Bajo la lupa
Los viajes cruzados de Obama/Joe Biden y el mandarín Xi a América Latina y el Caribe
Alfredo Jalife-Rahme
El presidente estadunidense, Barack Obama, dirige una palabras a estudiantes universitarios, el viernes pasado en la Casa Blanca
Foto Xinhua
Las relaciones en el incipiente orden multipolar son muy complejas y nada lineales, como exhibió la visita del primer indio Manmohan Singh a Japón inmediatamente después al reciente viaje de su homólogo chino, Li Keqiang, a Nueva Delhi, lo cual valió una advertencia de Liu Zongyi, investigador de los Institutos de Estudios Internacionales de Shanghai ( Global Times, 30/5/13). Éste considera que el acercamiento de India con Japón forma parte de su política
mirar al Este, que los académicos indios admiten que China es uno de sus objetivos.
La diplomacia china está muy activa con visitas del premier Li a India, Pakistán, Suiza y Alemania (Bajo la Lupa, 22/5/13)que no han sido todas color rosa, como en Alemania, donde el ofuscado premier chino emitió un
diáfano y fuerte mensaje a Europa: más cooperación, menos proteccionismo(Xinhua, 28/5/13), en referencia a la investigación comercial de los productos de telecomunicaciones móviles chinos y las tarifas punitivas a sus paneles solares, en los que están en juego miles de millones de dólares de exportaciones de Pekín que ponen en riesgo miles de empleos.
Mientras Li regresaba a casa luego de su travesía de altibajos, el presidente Xi Jinping emprendía un periplo al continente americano, posiblemente, para romper el cerco de la Alianza del Pacífico, hija putativa del ALCA, promovida por Estados Unidos (EU). Los nuevos vectores de la geopolítica cruzan por América Latina (AL), objeto de la inusitada seducción simultánea de EU y China.
Tras la visita de Obama a México y a Costa Rica (donde se reunió con los presidentes de SICA), el vicepresidente Joe Biden emprendió otra gira inmediata a Colombia, Trinidad y Tobago (donde se reunió con los miembros del Caricom) y Brasil, con antelación al primer periplo del mandarín Xi a Trinidad y Tobago, Costa Rica y México, que concluirá en una cumbre informal con Obama en California.
Llama la atención el traslape de las visitas estadunidenses y chinas a Trinidad y Tobago (potencia gasera del Caribe), Costa Rica (único país centroamericano que tiene relaciones con China) y México, primera frontera del
patio traserode EU.
Tanto Barack Obama como Joe Biden no han ocultado que su ofensiva diplomática promueve la seguridad energética y el mercantilismo.
La nueva seducción de AL por EU es bidireccional: dos miembros de la pro estadunidense Alianza del Pacífico, Ollanta Humala, de Perú, y Sebastián Piñera, de Chile, acudirán próximamente a la Casa Blanca, mientras Biden anunció la visita de Dilma Rousseff a Washington en octubre: primera entrevista de un líder brasileño a EU en casi dos décadas. Las áreas de cooperación de EU y Brasil, enunciadas por Biden, se concentrarían en biocombustibles, aviación y energía cuando su comercio de alrededor de 100 mil millones de dólares puede crecer hasta 500 mil millones, curiosamente, con la contraparte de cuantiosas inversiones de Brasil en EU.
Joshua Goodman, muy cercano a Israel (Bloomberg, 29/5/13), asevera que
Biden rodea a Xi mientras EU compite con China por los lazos con AL, lo cual traduce que
las materias primas de AL y su creciente clase media la hacen atractiva como socio comercial de las principales dos economías mundiales.
Goodman cita a Kevin Gallagher, economista de la Universidad de Boston (autor de El dragón en la recámara), quien expone que la política de EU de implementar tratados de libre comercio ha sido controvertida. ¿ Remember la fracasada ALCA bushiano-foxiana, cuya capital operativa era Miami?
El grave error de EU ha sido desear imponer la atroz miamización de AL mediante el bushismo bélico de Florida con Roger Noriega, Otto Reich, Mario Díaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen, Marco Rubio y su tóxico portavoz propagandístico The Miami Herald: todos bajo la protección del manto envenenado de Jeb Bush.
Evan Ellis, profesor de la Universidad de Defensa Nacional en Washington, aduce que la visita de Xi al inicio de su presidencia a AL y el Caribe refleja la creciente confianza del liderazgo chino que prosigue sus intereses estratégicos sin preocuparse de la reacción de EU, cuyo secretario de Estado, John Kerry, declaró nostálgicamente con desusado ímpetu neomonroísta que AL es el
patio trasero de EU( Pravda, 23/4/13). En Trinidad y Tobago, Xi se reunirá con otros países caribeños que incluyen Barbados, Bahamas, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Surinam y Antigua y Barbuda.
Yang Qingchuan –Xinhua, 31/5/13– aduce que el itinerario de Xi a América
muestra un abordaje equilibradohacia los países desarrollados y en vías de desarrollo, así como un estilo de
diplomacia innovativa (sic)del nuevo liderazgo chino. Considera que la visita de Xi
no tiene precedentes en su itinerario y en otros arreglos, y
en lugar de competir con los otros poderes mundialespor
esferas de influencia, Pekín busca una
cooperación pragmática para el beneficio mutuo en la construcción de sus relaciones con los países de AL, lo cual conduce a la estabilidad social (sic) de la región y a su crecimiento económico.
A juicio de Yang, la cosmogonía de Xi mostrará en el Caribe y en AL que
prefiere la prosperidad común en lugar de las anacrónicas alianzas. Yang apunta que las relaciones de China con AL
han entrado ya en el carril del crecimiento rápido con un incremento de 100 veces (¡supersic!) en el comercio bilateral desde 1990, cuando China se ha convertido en el segundo mayor socio comercial de la región. Por lo pronto, China ha desplazado a EU como el principal socio comercial de Brasil (alimentos y hierro) y Chile (cobre). Ya había destacado en mi libro China irrumpe en AL: ¿dragón o panda? (Editorial Orfila, 2012), las crecientes inversiones financieras de Pekín en la región.
Según Yang, la cumbre de Xi y Obama en California tendrá en la agenda de discusión
urgentes temas como los recientes desafíos en la región Asia-Pacífico, sin dejar de lado la edificación de un
nuevo tipo de relaciones entre dos potencias, cuando
Washington teme que su estatuto global sea eclipsado, mientras Pekín siempre se pregunta el verdadero propósito de la doctrina Obama y de su
pivote asiáticoy su
requilibrio. No sólo de comercio
aculturalviven los humanos y seduce la primacía del ámbito civilizatorio esbozado por China en sus relaciones multivectoriales en el planeta –ingratamente descuidado por el “México neoliberal itamita”– cuando Xi visitará las magnificentes ruinas mayas de Chichén Itzá para establecer un
diálogo de civilizacionescon el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello, quien tendrá la oportunidad dorada de forjar un nuevo tipo de creativa colaboración regional con Pekín que vaya más allá de la vulgaridad mercantilista mediante un nuevo tipo de interacción más intensa y perdurable: el
poder cultural, atributo genuino de China y México, por encima de otros competidores
barbáricosdel
choque de civilizacionesque se epitomiza en la miamización de AL.
Twitter: @AlfredoJalife
Europa: la miopía de la troika
Diversas movilizaciones sociales se dieron cita ayer en varias ciudades de Europa, principalmente en España, Portugal y Alemania, para protestar por los programas de choque que están siendo aplicados por los gobiernos del viejo continente. Mientras que los dos países que comparten la península ibérica han sido desde hace meses –junto con Grecia– escenarios principales del descontento social causado por las directrices económicas que la Unión Europea ha impuesto a cuatro de sus socios, en la jornada de ayer llamó la atención la movilización desarrollada en Frankfurt, la capital financiera alemana, no sólo por el número y la diversidad de los participantes que convocó –unos 15 mil, provenientes de una decena de naciones–, sino porque es la sede de uno de los principales integrantes de la troika –el Banco Central Europeo–, lo que hizo que la protesta referida adquiriera relevancia simbólica particular.
Para los países del sur de Europa, como España, Portugal y Grecia, la prolongada crisis económica ha terminado por hacer evidentes las desventajas de pertenecer a la Unión Europea, una adhesión que hasta hace unos años era vista como sinónimo de desarrollo político, económico y social, y que hoy muestra sus caras más amargas: el desvanecimiento de las soberanías nacionales en materia de manejo de la economía, la exhibición de gobiernos dispuestos a acatar las directrices impuestas desde Bruselas y desde Berlín y a sacrificar, en nombre de la estabilidad y el crecimiento, a la gran mayoría de la población, y el avance de procesos de deterioro institucional y moral y de devaluación humana hasta hace poco insospechados. Un ejemplo claro de esto último es la solicitud, formulada la víspera por el gobernador del Banco de España, Luis Linde de Castro, de eliminar el salario mínimo, avalar las contrataciones al margen de los contratos colectivos y aumentar la edad de jubilación, todo ello con el supuesto fin de facilitar la contratación y la generación de empleos.
Las estrategias anticrisis europeas, en suma, constituyen un ejemplo de miopía monumental, por cuanto promueven el avance de espirales recesivas en los países con dificultades económicas; frenan, en consecuencia, el crecimiento del conjunto de los integrantes del conglomerado de naciones y alimentan el riesgo de poner al mundo en la perspectiva de una nueva depresión global de consecuencias sociales y políticas impredecibles. En ese sentido, resulta alentador que las ciudadanías de los países europeos compartan, como lo demostraron ayer, preocupación y lucidez respecto de las raíces del problema y de los principales responsables de su agudización. Pero es desolador que las autoridades nacionales y continentales no puedan hacer otro tanto y que expongan un desfase y un rezago preocupantes respecto de sus poblaciones.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Los gobiernos
progresistasy los trabajadores
Guillermo Almeyra
El caso boliviano. Hay gente para la cual el gobierno
progresista–o seudo
socialista– es el sujeto del cambio revolucionario independentista, descolonizador, democrático y social, que es la condición indispensable para salir del atraso y la dependencia. Esos gobiernos son, para ellos y por definición, infalibles y la única medida de lo que se puede hacer y del más sano realismo. Por lo tanto creen o fingen creer que toda oposición a esos gobiernos proviene de la oligarquía y del imperialismo o es
funcional(eso dicen) a esas fuerzas, incluso cuando esa oposición viene de la izquierda y de un sector de los trabajadores. Para esa gente, puesto que el gobierno es
popular, las huelgas de un sector
del pueblodeben ser prohibidas y sólo se explican por las maniobras de los agentes del imperialismo y del gran capital. En aplicación de ese silogismo reaccionario y falso, en los primeros gobiernos de Perón las huelgas eran reprimidas a palos y con encarcelamientos masivos y en la Constitución peronista de 1949 se eliminó el derecho de huelga; en Cuba no hay huelgas (como tampoco las había en la Unión Soviética); en China son ilegales; en Venezuela muchas grandes huelgas han sido reprimidas, y en Bolivia, cuyo presidente es un ex combativo dirigente sindical, el gobierno sostiene que la de la Central Obrera Boliviana (COB) fue fomentada por la reacción (la cual efectivamente trató de sacar provecho de ella, pero no la provocó).
síndrome del pesero(y por consiguiente acata el cartelito que reza
No molestar al que conduce, aunque lleve a todos a un barranco) cree que las 600 mil personas que, después de sufragar por Chávez no votaron por Maduro sino por Capriles, son
desagradecidas. O se preguntan qué clase de obreros son los mineros bolivianos porque la COB construye un partido independiente del gobierno y crítico frente al mismo, justamente ahora, cuando
el conductoral que reputan infalible es un indígena y sindicalista, y no durante el gobierno del capitalista más rico de Bolivia.
No les pasa por la cabeza que en la oposición al gobierno del agente del imperialismo, los mineros y los demás miembros de la COB estaban unidos con todos los otros movimientos sociales que crearon, precisamente, un Instrumento Político de los Trabajadores que después hizo suya la sigla del Movimiento al Socialismo (MAS). Tampoco que el MAS se convirtió en instrumento burocratizado integrado en los ministerios y el parlamento de un Estado que busca el desarrollo capitalista de Bolivia mediante una política extractivista. No se les ocurre pensar por qué los gobiernos que apoyan están perdiendo votos que antes los apoyaban. Ni ven que el gobierno, con fuerte apoyo mayoritario, campesino, al mismo tiempo moviliza y controla a los trabajadores del campo, las minas y la ciudad, para contrarrestar la oposición del imperialismo y de las viejas clases dirigentes, que quieren derribarlo porque, al perseguir como objetivo un
capitalismo andino, nacional y nacionalista, no sirve a los intereses ni de Washington ni de los oligarcas.
Ignoran asimismo el debate de Lenin (contra Trotsky) en defensa de la independencia de los sindicatos y de las huelgas con el argumento contundente de que el Estado
obreroseguía funcionando como capitalismo de Estado y los obreros tenían que defender sus derechos propios frente al Estado patrón, que mantenía en régimen salarial de explotación. Por último, tampoco se les ocurre que en Venezuela sectores de los trabajadores, que confiaban en Chávez no confíen en los funcionarios chavistas y menos aun que protesten, sin ser por eso contrarrevolucionarios, por la escasez de productos esenciales, la violencia y la inflación que les reduce sus salarios (todo lo cual es producto del sabotaje de la gran burguesía, pero también de la boliburguesía y muchas veces de la ineptitud y corrupción de la burocracia gubernamental). O que en Bolivia, además de una oposición de derecha, pueda existir una oposición de izquierda (buena o mala, esa es otra cosa) que trata de construirse en torno a la COB. Para ellos, los indígenas de Oriente que tratan de defender el bosque del cual viven son maniobrados por las ONG que, según ellos, son simples instrumentos del imperialismo y los problemas con el gobierno surgen de eso y no de la violación de la Constitución, de la falta de consulta a las regiones autónomas indígenas, del jacobinismo autoritario y centralizador.
En mis artículos sobre Bolivia dije que las reivindicaciones de la COB y de los mineros eran corporativas y no tenían en cuenta sino sus propios intereses y no a los demás trabajadores del campo y de la ciudad. También que la ultraizquierda, sobre todo entre los maestros, trataba de forzar la caída del gobierno, sin darse cuenta –o sin importarle– que hoy el mismo, si cayese, sería reemplazado por la derecha, no por la izquierda.
Estoy lejos de creer que los obreros siempre tienen razón. El sindicalismo estrecho (reformismo dentro del sistema capitalista, que el sindicato no pone en cuestión) y el corporativismo, suelen ser males de las organizaciones de trabajadores y éstos, individualmente, están sometidos a la cultura capitalista imperante e incluso pueden ser machistas, borrachos, rompehuelgas, individualistas y todo lo que se quiera. Pero eso no significa ni que la conciencia revolucionaria pueda venir de los campesinos, como sostienen algunos espontaneístas o afirmaba Mao, ni que los obreros deban disolverse en el
FUENTE: LA JORNADA OPINION
pueblo, ya que las clases no existirían, como dice Ernesto Laclau, el teórico del gobierno kirchnerista argentino y de otros gobiernos
progresistas, ni mucho menos aún que dichos gobiernos, empeñados en mejorar el capitalismo, sean los educadores y organizadores en la lucha por la liberación nacional y social y los infalibles conductores de peseros a los que no hay que molestar.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
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