Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 22 de agosto de 2013

Astillero- El PRI salió del clóset- PRI: «No pienso, y luego, existo»

Astillero
Maquinaria ilegítima
Congreso desplazado
Profesores resisten
Libre, cura salesiano
Julio Hernández López
Foto
SESIÓN EXTRAORDINARIA. Debido a que maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores bloquearon los accesos a la Cámara de Diputados, los legisladores sesionaron ayer de manera extraodinaria en la sede alterna del Centro Banamex, donde, en votación económica, decidieron no discutir el dictamen de la Ley General del Servicio Profesional Docente
Foto Marco Peláez
 
A la hora de cerrar esta columna (19 horas), con los diputados federales rumbo al Senado para tratar de instalar allí un periodo extraordinario de sesiones y con los profesores no oficialistas en vigorosa resistencia, lo único claro era el abismo creciente entre el formalismo institucional y las protestas populares.
 
A lo largo del día, el único sindicalismo magisterial combativo –el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se mantiene replegado, con sus líderes bajo amenaza de cárcel al estilo Gordillo ante cualquier suspiro ínfimamente rebelde, esperanzados esos oficialistas en lo que hagan los profesores independientes– mantuvo cercadas las instalaciones de la Cámara de Diputados para impedir que avanzara el proceso de aprobación de la ley relacionada con el servicio docente, con sus aristas específicas respecto a evaluaciones, que fue incluida en maniobra tramposa y sorpresiva en el paquete de iniciativas asignadas al periodo extraordinario.
 
A sabiendas de que no habría retorno posible si permitían el curso normal del proceso legislativo que habría de dar visto bueno a las leyes secundarias que dan forma a la reforma laboral educativa, impulsada por Peña Nieto y negociada en el Pacto por México, los profesores en lucha impidieron que se realizara la reunión de cámaras que con carácter plenario daría inicio al periodo extraordinario. La dura oposición de los maestros a la aprobación por consigna de esas leyes provocó indignación extrema en algunos comentaristas y conductores de programas de radio y televisión (más de uno parecía a punto del infarto, dando voces de extrema molestia, llamando a las autoridades a hacer algo y no permitir tales agravios criminales contra la democracia, el estado de derecho y otras divinidades etéreas).
 
Para salvar el principio de autoridad, los directivos de San Lázaro ofrecieron a los profesores un arreglo sin sustancia real, mero artificio para ganar tiempo, agudizar campañas de linchamiento mediático contra las minorías violentas y aprobar en dos o tres semanas, en periodo ordinario, lo que de otra manera habrían de hacer en el extraordinario. Todo a cambio de que fueran desahogados los caminos de acceso a la Cámara de Diputados y ésta pudiera sesionar con aparente normalidad. Si los opositores no aceptaban la ganga, entonces el congreso soberano se sentiría en libertad de aprobar la ley del servicio docente este mismo periodo extraordinario. La tomas o la dejas.
 
Finalmente, los diputados fueron llevados en autobuses a la sede del Senado para realizar su sesión conjunta, dar por iniciado el periodo extraordinario y quedar en condiciones de aprobar la ley polémica. Al momento de dar estos teclazos no se tenía reporte de la reacción de los profesores. En estrictos términos jurídicos y procesales, el Poder Legislativo estaría listo para funcionar. Pero en términos políticos y sociales esa presunta representación popular y republicana actúa como simple correa de transmisión de órdenes superiores, en este caso Los Pinos y su coartada pluripartidista, el Pacto por México.
 
Están en crisis la mayoría de las instituciones públicas, en especial las integradas en procesos electorales impugnados, salpicados de corrupción y abusos. No hay legitimidad, sino una funcionalidad cada vez más distante de los intereses de las mayorías del país. Frente a esa maquinaria sin respetabilidad no son viables las formas tradicionales de búsqueda de atención y diálogo. Las bancadas legislativas del partido dominante y de los presuntamente opositores han sido desplazadas por el Pacto por México, de tal manera que el ejercicio en las cámaras es simplemente de convalidación de lo decidido externamente.
 
En otro tema: continúa el carnaval de la impunidad. El cura salesiano José Carlos Contreras obtuvo su inmediata libertad conforme a una resolución de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con cuatro votos a favor y uno en contra, del ministro José Ramón Cossío.
 
Contreras fue acusado de la violación y el asesinato de Itzachel Shantal González López, de 16 años, alumna del Instituto Salesiano Carlos Gómez, en cuyo salón de usos múltiples fue encontrado el cuerpo sin vida el 22 de octubre de 2007, con el panista Marcelo de los Santos como gobernador, personaje particularmente cercano a la élite clerical potosina. El sacerdote Contreras fue inicialmente defendido por el abogado Cándido Ochoa, quien luego se convirtió en la parte oficialmente contraria al ser nombrado procurador de justicia en la administración del siguiente gobernador, el priísta Fernando Toranzo, quien en sus primeras acciones llamativas ordenó cumplir con la orden de aprehensión que el mandatario saliente, De los Santos, retenía para favorecer al cura. Actualmente, Ochoa es el secretario general de gobierno.
 
A pesar de tan constantes puntos de contacto con el poder político, desde el que se suelen fabricar expedientes penales a los opositores, diluir o degradar los de los cercanos a los afectos de los poderosos, los rigurosamente letristas ministros de la SCJN encontraron que los cargos contra el religioso eran carentes de sentido común y estaban fuera de lógica, según resumió Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
 
Ex policía con una larga y polémica trayectoria, ahora dedicado a investigaciones criminalísticas relacionadas con asuntos de marcado abuso de poder, Julio Ceballos Alonso señaló ayer en la capital potosina que la liberación del salesiano se debió a la conjunción de los poderes del clero y la derecha. Ceballos escribió el libro Shantal, asesinato en el Salesiano y ha señalado de manera implacable al cura Contreras como responsable de los delitos de los que ahora ha sido exonerado. El investigador asegura que las pruebas de la violación y el asesinato fueron maquilladas por órdenes del entonces gobernador Marcelo de los Santos, y que el cura no recibió una declaración de inocencia sino de insuficiencia de pruebas en su contra.
 
Y, mientras el PRD promueve su consulta sobre energéticos con el actor Héctor Suárez, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
El PRI salió del clóset
Víctor M. Toledo
Vista por un periodista del futuro, la fotografía que exhibe a la cúpula priísta, sus rostros adustos, tensos o preocupados, anunciando su apoyo total y absoluto a la reforma energética, será considerada como el símbolo gráfico de un fin de ciclo.
 
Un ciclo en el cual los políticos nacionalistas supuestamente herederos de la revolución agraria de 1910 nos doraron la píldora durante seis décadas, inventando de paso una institución original: la dictadura perfecta.

La fotografía es estupenda, porque de inmediato recuerda las antiguas imágenes del Kremlin o las actuales de Kim Jong-Un en Corea del Norte. Todos quietos y uniformes para la fotografía.

Pero aún más notables son las declaraciones que acompañaron el acto. Que la Constitución de México, que costó la vida de un millón de compatriotas, no debe ser ya objeto de veneración jurídica es una monumental expresión de su confusión o su locura. ¿No la juraron sus militantes y legisladores? Y aquello de que la reforma es patriótica, indispensable, vanguardista y muy priísta remite a una clase de sicología clínica sobre la necedad infantil o la demencia.

Como si la contundencia con que se expone una afirmación fuera suficiente para demostrarla. Frente al acto y sus discursos, basta leer en la propuesta oficial una sola hoja, la página 12, que propone reformar el artículo 28. En las oficinas centrales de la Exxon, la British Petroleum, la Royal Dutch y la Chevron se debe estar festejando la posible derrota del acto patriótico de 1938.
 
Imposible ya esconder su verdadera identidad. Salieron del clóset los juniors, los señoritos, los catrines perfumados, los que compran en Beverly Hills (ver: www.youtube.com/watch?v=0AmH3eyuPp8 ), los modernos, los abiertamente clasistas, los que creen que la expansión del capital traerá progreso, los que olvidaron lo que es la patria, la vida o el planeta.
 
Y salieron por la vía más directa: la de las palabras que expresan ideas concretas que validan acciones personales o institucionales largamente disfrazadas o cuidadosamente negadas. El acto es una buena señal. Una muestra de debilidad. Ahora sí podremos afirmar sin ninguna duda que los priístas son neoliberales y de buena cepa. Tendrían ahora que cambiar el nombre del partido, expulsar a Villa, Zapata, Cárdenas, Echeverría, López Portillo y cualquier personaje que huela a nacionalista, y en su lugar poner a Margaret Thatcher, Ronald Reagan, George Bush y demás héroes del capitalismo trasnacional. Quizás un concurso nacional organizado por Televisa les ayude a encontrar los símbolos de su nueva identidad.
 
Yo anticipo que ahora sí, como en Egipto, Túnez, Islandia o Ecuador, se derrumbará el sistema, porque se puede hacer todo contra un pueblo, menos burlarse de sus mitos, de sus raíces y de sus ilusiones. Y ahí están ya los trabajadores petroleros rebelándose al sindicato y tomando las calles, y las comunidades en autodefensa declarando que lucharán por el petróleo. Siempre hay una gota que derrama el vaso. ¡Que Dios los tome confesados!
 
 PRI: No pienso, y luego, existo
Javier Jiménez Espriú
Vergonzosa, la unanimidad priísta sobre la reforma energética. La nueva divisa en el PRI: No pienso, y luego, existo, escribí en un tuit luego de ver en la televisión escenas de la reunión del consejo del instituto político sostenida el domingo pasado para dar apoyo mediático a su líder máximo en lo referente a la reforma energética propuesta. Vergonzosa y vergonzante, agregaría, al observar tantas caras que lamentaban no tener otra –aunque algunos tienen dos– para presentarla ante las cámaras.
 
Sí, qué penosa muestra de sometimiento, de subordinación, de sumisión, de servilismo, de abyección, a que están sujetos quienes prefieren la comodidad de la servidumbre recompensada a la lucha por la libertad de manifestación y de conciencia.

Lo digo en esos términos porque, aunque estoy cierto de que algunos apoyaron convencidos o engañados lo que se les propuso, hay otros, la mayoría creo yo, y lo sé porque conozco a no pocos, que votaron contra sus convicciones y en favor de intereses que no son los que decían defender.

Qué pena dan aquellos que no pueden decir lo que piensan y, sobre todo, cuando se trata de asuntos de la mayor trascendencia nacional, como es el caso, silencio que cargarán en sus conciencias, de darse el paso lamentable a las modificaciones constitucionales que se pretende, aun queriéndose amparar en la necesidad de disciplinarse al partido. No puede haber disciplina partidaria que valga cuando se atenta contra la nación.

Buscar engañar a algunos al extremo de hacerles creer, o tratar de hacerles creer, que la fuente inspiradora de la reforma es el general Lázaro Cárdenas –en la guerra vale todo, hasta disfrazarse como el enemigo–, no sólo se les ha revertido mostrando a todo mundo hasta dónde son capaces de llegar los autores de la iniciativa –los que proponían acabar con los mitos y los dogmas y los falsos nacionalismos, para salirse con la suya–, sino que han dejado a sus tropas en la más lamentable de las penurias humanas, la de la vergüenza de mirarse al espejo y apenarse de sí mismos y sujetas al escarnio público.
 
Pero falta por recorrer todavía buena parte del intrincado trayecto de la iniciativa, empiezan apenas a aparecer las manipulaciones y las verdades a medias, las mentiras dolosas y las tergiversaciones de la información. No hay sino que comparar el dramático diagnóstico que nos presentan sobre Pemex, su desahucio, su total inviabilidad, su carencia de tecnología y de recursos, su quiebra total, contra la presentación que las autoridades de Pemex hacen de la empresa ante los inversionistas, en un power point a todo color, como la más atractiva de cuantas existen, como la más productiva de cuantas petroleras hay –antes de impuestos, desde luego–. ¿Nos engañan a nosotros, o a los posibles inversionistas?
 
Desde luego que a nosotros; a ellos ya les ofrecieron dar a Pemex un régimen fiscal más moderado, pero no para beneficiar a Pemex, que luego ya se lo quitarán en utilidades, sino para que ellos, los posibles inversionistas, tengan un régimen más moderado y sean más atractivos sus resultados.
 
Se negocia ya que los posibles participantes puedan incorporar a sus activos –sin que la nación deje de ser dueña de una sola molécula de hidrocarburo, faltaba más– el valor de los mismos, o del contrato que obtendrían.
 
En fin, se acomodan las cartas para que en las leyes secundarias las empresas privadas vuelvan a sentirse como en su casa, como antes de 1938.
 
Así se pretende, porque lo que se quiere con la aprobación de la iniciativa en el Congreso –que al cabo ya se cuenta con la mayoría necesaria de los representantes populares, que ni son tan representantes, ni son tan populares– es un cheque en blanco para que el Ejecutivo haga y deshaga, sobre todo esto último, todo cuanto le venga en gana con el patrimonio de la nación.
 
Ya lo dijo el conde de Romanones: Ustedes hagan la ley, que yo haré el reglamento.
 
Veremos si el pueblo está preparado para la democracia, o seguirá rindiendo pleitesía al autoritarismo.
Twitter: @jimenezespriu

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