Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 21 de enero de 2012

Rompe PRI con el partido de Elba Esther Gordillo- Otro atraco a la nación-México SA-


Es una decisión conjunta de la que salimos ganando: Panal
Sin la alianza podemos obtener mayor porcentaje de votos: Luis Castro
La dirigencia del tricolor mantiene la coalición con el Verde Ecologista
Circulan versiones del acercamiento de la maestra con el panista Cordero
Rosa Elvira Vargas
Es cancelada la alianza electoral la víspera de la inscripción de candidatos al Senado
PRI admite falta de equilibrios internos y rompe con Gordillo
El Panal asegura que gana con esta decisión conjunta
La nominación de la hija de la maestra estaba planeada a ir por tierra, acusa
El tricolor mantiene la coalición con el PVEM
Rosa Elvira Vargas
Periódico La Jornada
Sábado 21 de enero de 2012, p. 5
La coalición electoral entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Nueva Alianza (Panal) y Verde Ecologista de México (PVEM) signada el pasado 17 de noviembre no resistió la prueba de las candidaturas al Senado, y anoche se informó por televisión de la ruptura del tricolor con el partido de Elba Esther Gordillo.
Aunque Pedro Joaquín Coldwell no lo mencionó, con esta medida Enrique Peña Nieto ya no será nominado candidato presidencial del Panal.
De acuerdo con observadores, la ruptura no se separa de los conflictos internos, como la exclusión en las candidaturas al Senado de personajes cercanos al ex aspirante presidencial Manlio Fabio Beltrones.
Desde anoche también circulan versiones sobre contactos entre Gordillo y el aspirante a la candidatura presidencial panista Ernesto Cordero.
La coalición con el Panal fue una de las acciones políticas más celebradas en su momento por el propio abanderado del tricolor y por el anterior dirigente del mismo, Humberto Moreira.
Nueva Alianza mantuvo y siguió festejando el pacto con el PRI incluso tras la salida de Moreira, quien siempre presumió su cercanía con la líder del SNTE.
Pero la crisis entre ambos partidos se gestó a nivel de los cuadros con aspiraciones a las candidaturas al Congreso, desde que se conoció la dimensión de la coalición registrada ante el Instituto Federal Electoral.
Dos meses de conflicto
Así, de inmediato, los priístas de Chiapas y Sinaloa repudiaron ese pacto porque concedía la primera fórmula del Senado a Mónica Arriola Gordillo –hija de Elba Esther– en la primera entidad citada, y al yerno de la líder magisterial, Fernando González, en la segunda. Las cosas se perfilaban tan claras que incluso éste renunció para ese fin a la Subsecretaría de Educación Básica.
En estos dos meses, los priístas de ambas entidades no cejaron en sus acciones para echar abajo el que definían como acuerdo cupular que perjudicaba los intereses del priísmo local, al grado que el jueves pasado Peña Nieto suspendió una gira que tenía programada por Sinaloa. Se supo que al abanderado a la Presidencia no le esperaba en esa entidad un ambiente cordial, por lo cual reprogramó esa visita.
En Chiapas ese acuerdo produjo una escisión políticamente costosa para el PRI, con la renuncia a sus filas de la senadora María Elena Orantes –también a principios de semana–, por considerar que la cesión al PVEM de la candidatura al gobierno de la entidad para el legislador Manuel Velasco y la entrega de la primera fórmula del Senado a Nueva Alianza pasaba por encima de la militancia local.
Pero ayer –luego de una sesión de la Comisión Política Permanente del PRI donde se autorizó a la dirigencia partidista a renegociar los términos de la alianza, la víspera de la inscripción de los candidatos al Senado por el principio de mayoría relativa– se tenía muy claro que el principal obstáculo para llevar a puerto esta decisión estaría con el Panal.
Foto
El dirigente nacional priísta, Pedro Joaquín Coldwell, aseguró que las negociaciones fueron largas y cordialesFoto José Antonio López
En entidades como Puebla trascendió desde las primeras horas de la tarde que la segunda fórmula al Senado, negociada para Nueva Alianza, se había caído, si bien no se percibía que esta acción tendría repercusiones de la magnitud que se conoció más tarde.
Joaquín Coldwell concedió una entrevista televisiva donde señaló que tras largas y cordiales negociaciones, tanto con el Panal como con el Verde, se decidió que el organismo creado por la líder magisterial va a competir por separado.
Fue tras esa intervención que en el PRI se difundió de inmediato un comunicado en el cual se admite que la ruptura sobrevino luego de que no se alcanzaron las condiciones políticas necesarias en los equilibrios internos de los partidos. Esta decisión se tomó con el interés fundamental de respetar y preservar la unidad y los derechos políticos de los militantes en los tres partidos.
Se ratifica además la coalición con el PVEM y se asegura que los tres organismos políticos comunican a la sociedad mexicana que esta decisión de ninguna manera significa una confrontación entre ellos y que mantienen su disposición para que en futuras elecciones se exploren coincidencias programáticas que permitan establecer nuevas coaliciones.
Asimismo, Luis Castro, presidente de Nueva Alianza, aseguró que con esta decisión conjunta su partido sale ganando porque ahora está en posibilidad de obtener un mayor porcentaje de votos en julio próximo al ir solo y no en coalición con el tricolor.
Aseveró que no era el PRI el que concedía las mayores posiciones, pues de los 125 distritos donde íbamos juntos, habíamos concedido al otro partido más de 80 candidaturas de la coalición.
Consideró simplista y muy limitado el criterio que sostiene que el PRI concedería cuatro senadurías y 24 diputaciones federales, entre estas las candidaturas para la hija y el yerno de Gordillo. Aseguró que la nominación de Mónica Arriola, secretaria general de Nueva Alianza, estaba planeada a ir por tierra, y ahora el Panal puede postular con toda libertad a sus cuadros.
Este sábado sin duda la lista de los aspirantes de la alianza PRI-PVEM al Senado tendrá un reacomodo y, como ya se anticipaba en la sede del tricolor, no faltarán sorpresas desagradables.

México SA
Otro atraco a la nación
Pemex: nuevo modelo
Petróleo, negocio privado
Carlos Fernández-Vega
   Resulta indignante que nadie ose detener el asalto de que son víctimas la nación y sus habitantes. El saqueo es verdaderamente feroz y acumula tres décadas, pero todo indica que no ha sido suficiente, pues a escasos meses de que se vaya muy lejos –mientras más lejos, mejor– el gobierno calderonista mete el acelerador a fondo (no de forma gratuita, desde luego) para acrecentar aún más los negocios privados con bienes de los mexicanos. Metales preciosos y otros recursos mineros, petróleo, electricidad, gas y los sectores productivos que se queden en el tintero, que no son pocos, han sido descaradamente traspasados a los voraces Forbes mexicanos y a las insaciables trasnacionales. Restan 10 meses y pico de mandato y hay que llenar alforjas.
Entre lo más reciente destaca lo siguiente: Petróleos Mexicanos emitió una nueva y segunda convocatoria para que empresas privadas nacionales y extranjeras realicen la explotación de campos maduros de la región norte, mediante la cesión de las actividades sustantivas de Pemex Exploración y Producción (PEP), el organismo más importante de la petrolera mexicana. Ahora se incluyen seis áreas contractuales, dos marinas (Arenque y Atún) y cuatro terrestres (Altamira, Pánuco, San Andrés y Tierra Blanca), las cuales se ubican en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz.
Lo anterior es grave, pero falta la mejor parte: “El nuevo modelo de contratos eleva el plazo de las concesiones de 25 a 30 años; Pemex participa sólo con 10 por ciento del proyecto; el riesgo ambiental lo asume la paraestatal. Se incrementa el factor de ajuste de tarifa de 60 a 70 por ciento, lo que implica un pago más alto al contratista. Se aplica un régimen fiscal más flexible que la onerosa carga impositiva que se aplica a Pemex. De esta manera, el precio que pagará Pemex por la extracción de crudo, junto con 70 por ciento del costo de las facturas que presente el contratista, será de alrededor de 20 dólares por barril, que contrasta desfavorablemente con el precio de extracción de Pemex de 5.22 dólares por barril, alertaron expertos de la industria… Se estima que en las seis áreas que se concursará la producción será de alrededor de 100 mil barriles por día en los próximos tres o cuatro años (La Jornada, Israel Rodríguez)”.
¿Qué tipo de negocios organiza, promueve y autoriza el depredador gobierno calderonista para los voraces Forbes y las insaciables trasnacionales? Pues aquellos totalmente contrarios a la nación y a los intereses de los mexicanos, pero que dejan jugosas ganancias a los participantes (amigos del régimen, desde luego), pues los beneficiarios del nuevo modelo de contratos cobrarán 283 por ciento más de lo que a Pemex le cuesta extraer el mismo barril de crudo, es decir, la paraestatal, con recursos públicos, pagará alrededor de 20 dólares por algo que a la empresa del Estado le cuesta 5.22 dólares si lo hace ella. ¿En qué película de terror se ha visto semejante barbaridad? En el filme México, Sociedad Anónima, estrenado tres décadas atrás, en el que, según se acerca el final, cada escena (léase negocio) resulta más espeluznante y depredadora que la anterior.
Se supone (así lo argumentó el calderonato a la hora de cabildearlo en el Congreso) que el nuevo modelo de contratos de Petróleos Mexicanos no sólo era necesario, sino de urgente aplicación, porque la paraestatal, según dijo, carecía de recursos para extraer crudo de campos maduros. No hay dinero; Pemex no tiene con qué, de allí que sea ineludible la participación del capital privado, repitieron una y otra vez los personeros gubernamentales. Pero resulta que a la hora de implementarlos el gobierno de Calderón está dispuesto a pagar 283 por ciento más de lo que al mismo Pemex le cuesta extraer un barril de crudo.
El costo de extracción del crudo mexicano es uno de los más bajos entre las naciones productoras de petróleo: 5.22 dólares por barril al cierre de 2010. Cuando Calderón se instaló en Los Pinos tal costo era de 4.13 dólares; en 2008 llegó a 6.16 dólares, para reducirlo a 4.85 dólares en 2009 e incrementarlo a 5.22 dólares en 2010. ¿Cuál fue el margen de ganancia por barril, ya descontado el costo de extracción? Ahí va: mil 184 por ciento en 2006; mil 270 por ciento en 2008; mil 83 por ciento en 2009 y mil 285 por ciento en 2010. En 2011 (hasta noviembre) se elevó a mil 728 por ciento. Entonces, margen de ganancia hay, y amplísimo, como para sostener la tesis de que no hay dinero; Pemex no tiene con qué, de ahí que sea ineludible la participación del capital privado.
Ahora que –en el supuesto– si en realidad no hay dinero y Petróleos Mexicanos no tiene con qué, ¿a qué desquiciado funcionario se le ocurrió pagar 283 por ciento más de lo que a la paraestatal le cuesta producir lo mismo y además cargar con el daño ecológico? A ninguno, porque no se trata de pérdida de juicio, sino de jugosos negocios privados con bienes públicos (módica comisión de por medio). Y Calderón y los suyos van por más en estos 10 meses y pico que les restan de estancia en Los Pinos. Entonces, ¿dónde están los siempre activos ciudadanos que masivamente protestan por las mentadas de madre de las ladys de Polanco, la ignorancia supina de Peña Nieto y/ o los impúdicos chistes del Platanito, pero que guardan silencio sepulcral ante el impune atraco a la nación, que no es otro que a los propios mexicanos? Desesperante.
Como dice que no hay dinero, el inquilino de Los Pinos se dio el lujo de vetar un fondo extraordinario (10 mil millones de pesos de recursos públicos) para atemperar los brutales efectos de la sequía en la mitad de la República; no hay dinero para reconstruir las zonas devastadas por huracanes, terremotos e inundaciones; no hay dinero para atemperar la miseria de los rarámuris y evitar las muertes por hambre; no hay dinero para sacar del hoyo a 57 millones de mexicanos pobres. Tampoco para iniciar la construcción de la cuatro veces prometida nueva refinería en Hidalgo o reactivar los 8 mil 500 empleos de Mexicana de Aviación. Nunca hay dinero público para las urgencias nacionales, pero siempre lo hay, rápido y en abundancia, para los negocios privados con bienes públicos.
Las rebanadas del pastel
Y así seguirá mientras no exista una respuesta ciudadana contundente, porque no es ningún secreto que la autoridad en su conjunto forma parte del negocio.
Desfiladero
Mancera
Jaime Avilés
  Y de pronto saltó la liebre que nadie se esperaba: la nominación de Isabel Miranda de Wallace como candidata del PAN al Gobierno del Distrito Federal (GDF) representa un duro golpe para Beatriz Paredes, la ex feminista que como dirigente del PRI contribuyó a penalizar el aborto en 17 estados del país, y contaba de antemano con los votos de las congregaciones de la vela perpetua para llegar al antiguo Palacio del Ayuntamiento.
Ahora, la dupla Wallace-Vázquez Mota dividirá los votos de la derecha y afectará por igual al tándem Peña Nieto-Paredes, pero no pondrá en riesgo la continuidad del proyecto impulsado en la ciudad de México por Andrés Manuel López Obrador, pese al fracaso de la gestión de Marcelo Ebrard.
Los múltiples errores y abusos que nuestro alcalde saliente cometió a lo largo de su sexenio bien pueden ser remediados por el ex procurador Miguel Ángel Mancera, en la medida que a partir de este momento ponga las cartas sobre la mesa, diga con quiénes y para quiénes va a gobernar y entienda que no estará en condiciones de pasarse de lanza, como su ex jefe, si AMLO llega a la Presidencia de la República.
Mancera no es un policía, como lo tachan de un plumazo algunos tuiteros. Ante todo es un doctor en derecho, que durante el sexenio de AMLO en el GDF presidió el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal. En otras palabras, fue el jefe de los jueces capitalinos y se condujo en forma honorable.
Me consta el celo que puso en la resolución de un caso totalmente injusto. Una noche de 2005, un vehículo se detuvo frente al edificio donde vivían dos matrimonios amigos míos en la colonia Roma. Los cuatro ocupantes del coche bajaron con macanas y atacaron al conductor del automóvil que frenó detrás de ellos. El hombre, llamado León, hijo de un acaudalado fabricante de pinturas, fue golpeado sin piedad hasta que pudo refugiarse en el estacionamiento de mis amigos, porque dos de ellos, Rafael y su esposa, estaban a punto de cerrar la reja de su garaje cuando el herido, chorreando sangre, se introdujo en su cochera.
Los agresores huyeron, pero al siguiente minuto pasó una patrulla y Rafael pidió ayuda a los policías para que sacaran de su garaje a ese energúmeno vociferante y fuera de sí. Los patrulleros, en efecto, lo subieron a su unidad y Rafael, y Rubén, su cuñado, los acompañaron a la delegación para formular cargos en contra de León, por allanamiento de morada, amenazas e injurias. Sin embargo, en presencia del Ministerio Público, después de hablar con su abogada, León acusó a Rafael y a Rubén de haberlo golpeado y, como suele ocurrir en México, los denunciantes quedaron detenidos.
Ese fue el principio de una pesadilla. A los tres días salieron bajo fianza, pero sujetos a proceso penal. Los abogados de León consiguieron que un juez dictara órdenes de aprehensión contra ellos. Una tarde, la Policía Judicial del DF arrestó a Rubén y lo metió al Reclusorio Norte. El juez actuó como autómata, pese a que la acusación era insostenible.
De niño, Rubén perdió en un accidente los dedos del pie derecho, por lo tanto usa zapatos especiales. Durante el terremoto de 1985 quedó atrapado bajo los escombros de su departamento en Tlatelolco y sufrió lesiones en la pierna izquierda, que lo dejaron rengo. Cuando los judiciales lo encarcelaron tenía más de 60 años y grandes dificultades para caminar. El juez que lo procesó no tomó en cuenta sus limitaciones físicas, y le dictó el auto de formal prisión por haber pateado (sic) y causado lesiones que tardan en sanar más de 15 días a un hombre de dos metros de estatura, 30 años de edad y una musculatura imponente a primera vista.
Para no alargar más la historia, Rubén permaneció dos meses en una celda para ocho personas en la que había 53, y tal vez ahí seguiría si el caso no hubiese llegado al escritorio del jefe de los jueces del Distrito Federal, que lo resolvió en pocos días. Más tarde, en contra de su voluntad pero por disciplina, a petición de López Obrador, Mancera aceptó convertirse en subprocurador, para hacerle contrapeso a quien fungió como primer procurador de Ebrard, el impresentable Rodolfo Félix Cárdenas, socio del tenebroso Ignacio Morales Lechuga y defensor de Carlos Ahumada.
Aguantando vara, Mancera resistió los continuos embates de Félix Cárdenas hasta que éste cayó por su propio peso. Ya como titular de la dependencia abrió una amplia investigación contra el cártel de Tepito, por la que pagó un costo altísimo: el hampa mató a su brazo derecho dentro de la Policía Judicial, el comandante Víctor Hugo Moneda, quien era como un personaje de Henning Mankell, un hombre esencialmente honesto.
¿Cuál es el balance de la gestión de Mancera como procurador capitalino? La guerra de los cárteles, auspiciada por Felipe Calderón para militarizar el país, no llegó a la ciudad de México y esa no es poca cosa: Mancera es garantía de que los chilangos podemos gozar de otro sexenio libres de otro flagelo, cosa que por otra parte hace no sólo inviable, sino absurda, la pretensión de la señora Wallace de gobernarnos a partir de su absoluta inexperiencia en la administración pública pese a los errores tácticos y estratégicos del secretario de Seguridad Pública.
Ahora bien, Miguel Ángel Mancera tiene por delante la tarea de construir su candidatura –algo que no hizo como procurador y por eso ganó cuatro de las cinco preguntas de la encuesta: para la gente consultada fue el único que se dedicó a su trabajo y no a la grilla–, pero antes debe responder a la brevedad una serie de preguntas fundamentales.
Por instrucciones de Ebrard, Mancera no procedió penalmente contra la rectora de la UACM, Esther Orozco –quien gozando de impunidad total ahora emprende una campaña xenófoba y antisemita: sus nuevos blancos son el poeta judío argentino Eduardo Mosches, a quien tratará de encarcelar por un supuesto desfalco de tres millones de pesos, y el profesor estadunidense John Hazard–, pero una vez ungido como candidato, el ex procurador debe definirse ante ese proyecto estratégico para el Distrito Federal.
¿Hará suyas las propuestas de Martí Batres, en el sentido de desarrollar la UACM a su máxima capacidad, con pleno apoyo del GDF? Por otra parte, ¿cómo procederá frente a los casos de corrupción de los delegados, no solamente contra el de Tlalpan, Higinio Chávez, sino también contra el de Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi, y todo lo que halle entre ambos extremos?
Por lo demás, ¿qué sucederá con los derechos de los homosexuales? A ellos les debe una disculpa pública, por haber aplaudido una expresión homófoba de Carmen Salinas, así como Emilio Azcárraga debería salir a cuadro y reprobar personalmente la abominable burla del payaso Platanito acerca de los niños quemados en la guardería ABC, burla que Televisa transmitió después de que un tribunal exonerara de toda culpa en esa tragedia a la prima de Margarita Zavala, Marcia Altagracia Gómez del Campo.
Hay quienes, irreflexivamente, anuncian en Twitter que pedirán voto de castigo contra Miguel Ángel Mancera. ¿Para que Beatriz Paredes venga a penalizar el aborto en el DF o para que la señora Wallace sea el instrumento que le permita a Genaro García Luna traer a Plaza Universidad, y también a Perisur, batallas campales entre zetas y gente del Chapo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario