Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 1 de agosto de 2013

Ese IFE ya no sirve; y Leonardo y los suyos, a juicio político

Ese IFE ya no sirve; y Leonardo y los suyos, a juicio político


El presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita, y quienes lo han seguido en dictámenes colegiados por decisiones mayoritarias, son como todos los integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF): servidores de sus propios intereses con criterios de plutocracia que cobran, sin desquitar, millones de pesos y son parte del altísimo costo de las elecciones. Valdés, con su vocecita chocante de mosquita muerta, ha hecho gravísimo daño a esa institución que empieza a ser inservible. En los procesos Zedillo-Fox, Fox-Calderón y, para rematar, Calderón-Peña ese IFE ha encubierto descarada y cínicamente su desarrollo y resultado, al grado de que ya no son creíbles; son parte del fraude-corrupción con los partidos, deslegitiman a los electos y retuercen la legislación interpretándola antidemocráticamente para justificar victorias siempre pírricas, ya que sus consecuencias se vuelven contra ese IFE, luego contra el TEPJF y, finalmente, se burlan de los ciudadanos que, cada vez menos, concurren a las urnas.
 
Ese IFE inservible, con el voto en contra del ciudadano-consejero Alfredo Figueroa (una constante en la “unanimidad” de la mayoría, ¡la decepción de Lorenzo Córdova!), acaba de avalar multas donde salvan a su favorito Peña, a costa de distribuir el excesivo gasto del Partido Revolucionario Institucional con los diputados federales, pero sanciona con dolo al Partido de la Revolución Democrática descargando su odio contra López Obrador y multan al Partido Acción Nacional y demás partidos con el doble rasero de quienes son más parte que árbitros. No deben los del IFE irse con sus canonjías millonarias, pues todo les sale regalado con el dinero del pueblo; y con Valdés a la cabeza deben ser presentados a juicio político para que respondan de sus hechos, omisiones, negligencias y abusos, al dictaminar procesos electorales que han sitiado a nuestra democracia representativa y están provocando que la democracia directa, asida a los artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 8, 9 y 136 salga a la calle, como en Brasil, para exigir el cumplimiento del estado de derecho y el imperio de la Ley, en suma, de la Constitución Política toda.
 
Junto con sus consejeros, el tal Valdés y su amigo-cómplice al que encubrió en la compra de un edificio con precio tres veces superior, deben ser conducidos a juicio político. Han llevado al IFE al desastre político, jurídico y económico. Y deben ser sustituidos con aspirantes que pasen por el tamiz ciudadano y propuestos por la Universidad Nacional Autónoma de México –al menos– para que tengan probada capacidad, desempeño magisterial, conocimiento electoral y que demuestren interpretar la Constitución y sus leyes reglamentarias conforme a “gobernar en beneficio del pueblo”, como ordena la ley suprema de la Unión.
 
Comentario aparte, un loco por ahí anda solicitando que regresemos al centralismo en lugar de afianzar al federalismo.
 
Ese IFE está podrido de corrupción, pues se le justifican sus abusos y se les permite llevarse millones de pesos en salarios, prestaciones, regalos, comidas, ya que parecen no funcionarios o servidores públicos, sino empresarios-patrones que manipulan electores y favorecen a sus elegidos. Son como socios de Televisa y comparsas del peñismo.
 
*Periodista

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