Onda gélida en el país
Autoridades educativas reportan un ausentismo de 15
por ciento en escuelas de educación básica
En Hidalgo la SEP confirmó que regresarán a clases el 9 de enero
El ausentismo por bajas temperaturas alcanzó 40% en las
escuelas del DF
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de enero de 2012, p. 33
Miércoles 4 de enero de 2012, p. 33
En el primer día de clases tras concluir las vacaciones de
invierno, autoridades educativas reportaron el ausentismo de alrededor de 270
mil alumnos de preescolar, primaria y secundaria, equivalente a 15 por ciento de
la matrícula en las escuelas públicas de educación básica del Distrito Federal,
debido a las bajas temperaturas. Sin embargo, profesores y directivos estimaron
que la inasistencia de alumnos alcanzó hasta 40 por ciento.
En medio de una ola de intenso frío, sólo en Hidalgo la Secretaría de
Educación Pública (SEP) confirmó que el regreso a clases se pospuso hasta el
próximo 9 de enero y no se descarta que en todo el país las dependencias
estatales del ramo puedan modificar la fecha de retorno a clases en algunas
regiones, aunque deberán cumplir 200 días de clases obligatorias establecidas en
el calendario escolar 2011-2012.
En tanto, fuentes de la Administración Federal de Servicios Educativos del
Distrito Federal (Afsedf) indicaron que de 1.8 millones de estudiantes de
prescolar, primaria y secundaria que este martes se reincorporaron a sus
actividades educativas en más de 5 mil planteles, al menos 15 por ciento no
asistió. Agregaron que sólo en dos primarias, ubicadas en la colonia Roma de la
capital del país, las labores académicas se retomarán el 9 de enero debido a que
las escuelas están en remodelación.
A esto se suma que algunos centros escolares particul ares pueden regresar a clases hasta la
próxima semana,
si se comprometieron con los padres a que se repondrá cualquier modificación al calendario escolar.
No obstante, docentes y directivos de educación básica aseguraron que el
ausentismo en los grupos alcanzó hasta 40 por ciento, debido no sólo al intenso
frío, sino a que
todos esperan con ilusión el 6 de enero para disfrutar de sus regalos del Día de Reyes, por lo que será una semana escolar muy irregular en cuanto a asistencia.
Francisco Bravo, secretario general del magisterio disidente de la sección 9
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), indicó que desde
que se modificó la fecha de vuelta a clases tras las vacaciones de diciembre
para los primeros días de enero,
sólo se genera un mayor descontrol en alumnos y maestros, pues antes el calendario establecía el regreso a clases hasta después de Reyes, lo que nos permitía ir retomando la normalidad de la agenda escolar.
Explicó que a las condiciones climáticas extremas se suman las
terribles deficiencias de la infraestructura escolar, pues las olas de frío o calor hacen más evidentes los estragos en la salud que puede ocasionar a alumnos y docentes.
En la capital, abundó, aún hay escuelas sin ventanas ni puertas o con techos
de lámina, lo que genera
riesgos ante muy altas o bajas temperaturas, pero también por el impacto que podría tener en las instalaciones un sismo o un incendio, sin que las autoridades educativas y del gobierno local atiendan las demandas de las comunidades escolares.
Cerrada votación entre Romney, Santorum y Ron Paul; ninguno tiene amplio
apoyo
Arranca en Iowa la elección de candidato presidencial
republicano
Contendientes gastaron al menos 12 millones de dólares en esa entidad
estadunidense
El estado no es relevante para decidir quién ganará; participan sólo unos 100
mil votantes
Tres aspirantes a la candidatura presidencial estadunidense
por el Partido Republicano: el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, el ex
senador Rick Santorum y el representante federal Ron Paul, recibieron ayer la
mayor cantidad de votos al iniciar en Iowa la contienda internaFoto Ap y Xinhua
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de enero de 2012, p. 18
Miércoles 4 de enero de 2012, p. 18
Nueva York, 3 de enero. El proceso electoral
presidencial de 2012 arrancó hoy con la primera contienda del año, en Iowa, para
determinar quién será el candidato presidencial republicano que se enfrentará al
presidente Barack Obama en la elección del 6 de noviembre, en lo que se
pronostica como la elección más cara de la historia (o sea, donde el dinero, de
nuevo, será tal vez el factor determinante).
Esta noche, el ex gobernador Mitt Romney, el ex senador Rick Santorum y el
representante federal Ron Paul estaban casi empatados y, sea cual fuere el
resultado final, los tres afirmarán que lograron lo deseado.
Pero ninguno de los seis contendientes principales logró convencer a una
mayoría y el voto se dividió a tal grado que el ganador triunfó con entre 70 y
75 por ciento de votos por otros. Eso refleja tanto una fragmentación de las
bases entre ultraconservadores y moderados como la falta, por ahora, de un
candidato que goce de amplio apoyo.
Aunque las apuestas de los expertos están con Romney como favorito para ganar
la candidatura republicana, el hecho de que fue un gobernador moderado en
Massachusetts, promovió una reforma de salud que fue en parte modelo para la
impulsada por el presidente Barack Obama a nivel nacional y defendió el derecho
al aborto –posiciones que hoy rechaza–, aunado a que es mormón, provoca sospecha
y renuencia entre los sectores conservadores cristianos y las filas del Tea
Party, ambas bases claves del Partido Republicano.
De hecho, de eso se beneficiaron Paul y Santorum, aunque los expertos afirman
que ninguno tiene con qué ganar la nominación republicana. Los demás: el ex
presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, seguido por el
gobernador de Texas Rick Perry, y la ex representante y favorita del Tea
Party Michelle Bachmann, ahora están buscando un triunfo en las próximas
contiendas de este mes para mantener la viabilidad de sus campañas.
El debate entre todos estos precandidatos ha ofrecido una especie de
tragicomedia a lo largo de los últimos meses. En gran medida ha girado entre
quién sería el más macho en política exterior (Santorum dijo ayer que ordenaría
el bombardeo de plantas nucleares en Irán si ese régimen no permitía el acceso a
inspectores nucleares internacionales, algo que ha hecho desde siempre), todos
han afirmado su posición antimigrante y a favor de
sellarla frontera (aunque esto no impidió que Gingrich enviara un mensaje en español en Iowa para pedir el apoyo de los hispanos), casi todos afirman que están contra el aborto y los derechos de los gays, y por supuesto, todos están en contra del estado de bienestar e insisten en que el libre mercado y los individuos –no el gobierno– son la solución a la crisis económica. Dios, familia y patria son los temas constantes.
A pesar de la abrumadora cobertura de los medios y el intenso enfoque por la
clase política, el proceso en Iowa es poco significativo y es relevante sólo
casi por ser el primero en el calendario del año electoral. Sólo participan poco
más de 100 mil votantes y este proceso suele más bien anular candidaturas con
pocas perspectivas, más que determinar quién será el eventual candidato de un
partido. Sin embargo, un triunfo aquí importa sobre todo para generar más
atención y fondos. No es por nada que los precandidatos y sus promotores ya han
gastado más de 12 millones de dólares en publicidad por televisión en la
contienda en Iowa, más la inversión en oficinas y otros gastos, lo cual podría
implicar, si el nivel de participación es el pronosticado, que cada voto cueste
más de 200 dólares, calcula John Nichols, de la revista The
Nation.
Pero aunque esto marca el inicio de uno de los grandes eventos mundiales
–genera atención en todas partes por tratarse de la elección del puesto más
poderoso en el planeta–, todos aquí saben que en lugar de una contienda entre
visiones opuestas, ésta es una pugna dentro de la cúpula en la que al electorado
sólo se le ofrece el privilegio de elegir entre dos candidatos casi siempre
preaprobados por los intereses más poderosos del país.
Tal como lo resume el reportero político Matt Taibbi, de Rolling Stone,
la elección en Iowa “marca el inicio de un proceso largo, rígidamente
controlado y cuidadosamente coreografiado que en verdad está diseñado para hacer
dos cosas: deshacerse de opiniones minoritarias peligrosas y premiar con poder
al candidato que menos ofende a la gente mientras hace su labor primaria de
representar enérgicamente los intereses del establishment”. Señala que,
según investigaciones, el candidato que recauda el monto más grande de dinero
gana la elección general 94 por ciento de las veces en este país, y que eso
comprueba que la contienda presidencial no gira sobre propuestas e ideas, sino
sobre quién recauda más fondos.
Justo por ello durante los últimos días, mientras se intensificaba la
contienda que culminó esta noche en Iowa, el movimiento Ocupa ha realizado
varios actos de desobediencia civil en las oficinas y los actos de los
precandidatos republicanos, y también de los demócratas, lo que ha resultado en
decenas de arrestos, para denunciar lo que llaman el
secuestrodel proceso democrático por el
1 por cientomás rico y asegurar que el tema de la desigualdad económica está en el centro de estas contiendas.
Este proceso electoral se intensificará este mes con la próxima elección en
Nueva Hampshire en una semana, en Carolina del Sur el 21 de enero, y en Florida
el 31. Muchos expertos consideran que para finales del mes la contienda entre
los precandidatos republicanos podría quedar reducida a una lucha sólo entre
dos.
Por ahora, todo el enfoque es sobre la pugna entre los seis principales
precandidatos republicanos, ya que el candidato demócrata, el presidente Obama,
no enfrenta un contrincante dentro de su partido en su búsqueda de la
relección.
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