Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 27 de mayo de 2013

Astillero- El terror desaparecedor y el nuevo PRI- Ideas para mejorar el país

Astillero
Dos ejemplos
Arnoldo y Pérez Gay
Incomodar a algunos
Revisar la izquierda
Julio Hernández López
Foto
MAESTROS EN MARCHA. Maestros de la CNTE pertenecientes a la sección 22 de Oaxaca marcharon ayer del Zócalo capitalino, donde mantienen un plantón, a las instalaciones de Televisa, en avenida Chapultepec
Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Con trayectorias y acentos distintos, Arnoldo Martínez Verdugo y José María Pérez Gay han llegado al final de sus vidas, en un momento político de la izquierda mexicana que exige revisiones a fondo y propuestas viables de reconstrucción.
 
Arnoldo, el histórico dirigente del Partido Comunista Mexicano, constituye con su puro ejemplo un reproche inevitable a las desviaciones y distorsiones practicadas por el abanico de grupos, corrientes y personajes que abandonaron el compromiso de lucha social para estancarse en el jaloneo electoral (con una vergonzosa especialización en las migajas plurinominales) y el acercamiento gozoso a los privilegios del poder. No son solamente los Chuchos ni su postura ante el Pacto por México, aunque en ambos casos se esté frente a ejemplos extremos de ese proceso de degradación: es una izquierda mexicana que en términos generales ha preferido la comodidad de los procesos políticos institucionalmente facilitados e incluso financiados y que ha descuidado la formación de verdaderos cuadros, la discusión profunda y la autocrítica, la preferencia por la organización colectiva (cediendo ante las figuras individuales y sus latidos circunstanciales) y la lucha desde abajo y no en las élites.
 
Martha Recasens, la compañera de Arnoldo, planteó este sábado en el Museo de la Ciudad de México, ante el féretro de quien fue candidato presidencial por el Partido Socialista Unificado de México, que éste había tenido una estatura moral que llega a incomodar a muchos, incluso a algunos que dicen seguir su ejemplo. Mencionó la tolerancia de Martínez Verdugo al narcicismo exacerbado de quienes se dicen ser hermanos, aunque han demostrado no serlo y alertó contra los embates del pragmatismo y del pensamiento superfluo (nota de Arturo Jiménez en La Jornada: http://bit.ly/13Ucxaz ).
 
Pérez Gay, llamado Chema por sus cercanos, fue un intelectual que, a la par de la producción literaria, desempeñó cargos públicos relacionados con lo cultural (la creación del canal 22 de televisión, subdirector de Radio Educación, agregado y consejero en embajadas, una de las cuales ejerció: la de México en Portugal). Pero no se quedó en la reflexión o la escritura, pues llegados momentos de definición política se convirtió en asesor del candidato progresista Andrés Manuel López Obrador, a quien acompañó en 2006 y en 2012, ayudando a clarificar segmentos difíciles de la práctica política, colocando su inteligencia y cultura al servicio de un propósito fundamental de corrección y mejoría de México.
 
Chema lo mismo fue mencionado en ambos procesos electorales como el hombre al que de manera natural nombraría AMLO secretario de relaciones exteriores en caso de ganar, que se asomó a los abismos del pragmatismo mercantil de izquierda cuando fue precandidato a la delegación Coyoacán en el Distrito Federal y fue de inmediato presionado por grupos y corrientes que exigían cargos específicos a cambio de dar su apoyo al intelectual que luego, por razones médicas, hubo de declinar a esa precandidatura.
 
Martínez Verdugo y Pérez Gay demostraron, desde trincheras diferentes y con sus características particulares, la importancia y el significado de la congruencia en los momentos cruciales. El activista que desde su formación comunista supo impulsar la transición hacia las nuevas formas de participación política que el régimen abría (y que no son malas por sí mismas, a condición de que la izquierda no se corrompa con ellas) y que se esmeró en analizar las circunstancias y hacer cuidadas propuestas de acción. Y el intelectual que supo ir más allá de su condición privilegiada y, cruzando líneas sin regreso, se decidió a la participación política al lado de quien encarnaba una esperanza de cambio, Chema convertido en atento observador, acompañante en giras, promotor de acercamientos, moderador interno, voz respetable y respetada.
 
La izquierda de hoy tiene frente a las muertes de Arnoldo y Chema una gran oportunidad de convocar a amplios debates que, más allá de los múltiples agravios acumulados y de la descomposición generalizada de las estructuras partidistas, revise con sentido autocrítico lo que ha hecho y lo que le espera. El ciclo de unidad que tuvo a Martínez Verdugo como partícipe importante ha llegado a su fin, entre divisiones de siglas y confrontación permanente entre bandos pero, sobre todo, entre confusión y desesperanza: el PRD adherido al Pacto por México, Morena sin la capacidad de constituirse en una alternativa eficaz y los partidos antes acompañantes de AMLO, el del Trabajo y Movimiento Ciudadano, rematando sus haberes ante nuevos clientes.
 
Allí están, como ejemplo de esa distorsión profunda, Jesús Zambrano y Gustavo Madero en alianza electoral y discursiva en Baja California, haciendo el uno-dos en grabación televisiva, tratando de que el Pacto por México pague en aquella entidad al partido de blanco y azul mediante la conservación de la gubernatura pionera de las cesiones (Ernesto Ruffo, como primera moneda) y en espera de próxima retribución adecuada para el chuchismo que ya tiene Morelos (con Graco Ramírez) pero espera tener en este sexenio una plaza más.
 
Astillas
 
La violencia sigue desbordada en Michoacán, sin visos de solución inmediata. La abierta intervención de la administración peñista ha provocado reticencias en grupos priístas locales identificados con factores oscuros de la entidad, que se sienten maltratados no por genuinos afanes federales justicieros sino por rediseños convenencieros que, como en el calderonismo, perjudican a unos para beneficiar a otros.
 
El reconocimiento otorgado por Cannes a Amat Escalante como el mejor director, por la cinta Heli, hará más visible a nivel mundial la tragedia mexicana de la guerra contra el narcotráfico. Escalante dirigió antes Sangre y Los bastardos.
 
Y, mientras el Pacto por México presenta hoy su propuesta de reforma política (tres partidos se ponen de acuerdo para seguir monopolizando los acuerdos aparentando que abren la puerta a los desacuerdos), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
El terror desaparecedor y el nuevo PRI

Carlos Fazio
Desde hace 30 años, la Federación Lati­no­a­me­ricana de Aso­cia­ciones de Fami­lia­res de Dete­nidos-De­sa­pa­re­cidos (Fe­defam) dedica la última semana de mayo a visibilizar esa práctica represiva ilegal y violenta propia del terrorismo de Estado. Dicha acción se inscribe en la larga lucha, continua y sin cuartel, por preservar la memoria de las y los desaparecidos políticos de la región. En México, diversas organizaciones han venido librando batallas para rescatar el nombre, la causa y la historia de más de medio millar de mexicanas y mexicanos víctimas de una tecnología represiva aplicada por el Estado en los años sesenta y setenta, en el marco de una guerra de contrainsurgencia dirigida a borrar, difuminar y desconocer −a desvanecer como en la noche y en la niebla− a adversarios políticos que amenazaban al statu quo oligárquico; es decir, que fueron considerados un peligro social para el sistema de dominación clasista que imperaba entonces como ahora, cuando regresa al gobierno el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que engendró el terrorismo de Estado.
 
El tema remite a la guerra sorda que se libra desde entonces entre las fuerzas de la memoria, la verdad y la justicia versus las técnicas de terror de la desaparición forzada. Al antagonismo entre las pruebas testimoniales y documentales, entre las verdades históricas y jurídicas que, invisibilizadas o distorsionadas por los turbios mecanismos del poder institucionalizado, han permitido la impunidad de decenas de genocidas que cometieron crímenes de lesa humanidad.

En la coyuntura, el libro de Roberto González Villarreal, Historia de la desaparición, desnuda el know how represivo y la lógica del dispositivo desaparecedor, como herramienta de la guerra sucia antisubversiva en los años del plomo, y su mecánica a partir de la construcción del campo de lo reprimible. Exhibe las tácticas y técnicas represivas difuminantes; sus estrategias de ocultación, el borrar o escamotear las identidades de las víctimas, quiénes eran, qué hacían, quiénes se los llevaron, pero también el confundir y el callar de las instancias legales, burocráticas e institucionales, y la dinámica de las variadas formas de desvanecimiento o borramiento de la identidad de personas insumisas, para concluir que se trató de una tecnología utilizada por los gobiernos populistas pro oligárquicos de Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo aplicada, principalmente, por el Ejército y la Dirección Federal de Seguridad (la policía política del antiguo régimen), con su clandestina Brigada Blanca.

La secuencia detención-secuestro/tortura/desaparición es un método contrarrevolucionario utilizado para reprimir las luchas político-sociales. Es una tecnología política aplicada por agentes del Estado o por personas o grupos que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado. La razón por la que un Estado autoritario recurre a ese método se debe a su efecto de supresión de todo derecho: al borrar las huellas de un individuo, al no existir cuerpo del delito, se garantiza la impunidad.
 
El silencio, el ocultamiento y la negación son parte de una estrategia política. No se reconoce al enemigo interno, detenido y desaparecido. En ese caso no se publicita el éxito represivo, la victoria del bien sobre el mal. Eso nunca pasó. Ergo, no hay responsables. Aunque haya pruebas aplastantes, se niega la responsabilidad estatal. Por años, la estrategia de las autoridades fue: Los desaparecidos no existen en México. Murió en un enfrentamiento. No está desaparecido, lo asesinaron sus propios compañeros. La misma fórmula de la negación utilizada por el gobernador Enrique Peña en el caso de las mujeres violadas de Atenco, en 2006. La negación de la evidencia como práctica.
 
Según Agamben, la desaparición es lo que vuelve al opositor un homo sacer, una persona que puede ser asesinada con impunidad. La táctica de hacer desaparecer opositores es un método basado en la producción de desconocimiento. Por eso la desaparición se debe contar desde las víctimas; desde el recuerdo que hacen las madres, los familiares y compañeros de quienes estaban destinados desde la lógica represiva del Estado al olvido, a una no-existencia. Como diría el genocida argentino Jorge Videla, quien murió en un retrete hace 10 días, el desaparecido es una incógnita. No tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido. Lo que nos lleva a recuperar la noción de Agamben: el desaparecido es un prisionero destinado a la nuda vida propia de un sistema concentracionario.
 
Pero siendo una tecnología quirúrgica desindividualizante, como práctica terrorista de Estado la desaparición persigue efectos sobre la colectividad. Proyecta una suerte de advertencia mimética; busca generar un miedo aterrorizante sobre toda la población y explotar y manipular sus angustias e instintos primarios. Con su carga simbólica, no es una falla del sistema, sino un elemento permanente del dispositivo punitivo estatal −ahí están los 25 mil desaparecidos de la falsa guerra a las drogas de Felipe Calderón−, cuyo fin es impedir la movilización de grupos que adversan a gobiernos autoritarios, y frenar la acción colectiva vía la instalación del caos, el miedo y el terror.
 
Al comienzo de una nueva fase represiva con Enrique Peña: ¿una estrategia militar… para la paz, o para la consolidación territorial trasnacional?, el eje de guerra sucia del Tribunal Permanente de los Pueblos, sección México, realizará los días 28 y 29 de mayo una preaudiencia sobre desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM, plantel Del Valle). Su objetivo: contribuir al rescate de la memoria, la verdad histórica, la justicia, y alcanzar la reparación integral del daño y las garantías de no repetición.
FUENTE : LA JORNADA
 
Nuevo addendum-Hernández
Ideas para mejorar el país

John M. Ackerman
Los primeros en someterse a un examen independiente para evaluar la calidad del servicio que prestan no tendrían que ser los maestros más humildes del país, sino el Presidente de la República y los locutores de los principales canales de televisión y radio. Y quienes deberían ajustarse el cinturón para enfrentar la desaceleración económica no tendrían que ser los vulnerables trabajadores, sino los mandos gubernamentales más altos y los oligarcas más adinerados. Y si se trata de castigos ejemplares, no habría que aplicarlos a los activistas que cuestionan al Presidente, sino a aquellos funcionarios públicos que todos los días se burlan de la inteligencia de los ciudadanos.
 
México está de cabeza. Un grupo de personas de demostrada incapacidad profesional, que compraron sus cargos y concesiones públicas, busca hoy imponer a los demás su visión de calidad en materia informativa, humanitaria y del servicio público. Pero para avanzar como país la línea de mando tendría que correr precisamente en sentido contrario. Somos los ciudadanos quienes tenemos la responsabilidad de definir los estándares de calidad y garantizar su estricto cumplimiento por las autoridades y los poderosos.

Adrián Castillo, Fernanda López, Vania Mendoza, Valeria Gutiérrez y Eduardo Laguna, todos jóvenes estudiantes del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Guanajuato (Cecyteg), han sido injustamente suspendidos de su escuela por una protesta pacífica durante un acto de Peña Nieto en León el pasado 16 de mayo. Al regresar a sus clases el próximo 3 de junio ellos tienen que entregar un ensayo en que propongan ideas para mejorar al país. Lo que no alcanzan a distinguir las autoridades escolares es que con las ideas expresadas en su protesta ellos ya han realizado esta importante tarea escolar.

Te reto a que vivas con el sueldo de mi papá, señaló una de las pancartas. Aquí nos encontramos ante una excelente propuesta que ayudaría al Presidente de la República a entender mejor la extrema vulnerabilidad social en la que vive la mayoría de la población. La demanda Salario mínimo al Presidente, para que vea cómo se siente ha sido una constante en las marchas de protesta desde hace años. Sería recomendable que la hija de Peña Nieto, quien durante la pasada campaña electoral se burló de la prole, acompañara a su padre en atender esta justa demanda social.

Y si también se sumaran los integrantes del gabinete y otros altos funcionarios públicos, por ejemplo los ministros de la Suprema Corte de Justicia y los Consejeros del Instituto Federal Electoral, tendríamos un significativo ahorro en el erario. El presupuesto federal se beneficiaría aún más, y se podrían evitar completamente los recortes ya planeados por la Secretaría de Hacienda, si se acompañara esta iniciativa con un nuevo impuesto sobre la riqueza a las fortunas más grandes (aquí para mayor análisis: http://ow.ly/lpd2a).
 
Peña ve y privatiza a tu madre. Pemex no se vende, rezó otra cartulina. Si bien la referencia a la progenitora del Presidente de la República es criticable y puede ofender a las buenas conciencias, la idea central es clara y además compartida por la mayoría de la población mexicana. Todas las encuestas demuestran que existe un consenso generalizado de que Pemex debería seguir siendo de los mexicanos y que no debería haber modificaciones privatizadoras al artículo 27 constitucional. En todo caso, si se llegara a reformar este crucial artículo tendría que ser para asegurar su actualización revolucionaria no para permitir su desarticulación neoliberal (mayor análisis aquí: http://ow.ly/lpdtH ).
 
Gastar 7 millones de pesos a lo pendejo en una bandera, cuando el país está en crisis! Antipendejos EPN, expresó otro estudiante. La protesta tuvo lugar precisamente en el momento en que el Presidente participaba en el izamiento de una bandera de 35x23 metros en León que la nueva alcaldesa priísta Bárbara Botello había celebrado como un recuerdo de Enrique Peña Nieto y un monumento a la alternancia. Tiene razón el estudioso alumno. Si bien los 7 millones de pesos supuestamente habían sido donados por un empresario leonés, este dinero efectivamente tendría que haber sido utilizado para fines verdaderamente útiles y productivos. Asimismo, es muy difícil creer que la donación de esta cantidad de dinero se hiciera de manera desinteresada. La presencia del Presidente de la República en el acto habla de que allí se sellaba un pacto más político que patriótico.
 
EPN eres: criminal, vendepatrias, corrupto, asesino y pendejo, conminó la última pancarta. Si bien la sentencia es rijosa y altisonante expresa de manera nítida el hartazgo social de millones de mexicanos, el mensaje de esta alumna coincide con lo expresado por los jóvenes de la Universidad Iberoamericana el año pasado, con la evaluación de millones de mexicanos sobre la calidad de la última elección presidencial y con el legado que dejó Peña Nieto en el estado de México. Esta opinión debería ser tomada en cuenta, ya que refleja los altos estándares en materia democrática con los que cuentan los alumnos.
 
La directora del Cecyteg, Irma Sánchez, ha señalado que suspendió a los alumnos por las palabras altisonantes que escribieron en las pancartas. Pero las escuelas públicas del país no deberían confundirse con escuelas de señoritas que enseñan buenos modales. Sánchez seguramente será premiado por las autoridades por defender la calidad educativa, pero los ciudadanos conscientes sabemos que Adrián, Fernanda, Vania, Valeria y Eduardo tienen razón en reprobar al Presidente y demandar gobernantes de calidad.
Twitter: @JohnMAckerman
FUENTE : LA JORNADA
El vestidor tropical-Magú

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