Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 17 de enero de 2012

Astillero- ENRIQUE PEÑA NIETO Y LOS LIBROS-México SA- Tarahumara, sinónimo de miseria


Astillero
Platanar
Enojo (sólo) por un chiste
Narco: cáscara electoral
Orantes, nueva opositora
Julio Hernández López
Foto
MORENA CULTURAL. Artistas e intelectuales anunciaron la creación de la Comisión Promotora del Movimiento de Regeneración Nacional de Cultura, la cual entregará diversas propuestas a Andrés Manuel López Obrador. En la imagen, Fabrizio Mejía Madrid, Paco Ignacio Taibo II, Elena Poniatowska y Porfirio Muñoz Ledo
Foto Jesús Villaseca
Es valioso, pero insuficiente, el enojo masivo que provocó un cómico de televisión de paga al usar en sus chistoretes del día el tema de los niños muertos en la guardería sonorense ABC.
Justiciera fue la indignación generalizada ante lo dicho por Platanito Show en TeleHit, una de las vertientes de Televisa a través de cable, pero una buena porción de esas protestas se quedaron en la superficie, dispuestas a darse por satisfechas si la empresa que es corresponsable de muchas de las desgracias del país se deshiciese simplemente del personaje incómodo (una especie de payaso expiatorio), circunscrito el tema a su aparición mal tratada en un foro de pastelazos, sin denunciar y confrontar las verdaderas causas y a los responsables de ese episodio doloroso de la conciencia nacional.
Así parecen irse procesando las muchas vergüenzas nacionales. Hay una especie de desmemoria convenida que prefiere cerrar los ojos ante los escenarios serios de la descomposición nacional y que, alegando hastío ante la política, los políticos y la politiquería, prefiere dejar hacer, dejar pasar, como ha sucedido con el caso de la guardería ABC, tan terrible e inaceptable que es de suponerse que en otros países habría provocado protestas populares y una crisis institucional. Pero acá, en la República de la Conciencia Anestesiada, aquella tragedia fue solamente parte del inicio del viacrucis alfabético que ha llegado a las Zetas sangrientas (entre otras letras escritas en inhumanos carteles) y continúa dándole vuelta a la colección de signos idiomáticos infamantes.
El platanar del sexenio queda así reducido al caso escandaloso de un comediante pasado de tono. Paredón al Platanito Show, mientras la prima de la esposa del ocupante de Los Pinos es declarada inocente de cualquier culpa en el manejo de la guardería, cuyo manejo para efectos de lucro les fue asignado como parte de las concesiones que desde los poderes se dan a los familiares y a los favoritos, tanto a ramales panistas, entre los que destaca Marcia Matilde Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala Gómez del Campo (y por lo cual todo mundo supo, desde siempre, que no sería tocada ni por el pétalo de una sanción mínima), como a priístas sonorenses relacionados con el entonces gobernador, Eduardo Bours.
Castigos menores, medidas distractoras, impunidad garantizada para los grandes responsables. Uno de los culpables inequívocos se dedica actualmente a organizar la próxima campaña presidencial panista, a título de funcionario del PAN: Juan Francisco Molinar Horcasitas, cuyo primer apellido podría quedar en Platanar. Válido es demandar que sea retirado el programa del Platanito Show, pero mejor será exigir justicia en el caso ABC, específicamente en el caso de los concesionarios ahora absueltos y de los funcionarios ahora tan campantes. También sería importante que Televisa revise los contenidos de canales como TeleHit, convertido en depósito de buena parte de lo peor de su programación, dedicado a exaltar la procacidad y la irrelevancia, empecinado en intoxicar a su audiencia con tonteras para que continúen la desmemoria y el anestesiamiento colectivos.
The Washington Post alerta sobre el riesgo sabido por todos los mexicanos de que la cáscara del narcotráfico, manejada desde altos platanares, hiciera resbalar las próximas elecciones por Los Pinos tan temidas. El dinero del crimen organizado puede comprar autoridades de manera directa o ayudándolas a instalarse en el poder y, haciendo segunda a la versión tramposa del hermano de la candidata Cocoa, y de ésta misma, el diario estadunidense recoge la versión de que en Michoacán fue el narcotráfico el factor que quitó una presunta victoria de Luisa María Calderón.
En el flanco priísta, los directivos y el virtual candidato presidencial hacen malabares para jurar que el tema de los recursos sucios no les llegará a tocar. Pedro Joaquín Coldwell anuncia la creación de un comité de vigilancia de financiamiento a las campañas y promete que el partido de tres colores no tendrá candidatos relacionados con el narco (esta columna procede de inmediato a chuparse el dedo y cree a pie juntillas en tan espectaculares ofertas). Entre más salvamentos de papel intentan, más parecen enredarse el peñanietismo y sus aliados oscuros (Romero Deschamps y el Pemexgate, Gordillo y el gabinete como botín a repartir, los gobernadores preciosos, tanto los anteriores, como Mario Marín y Ulises Ruiz, como los actuales, que también tienen lo suyo).
En Chiapas, por lo pronto, ha estallado la primera rebelión a los pactos Peña Nieto-Partido Verde Dólar-Panal. La senadora María Elena Orantes ha renunciado al PRI porque su entidad fue seleccionada por los Niños Verdes para hacerse de su primera gubernatura a través del actual senador Manuel Velasco, que sería presentado como candidato común para relevar a Juan Sabines cuando se le termine la fiesta sexenal. Además, la hija de la profesora Gordillo, Mónica Arriola, virtual encargada ejecutiva del Panal, será postulada candidata al senado en la primera fórmula de esa alianza con Peña Nieto. No hay nada en la dimitente Orantes que ofrezca fundamento para considerarla abanderada de las izquierdas en Chiapas, pero la amorosidad electoralmente oportunista requiere de votos a como dé lugar y por tanto está en proceso la intención de entregarle la candidatura que su partido original le está negando. Ya se vio en Oaxaca, Sinaloa, Guerrero, Puebla y la misma Chiapas lo que sucede con esas alianzas de última hora que en nada acaban beneficiando los intereses de la presunta izquierda mexicana, pero aun así se avanza en la construcción de un nuevo engaño coyuntural.
Y, mientras Cordero, Creel y Vázquez Mota debaten hoy, según eso con respeto y sin descalificaciones (es decir, un encuentro pasteurizado, que por tanto no debería ser llamado debate, sino picnic), ¡hasta mañana, con el gobierno de Ángel Aguirre habilitando a dos agentes ministeriales como presuntos culpables de la matanza de dos normalistas!
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Facebook: Julio Astillero
The Platanito show-Rocha

Enrique Peña Nieto y los libros
Luis Hernández Navarro
Está claro que los libros no son lo suyo. Aunque lleven la firma de Enrique Peña Nieto, él ni los lee ni los escribe. Por culpa de ellos su aspiración a mudarse a vivir a Los Pinos sufrió un severo traspié y su popularidad entró en un tobogán por el que se desliza incontenible.
No es exageración. Según diversas encuestas, la intención de voto en su favor pasó en los últimos 20 meses de 54 a 42 por ciento, es decir, 12 puntos. De acuerdo con Mitofsky, el candidato bajó 3 puntos en diciembre, es decir, unos 2 millones de votos. Sus errores y dislates lo están hundiendo.
De acuerdo con la encuesta publicada en Excélsior el pasado 10 de enero, a pesar de que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es identificado por prácticamente toda la población (96 por ciento), tiene 31 por ciento de opiniones negativas. Una cifra considerablemente alta.
Tampoco le va bien al ex gobernador mexiquense en el sondeo entre los presidentes ejecutivos de empresas (CEO, por sus siglas en inglés) de las 500 firmas más importantes de México, difundido por CNNExpansión el 10 de enero. De acuerdo con Pulso Expansión 500, tan sólo 16.7 por ciento de los CEO encuestados votarían por Peña si hoy fueran las elecciones presidenciales; 53.7 por ciento lo harían por Josefina Vázquez Mota, mientras 3.7 por ciento apoyarían a Andrés Manuel López Obrador.
Esta tendencia se confirmó en el banquete de Los 300, la reunión anual de la revista Líderes Mexicanos. Orador único en la sesión de la tarde, el abanderado tricolor improvisó un discurso de casi una hora. El resultado fue fatal. Según Jorge Volpi, “los rostros de los invitados pasan de la curiosidad al aburrimiento y de la decepción a la ira (...) Peña no articula una sola idea original, un solo planteamiento brillante, un solo destello de lucidez que escape al lugar común. Al final de la comida, las mismas preguntas flotan entre los comensales. ¿Éste es el joven líder que se presenta como el renovador del PRI? ¿Éste es el político que encabeza las encuestas? (Reforma, 8/1/12)”.
Todo comenzó con los libros. Sin mayores quejas de los priístas, Peña dejó de lado la propuesta elaborada por la Fundación Colosio titulada Programa para México, por un país con rumbo; un diálogo con la sociedad mexicana. En su lugar estableció como eje programático de su campaña el libro México, la gran esperanza: un Estado eficaz para una democracia de resultados.
Como la legislación electoral fija limitaciones al uso de los medios de comunicación en tiempos oficiales para los partidos que han acordado candidaturas únicas, el PRI definió una estrategia de campaña organizada alrededor de presentaciones del libro en todo el país.
El banderazo de salida se dio el 23 de noviembre de 2010. Para evitar desagradables sorpresas, el libro se presentó por primera ocasión en una exclusiva reunión con 200 invitados en la Casa del Lago, a la que hubo ingreso restringido, previa invitación.
El libro es un desigual amasijo de recetas neoliberales similares a las diseñadas por la tecnocracia zedillista y que han tenido continuidad (en políticas y en políticos) durante el sexenio panista. Lo mismo retoma las propuestas de Santiago Levy sobre seguridad social que propone candados para dar al PRI una mayoría artificial y excluyente en el Congreso de la Unión.
Un día después del lanzamiento del libro en la Casa del Lago, un panel de comentaristas lo ensalzó y analizó en el programa Es la hora de opinar, transmitido por Televisa y conducido por Leo Zuckerman. Allí Peña Nieto reconoció indirectamente que el libro no fue escrito por él, sino por un grupo de colaboradores, a los que agradeció su trabajo. Ni soy autor de la propuesta, sí de la idea y del convencimiento..., dijo.
La siguiente estación en la campaña presidencial que no se atreve a decir su nombre fue la presentación de la obra en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Allí quedó claro que el peor enemigo de Peña Nieto es él mismo. Incapaz de mencionar tres títulos que libros que lo impactaron en su vida, mostró su ignorancia, su falta de sentido común y su incapacidad para enfrentar la adversidad.
El candidato evidenció tener quijada de vidrio. Para no exponerlo más, la gira nacional de presentaciones de México, la gran esperanza, fue suspendida. Con ello se canceló la posibilidad de legitimar la propuesta del mexiquense en una interlocución con empresarios, universitarios, investigadores y académicos.
El equipo de Peña levantó un cerco para evitar someterlo a preguntas inadecuadas que lo hicieran resbalar, y lo metió a una dinámica de activismo sin sustento programático, cuya realización corresponde al cierre de la campaña electoral, no a su arranque. Se organizaron así actos masivos al más viejo estilo tricolor, promovidos por sus más allegados en los gobiernos estatales de Hidalgo, Campeche, Yucatán y Chihuahua.
Con poco tino, sus estrategas buscaron repetir en Huejutla lo realizado por el malogrado candidato Luis Donaldo Colosio en su arranque de campaña. Peña Nieto llegó cuatro horas tarde al evento y cometió una nueva pifia. Al concluir, intentó despedirse en náhuatl, pero lo hizo mal, diciendo tlaxcali miak (muchas tortillas), cuando debió decir tlaskamati miak, que significa: muchas gracias.
El descenso en las intenciones de voto del precandidato tiene que ver con sus errores, tropiezos y deslices verbales, a raíz de su participación en la FIL, el mensaje de su hija en Twitter llamando prole a quienes criticaron a su padre, el desconocimiento del salario mínimo y del precio de la tortilla, y la confusión en el mitin de Huejutla.
Como parte de una estrategia de contención de daños, intelectuales afines a Peña Nieto desestiman sus pifias e insisten en que en un país sin lectores, como México, los libros no votan. Puede que sea cierto cierto que los libros no votan; sin embargo, a juzgar por la debacle de la candidatura del mexiquense, los libros rebotan.
Entre los rarámuris-Fisgón
México SA
Tarahumara, sinónimo de miseria
Rarámuris: marginación secular
Platanito, indecente payaso de la tele
Carlos Fernández-Vega
En su primera edición (19 de septiembre de 1984), La Jornada denunció que por aquellos no muy lejanos ayeres la situación socio-económica de los tarahumaras se equiparaba a la registrada un siglo atrás, en pleno porfiriato: hambre, desempleo, marginación, explotación, represión y miserables condiciones de vida, por decir lo menos. Hoy, ya en el siglo XXI, tal circunstancia se ratifica, porque los rarámuris siguen muriendo de hambre, como parte de la geografía nacional de la pobreza.
Entre lo más reciente, “al menos seis personas han muerto de hambre en poblados del municipio de Carichí, ubicado en la zona suroeste de Chihuahua, en la sierra Tarahumara (65 mil kilómetros cuadrados), casos que fueron confirmados con las actas de defunción (…), en las cuales el médico legista puso como causa de muerte la desnutrición que enfrentan pobladores de esa región –sin comida suficiente hasta por cuatro meses consecutivos– como consecuencia de la sequía. Las comunidades donde murieron de hambre las seis personas son Napuchi, Wisarorare, Baquiachi y Pasigochi, donde el índice de mortalidad por la falta de alimento es un factor que ha propiciado casos de lesiones y de muertes de los adultos de 55 a 60 años de edad... Hubo algunos casos de fallecimiento de niños por la falta de alimentos, pero esta situación se atendió y no han muerto más menores por este problema”, según representantes del gobierno estatal (La Jornada, Rubén Villalpando, corresponsal).
Lamentablemente, el autodenominado gobierno sólo reacciona, por llamarle así, cuando casos como el citado alcanzan cobertura de los medios de comunicación y es manchada la imagen de la supuesta autoridad (como si no lo estuviera por esa e infinidad de razones adicionales). En los crudos hechos, sin embargo, la situación de las rarámuris (como la de tantos otros mexicanos) no tiene por qué ser distinta, pues el olvido y la desatención de que son víctimas son permanentes.
Ya en 1984, como en su momento denunció La Jornada, la situación era grave de por sí, pero 27 años después resulta peor. Y cada día que pasa los es más. Por ejemplo, en 2000 el municipio de Batopilas fue catalogado de muy alto rezago social; en 2010 tal condición fue ratificada, con el agravante de que en el primero de los años citados formaba parte de los 139 municipios más pobres de la República, mientras que en el segundo se había integrado a los 44 municipios más depauperados (o si se prefiere, ocupaba el escalón número 2 mil 413 de 2 mil 457 posibles, incluidas las delegaciones del Distrito Federal).
Como si fuera una situación coyuntural, el gobierno de César Duarte, por medio de su vocero, Juan Ramón Flores, brincó a la palestra mediática para exigir que no hagan declaraciones irresponsables, pues si bien los tarahumaras han vivido en condiciones complicadas durante muchos años, no han llegado a los suicidios… No existe alerta”. Tal vez tenga razón: es tal el hambre, que no hay necesidad de suicidarse; la primera hace su chamba puntualmente.
De acuerdo con la información oficial, 23 son los municipios tarahumaras. En ellos, la norma es el elevadísimo índice de pobreza, de tal suerte que con sequía y/o heladas, o sin ellas, el rezago social es permanente. Algunos ejemplos municipales de esta zona, con base en la estadística del Coneval: Balleza, con 85.7 por ciento de la población en pobreza; Carichi, 84.8 por ciento, que se ubica entre los primeros lugares de rezago social en el país; Guachochi, 83.2 por ciento; Guadalupe y Calvo, 89.9 por ciento; Batopilas, 91.1; Urique, 86.8 por ciento; Boycona, 65.9 por ciento; Nonoava, 71 por ciento. Los citados son los ocho asentamientos más poblados de la citada etnia, pero no existe alerta, dice el vocero del estado de Chihuahua. Como se observa, no se requieren heladas o sequías para que los rarámuris mueran de hambre.
El municipio tarahumara con menor índice de pobreza –si en realidad se puede calificar de menor– es Guerrero, con 48 por ciento de su población en tal circunstancia. De acuerdo con el Coneval, la Tarahumara es una de las regiones de México en donde los índices de marginación y pobreza crítica son más severos, en donde la norma es desnutrición, analfabetismo, mortalidad infantil, dispersión geográfica y falta de servicios de educación, salud, energía eléctrica, agua entubada y drenaje. En esta zona de la República se registra el mayor rezago social de Chihuahua, lo que para el gobierno estatal, según reconoce, no es señal de alerta.
Seis años atrás, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo divulgó su informe sobre el Desarrollo Humano de los pueblos indígenas de México, con base en información del año 2000, y en él advertía que la existencia de brechas en los niveles y ritmos de desarrollo humano colocan a todos los pueblos indígenas de México por debajo de los niveles promedio alcanzados por el resto de la población. El índice de desarrollo humano más bajo del país se ubica justamente en la Sierra Tarahumara, siendo 49.1 por ciento por debajo del promedio de desarrollo nacional. Los dos municipios con la más baja sobrevivencia infantil del país corresponden a Morelos (90 por ciento de la población en pobreza) y Batopilas (91 por ciento) de la región Tarahumara de Chihuahua, pero dentro de esta misma región, también se ubican Uruachi (89.7 por ciento) y Urique (86.8 por ciento) que se encuentran entre los 20 municipios con menor sobrevivencia infantil.
El mismo informe subrayaba que en la Tarahumara casi 86 por ciento de la población no era derechohabiente de las instituciones de salud; 40 por ciento no recibía ingresos monetarios por su trabajo, y el grado de escolaridad de la población de 15 años y más era, en promedio, 4.2 años. Lo anterior, sin considerar desempleo, salarios miserables, altísimo grado de explotación y demás gracias que no representan señal de alerta para el gobierno de Chihuahua, aunque éste exige no hacer declaraciones irresponsables.
Las rebanadas del pastel
El indecente payaso Platanito tiene garantizado un puesto en el gabinete calderonista, porque, tal cual sus actuales integrantes, ha hecho público su desprecio por la trágica muerte de los 49 niños de la guardería ABC de Hermosillo. Al igual que el inquilino de Los Pinos y su familia política –que goza de cabal impunidad junto con Juan Molinar Horcasitas, Eduardo Bours y Carla Rochín Nieto–, ese nefasto personaje de la tele avala y promueve la discriminación, y se burla del sufrimiento de los padres, que es el de todos nosotros. Y en esto la fábrica de sueños tiene un pendiente adicional que resolver.

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