Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 21 de abril de 2011

CONFESIONES BAJO SOSPECHA, AL MEXICANI-SIMIO ESTILO CALDE-RONCISTA

Confesiones bajo sospecha
José Gil Olmos
CUERNAVACA, MOR.- La mañana del jueves 14, el cártel del Golfo entregó a soldados de la 24 Zona Militar –con sede en esta ciudad– a un presunto implicado en el asesinato de Juan Francisco Sicilia Ortega y otras seis personas cometido el domingo 27 de marzo. 
Vía telefónica se informó a los militares de la ubicación de Rodrigo Elizalde Morán, presunto sicario del Cártel del Pacífico Sur (CPS), quien aún con las huellas de una severa golpiza “confesó” –de acuerdo con la versión oficial– haber participado en el secuestro del hijo de Javier Sicilia, mas no en su ejecución.
Según versiones periodísticas, antes de que el sicario de 25 años fue presentado ante los medios la noche del jueves 14 en las instalaciones del 21 Batallón de Infantería, los militares reconocieron extraoficialmente que el cártel del Golfo se los entregó.
Les avisaron que en la cajuela de una camioneta abandonada en el poblado de Acatlipa estaba uno de los implicados en el multihomicidio. A las ocho y media de la mañana los soldados encontraron al sicario, apodado El Chemis, golpeado y maniatado; le dieron atención médica y lo llevaron al cuartel que está a la entrada de Cuernavaca, donde lo retuvieron más de 12 horas hasta que fue presentado a las nueve y media de la noche ante los representantes de unos cuantos medios de comunicación.
Con la presencia de personal de la PGR, los militares dejaron que los reporteros interrogaran durante cerca de 15 minutos al sicario, quien dijo tener dos años al servicio del CPS, cobrar 10 mil pesos al mes y haber participado sólo en el secuestro de cuatro jóvenes, entre los que estaba el hijo del poeta Javier Sicilia.
De acuerdo con la grabación del interrogatorio que hicieron los reporteros, a la que este semanario tuvo acceso, El Chemis dio una versión que contradice las investigaciones realizadas hasta ahora por la Procuraduría General de Justicia de Morelos.
Según Elizalde, a las ocho y media de la noche del 27 de marzo Juan Francisco Sicilia y tres de sus amigos estuvieron en el bar Crudelia, en la avenida Domingo Diez, mientras que la versión inicial basada en videos y testimonios especifica que a esa hora el grupo de amigos del hijo del poeta estuvo en el bar La Rana Cruda, al otro lado de la ciudad.
El Chemis afirmó que los cuatro jóvenes llegaron con una mujer por la cual discutieron con un grupo de sicarios, entre los que se encontraba Arturo Villa Pacheco, La Burra. Éste habría salido del bar para llamar a otros pistoleros, entre ellos a Miguel Reyna Ortega, El Chistín, quien, según el detenido, se hallaba con Julio de Jesús Radilla, El Negro, brazo derecho de Héctor Beltrán Leyva, El H, jefe del CPS.
Según la versión del detenido, al bar llegaron al menos seis sicarios en una camioneta roja blindada y en otros tres vehículos; el Chistín y La Burra amenazaron con armas cortas a los cuatro jóvenes y se los llevaron en la camioneta roja hasta una casa de seguridad en la colonia Independencia del municipio de Huitzilac. Elizalde Morán dijo que permaneció vigilando a los jóvenes en la caja de la camioneta roja junto con otros sicarios armados con fusiles AK-47, entre ellos Jesús Radilla, El Negro.
El detenido sostuvo que en esa casa de seguridad –propiedad de El Chistín– fueron asesinadas las cuatro víctimas. El pasado viernes 15, el Ejército cateó otra presunta casa de seguridad, en la colonia Tepuente, y que supuestamente pertenece a alguien a quien llaman El Médico.
Elizalde Morán dijo a la prensa que la orden de ejecución la dio directamente por teléfono El H. 
–¿El plan era matarlos?
–Matarlos.
–¿Nada más por el altercado por una mujer?
–Sí.
Las contradicciones

Según lo narrado por Elizalde, el miércoles 13 –el mismo día que Javier Sicilia puso de plazo para que las autoridades estatales y federales dieran con los asesinos de su hijo y sus amigos– fue secuestrado por un comando que lo torturó hasta el jueves, cuando fue abandonado en Acatlipa. “Querían que dijera la verdad”, señaló el detenido a los reporteros.
La noche del viernes 15, al ser presentado dijo que no había participado en la ejecución, sino sólo en el secuestro. 
En un comunicado fechado en Cuernavaca el mismo viernes, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que por una denuncia anónima se ubicó a El Chemis, quien manifestó pertenecer al CPS. 
La Sedena asegura que en el multihomicidio del 27 de marzo participaron Mario Miguel Reyna Ortega, El Chistín; Arturo Villa Pacheco, La Burra; José Luis Lukin, El Jabón, y Julio de Jesús Radilla Hernández, El Negro. La PGR identificó a los dos últimos como presuntos culpables y ofrece por ellos una recompensa de más de 10 millones de pesos.
Curiosamente, desde el 28 de marzo, mediante una manta, el CPS señalaba a El Negro como uno de los participantes en el asesinato de siete personas, entre ellos el hijo del escritor. Dicho mensaje –firmado por Benjamín Mondragón, El Jarras, del Comando del 7– nombraba a otros personajes: Raúl Díaz Román, La Varilla; Martín de Amores Perros, El Chompa, El Pelón, El Cone, Daniel Encinas, El Gordo Fresa, El Rata Vargas, Édgar Edwin, Chucho Cárdenas y El Manos.
Pero el abogado de Javier Sicilia, Julio Hernández Barros, hizo notar las inconsistencias de las declaraciones de El Chemis.
Por ejemplo, dice que Juan Francisco Sicilia llegó al bar La Rana Cruda a las 21:00 horas, cuando ya estaba cerrado, según declaró el dueño del lugar. Y añade que sólo cuando se identificó como amigo de quienes ya estaban ahí toda la tarde, le permitieron el acceso. 
Recuerda que las cámaras de vigilancia de una tienda Oxxo que está enfrente del bar captaron al hijo de Javier Sicilia a las 21:06 cuando llegó a comprar cigarros. A partir de ese momento, dice, hay registro de contactos telefónicos con su novia, y el último mensaje que se registró fue a las 21:29 horas, cuando le dijo que estaba siguiendo a su amigo Luis, que “quiere hacer una tontería”.
En entrevista con Carmen Aristegui y en conferencia de prensa en Cuernavaca, el abogado confirmó que las víctimas acudieron juntas a La Rana Cruda y que fueron privadas de su libertad entre Temixco y Jiutepec después de las 21:30 horas del 27 de marzo pasado. 
Nada coincide con la versión del detenido de que él ayudó a secuestrar a cuatro de las víctimas en La Crudelia a las 20:30 horas, porque entonces Sicilia ya se había contactado con su novia, seguía libre e iba rumbo al otro bar, La Rana Cruda, situado aproximadamente cinco kilómetros adelante.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos emitió un comunicado en el que pide no crear “chivos expiatorios” y pone en duda la declaración del presunto sicario. Además denunció que se ha desatado una serie de operativos militares en la ciudad, lo que calificó como una especie de “cacería de brujas”.
“Esta práctica de presentar supuestos resultados mediante personas a modo, chivos expiatorios, es una práctica instituida en Colombia, donde se aplican las peores estrategias diseñadas por instructores estadunidenses, donde los ‘falsos positivos’ han provocado ya un escándalo por la complicidad entre militares y policías con funcionarios para aumentar las estadísticas a modo del gobierno, sin que haya un avance real contra la delincuencia”, manifestó el organismo de derechos humanos.  l

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