Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 25 de enero de 2012

Esconde la CFC su decisión sobre Televisa-Iusacell- Obama centra su informe en rescatar el sueño americano- CFC: opacidad injustificable-


Tintes populistas al abordar política tributaria y empleo
Ofrece una economía que funcione para todos y no sólo para ricos
Se redujo la migración ilegal poniento más botas en la frontera, dice
Asegura que el mundo siente la renovación del liderazgo de EU
Empleo y el rescate del sueño americano, acaparan discurso sobre el estado de la unión
Obama ofrece en su informe una economía que funcione para todos
Advierte ante el Congreso de EU que Wall Street no volverá a jugar bajo sus propias reglas
Reconoce que una reforma migratoria integral será casi imposible en este año electoral
No se descartará ninguna opción para impedir que Irán obtenga un arma nuclear, señala
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Ovación al presidente Barack Obama durante su discurso ante el Congreso estadunidense sobre el estado de la uniónFoto Reuters
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de enero de 2012, p. 29
Nueva York, 24 enero. El presidente Barack Obama ofreció su informe presidencial anual enfocado sobre lo que será el eje de su campaña de relección este año: una economía que funcione para todos y no sólo para un reducido número de ricos.
La mayor parte del discurso ante el Congreso giró en torno al empleo, la desigualdad y la necesidad de rescatar el sueño americano que promete que cada generación será más próspera que la anterior y que todo estadunidense tiene la misma oportunidad para lograr superarse; algo interrumpido por la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Por ello, afirmó que el tema que define nuestros tiempos es cómo mantener viva esa promesa.
Obama, en su tercer informe, llamado estado de la unión, trató de establecer el contexto de la disputa político-electoral en esta coyuntura, al afirmar que podemos aceptar un país donde un número de gente cada vez más reducido prospera mucho, mientras un número creciente de estadunidenses apenas sobrevive. O podemos restaurar una economía donde cada quién tiene una oportunidad, cada quién aporta lo justo, y todos juegan bajo las mismas reglas.
Mismas reglas para todos
En su nuevo tono populista, subrayó que “los millones de estadunidenses que cada día trabajan duramente y juegan bajo las reglas merecen un gobierno y un sistema financiero que hagan lo mismo. Es hora de aplicar las mismas reglas de arriba hacia abajo…. Un Estados Unidos construido para permanecer insiste en que todos sean responsables”, declaró.
A la vez, asumió un tono agresivo contra el sector financiero. No regresaré a los días cuando se le permitió a Wall Street jugar bajo sus propias reglas, y afirmó que ahora hay nuevas regulaciones y supervisores para asegurar un comportamiento más responsable de este sector. También impulsó nuevas medidas para abordar la crisis hipotecaria, incluso una nueva agencia para investigar el manejo de las hipotecas por las empresas financieras.
Obama presentó un programa de acción para impulsar el empleo, sobre todo en el sector manufacturero. Mencionó iniciativas para generar mayores recursos energéticos dentro de este país y reiteró sus iniciativas para reformar un sistema de educación que permita abordar las necesidades económicas. Y reiteró las políticas de libre comercio como prioridad de su gobierno. Afirmó que sus políticas económicas ya ofrecen resultados positivos.
Y para promover mayor igualdad, llamó por una reforma del sistema tributario para que todos aporten su parte, y señaló que hoy los multimillonarios suelen pagar una tasa de impuestos inferior a la de los trabajadores de clase media. Para subrayar el punto, Debbie Bosanek, secretaria del segundo multimillonario más rico del país, Warren Buffett, estaba sentada junto a Michelle Obama, entre los invitados especiales del presidente. Buffett provocó debate hace unos meses cuando declaró que gente como él debería pagar mucho más en impuestos, y reveló que él pagaba una tasa menor que su secretaria.
Pero toda la retórica sobre mayor igualdad económica y gran preocupación por los desempleados y los de ingresos bajos fue hecha ante cientos de millonarios en la gran sala del Congreso. La mitad de los representantes y dos tercios de senadores son millonarios, y por lo menos 10 de los integrantes del gabinete también, según el Center for Responsive Politics. El presidente tuvo ingresos superiores a un millón 700 mil dólares en 2010.
Obama lo reconoció al declarar que se debe cambiar el código de impuestos para que gente como yo y muchísimos legisladores paguemos nuestra parte justa de impuestos.
Vale señalar que los dos principales candidatos republicanos en el concurso para enfrentar a Obama también son millonarios: Mitt Romney acaba de revelar sus ingresos de 45 millones en 2010 y 2011 y tiene una fortuna de unos 250 millones de dólares; Newt Gingrich tuvo ingresos de 3 millones en 2010.
A la vez, Obama reconoció la percepción pública de la disfuncionalidad de Washington. He hablado esta noche sobre el déficit de confianza entre Wall Street y el resto del país, pero la división entre esta ciudad (Washington) y el resto del país es casi igual de mala y parece empeorar cada año. Por ello, llamó por un renovado espíritu de cooperación en servicio del pueblo.
Sobre el asunto divisivo de la migración, Obama recordó que favorece una reforma migratoria integral y que su gobierno había logrado reducir el flujo de la inmigración ilegal poniendo más botas en la frontera que nunca antes. Sin embargo, reconoció que una reforma integral es casi imposible en un año electoral, pero instó al Congreso a promover una reforma parcial que por lo menos permita la legalización de estudiantes inmigrantes.
Obama inició su discurso marcando el regreso de las tropas de la guerra en Irak. Nos reunimos esta noche sabiendo que esta generación de héroes ha hecho más seguro y más respetado a Estados Unidos en el mundo. Subrayó que por primera vez en nueve años no hay tropas estadunidenses en combate en Irak y por primera vez en dos décadas Osama Bin Laden no es una amenaza.
Insistió en que la renovación del liderazgo estadunidense se puede sentir a través del mundo y que Estados Unidos ha regresado. Afirmó que las alianzas con Europa y Asia son más fuertes, que Estados Unidos ha dejado claro que es un poder en el Pacífico, que la cooperación militar con Israel es más extensa que nunca y, en su única referencia a América Latina (con excepción de una mención de los acuerdos de libre comercio con Colombia y Panamá) en su discurso, afirmó que nuestros vínculos con las Américas son más profundos.
Resaltó la ola de cambio en Medio Oriente, y aseguró que el régimen de Siria no resistirá las fuerzas del cambio. Insistió en que aunque aún es incierto dónde acabaran estos cambios, Washington continuará promoviendo el establecimiento de democracias estables con mercados abiertos.
Reafirmó que se enfrentará toda amenaza y mencionó en particular a Irán: que no quede ninguna duda, Estados Unidos está determinado a prevenir que Irán obtenga una arma nuclear, y yo no descartaré ninguna opción sobre la mesa para lograr ese objetivo. Sin embargo, afirmó que una resolución pacífica aún es posible.
Resumió que “cualquiera que les dice que Estados Unidos está en declive y que se ha reducido nuestra influencia no sabe de lo que está hablando… Sí, el mundo está cambiando; no, no podemos controlar cada evento. Pero Estados Unidos es la única nación indispensable en los asuntos mundiales, y mientras sea presidente, mi intención es mantenerla así”.
Que el informe marca el inicio de la campaña de relección del presidente era evidente no sólo por su mensaje, sino por el hecho de que inmediatamente después de este acto Obama viajará a cinco de los estados claves para la elección.

Retiene el crucial fallo público hasta el 7 de febrero
Aduce que primero notificará a empresas; abre sospechas: PRI, PRD y PT
La hará pública a más tardar el 7 de febrero; primero notificará a las partes involucradas
Competencia no revela si aceptó la concentración Televisa-Iusacell
Evita que las empresas soliciten la recusación en caso de no haber sido autorizada la fusión
Antes de la votación ya Televisa había enlistado como socia a Iusacell en su página web
Miriam Posada García
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de enero de 2012, p. 24
El pleno de la Comisión Federal de Competencia (CFC) tomó ayer la decisión sobre la concentración entre Iusacell y Televisa, pero se reservó el sentido, amparado en el apartado tercero del artículo 31 bis de la Ley Federal de Competencia, en el que se establece que los funcionarios no pueden pronunciarse hasta que notifiquen a las empresas involucradas, por lo que el órgano regulador tiene hasta el 7 de febrero para hacer pública su respuesta.
El artículo 31 bis dice a la letra que el pleno y cada uno de los comisionados, así como el secretario ejecutivo y demás servidores públicos de la comisión, deberán abstenerse de pronunciarse públicamente o revelar información relacionada con los expedientes o procedimientos administrativos ante la propia comisión seguidos en forma de juicio y que cause daño o perjuicio directo a las partes involucradas, hasta que se haya notificado al agente económico investigado la resolución del pleno de la comisión, preservando en todo momento las obligaciones derivadas del artículo 31 bis de esta ley.
De esta manera, los miembros del pleno cumplen con el mandato de ley, pero también evitan que las empresas soliciten su recusación, en caso de que la decisión sea negativa, y promuevan la revisión del expediente, ya que Televisa y Iusacell podrían usar como elementos para pedir la separación del caso de algún comisionado los comentarios, opiniones u explicaciones que ofrezcan antes de ser notificados.
Fuentes de Televisa señalaron que hasta ayer por la noche la empresa no había sido notificada sobre el sentido de la decisión del pleno de la CFC, por lo que no estaba en condiciones de emitir alguna opinión. Iusacell no tuvo postura sobre la situación ni la actuación de la CFC.
La sesión del pleno comenzó ayer a las 11 horas y concluyó poco antes de las siete de la noche, debido a que cada uno de los cinco comisionados expuso el análisis hecho para emitir su voto.
A pesar de la expectación que existe en la industria de las telecomunicaciones, analistas, especialistas y organizaciones sociales que esperaban saber ayer mismo si había sido aprobada o no la concentración entre Televisa y Iusacell, el órgano regulador sólo emitió un escueto comunicado donde anota que “el pleno de la CFC resolvió hoy sobre la concentración Televisa Iusacell, a la que corresponde el expediente CNT-031-2011.
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Eduardo Pérez Motta, presidente de la CFCFoto Jesús Villaseca
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Emilio Azcárraga, presidente de TelevisaFoto José Carlo González
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Ricardo Salinas Pliego, de Grupo SalinasFoto José Carlo González
“Por mandato del último párrafo del artículo 31 bis de la Ley Federal de Competencia resultado de las recientes reformas a la ley, la comisión y todos sus funcionarios están imposibilitados de pronunciarse públicamente sobre el expediente hasta que la resolución del pleno se notifique a los agentes económicos involucrados.
La CFC informará al público sobre su decisión una vez que se cumpla con el requisito de la notificación, lo cual se llevará a cabo en cuanto concluya el engrose de la decisión, y a más tardar el 7 de febrero.
Si la decisión fuera en contra de la concentración, Televisa y Iusacell tienen derecho a solicitar la revisión, y en plazos prestablecidos presentar más argumentos. Pero si fuera favorable a las empresas quedaría firme la operación por mil 600 millones de dólares, con los que Televisa rescataría a Iusacell y la televisora entraría al mercado de telefonía fija, que es el único del sector en el que le faltaba participar.
Antes de que la CFC votara y aún sin que se sepa el sentido de la decisión, Iusacell ya aparece en la página de Internet de Televisa como una de las empresas en sociedad con la televisora, en este caso para la prestación de servicios de telecomunicaciones de cuarta generación.
Mientras el pleno de la CFC se encontraba reunido, el presidente de Multivisión, Joaquín Vargas, le envió mensajes a través de su cuenta de Twitter en los que decía a los comisionados que ayer tenían en sus manos probablemente la última oportunidad de nivelar la competencia en la televisión de paga, y agregó que se trataba de una oportunidad de oro.
Entre los argumentos de Iusacell para que la CFC apruebe la concentración, destaca que no se trata de una operación que abarque el mercado de la televisión abierta, sino sólo el de telefonía móvil, ya que Televisa y Televisión Azteca –filial de Grupo Salinas al igual que Iusacell–, seguirán siendo competidores en el negocio televisivo.
Las opiniones en contra de la concentración sostienen que de permitirse se consolidaría un monopolio puro, un monopolio ideológico, dada la influencia política que tienen Grupo Televisa y Grupo Salinas a través de sus canales de televisión abierta; en el caso de Televisa por la concentración que ejerce en la televisión de paga, y entre ambas en la producción de contenidos.
CFC: opacidad injustificable
Luego de discutir por más de seis horas la compra, por parte de Televisa, de 50 por ciento de las acciones de la telefónica Iusacell –propiedad de Grupo Salinas–, la Comisión Federal de Competencia (CFC) informó que sus integrantes habían llegado a un dictamen sobre la legalidad de la operación, pero que haría público el fallo una vez que se cumpla con requisito de notificar a las empresas implicadas, lo cual se llevará a cabo en cuanto concluya el engrose de la decisión, a más tardar el 7 de febrero.
La postura de la CFC se sustenta en tecnicismos legales tan falaces como que “por mandato del último párrafo del artículo 31 bis de la Ley Federal de Competencia (…) la comisión y todos sus funcionarios están imposibilitados para pronunciarse públicamente sobre el expediente hasta que la resolución del pleno se notifique a los agentes económicos involucrados”, como si dicho fallo no involucrara también a la nación en su conjunto –en tanto propietaria del espectro de frecuencias radioeléctricas en que se desarrollan las telecomunicaciones–, y como si para desahogar el trámite referido –una simple notificación– se requiriera, con los recursos tecnológicos y logísticos de la actualidad, un plazo de 14 días.
El compás de espera abierto por el órgano regulador contamina aún más una discusión de suyo marcada por la polémica, la opacidad y las suspicacias en torno a presumibles presiones y tráfico de intereses entre empresas privadas y autoridades gubernamentales. Es importante recordar que lo que está en juego no es la posibilidad de generar mayor competencia en el ámbito de la telefonía móvil, como han insistido los defensores de la referida operación, sino una fusión encubierta entre dos empresas de telecomunicaciones –Televisa y Tv Azteca– que formalmente compiten entre sí, pero que, en los hechos, comparten un control oligárquico casi pleno sobre las telecomunicaciones en sus distintas configuraciones tecnológicas, y obstaculizan sistemáticamente la entrada de nuevos competidores a ese sector.
La apabullante concentración de recursos comunicacionales entre las televisoras del Ajusco y de Chapultepec –que en conjunto detentan 94 por ciento de las concesiones televisivas del país– constituye un obstáculo fundamental para el desarrollo económico, en la medida en que imposibilita la libre competencia en ese estratégico sector, pero también para el desenvolvimiento democrático, pues dificulta el acceso de la sociedad a los medios de comunicación; suprime, en éstos, la pluralidad de voces y de opiniones, y dota al duopolio televisivo de una proyección política indebida y de una capacidad de chantaje y de presión a todas luces anómalas. Así pues, la eventual aprobación de la referida transacción accionaria agravaría el desequilibrio existente en las telecomunicaciones e implicaría dar un paso decisivo hacia una virtual dictadura empresarial en ese ámbito.
En tales circunstancias, la pretensión de la CFC de esperar dos semanas para completar un trámite que no debería tomar más que unos minutos, resulta tan inverosímil como inaceptable: incluso en un entorno de normalidad institucional plena y en un intachable estado de derecho, semejante decisión sería vista como una muestra de torpeza burocrática, o bien de arrogancia y desprecio tecnocráticos hacia la opinión pública y la sociedad. En el México de nuestros días, habida cuenta del historial de gobiernos y autoridades reguladoras sometidas a los intereses comerciales de las compañías televisoras, el comportamiento de la CFC hace inevitable sospechar que ese organismo busca abrir un margen de maniobra para realizar negociaciones inconfesables en beneficio de los intereses de los particulares involucrados y en perjuicio del país, su población, sus instituciones y su propiedad pública.

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