popularidad para costear el proyecto satelital que cuesta, según datos de Los Angeles Times Magazine, dos millones de dólares al año.
El proyecto Centinela Satelital cuenta con el apoyo de la organización, Enough (‘suficiente’ o ‘basta’, en español) y el grupo No en nuestro nombre, fundado por los actores Matt Damon, Brad Pitt, Don Cheadle, Jerry Weintraub.
Ahora bien, pagar un satélite no es barato. Así que George Clooney va por el mundo ofreciendo conferencias y organizando colectas para pagar el costo del satélite. “La mayor parte de las veces la gente quiere que hable de películas. No importa lo que quieran oír, el tema es lo de menos, sino el financiamiento”, dijo el actor a John Horn, de LA Times Magazine, en diciembre del 2011. “Los reflectores no deben enfocarse en la alfombra roja sino en cosas importantes”, remató el galán de 51 años de edad.
Según LA Times, gracias al proyecto Centinela satelital se descubrieron, en agosto de 2011, varias fosas comunes; en octubre del mismo año se reveló que la policía de Sudán central cometió varios crímenes de guerra cerca del campamento de la ONU.
El 16 de marzo de 2012, George Clooney; su padre, el periodista Nick Clooney, el nieto de Martin Luther King y varias personalidades más fueron arrestadas en Washington por manifestarse frente a la embajada de Sudán. Ellos acusaron al gobierno de Omar Al-Bashir de causar una de las crisis humanitarias más graves del planeta al dirigir ataques constantes y sistemáticos en contra de la población y de bloquear el acceso a comida y ayuda médica en las montañas de Nuba, en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur.
Al-Bashir es responsable del primer genocidio del siglo XXI, según sus detractores.
Los Nuba quedaron del lado equivocado
Cuando Sudán de Sur se separó de Sudán (julio de 2011), los nuba, que apoyaron a los independentistas, quedaron fuera de las negociaciones y, al fijarse las nuevas fronteras, quedaron del lado de Sudán. La venganza del gobierno de Jartum llegó con toda brutalidad. Algunos nuba se armaron y hay constantes enfrentamientos con las tropas gubernamentales de Jartum.
Jartum exige enormes sumas de dinero al gobierno sursudanés por usar los oleoductos y transportar petróleo del sur al norte. Sudán del Sur, en respuesta, paralizó la producción de petróleo.
El pleito por el petróleo representa una amenaza de guerra entre Sudán y Sudán del Sur.
Pero, para colmo de males, también hay oro. El martes 9 de mayo de 2013, la página del centinela satelital publicó una acusación al gobierno de Jartum haciéndolo responsable de las masacres en Darfur. La organización Enough niega la versión oficial de Jartum, de que la violencia es provocada por conflictos interétnicos. “No, el interés del gobierno de Al-Bashir es el absoluto control de los yacimientos de oro”, afirma Askahya Kumar, investigadora de la universidad de Columbia y especialista en Sudán. Los yacimientos de oro fueron descubiertos de Darfur en 2010.
Protagonistas por segunda vez
George Clooney es el segundo hombre de cine que se acerca a los nuba. La primera fue la directora de cine de propaganda nazi Leni Riefenstahl. Ella estuvo entre los nuba de 1962 a 1977. Vivió con ellos y los filmó. Sus trabajos son de un gran valor histórico, antropológico y etnológico.
La cineasta alemana, nacida en 1906, saltó a la fama con el documental de propaganda nazi El triunfo de la voluntad, sobre el congreso del Partido Nacional Socialista en 1934. Otro de sus notables documentales fue Olimpia, sobre los Juegos Olímpicos en la Alemania nazi en 1938.
A terminar la Segunda Guerra Mundial, Leni Rienfenstahl se salvó de ser enjuiciada. Siguió con la fotografía y fue pionera en la filmación submarina. A los 97 años se fue a Sudán a fotografiar a los nubios. Regresó a la región en plena guerra y el helicóptero en el que tuvo que huir se estrelló. Nadie murió. Leni se rompió varias costillas y tras su recuperación siguió viajando y filmando. Murió a los 101 años de edad.

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