Greenwald, el periodista del caso Snowden
El periodista Glenn Greenwald. Foto: AP |
RÍO DE JANEIRO (apro).- La detención durante nueve horas del brasileño David Miranda —ocurrida en el aeropuerto de Heathrow el domingo 18— está vinculada con la relación sentimental que éste mantiene con el periodista Glenn Greenwald, quien posee 20 mil documentos sobre ciberespionaje de Estados Unidos que le filtró Edward Snowden, exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés).
Greenwald reside en Río de Janeiro, a donde se mudó para poder compartir su vida con Miranda. Él mismo lo contó a la periodista Elenilce Bottari, quien escribió un artículo sobre Glenn para O Globo, el periódico más leído de Río de Janeiro
“Su historia es un cuento de hadas. Él era un abogado neoyorkino y en 2005 se enamoró de un chico de Jacarezinho, una de las favelas mas pobres de la zona norte de Rio. ¡No es nada común que un abogado rico deje toda su vida para vivir una pasión!”, escribió Bottari.
En la entrevista, Greenwald dijo que Brasil, a diferencia de Estados Unidos, permite la residencia en caso de relación homosexual. Comentó que no tenía otra opción que dejar su país y su profesión para vivir legalmente con Miranda.
Sin poder seguir su profesión de abogado constitucionalista y sin saber qué hacer de su vida profesional, empezó a escribir un blog, al que tituló Unclaimed Territory.
“A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la administración (de George) Bush restringió todas las libertades individuales. Yo quería denunciar eso y empecé con el caso de Lewis Scooter Libby, quien era el principal consejero del entonces vicepresidente Dick Cheney y fue acusado de falsas declaraciones en un caso de filtración de información. En mi blog enseñé que la prensa retomaba la versión oficial cuando había mucho más atrás de esta acusación. Y en cuatro días, empecé a ser conocido”, comentó Greenwald en la citada entrevista.
Durante cinco años sus columnas en su blog las publicó la revista online Salon. Abordaban temas relacionados con la política exterior de Estados Unidos, las leyes de la administración Bush y sus consecuencias tanto para los presuntos terroristas en la cárcel de Guantánamo como para los simples ciudadanos estadunidenses.
Desde que en 2010 Wikileaks empezó a difundir información de documentos que le fueron filtrados, Greenwald defendió tanto al fundador de esa organización, Julian Assange, como al joven militar Bradley Manning, presunto autor de la filtración.
De hecho, fue Greenwald quien reveló las condiciones “inhumanas” en las que Manning se encontraba detenido: su aislamiento durante 23 horas diarias y la prohibición de realizar cualquier actividad. Calificó este trato “tan cruel que puede ser comparado con la tortura por provocar daños psicológicos graves”.
Por sus revelaciones y sus libros —How would a Patriot Act? (2006), A tragic legacy (2007), Great american hypocrites (2008) y With Liberty and Justice for Some (2011)— la revista Newsweek lo consideró en 2012 uno de los diez analistas más influyentes de Estados Unidos. Fue en esa época cuando el periódico inglés The Guardian le propuso ser columnista y le aseguró que tendría total independencia para escribir.
Sin saberlo, Greenwald tenía un lector asiduo: Edward Snowden, quien buscaba personas serias y confiables para revelar lo que a la postre sería una de las mayores fugas de información secreta en la historia de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Snowden envió varios correos electrónicos a Greenwald e incluso un programa para bajar los documentos encriptados de la NSA. Pero Greenwald no hizo caso de esos primeros e-mails. Sólo se interesó en ellos cuando su amiga Laura Poitras le comentó que Snowden también la buscaba a ella y le advirtió de la importancia de este caso.
Poitras es una realizadora estadunidense. Uno de sus documentales, My country, my country, fue nominado en 2010 para un Oscar. Este filme describe la vida de los iraquíes bajo la ocupación estadunidense. También realizó un cortometraje sobre las revelaciones de un exagente de la NSA, a quien Snowden conocía.
Greenwald y Poitras viajaron a Hong Kong para realizar la primera entrevista a Snowden, antes de que éste huyera a Moscú, cuyo gobierno le otorgó asilo temporal.
A partir de junio pasado, desde Río de Janeiro, Greenwald empezó a revelar en las páginas de The Guardian el programa PRISM de ciberespionaje masivo realizado por la NSA.
En diversas entrevistas, ha contado que toda la información filtrada por Snowden se encuentra guardada en un laptop que jamás conecta a Internet.
En Brasil publicó varios artículos en O Globo, en los cuales asegura que Estados Unidos espía a millones de personas con el respaldo de empresas de telecomunicaciones.
Convertido en personaje, la semana pasada acudió a la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de Brasil. Ahí comentó que este país fue uno de los más espiados por Estados Unidos, al igual que Irán, Rusia, China, Pakistán e India. Advirtió que todavía queda mucha información por revelar.
Después de la detención de su novio, aseguró que va a redoblar sus esfuerzos y el gobierno brasileño le reiteró que mantendría la protección de que goza en este país.
Greenwald deseaba regresar a Estados Unidos junto con Miranda cuando la legislación en ese país fuera más beneficiosa para las parejas homosexuales. Ahora es muy probable que permanezca en Río de Janeiro. La razón: algunos políticos y periodistas estadunidenses piden su detención por haber ayudado a divulgar la información de la NSA filtrada Snowden.
Greenwald reside en Río de Janeiro, a donde se mudó para poder compartir su vida con Miranda. Él mismo lo contó a la periodista Elenilce Bottari, quien escribió un artículo sobre Glenn para O Globo, el periódico más leído de Río de Janeiro
“Su historia es un cuento de hadas. Él era un abogado neoyorkino y en 2005 se enamoró de un chico de Jacarezinho, una de las favelas mas pobres de la zona norte de Rio. ¡No es nada común que un abogado rico deje toda su vida para vivir una pasión!”, escribió Bottari.
En la entrevista, Greenwald dijo que Brasil, a diferencia de Estados Unidos, permite la residencia en caso de relación homosexual. Comentó que no tenía otra opción que dejar su país y su profesión para vivir legalmente con Miranda.
Sin poder seguir su profesión de abogado constitucionalista y sin saber qué hacer de su vida profesional, empezó a escribir un blog, al que tituló Unclaimed Territory.
“A partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la administración (de George) Bush restringió todas las libertades individuales. Yo quería denunciar eso y empecé con el caso de Lewis Scooter Libby, quien era el principal consejero del entonces vicepresidente Dick Cheney y fue acusado de falsas declaraciones en un caso de filtración de información. En mi blog enseñé que la prensa retomaba la versión oficial cuando había mucho más atrás de esta acusación. Y en cuatro días, empecé a ser conocido”, comentó Greenwald en la citada entrevista.
Durante cinco años sus columnas en su blog las publicó la revista online Salon. Abordaban temas relacionados con la política exterior de Estados Unidos, las leyes de la administración Bush y sus consecuencias tanto para los presuntos terroristas en la cárcel de Guantánamo como para los simples ciudadanos estadunidenses.
Desde que en 2010 Wikileaks empezó a difundir información de documentos que le fueron filtrados, Greenwald defendió tanto al fundador de esa organización, Julian Assange, como al joven militar Bradley Manning, presunto autor de la filtración.
De hecho, fue Greenwald quien reveló las condiciones “inhumanas” en las que Manning se encontraba detenido: su aislamiento durante 23 horas diarias y la prohibición de realizar cualquier actividad. Calificó este trato “tan cruel que puede ser comparado con la tortura por provocar daños psicológicos graves”.
Por sus revelaciones y sus libros —How would a Patriot Act? (2006), A tragic legacy (2007), Great american hypocrites (2008) y With Liberty and Justice for Some (2011)— la revista Newsweek lo consideró en 2012 uno de los diez analistas más influyentes de Estados Unidos. Fue en esa época cuando el periódico inglés The Guardian le propuso ser columnista y le aseguró que tendría total independencia para escribir.
Sin saberlo, Greenwald tenía un lector asiduo: Edward Snowden, quien buscaba personas serias y confiables para revelar lo que a la postre sería una de las mayores fugas de información secreta en la historia de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Snowden envió varios correos electrónicos a Greenwald e incluso un programa para bajar los documentos encriptados de la NSA. Pero Greenwald no hizo caso de esos primeros e-mails. Sólo se interesó en ellos cuando su amiga Laura Poitras le comentó que Snowden también la buscaba a ella y le advirtió de la importancia de este caso.
Poitras es una realizadora estadunidense. Uno de sus documentales, My country, my country, fue nominado en 2010 para un Oscar. Este filme describe la vida de los iraquíes bajo la ocupación estadunidense. También realizó un cortometraje sobre las revelaciones de un exagente de la NSA, a quien Snowden conocía.
Greenwald y Poitras viajaron a Hong Kong para realizar la primera entrevista a Snowden, antes de que éste huyera a Moscú, cuyo gobierno le otorgó asilo temporal.
A partir de junio pasado, desde Río de Janeiro, Greenwald empezó a revelar en las páginas de The Guardian el programa PRISM de ciberespionaje masivo realizado por la NSA.
En diversas entrevistas, ha contado que toda la información filtrada por Snowden se encuentra guardada en un laptop que jamás conecta a Internet.
En Brasil publicó varios artículos en O Globo, en los cuales asegura que Estados Unidos espía a millones de personas con el respaldo de empresas de telecomunicaciones.
Convertido en personaje, la semana pasada acudió a la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de Brasil. Ahí comentó que este país fue uno de los más espiados por Estados Unidos, al igual que Irán, Rusia, China, Pakistán e India. Advirtió que todavía queda mucha información por revelar.
Después de la detención de su novio, aseguró que va a redoblar sus esfuerzos y el gobierno brasileño le reiteró que mantendría la protección de que goza en este país.
Greenwald deseaba regresar a Estados Unidos junto con Miranda cuando la legislación en ese país fuera más beneficiosa para las parejas homosexuales. Ahora es muy probable que permanezca en Río de Janeiro. La razón: algunos políticos y periodistas estadunidenses piden su detención por haber ayudado a divulgar la información de la NSA filtrada Snowden.
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