Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 27 de febrero de 2013

Bajo la Lupa- Ah… ¡qué Correa!- El cónclave 2013


Bajo la Lupa
Batalla sin cuartel entre el oro y el dólar
Alfredo Jalife-Rahme
Foto
Un empleado comprueba el peso de una pieza de oro en una planta de metales no ferrosos de Krasnoyarsk, Siberia, anteayerFoto : Reuters
 
En la conferencia de Casa Lamm/ La Jornada a la que fui invitado sustenté que uno de los pilares del inmenso poderío de Estados Unidos –que los estrategas chinos llaman poder hegemónico, de alrededor de 10 por ciento del PIB global (Ver Bajo la Lupa, 16/1/13)– es apuntalado por el dolarcentrismo unipolar que, asombrosamente, no ha variado mucho como participación de las reservas del cambio de divisas globales, pese a la grave crisis de 2008: dólar (66.5 por ciento), euro (24.4), libra esterlina (3.7), yen (3.6) y otras (1.7 por ciento).
En mis libros El lado oscuro de la globalización: post-globalización y balcanización, Los 11 frentes antes y después del 11 de septiembre: una guerra multidimensional, e Irak: Bush bajo la lupa he exhibido desde hace 13 años la gran batalla mundial que se libra entre el dólar y el oro, que costaba alrededor de 300 dólares la onza en 2003 y se ha disparado hoy a más de mil 600 dólares.
Según el Consejo Mundial del Oro, Estados Unidos tendría la mayor reserva, con 8 mil 133.5 toneladas, y China, sexto lugar, mil 54.1.
Un escrutinio expone que 75 por ciento de las reservas de Estados Unidos no están en dólares sino en oro (si es que existe), mientras que México anda en menos de 0.25 por ciento. Sin comentarios.
El G-7 posee 55 por ciento de las reservas, y los BRICS, que muestran una perturbadora vulnerabilidad, tienen 9 por ciento, mientras el resto del mundo (182 países), 36 por ciento.
En el seno del G-7, Estados Unidos viene en primer lugar (25.7 por ciento), seguido por Alemania (10.7), Italia (7.75), Francia (7.7), Japón (2.4), Gran Bretaña (0.98) y Canadá (0.01 por ciento).
Dentro de los BRICS, China, primer lugar (3.33 por ciento), seguido por Rusia (3.03), India (1.7), Sudáfrica (0.39) y Brasil (0.21 por ciento; ¡supersic!). Aterra la vulnerabilidad brasileña.
También llama la atención la compra de papel-oro (ETF: exchange traded funds) por los inversionistas, que ha llegado a 2 mil 604.9 toneladas (Bloomberg, 22/2/13), que los colocaría en el cuarto lugar mundial, casi a la par del FMI (2 mil 814).
En cuanto a Sudamérica, el lugar de Venezuela es pasmoso: primer lugar (1.15 por ciento), seguido por Brasil (0.21), Argentina (0.19), Bolivia (0.13), Perú (0.1), Ecuador (0.08) Colombia (0.03) y Paraguay (0.02 por ciento); no aparecen en la lista Chile, el fracasado modelo neoliberal de Latinoamérica, ni Uruguay. Paradojas de la historia: los grandes países exportadores de oro y plata durante la conquista española no existen en el siglo XXI con la banca neoliberal.
Marion Mueller, editora de Oroyfinanzas.com (21/2/13), sustenta que Rusia acopia oro de inversión y que durante 2012 añadió 3.2 millones de onzas a sus reservas oficiales. Su dato estrujante sobre China es que no aporta demasiada información sobre sus reservas y sus compras de oro, lo cual tiene nerviosos al FMI y al G-7.
Ha sido mi hipótesis que una de las jugadas maestras de China, al estilo Sun Tzu, es acumular silenciosamente oro y plata (como en el siglo XIX), para, en el momento propicio, mostrar sus cartas financieras y ganar la gran partida magistral que se libra entre el dólar y los metales preciosos.
Marion Mueller cita a Zero Hedge: China posee más oro que las 2 mil 818 toneladas propiedad del FMI y que, en el momento en el que el banco central de China anuncie la actualización de sus reservas, la cotización de oro en la actualidad (…) se convertirá en un lejano recuerdo”.
Como de costumbre, la desinformación deliberada está al orden del día y hay que saber escudriñar los datos duros.
Marion Mueller llega hasta señalar que las verdaderas reservas de China ascenderían a 7 mil toneladas (¡supersic!), un poco menos que las controvertidas 8 mil 133.5 toneladas de Estados Unidos (si es que existen, porque la Reserva Federal no acepta ninguna auditoría).
No hay que perder de vista que la cotización oficial de las reservas de oro es de 35 dólares la onza (que proviene de los acuerdos de Bretton Woods de 1971), y que la presente cotización bursátil de hoy es 46 veces más: es decir, si Estados Unidos (en caso de que existiesen sus reservas auríferas) y China multiplican contablemente la cotización del día cambiarían dramáticamente la correlación monetaria mundial. Es lo que se conoce como un game changer: un acto que trastoca el orden financiero mundial.
Goldinvestingnews.com clasifica a los 10 principales productores de oro del total mundial (2 mil 700 toneladas): 1) China (355), Australia (270), Estados Unidos (237), Rusia (200), Sudáfrica (190), Perú (150), Canadá (110), Ghana (100), Indonesia (100), Uzbekistán (90). México viene en undécimo lugar (85), con el resto del mundo (630).
Marion Mueller cita también a Michael Snyder, de The Economic Collapse Blog, quien plantea que Rusia y China tienen una enorme influencia en el sector energético y que podrían crear un sistema donde el petróleo se cotice en oro: el petroro, del que ya hizo alusión Jim Willie en The Hat Trick Letter (8/2/13).
Michael Snyder invoca que el golpe de timón de pasar del petrodólar, que ha sostenido al dolarcentrismo, al petroro desmoronaría el sistema financiero de Estados Unidos, que ya no sería capaz de exportar inflación al resto del mundo y los precios se dispararían de manera espectacular.
Tal es la razón por la que el zar geoenergético global Vlady Putin ha convertido a Rusia en uno de los mayores compradores mundiales de oro, cuando el banco central de Rusia ha añadido 570 toneladas del metal durante esta última década, según el FMI.
Este artículo de Marion Mueller parece acorde al de Jim Willie, quien cita a Evgeny Fedorov, parlamentario del partido Rusia Unida de Vlady Putin, quien refirió que cuanto más oro tenga un país, mayor será el grado de soberanía (¡supersic!) que tendrá en caso de producirse un cataclismo (¡supersic!) monetario con el dólar, euro, libra esterlina o cualquier otra moneda de reserva.
A contrario sensu, Marion Mueller recuerda el gravísimo error de Gordon Brown en su etapa de ministro de Finanzas británico, quien vendió casi 400 toneladas (¡supersic!) de oro en los 30 meses anteriores a marzo de 2002.
Conclusión: Daddy Bush, alrededor de 1991, había propuesto la adopción de una canasta de materias primas para complementar al dólar en su hegemonía global, en la que incluyó el petróleo (cuando todavía las petroleras anglosajonas controlaban en el mundo; ya no es el caso, por ello se han volcado al gas esquisto, shale gas), el trigo (que sigue controlando Estados Unidos en forma omnímoda) y el uranio (que forma parte de la guerra de los recursos en el norte de África, desde Malí hasta Níger).
El sistema financiero mundial viene sensiblemente tocado desde el desacoplamiento del oro por el dólar en 1971 y llama la atención que el sistema dolarcéntrico, aunque agónico, haya sobrevivido tanto tiempo: 42 años.
Dada la hiperinflación –con tanta impresión masiva de billetes por la Reserva Federal que se encuentra en su QE3–, no existe suficiente cantidad física de oro, por lo que los otros tres metales preciosos (plata –de la que México es el primer productor mundial–, platino y paladio) jugarían un papel significativo de complementariedad.
De allí mi tesis de que nos encaminamos a un sistema híbrido: de reflejo multipolar y de pluridivisas de reserva acopladas a los cuatro metales preciosos y, quizá, hasta acopladas a la famosa canasta de Daddy Bush.
Twitter: @AlfredoJalife
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Ah… ¡qué Correa!
José Steinsleger
La relección del presidente Rafael Correa en las urnas fue posible gracias a la revolución ciudadana puesta en marcha por el partido gobernante Alianza-País. Revisemos, grosso modo, los importantes cambios que Ecuador (con una población de 15 millones) no conocía desde su constitución como Estado nacional (1830).
Política
 
1. Nueva Constitución, incluyente y representativa del complejo mosaico nacional: “…Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico” (artículo primero)
2. Restructuración profunda del Poder Judicial.
Pobreza
3. En 2006, el 10 por ciento más rico obtenía 28 veces más ingresos que el 10 por ciento más pobre. En 2011, la brecha se redujo nueve puntos.
4. Inversión social: 14 por ciento del PIB. En 2011, 700 mil personas habían salido de la pobreza (4.9 por ciento). Sector rural: 7.6 por ciento. Afroecuatorianos: 13 puntos.
5. Capacidad adquisitiva de la canasta familiar (93 por ciento de la población).
6. Bono de desarrollo humano (35 dólares): pasó de 1.1 millones de beneficiarios, a 1.8 millones. Beneficiarios: 67 por ciento madres solteras, adultos mayores (28), personas con discapacidad (28), menores de edad con discapacidad (uno por ciento.
7. Entre 2010 y 2011 los indígenas y afroecuatorianos recibieron 700 mil hectáreas aptas para cultivos.
Educación, cultura, comunicación
8. Inversión de 2.5 (2007) a 5.5 por ciento del PIB (2012).
9. 55 mil niños más incorporados a las escuelas públicas. La escolaridad entre la población indígena pasó de 24.3 a 46.9 por ciento. En términos globales, la escolaridad alcanza a 94.78 por ciento.
10. Entrega de uniformes escolares, desayunos, almuerzos y mochilas con textos escolares gratuitos para un millón de niños y niñas.
11. Eliminación de las matrículas escolares.
12. Construcción y ampliación de 5 mil nuevas unidades educativas.
13. Elevación de salarios y bonificaciones de los maestros (de 107, a 813 dólares).
14. Sistema Educativo Intercultural Bilingüe, con 48 mil 500 estudiantes inscritos y 2 mil 703 escuelas en 22 de las 24 provincias del país.
15. Puesta en marcha de la Ciudad del Conocimiento Yachay, con el propósito de constituirla en uno de los centros de investigación y ciencia aplicadas más importantes de América Latina.
16. Capacitación especializada de trabajadores en beneficio de 136 mil 822 ecuatorianos (2011).
17. Nueva ley orgánica de Educación Superior, reafirmando la gratuidad de la educación superior pública.
18. Cierre de universidades patito (con intenciones puramente mercantilistas). De 45 universidades creadas entre 1995 y 2006, 35 eran de titularidad privada en las que el alto coste económico era proporcional a su bajo nivel de calidad.
19. Plan Retorno para maestros y profesionales que residen en el exterior.
20. Proyecto de Ley de Medios: ningún poder económico, financiero o productivo puede ser propietario de medios de comunicación.
Vivienda y salud
21. Los planes se multiplicaron siete veces, en comparación con la suma de los tres gobiernos anteriores.
22. Entrega de más de 200 mil viviendas para los sectores rurales y urbanos marginales.
23. 18 nuevos hospitales y 250 centros populares de salud; 469 remodelados (inversión en equipos, ambulancias y profesionales contratados).
24. Inversión en obras para la prevención de inundaciones en la costa. Más de 10 proyectos multimillonarios.
Mujer y equidad de género
25. Porcentaje de mujeres en el Poder Ejecutivo: de 14 (2007) a 33 por ciento. Legislativo: de 25 a 34 por ciento. Judicial: de 6 a 43 por ciento. En la función electoral 41 por ciento son mujeres, y en el Consejo de Participación Ciudadana, 57 por ciento.
Economía, finanzas, desarrollo
26. Las decisiones públicas ya no se toman sólo en función de los rendimientos económicos, sino para satisfacer en el menor tiempo las necesidades de las mayorías.
27. Reforma fiscal. Desde 2007, los ricos pagan más impuestos.
28. Cambio de la matriz estratégica: dejar de consumir combustibles fósiles para la producción de energía.
29. Producción hidroeléctrica: de 43 (2006) a 64.3 por ciento (2012).
30. Fuerte impulso para convertir al país en exportador de manufacturas y servicios. Promoción de nuevas cinco industrias estratégicas: refinería, astilleros, petroquímica, metalurgia y siderurgia.
31. Entre 2007 y 2012 la Banca Pública entregó al sector productivo mil 500 millones de dólares en préstamos (por año), a más de mil 862 millones en crédito al sector de la economía social y solidaria.
32. En 2011, el PIB subió a 7.8 por ciento y, a pesar de la crisis internacional, se mantiene en 5 por ciento.
33. Auditoría de la deuda externa, y abandono del llamado Centro Internacional de Arreglo de Diferencias (Ciadi, Banco Mundial).
34. Renegociación de contratos petroleros. En lugar de concesiones, contratos de prestación de servicios: el dueño del petróleo y el gas pasaron a ser el Estado.
35. Ocho mil kilómetros de carreteras construidas, asfaltadas y renovadas.
Política exterior y soberanía
36. Cierre de la base militar del Pen­tágono en Manta, salida de la Escuela de las Américas y limpieza de la CIA en la Policía Nacional.
37. Expulsión de una embajadora de Washington por entrometerse en asuntos internos.
38. Reasunción bolivariana del país en América Latina (ALBA, Unasur, Celac, Mercosur, e impulso a la moneda común, el sucre.
39. Asilo en la embajada de Londres al australiano Julian Assange, director de Wikileaks.
40. Condena de las masacres de palestinos de Israel en Gaza, y fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, comerciales y de cooperación con China, Rusia e Irán.
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El cónclave 2013
Bernardo Barranco V.
Los cardenales entrarán al cónclave de marzo de 2013 en un clima de extrema presión. Los recelos, la vergüenza y la humillación en este momento están acosando a la Iglesia; son los signos de los tiempos actuales. Los cardenales ingresarán al cónclave no sólo para elegir a un Papa, sino para poner orden y construir nuevos equilibrios en una institución sacudida en sus propios cimientos. No es la primera vez en la historia de la Iglesia que los cardenales deliberarán bajo presión, incluso lo han hecho en otros tiempos bajo la coacción militar y política. Sin embargo, ahora lo harán bajo la inquisitiva mirada de los grandes medios de comunicación que reflejan una cultura suspicaz y desencantada por el cúmulo de escándalos y contradicciones de una institución que se había autoerigido en tutelar de los grandes valores de la identidad occidental. La crisis actual de la Iglesia no es de la fe, sino del aparato eclesiástico, que amenaza contaminar y acrecentar el proceso involutivo de la feligresía en todo el mundo. El desastre católico de proporciones estrepitosas sólo tiene paralelo, por su magnitud, con la Reforma protestante del siglo XVI. Pero tampoco hay dramatizar, sólo hay que recordar que todos los fines de pontificado han estado marcados por las luchas intestinas de poder dentro de la Iglesia para preparar la sucesión y que, ante el declive físico de los papas, la nomenclatura de la curia adquiere un poder desmesurado.
 
Tres factores contextúan la profunda crisis institucional que experimenta la Iglesia católica. Primero, los antagonismos internos y la lucha por el poder que, dicho sea de paso, siempre ha existido en la historia de la Iglesia, pero ahora, con la relevelación de los documentos filtrados, nos detallan una lucha feroz y antagónica de camarillas; nos refiere a un Benedicto XVI vulnerable frente a un corrupto aparato curial, de cual es también responsable, de ahí la expresión de que Benedicto XVI reinó, pero nunca gobernó la Iglesia, es sugerente. Por tanto, en segundo lugar el agotamiento de un modelo romano clerical, centralista y autoritario, que refirma la identidad eclesiástica sobre la eclesialidad. Un modelo más preocupado por incidir en el poder del Estado que en la vida de sus fieles, un modelo más tentado por la política que por dialogar con la cultura contemporánea, con sus grandes y pequeñas mutaciones. El tercer factor, en términos de la coherencia de la Iglesia, de sus actores, es que están expuestos mediáticamente al escrutinio de la sociedad como nunca en la historia. A través de las filtraciones periodísticas, por ejemplo, pudimos darnos una idea de cómo Benedicto quedó impresionado y pasmado con el informe que le presentaron tres cardenales, en diciembre de 2012, sobre la filtración de documentos Vatileaks. Confirmó la existencia de redes de corrupción sexual, política y financiera que imperan en la curia italiana. Nos lleva a preguntarnos no sólo por una reforma de la curia romana, sino por una renovación del propio papado. ¿Puede un solo hombre, anciano o joven, llevar a cuestas una institución laberíntica tan pesada y compleja? De tal suerte que ahora las intrigas palaciegas se han convertido en un descomunal espectáculo que atrae millones de audiencias católicas y no católicas que observan con detalle el drama no sólo de la sucesión, sino el sacudimiento de una institución milenaria que ha sido pilar en Occidente. Ante el mundo entero, especialmente a partir de 2010, la Iglesia ha sido escenario de sucesivos escándalos, destacando los casos de pederastia que han trocado en un estigma mundial y que han llenado las páginas de los principales periódicos de todo el mundo y horas de transmisión en televisión.
 
Ante el cónclave de 2013, los clásicos plantean que el dilema es realidad simple. Elegir a un hombre de fe profunda, a un verdadero pastor dispuesto a renovar la Iglesia. La Iglesia requiere retomar su pastoralidad. Regresar a la actitud humilde y misionera, de una Iglesia que viva con simplicidad su solidaridad y cercanía con su pueblo. Comunión y eclesialidad, regreso a los orígenes de la fe y de la gracia. Retomar el Concilio Vaticano II o realizar uno nuevo. Esta disyuntiva se impone en la agenda del próximo pontífice. Retrabajar una versión renovada del catolicismo en diálogo con la cultura secular, supone una nueva actitud de desarrollo cultural, intelectual y científico acorde a los cambios operados. Benedicto XVI sistemáticamente se negó a operar dichas iniciativas de cambio con y en el mundo contemporáneo. De hecho, fracasó en su intento de recristianizar la Europa laica y secular. Y lamentablemente quedan muy pocos herederos del espíritu del concilio, aquel que tanto teme y combate la curia burocrática romana. El tema no es nuevo y ahí está. Entre escándalos y descalificaciones, el cardenal Carlo María Martini pidió en 1999 ante el Sínodo de Obispos Europeos la convocatoria a un nuevo concilio para concluir las reformas estancadas que habían surgido en el Vaticano segundo, celebrado en Roma entre 1962 y 1965.
 
La realidad actual es amarga para la Iglesia, los cardenales entrarán al cónclave con cierta vergüenza, entran con una percepción de pesimismo y de caos. Como expresó Umberto Eco en el diálogo que sostuvo con el fallecido y citado cardenal Martini en su libro ¿En qué creen los que no creen?: las certezas católicas deben saber convivir con la incertidumbre y el pesimismo posmoderno. Podríamos parafrasear al mismo Ratzinger cuando sentencia al mundo que si Occidente no se refunda en Dios, permanecerá prisionero de los tiempos del miedo y en la decadencia; podríamos aplicar la misma ecuación a la Iglesia católica en esta crisis de época que vive: si el cristianismo no se refunda en profundo diálogo con la cultura moderna y una nueva actitud se decantará en el ostracismo, el miedo y la petrificación.
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