Astillero
Químico expiatorio
Venganzas grupales
Otros, tan campantes
ABC: cuatro años
Julio Hernández López
BRINDIS. El presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, durante la cena que ofrecieron anoche al presidente de China, Xi Jinping, en Palacio Nacional
Foto Francisco Olvera
El PRI se ha ido desmarcando con claridad del ex gobernador Andrés Granier (AG), en un proceso que parecería augurar su detención y procesamiento a causa de los graves daños que desde el poder provocó al erario y a la sociedad de Tabasco. Plausible sería una nueva etapa del partido que está de regreso en el poder federal si ella significara repudio y castigo a quienes llegados a puestos de mando han abusado de manera criminal al apropiarse de los fondos públicos. Una postura así, firme y generalizada, daría sustento a las proclamas de un nuevo PRI y ayudaría a la actual administración federal a demostrar espíritu de cambio.
Sin embargo (y señalando la posibilidad de que el jaleo no lleve en lo inmediato al encarcelamiento de AG, sino a la expulsión del padrón priísta y otras sanciones menores), el afilar de cuchillos hacia el trópico tiene fundados visos de encaminarse a una maniobra más de propaganda a favor del gobierno federal (y, en especial, de quien lo encabeza) y a un proyecto de reconstitución electoral del priísmo en Tabasco a partir del sacrificio no tanto de una pieza podrida (pues si tal fuera el criterio sería difícil que los eventuales verdugos no alcanzaran calificación parecida a las de sus circunstanciales víctimas), sino de un correligionario caído en desgracia frente a los nuevos poderosos.
El químico Andrés Granier, como es sabido, resistió cuanto pudo frente al imperioso deseo central de imponer como candidato priísta a gobernador a Jesús Alí de la Torre, impulsado por los hermanos Neme, que son el referente tabasqueño de la nueva distribución regional del poder político según Peña Nieto (ya en anterior columna, http://bit.ly/16Ikqna, se explicaron aquí las cercanías entre Benito, quien fue abogado electoral de la campaña presidencial de EPN –compadre, además– y ahora es director de la enorme caja chica llamada Caminos y Puentes Federales, mientras Salvador es secretario de seguridad ciudadana en el protectorado conocido como estado de México).
Aun cuando el pleito interno pareció amainar luego que el favorito de Neme, Luis Felipe Graham, fue postulado para presidir el municipio de Centro, que incluye Villahermosa, en el curso de la campaña tabasqueña el peñismo se siguió quejando de que el reacio Neme no apoyaba de verdad a Alí y cuando el lopezobradorismo hizo ganar a Arturo Núñez, en la capital del país se etiquetó a Granier como el gran responsable de la derrota del PRI, aunque los estrategas del peñismo tampoco hicieron nada para impugnar el insólito triunfo opositor, en un desenlace rápido y sin furia, ajeno a las tradiciones de rijosidad electoral de la región.
Para contrastar las previsibles cataratas de propaganda mediática que se desatarán si Los Pinos permite el encarcelamiento de un ex gobernador priísta acusado de ladrón (oh: insólito, inauguración de una nueva época, éste es el verdadero nuevo PRI, sólo se asombran los que no conocen a Peña Nieto, etcétera) o le quitan la militancia partidista y lo convierten en ejemplar perseguido temporal, bastaría con ver el elenco que impulsa el ajusticiamiento y que se sentiría
depuradocon la ofrenda expiatoria. El propio jefe grupal se hizo del poder pinolero mediante el aprovechamiento de ríos de dinero que en buena parte provenían de tesorerías de una suerte de sindicato de gobernadores que apoyó la precampaña y la campaña presidenciales y que hoy gozan de plena impunidad a pesar de su bien ganada mala fama pública y de las constantes acusaciones en su contra.
Granier se equivocó y por ello está rumbo a la guillotina, pero quienes sí atinaron al comprar los boletos adecuados para la rifa sexenal siguen intocados y en algunos casos con notable promoción: gobernadores y ex gobernadores tan campantes como los Yarrington y Hernández en Tamaulipas (y actualmente Egidio Torre, con sus refrescos de dieta llevados servicialmente por la Marina), Ortega en Yucatán, Herrera en Veracruz (y su comisionado actual, Javier Duarte), Murat y Ulises Ruiz en Oaxaca, los Moreira en Coahuila, Medina y González Parás en Nuevo León, González Canto y ahora Roberto Borge en Quintana Roo, solamente por citar de botepronto algunos apellidos protegidos.
La voz de arranque del plan contra el
traidorGranier fue dada ni más ni menos que por Roberto Madrazo (uno de los miembros predilectos del Grupo Atlacomulco, largamente cobijado por el profesor Carlos Hank), quien con tonos concertados se lanzó contra el químico expiatorio, demandando su expulsión, lo que horas más tarde fue retomado por César Camacho, el vocero de Los Pinos en el comité nacional priísta. Así que, si de pronto se desata la vocinglería anunciando el advenimiento del
nuevo PRIy elogiando la valentía y la decisión de Peña Nieto: ojo, mucho ojo, y a contárselo a quien no se quiera quedar en las apariencias.
Hoy, en diferentes partes del país se recordará activamente uno de los episodios más lamentables de la historia trágica de los años recientes. Cuando los historiadores repasen la etapa negra que se desarrolló durante el calderonismo habrá episodios que a los lectores de esos tiempos futuros parecerán increíbles, entre otras cosas por la impunidad en que se pudieron mantener los culpables de esas desgracias y por la reacción social mayoritaria que fue tibia, indolente y a veces cínica, inhumana y falta de valores cívicos.
La muerte de 49 niños en una guardería gubernamental debió haber provocado una crisis nacional que hubiese obligado a cambios de funcionarios y, sobre todo, de rumbo en el país. Pero esas y otras tragedias fueron vistas por muchos a la distancia, como parte de un México que les fuera ajeno. La denuncia y la exigencia de justicia, por fortuna, subsisten. Familiares de los pequeños muertos y ciudadanos de origen diverso siguen en pie de lucha, como hoy se verá en todo el país. El ex gobernador Eduardo Bours y sus protegidos, los familiares de Margarita Zavala, el solapador Felipe Calderón y el mal gobierno del panista Guillermo Padrés (el ganador electoral) merecen castigo, y las familias y la memoria de esos niños, justicia. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
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FUENTE: LA JORNADA OPINION
Hablan las víctimas-Helguera
Régimen fiscal: subsidio a los ricos
La empresa constructora Grupo Mexicano de Desarrollo anunció la liquidación de la totalidad de sus créditos fiscales tras acogerse a un programa de condonación fiscal y pagar 163.1 millones de pesos. Aunque la compañía omitió informar el monto total de sus adeudos impositivos, es factible suponer que éstos podrían ascender a cuatro o cinco veces la cantidad liquidada al fisco, habida cuenta de las reglas de operación aplicadas para casos similares.
Otro caso significativo es la decisión de gravar con 5 por ciento el producto de la venta de Grupo Modelo a la firma estadunidense Anheuser-Busch, operación valuada en más de 20 mil millones de dólares y que, sin embargo, reportará a las arcas públicas un ingreso por poco más de 4 mil millones de pesos. Es inevitable contrastar el gravamen establecido para dicha operación con la tasa impositiva –de 30 por ciento– que regularmente pagan las empresas del país por concepto de impuesto sobre la renta.
Los hechos que se comentan dan cuenta, desde distintas perspectivas, del carácter proempresarial del grupo que ostenta el poder público, así como de un sistema recaudatorio que acusa un favoritismo estructural hacia los ricos.
En efecto, los programas de condonación parecen limitados a los grandes magnates nacionales y extranjeros y a sus consorcios, quienes cuentan con los ejércitos jurídicos y contables necesarios para acceder a esos beneficios, y contrasta con el terrorismo fiscal que padecen los asalariados y las micro y pequeñas empresas. El sistema tributario hace impensable que un consumidor pueda eludir el pago del IVA en sus compras en el comercio formal, pero nada impide que un solo contribuyente pueda acceder a miles de millones de pesos en créditos fiscales. Los causantes cautivos y los profesionistas que cobran por honorarios pueden enfrentarse a un infierno fiscal y jurídico por simples errores contables e irregularidades menores en el manejo de sus archivos. Pero las grandes instituciones financieras del país, los principales corporativos empresariales y las empresas televisivas que dominan el mercado pueden darse el lujo de pagar sus impuestos en forma diferida y hasta de legalizar sus evasiones.
La circunstancia descrita resulta tanto más insultante en un escenario en que persisten grandes rezagos económicos, sociales e institucionales, en buena medida atribuidos por el discurso oficial a la insuficiencia de recursos públicos, en general, y de ingresos fiscales en particular. Cabe suponer que los recursos que dejan de ingresar al fisco a consecuencia de mecanismos como los referidos resultarían sumamente útiles para poner en marcha la reactivación del campo, para generar empleos y construir infraestructura, para edificar escuelas, hospitales, refinerías y para financiar verdaderas políticas de desarrollo social.
A la vista de las irregularidades referidas y de la masiva inmoralidad que dejan entrever, es razonable pensar que para enderezar las finanzas públicas del país bastaría con que en las filas de la administración pública se combatiera la corrupción y el dispendio y que las autoridades fiscales se desempeñaran con un mínimo de equidad y transparencia en el cobro de impuestos. En todo caso, una reforma en ese campo debiera estar orientada a simplificar los trámites fiscales, a efecto de permitir que todos los contribuyentes puedan gozar de los beneficios en la materia, y a frenar el saqueo de recursos públicos puesto en práctica por los grandes consorcios.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Tan azules-Fisgón
La persistente sinrazón
Luis Linares Zapata
Los bríos de la nueva administración no menguan en perseguir un modelo caduco a pesar de ya sufrir varios encontronazos con la realidad. Ni bien se apoltronaban los nuevos funcionarios en sus cómodas oficinas, cuando algunas de las muchas rebeldías que plagan el país se les cruzaron de frente. Todavía sonaban en el aire los aplausos, parabienes y augurios de eficiencias instantáneas, cuando irrumpieron, con disonancias ríspidas, férreas oposiciones provenientes desde la mera base de la sociedad. Los soberbios arrestos autoritarios de un inicio se han ido apagando para bien de la tranquilidad de muchos. Pero la persistencia en la sinrazón de los dictados del acuerdo de Washington la traen estampada en la conciencia y los intereses. La cotidiana y verbosa narrativa oficial no cesa su desgrane en cuanta tribuna tiene a su alcance y que son muchas, muchísimas. Pero la duda sobre las presumidas capacidades de conducción, y el trasteo concomitante, surge y se esparce por todos lados.
El problema nacional no es de productividad, no al menos como causal solitaria del raquítico crecimiento y nulo desarrollo. La caída en productividad es una resultante de la baja inversión, pública y privada, que ya cuenta los decenios. Es una resultante de la inexistente creación de ciencia aplicada (tecnología) de la escasa capacitación laboral, de la poca mejoría en la capacidad de gestión y organizativa de las empresas. Pero, más al inicio aún, la productividad se incuba y florece cuando hay un reparto equitativo de la riqueza generada, por mínima que esta sea. La fuga de las utilidades acumuladas hacia la especulación, libre de impuestos además, ha sido monstruosa. Casi 8 billones de pesos, 48 por ciento del PIB, en manos de unos 250 mil cuentahabientes.
Los sucesivos enredos que han proseguido, en cuanto a los preparativos para legislar en materia política y procesos electorales en preciso, no hacen sino complicar el panorama actual. Los aires reformistas se apelmazan, mientras la economía languidece de manera acelerada. Los planteamientos diplomáticos, por ejemplo, ocurren sin concierto y sin la debida discusión interna. Se quiere retomar el ánimo latinoamericanista y, a continuación, se apoya una alianza con naciones de claro corte conservador, como Colombia, Perú y Chile, que sufren serios desgarres a su interior. Naciones que han ido aislándose del concierto progresista sudamericano. Países que tienden a subordinarse con los intereses hegemónicos estadunidenses y que parecen dirigidos a dividir y no a balancear, menos a reforzar independencias. La adhesión a la estrategia de Estados Unidos para aislar a China no trabaja en bien del interés nacional, como bien lo han mostrado varios analistas especializados (Eduardo Navarrete). En fin, este semestre bajo el nuevo PRI ha resultado harto deficiente, por decir lo menos.
Pero lo que sí preocupa emana de los datos que ha publicado el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social acerca del deterioro acelerado de los ingresos de los mexicanos. Perder 8 por ciento de poder adquisitivo en escasos tres meses de 2013 no hace sino confirmar el devastador efecto de las políticas públicas sometidas al modelo vigente. Y eso que las consecuencias de la pasada reforma laboral todavía no impactan de lleno la anunciada precarización de los trabajadores. Productividad entonces pasa a significar la continuidad del sacrificio de enteras generaciones de mexicanos, pobreza extrema, aumento en la cabalgante informalidad, delincuencia o el exilio forzado. Hacia allá se dirige el conservador y sometido priísmo de nuevo cuño.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Cuatro años después-Hernández
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