Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 20 de abril de 2011

LOS TRABAJADORES DOS VECES A LA CALLE - MEXICO Y SU RETADOR PRESIDENTE


1. El presidente ilegítimo, Felipe Calderón, parece un “macho blindado” que hace gala de su poder. ¿Podrá olvidarse que ya desde su campaña presidencial en 2006 declaró varias veces: “aplicaré la mano firme”, “no me temblará la mano contra la delincuencia” y demás zarandajas autoritarias y filo fascistas? Pero lo que nunca dijo es que lanzaría al ejército a las calles en todo el país, tampoco que los milicos permanecerían en todo el territorio –imitando un Estado de sitio- durante todo el sexenio; pero ahí están.

2. Así que Calderón –al intimidar en todos sus discursos, aunque en medio de 40 mil muertos- ha cumplido con creces sus promesas amenazadoras, tal como aumentar enormemente el presupuesto de gastos en las fuerzas armadas para otorgar fuertes aumentos de salarios, grandes compras de armas y aviones a los EEUU, capacitación y entrenamientos militares en escuelas yanquis, asesoría del ejército de los EEUU y espionaje sofisticado encabezado por la CIA, FBI, DEA y agencias de migración.

3. La realidad es que a este “señor presidente”, que habla en medio de una nube de agentes militares que lo custodian, así como entre cientos de vallas metálicas que en cada lugar bloquean cualquier protesta, decidió lanzar al ejército a las calles para demostrar al amloísmo masivo que él tenía el poder del ejército, la marina y la aviación, que él manda en el país y que no daría pasos atrás; y la mejor demostración fue haber iniciado la invasión del país por el estado de Michoacán, gobernado por el PRD.

4. El informe del Banco Mundial (BM) y Fondo Monetario Internacional (FMI) que hoy fue publicado, es en parte, el origen de la enorme “delincuencia” en México que tanto reta “el presidente blindado”, así como de las 40 mil muertes que busca esconder. En México ocho de cada 10 indígenas es miserable; siete de cada 10 mexicanos viven en la pobreza, aunque de la población general, en la que para promediar cuentan también los multimillonarios, la pobreza afecta sólo a 4.5 de cada 10 mexicanos.

5. Informó el BM y el FMI que México –al tener 8 de cada 10 indígenas en la miseria- sólo está debajo de la situación que prevalece en el Congo, país en que 8.5 de cada 10 indígenas es igual de miserable. En Ecuador, el país que sigue a México, 7.8 de cada 10 indígenas vive en la misma situación. El cuarto puesto es ocupado por Guatemala, con 7.4 por cada 10; y, después, Gabón, con siete de cada 10. Estos indígenas subsisten con alrededor de un dólar diario, 12 pesos mexicanos. Y es que México está en “primer mundo”.

6. Los 40 mil muertos son nada para Calderón porque nada tienen que ver con su familia y sus amigos. Grita que no está dispuesto a bajar la guardia porque sería reconocer que ha sido derrotado. El descubrimiento de fosas escondidas en Chihuahua, Tamaulipas y otros estados de la República demuestran que el número de asesinados crece aceleradamente. ¿Cómo podrá Calderón darle la razón a Javier Sicilia –el escritor cuyo hijo fue asesinado en el estado de Morelos- que exige justicia en México y culpa al gobierno federal?

7. Del 1 al 15 de mayo por lo menos, en la ciudad de México deben realizarse fuertes concentraciones. Se espera que desde el primero de mayo –para festejar el Día del Trabajo y repudiar la imposición de la reaccionaria ley laboral- los electricistas, mineros, Mexicana, la UNT y demás sindicatos, salgan a manifestarse junto a amloístas, marchista de Morelos, zapatistas, así como decenas de miles de profesores de Oaxaca, Michoacán, Morelos, Guerrero, Estado de México, Tlaxcala y el DF, para realizar plantones y bloqueos.
¡Ya debe ser el país entero carajo!
Los trabajadores, dos veces a la calle

La iniciativa de reformas a la Ley Federal del Trabajo a punto de su aprobación, que empezó con los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados del Congreso, lleva visos de que le sea imputada a un Partido Revolucionario Institucional (PRI) que, con el planteamiento del senador Beltrones, empieza a dibujar su posible conquista del cargo presidencial, cargando sobre sus espaldas con las críticas obreras (y no precisamente por los acomodaticios dirigentes de la Confederación de Trabajadores de México y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos y otras organizaciones seudo sindicales ). Y es que para no armar el estallido general, los diputados federales, sus consejeros los abogados patronales y los propios empresarios, le han sacado la vuelta a contrarreformar la Constitución y suponen que, con las introducidas a la iniciativa, van a salirse con la suya.
Se trata de dar marcha atrás a las conquistas laborales establecidas en el artículo 123 constitucional, con adiciones a la Ley Federal del Trabajo, que lo reglamenta. Todo en aras, dicen, de adecuar la legislación a lo que los patrones por vía de hecho han implantado en complicidad con las Juntas de Conciliación y Arbitraje de todo el país (todos a una: Calderón, Ebrard, el PAN y el PRI). Por todas partes prospera la contratación a través de empresas, es decir, terceros, para que los patrones se sacudan sus obligaciones laborales. Y los trabajadores queden a expensas de la explotación patronal para ser despedidos sin responsabilidades.
En el seno de los panistas y priistas, se cocina echar a la calle a los trabajadores para que éstos, sin la menor protección, soporten todavía más, y ya por ley carezcan del derecho al Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS (o al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, los trabajadores de las burocracias, donde ya terceros se hacen cargo de algunos servicios para quitarle responsabilidades a los gobiernos). Que legal y pacíficamente no puedan reclamar indemnizaciones ni tener organizaciones que los defiendan. Y si los empleados logran permanecer los años requeridos, las jubilaciones serán equivalentes a sólo un año. Y nada más. Lo que desde el salinato se llamó priismo empanizado busca, por la ley federal que reglamenta el artículo 123 constitucional, convertir a los trabajadores en esclavos del capitalismo salvaje.
Los trabajadores de la nación no tienen más opción que, como nunca, salir a las calles para protestar enérgicamente contra la amenaza a punto de ponerse en marcha, de materialmente echarlos a la calle como parias, que casi regalen su fuerza laboral, si es que quieren un empleo transitorio, ya que constantemente sufrirán despidos para andar itinerantes de empleo en empleo. Los trabajadores del país sobreviven con salarios de hambre y con sus enfermedades a cuestas por el desabasto de medicinas y médicos en el ISSSTE y el IMSS. Y es que durante el foxismo y lo que va del calderonismo, se consumó lo que Zedillo y Salinas, pro panistas y derechistas, impulsaron: las contrarreformas de facto que ahora PRI-PAN quieren legalizar. No hay más respuesta que los trabajadores, echados a la calle, la ganen para reclamar sus derechos pisoteados.

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