Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 24 de febrero de 2013

Ex Alcaldesa priista de SLP deja una estela de saqueo y corrupción; hasta los de su partido van por ella

Ex Alcaldesa priista de SLP deja una estela de saqueo y corrupción; hasta los de su partido van por ella

Victoria Labastida Aguirre. Foto:http://www.globalmedia.mx/sanluis2012/ver_noticia.php?id=3518
Ciudad de México, 24 de feb. (SinEmbargo).– ¿Qué tan mal tiene que hacer las cosas un priista para que otros priistas de su municipio, de su estado y de el gobierno federal decidan ir en su contra? Esa es una pregunta que le toca responder a la ex Alcalde de San Luis Potosí.
Victoria Amparo Labastida Aguirre llegó a la presidencia municipal de la capital potosina tras obtener 43.9% de los votos en las elecciones de 2009. Así, Labastida Aguirre puso fin a 12 años de gobiernos panistas y se convirtió en la cuarta mujer en ocupar la silla principal de esa alcaldía, pero la primera en lograrlo a través de una elección.
La Alcaldesa no era nueva en la política. Para entonces, Labastida ya había ocupado varios cargos en la administración estatal, entre ellos en la Gestoría de Gobierno y en la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia. Fundó el Programa Estatal de la Mujer, y en el Congreso local, en 2002, llegó a ser Oficial Mayor y, entre 2006 y 2009, Diputada local.

Los problemas de Victoria Labastida empezaron muy temprano. En febrero de 2010, la presidenta municipal fue victima de varias críticas por parte de la oposición luego de anunciar la instalación del parque acuático “San Luis Somos Todos”, el cual tuvo un costo de 4 millones de pesos. “Estamos a tiempo de que la Presidenta Municipal pusiera tantito interés, que dejaran de pensar en el gobierno municipal como un negocio familiar y se pusieran en términos de generar soluciones para el municipio”, declaró entonces el diputado perredista Felipe Abel Rodríguez Leal.
La presidenta municipal llegó a su primer informe de actividades “decepcionada de sus funcionarios”, pero asegurando que el próximo año todo saldría mucho mejor y con muchas ganas de festejar. Por eso, el municipio invirtió 600 mil pesos en un evento para festejar los logros de la administración priista. El diario potosino El Exprés, enlistó por aquellas fechas algunos de los errores de la administración de Labastida, entre ellos “el derroche de recursos en su asesor de imagen” y “sospechosos concursos de obras públicas”.
En noviembre del 2010 otro escándalo protagonizado por Labastida estalló en los medios nacionales. En poco más de un año, la presidenta municipal había realizado ya 20 viajes –cuatro de ellos internacionales, a España, Chicago, Japón y Colombia– y que costaron más de 209 mil pesos al erario público. Cuestionada sobre el tema, la Alcaldesa respondió: “Sé que hay voces que no les gusta (que yo viaje), pero no voy a frenar una oportunidad de enlazar a San Luis Potosí con el mundo. Hay que romper un poco con la visión pueblerina que se tiene”.
De inmediato, líderes políticos y empresariales del estado reaccionaron y exigieron un alto a los viajes de la priista para concentrarse en los problemas del municipio. “No se le ve beneficio, parece un turismo del Ayuntamiento, donde no se aterriza ninguna idea, porque San Luis sea Patrimonio Histórico, no fructifican los viajes, no ha surtido los efectos y en esa parte considero que se deben replantear los viajes”, declaró José Manuel Arredondo, presidente del Comité Municipal del Partido Acción Nacional (PAN).
Y aunque desde principios de su gestión Labastida se comprometió a no engrosar la nómina de la alcaldía, la cual recibió con 5 mil 401 empleados, para finales del 2010 creció a 5 mil 905, mientras que los trabajadores a través de honorarios pasaron de 306 a 706.
En febrero de 2011, la Alcaldesa fue nombrada presidenta de la Región Centro de la Federación Nacional de Municipios de México. Frente a Eruviel Ávila Villegas, entonces Alcalde de Ecatepec, y al Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, Labastida se manifestó a favor de fortalecer a los ayuntamientos y de fomentar el diálogo, el intercambio y la cooperación entre todos los órdenes de gobierno y con organismos internacionales.

EL CAMINO RUMBO AL SENADO

Con la vista puesta en las elecciones del 2012, el 25 de enero de ese año Labastida Aguirre solicitó licencia ante el Cabildo de la capital para contender junto con el ex Gobernador Teófilo Torres Corzo como candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Senado de la República. El permiso fue aprobado y Miguel Ávalos Oyervides quedó como Presidente Municipal interino. Sin embargo, en marzo, el activista político Rafael Aguilar Fuentes presentó una demanda de amparo ante el Juzgado Cuarto de Distrito en contra de la Alcaldesa Labastida, quien tuvo que regresar a su cargo.
Tras el desaire, la priista no tardó mucho en volverlo a intentar y apenas 24 horas después de regresar al cargo Victoria Labastida solicitó otra vez licencia para competir en las elecciones de ese año. Con 13 votos a favor, dos en contra y una abstención, la Presidenta Municipal consiguió licencia por segunda ocasión. Aguilar Fuentes intentó frenarla otra vez pero no tuvo éxito y en junio, luego de cuatro meses de campaña, el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito dejó sin efecto las impugnaciones presentadas por el activista sobre la licencia concedida por el cabildo a Labastida Aguirre.
Pero ese no fue el único descalabro que la priista tuvo que enfrentar durante los primeros meses de 2012. Meses antes del inicio de ese año, la organización Acción Ciudadana presentó una demanda de juicio político en contra de la Alcaldesa a quien acusaban “de incurrir en diversas violaciones a la ley por permitir la operación de Aguas del Poniente y con ello, dejar de lado su obligación de prestar el servicio de agua potable, drenaje y saneamiento en las colonias en donde opera esa empresa”, según una nota de La Jornada San Luis. Sin éxito, en marzo de 2012 los demandantes recurrieron al juicio de amparo.
Y por si no fuera suficiente, durante los últimos días de junio, una camioneta con propaganda de Victoria Labastida arrolló a una motociclista, quien debido a sus lesiones fue hospitalizada. Según testigos del accidente, los tripulantes del vehículo tenían aliento alcohólico y otra camioneta que pertenecía al convoy se dio a la fuga.

SE DESTAPA LA CLOACA

Pero lo peor estaba por venir. En las elecciones al Senado, que según muchos sería su trampolín a la gubernatura en 2015, Labastida no corrió con suerte. Además, fracasó en su intento por acomodar a su gente cercana en otras candidaturas. Eso sí, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el PRI logró retener en 2012 la capital potosina. Con Mario García Valdez como candidato, el tricolor consiguió 43.17% de los votos, frente al 41% del candidato de la alianza PAN-PANAL, Alejandro Zapata Perogordo.
Además, el Alcalde electo aseguró que no solaparía ninguna irregularidad cometida por la administración anterior: “Es una premisa fundamental, no podemos dejar pasar las fallas y problemas, es algo que he señalado e incluso lo he expresado con todo respeto, cualquier cosa que no este dentro del marco de la ley se actuara en consecuencia, porque el propio municipio tiene sus instancias para investigar y actuar conforme a derecho porque existe una Controlaría, Asuntos Jurídicos y Sindicatura”.
Las amenazas de García Valdez se hicieron realidad a finales de noviembre del 2012, cuando denunció ante la Auditoría Superior del Estado a Labastida y a otros ex funcionarios por haber contraído deuda pública sin autorización del Congreso del Estado, y por el desvío de recursos municipales, estatales y hasta federales, por lo que la acusación podría llegar hasta la Auditoría Superior de la Federación. Según la nueva administración, Victoria Amparo Labastida Aguirre habría desviado 143.6 millones de pesos de recursos federales.

Y es que cuando ella asumió la presidencia municipal de San Luis Potosí, la deuda que dejó su antecesor, el panista Jorge Lozano Armengol, alcanzaba los 223 millones de pesos; mientras que, según un documento emitido en enero por la calificadora Fitch & Ratings, la deuda que heredó la priista a García Valdez alcanzaría los mil 289 millones de pesos –777.6 millones de pesos de pasivos no bancarios y 511.4 millones de pesos de créditos con bancos–.
Además, Labastida Aguirre incrementó a lo largo de su período de administración la nómina municipal. En 2010, el primero de gobierno de la priista, fueron presupuestados para este fin 600 millones, 515 mil 754 pesos; al año siguiente, el concepto de remuneraciones a personal creció a 688 millones 450 mil pesos, y en 2012 la cifra alcanzó los 713 millones 531 mil 492 pesos, 15.8% más que durante el primer año de gestión de la priista.
El Alcalde García no fue el único priista en desmarcarse de Labastida. A finales de enero de este año, Rosa María Huerta Valdez, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso de San Luis Potosí, aseguró que cada quien debe ser responsable de sus actos y que el PRI no solapará a la ex Alcaldesa, pues no manda a ningún funcionario para que éste haga mal uso de los recursos públicos: “Nos afectaría más si tapáramos corruptelas, lo que definitivamente no haremos”.

Más información de la corrupción y el “saqueo” realizado por la administración de Labastida salió a la luz. En noviembre de 2012, una nota del diario Pulso aseguró que la ex Alcaldesa y algunos de sus colaboradores más cercanos contaban con tarjetas corporativas de Banorte, con las cuales pagaron cuentas de miles de pesos en restaurantes, bares y hoteles en todo el mundo. Además, el mismo diario denunció que la administración de la ex Alcaldesa autorizó la construcción de 14 tiendas del Grupo Walmart que no contaban con permisos oficiales.
Y apenas el 18 de febrero pasado, una nota publicada por el diario El Norte aseguró que el municipio de la capital potosina gastó 7 millones 192 mil 654 pesos para liquidar a 123 funcionarios de la administración de Labastida. Así, la ex Alcaldesa habría recibido 60 mil 645 pesos como liquidación, mientras que Emigdio Ilizaliturri, ex secretario general de la priista, recibió 115 mil 125 pesos y Patricia Juárez Segura, ex coordinadora Administrativa de la Oficialía Mayor, recibió 295 mil pesos. Así las cosas, sin quien proteja a Labastida y a su equipo, lo único que se vislumbra en su futuro son aún más demandas.

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