La paz internacional
Opositores al líder norcoreano, Kim Jong Un, incendian un misil falso en protesta contra el lanzamiento de un cohete en Corea del Norte.
Foto: AP
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MÉXICO, D.F. (Proceso).- En estos días de celebraciones religiosas y campañas electorales hay pocos alicientes para mirar hacia el mundo. Sin embargo, existen diversos problemas que merecen seguimiento por representar un riesgo para la paz internacional. La proliferación de armas nucleares es uno de ellos; los casos de mayor peligro se encuentran en tres países: Corea del Norte, Irán y Pakistán.
De acuerdo con las declaraciones de sus dirigentes, Corea del Norte está listo para colocar en órbita un satélite utilizando un misil de largo alcance. El propósito, de acuerdo con ellos, es puramente pacífico. No obstante, semejante acción va en contra de resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que han prohibido expresamente a Corea del Norte realizar operaciones con misiles balísticos. Las razones de dicha prohibición se refieren a la dificultad de disociar tales misiles de la posibilidad de que sean utilizados para transportar las armas nucleares que Corea del Norte viene desarrollando ante los ojos indignados de la comunidad internacional.
La noticia sobre la decisión de lanzar ese misil cayó como un balde de agua fría en momentos en que Estados Unidos, durante pláticas efectuadas en Beijing, había alcanzado un acuerdo con los nuevos dirigentes de Corea del Norte para que comenzaran el desmantelamiento de su programa nuclear a cambio de recibir ayuda alimentaria.
El asunto de los misiles regresa la tensión entre los dos países al punto de partida, paralizando el proyecto de envío de alimento y colocando en posición particularmente difícil al presidente Obama, quien esperaba hacer gala del proceso de reconciliación cuando participaba en la Cumbre de Seguridad Nuclear que acaba de tener lugar en Seúl. En cambio, el asunto del desafío norcoreano se convirtió en uno de los problemas más enojosos de dicha cumbre y ha puesto en evidencia lo poco confiable que resulta negociar con Corea del Norte.
El segundo gran motivo de preocupación es Irán, de donde provienen noticias muy contradictorias. De una parte, Irán espera iniciar pláticas sobre su programa nuclear con Estados Unidos, China, Rusia y algunos países de la Unión Europea el próximo 13 de abril. Según noticias de prensa, tales pláticas se desarrollarían en Turquía, lo que indica la interesante participación de potencias medias o emergentes en las discusiones dirigidas a reducir la tensión en las relaciones de las potencias occidentales con Irán.
Interesa tomar nota de la declaración a favor de una solución pacífica al problema del programa nuclear de Irán, proveniente de la última reunión de los países conocidos como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Por otra parte, la secretaria de Estado Hillary Clinton, sin dejar de señalar que las pláticas tendrán lugar, ha expresado dudas sobre la sinceridad de Irán para negociar y ha anunciado la ampliación de las sanciones económicas contra ese país, en particular relacionadas con la suspensión de compras de petróleo.
Los peligros en torno a Irán son serios por las repetidas amenazas de Israel de lanzar ataques aéreos sobre las centrales nucleares iraníes, así como por las dificultades para que el presidente Obama, básicamente en contra de una acción de ese tipo, pueda resistir las presiones internas para acompañar a su mejor aliado en el Medio Oriente. Las pláticas que se realicen a partir del 13 de abril son, pues, fundamentales para determinar el curso de los acontecimientos, al menos en los próximos meses.
El tercer motivo de preocupación es Pakistán; en este caso la presencia de armas nucleares no es novedad, pero sí lo son algunas circunstancias que justifican mayores temores respecto al peligro que representan. Ha cambiado la relación entre Pakistán y Estados Unidos: se ha hecho cada vez más tensa y se ha acentuado la debilidad del gobierno paquistaní para asegurar el control de dichas armas. Las incertidumbres son mayores a medida que se aproxima la salida de las tropas de la OTAN del vecino Afganistán y, por lo tanto, se abren interrogantes sobre la situación que imperará a partir de entonces en aquella parte del mundo, en particular los márgenes de acción de los talibanes.
Tales circunstancias, vinculadas todas al peligro real o percibido de armas nucleares, tienen un efecto perverso sobre la estabilidad internacional. Por ejemplo, dan lugar a proyectos estadunidenses para la instalación de sistemas de defensa antimisiles en Europa para “protegerla” de eventuales ataques nucleares provenientes de Irán, lo cual es resentido por Rusia como un peligro para su seguridad nacional y da a sus dirigentes argumentos para justificar el crecimiento alarmante del gasto en armamento por parte de ese país.
Desde otro punto de vista, dichas situaciones contribuyen a sembrar dudas sobre quienes tienen mayor influencia en la búsqueda de una solución. China ha adquirido mayor peso por el papel central que desempeña en el caso de Corea del Norte y por la importancia que su voz, aunada a la de Rusia, tiene en el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el tema de Irán. En ambos casos, la nueva gran potencia asiática se distingue por seguir su propio juego, que se combina, en ocasiones con dificultades, con el de Estados Unidos.
Atravesamos así por un periodo de riesgos e incertidumbres respecto a problemas que amenazan la paz mundial. Cualquiera que sea el rumbo que tome la solución o empeoramiento de dichos problemas afectará a México. Aunque el tradicional ensimismamiento del país, acentuado en estos días electorales, transcurra sin que aparentemente las amenazas a la paz mundial lo perturben.
La generación Zoé
Jóvenes en el Vive Latino.
Foto: Alejandro Saldívar
Foto: Alejandro Saldívar
“La indiferencia es el apoyo silencioso a favor de la injusticia”: Jorge González Moore
MÉXICO, D.F. (apro).- El canto de los jóvenes mexicanos está nublado de evasión. A pesar de que el sistema le cerró las puertas en su cara, una parte representativa de esta generación esquiva su realidad con versos dedicados a la vía láctea.Apenas en 1997 las disqueras, espantadas, censuraron al grupo Molotov por mofarse del rostro de los noticieros de Televisa, Jacobo Zabludovsky, con su canción “Que no te Haga Bobo Jacobo”. Hoy, quince años después, con un país convertido en un cementerio a la intemperie, los grupos de rock reflejan una nación de cuentos de hadas.
Hablo de la generación Zoé, que gasta su quincena de contestador de teléfonos en un boleto del Vive Latino. La que pasó más de cinco años en la universidad y ahora está deprimida en el subempleo. En vez de alzar su voz, de repudiar su situación, se regodean de su indiferencia.
Los grupos de rock mexicanos que predominan en la estación Reactor, perteneciente al Instituto Mexicano de la Radio (operado por el gobierno federal) son prácticamente los mismos que difunde Ocesa, promotora del Vive Latino. Basta escuchar un par de horas su programación para enterarse que a estas bandas no les interesa su país.
Veamos la letra de la canción “Bomba de tiempo”, de Los Concorde: “No habrá final feliz, ni palabras de aliento, lo importante es disfrutar cada momento”. O “Memorama”, de Alison: “Triste es de pronto ver tu MySpace y ver que ya no estoy en tu top y ver que están las fotos que también yo tomé” .
O qué tal “Cualquier forma de amor”, de Los Claxons: “Y llegaste tu, y has inundado
mi alma de tranquilidad, ya no aguanto tantas ganas de llorar de la felicidad”.
No son diferentes las letras del resto de los grupos de moda.
Las bandas de rock mexicanas no han sido siempre así. En 1978, un amplio colectivo conformó la Liga Independiente de Músicos y Artistas Revolucionarios (LIMAR). Algunos de sus integrantes eran José Cruz Camargo (fundador de Real de Catorce), Los Nakos, León Chávez Texeiro, Guillermo Briseño y Rafael Catana. La mayoría era militante del Partido Comunista Mexicano.
Años atrás, Alejandro Lora había ganado popularidad, en gran parte, por el contenido de sus letras: “Y las tocadas de rock, ya nos las quieren quitar, ya sólo va a poder tocar, el hijo de Díaz Ordaz”.
A principios de los ochenta, una nueva camada de músicos politizados se conformó en el Foro Tlalpan, sitio fundado por el cineasta Sergio García. Ahí comenzó Rockdrigo González, el poeta urbano de la ciudad de México. También Jaime López, rudo crítico de todo lo establecido. Y Real de Catorce, con los poemas crudos de José Cruz.
Por su extensión, este artículo no puede hablar a detalle de las fechas emblemáticas del rock nacional, pero a mediados y finales de los ochenta surgieron más grupos que hablaban del entorno social. La Maldita Vecindad, Botellita de Jerez, Santa Sabina y La Castañeda, son algunas de ellas. Los noventa no estuvieron exentos de grupos críticos: Café Tacuva, Molotov y Control Machete, por citar los más representativos.
Cada uno de estas bandas confrontó al sistema y retrató los abusos de su época. Algunos incluso sufrieron persecución y censura por parte de disqueras y la televisión pública.
El filósofo alemán Herbert Marcuse observaba que la generación de los sesenta estaba tan politizada, en gran parte, porque sus líderes, los músicos, eran personas informadas y activas. Los seguidores de las bandas mencionadas no sólo las admiraban por sus melodías, sino porque sentían su realidad reflejada en sus letras.
De regreso a este 2012, año electoral, si escuchamos a los grupos de rock podemos también entender la indiferencia de gran parte de esta generación. No hablan de la guerra contra el narcotráfico, del desempleo, de la exclusión, del estado militarizado ni de las muertas de Juárez. En cambio, prevalecen canciones sobre amores y desamores. Si bien existen bandas independientes que aún están interesadas en la injusticia, la oferta comercial es abrumadoramente más poderosa.
En los pasados comicios federales de 2009, el 65.6 por ciento de los jóvenes de entre 25 a 29 años no votó, tampoco el 64.6 de los que tienen de 20 a 24 años.
Un reciente estudio del Departamento de Sociología de la UAM Iztapalapa concluyó que el 75 por ciento de los jóvenes mexicanos no votará en las próximas elecciones federales. Las razones que argumentan: desaliento y exclusión.
Decía Albert Camus que “el artista debe estar siempre con aquellos que padecen la historia, no con los que la hacen”; justo los grupos de rock deberían aportar su capacidad de mover masas para eliminar este silencio generacional tan cómodo para quienes lucran con el país.
Contacto: www.juanpabloproal.com
Twitter: @juanpabloproal
Activistas “incómodos” en Chihuahua
Martha Alicia Rincón Márquez y José Luís Castillo, padres de la niña Esmeralda Castillo Rincón, desaparecida en mayo de 2009 en Ciudad Juárez.
Foto: Miguel Dimayuga
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (apro).- El próximo 19 de mayo, Esmeralda Castillo cumplirá tres años desaparecida; desde ese hecho, su padre, José Luis Castillo, emprendió una búsqueda incansable. Ha recorrido palmo a palmo el barrio de La Merced en el Distrito Federal, su estado natal, Chihuahua, y también ha presentado denuncias ante las autoridades y medios de comunicación.
José Luis Castillo ha increpado a quien se dice gobernador del estado, César Duarte, y un intento más por recibir ayuda para localizar a su hija lo realizó el pasado 1 de abril, en Ciudad Juárez.
Ese día, el aspirante presidencial priista Enrique Peña Nieto visitaba la ciudad como parte de su campaña. El candidato llegó en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, los elementos del Ejército que lo custodian todo el día y el resto del equipo de seguridad impidieron que José Luis Castillo se acercara al mexiquense.
Y aunque le bloquearon el paso, logró entregar a algunos miembros de la comitiva de Peña Nieto una carta en donde pedía ayuda para encontrar a su adoración, su pequeña hija, quien contaba con 14 años cuando desapareció.
Peña Nieto fue ese día a Juárez para promover su candidatura y convencer a los juarenses de que voten por él, pues según él tiene la fórmula para acabar con el crimen organizado.
Asegura que sólo escuchando a la gente y estando cerca de ella es como se podrá ganar la guerra a la delincuencia; dice que habla de cara ante la ciudadanía, pero la verdad es que, en los asuntos verdaderamente importantes para el mexicano común y corriente, el candidato ha cerrado la puerta.
No se acerca con ellos, no los escucha y, cuando éstos pretenden hacerlo, como intentó el padre de Esmeralda, se les bloquea el paso; por eso José Luis Castillo sólo pudo entregar una carta en la que implora a Peña Nieto “se sirva ordenar la búsqueda y localización de nuestras hijas y jovencitas desaparecidas”.
Diez días después de este “atrevimiento” ante el candidato mexiquense, el padre de Esmeralda tuvo como respuesta de las autoridades priistas de Chihuahua… ¡su encarcelamiento!
Efectivamente, César Duarte, el gobernador del PRI que intentó por todos los medios, y lo consiguió, que José Luis Castillo no se acercara a Peña Nieto, solicitó la detención y encarcelamiento del padre de familia por su presunta participación en un robo ocurrido ¡¡hace cuatro años!!
Se trata de un asalto a un negocio de masajes registrado en 2008; el activista social, José Luis Castillo, fue exculpado del ilícito, pues se comprobó que nunca participó en dicho robo; sin embargo, hoy las autoridades locales sostienen que sí lo hizo, que llevaba en sus manos un arma y su hijo una metralleta Uzi, con las que supuestamente asaltaron el lugar.
Son las mismas autoridades que desde hace tres años, tiempo en que inició la búsqueda de su pequeña, han tratado de disuadirlo para cese en su empeño.
Las mismas autoridades que hoy han encarcelado al activista son las mismas que le han dicho desde hace tres años que no siga en su denuncia, pues “por su culpa nadie quiere invertir en Juárez”.
Son las mismas que le han dicho desde hace tres años: “Si no tiene miedo a que lo maten”. Y a las mismas a las que el propio José Luis ha respondido: “¡Qué miedo voy a tener, si ya estoy muerto en vida!”.
A la angustia que José Luis Castillo ha padecido en los últimos tres años, hoy se suma su encarcelamiento y la de su hijo por un delito del que fueron exculpados hace cuatro años, pues el verdadero asaltante ya confesó que el activista y su vástago nunca participaron en el robo.
Por como están sucediendo las cosas, pareciera que todo está “fabricado” por el gobierno del estado, que ya no sabe cómo frenar a un activista que no está dispuesto a dejar a su hija en el olvido.
Y más raro resulta todo eso si reparamos en lo que ha dicho la abogada de Castillo, Carla Michel Salas:
“Efectivamente, el señor Castillo fue detenido junto con su hijo y otra persona que declaró que ni el señor ni su hijo estaban vinculados en el asunto. Fueron unas horas, los detuvieron en la calle; efectivamente, iban acompañados de esta persona vinculada a un robo; los trasladan y esta persona señala que ellos no tenían vinculación con el asunto, por eso les dejaron en libertad”.
“Efectivamente, el señor Castillo fue detenido junto con su hijo y otra persona que declaró que ni el señor ni su hijo estaban vinculados en el asunto. Fueron unas horas, los detuvieron en la calle; efectivamente, iban acompañados de esta persona vinculada a un robo; los trasladan y esta persona señala que ellos no tenían vinculación con el asunto, por eso les dejaron en libertad”.
Otro dato revelador que ofrece la defensora es que justamente quien hoy está haciendo los señalamientos contra José Luis Castillo es la dueña de las casas de masajes denominadas Sirena y Roma, “donde se ejerce la prostitución. Hay que recordar que las redes de trata de mujeres no funcionan sin las complicidad de las autoridades”.
Y por si fuera poco, el viernes pasado una mujer presentó otra acusación en contra del activista, al asegurar que ese mismo año, 2008, fue asaltada cuando estaba en una estética.
Ella identifica a Castillo como el agresor; ahora resulta que las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para que si reconoce al activista como participante en otros delitos, acuda a denunciarlo.
Las acciones del gobierno del estado hacen pensar que todo forma parte de un montaje para quitarse de encima a los “activistas incómodos” que, como don José Luis, se atreven a increpar al gobernador priista César Duarte.
Los activistas acusan directamente al mandatario de no resolver los casos de niñas desaparecidas y, sobre todo, se atreven a intentar pedir ayuda “al candidato” presidencial, el mismo que asegura que está “cerca de la gente” y quien no fue capaz de darle cinco minutos a un padre de familia que, desde hace tres años, vive la angustia e impotencia de no encontrar a su hija.
Esmeralda Castillo forma parte de las 150 jovencitas desaparecidas por las cuales lucha el comité de madres y familiares de niñas y mujeres desaparecidas.
Hoy, mientras ella sigue desparecida, su padre y hermano han sido encarcelados por un delito del que fueron exculpados, y justamente son perseguidos por un gobierno que no ha sido capaz de dar seguridad a sus propios ciudadanos.
El caso de Castillo resulta inquietante, como en su momento lo fue el de Marisela Escobedo, por el sinnúmero de amenazas que padeció la activista, asesinada impunemente en diciembre de 2010 y quien evidenció la ineptitud de las autoridades de Chihuahua para hacer justicia a su hija Rubí.
El priista César Duarte debería mejor dedicarse a gobernar el estado y no a criminalizar a los activistas sociales.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
El PAN, en proceso de descomposición
Vicente Fox, expresidente de México.
Foto: Miguel Dimayuga
Foto: Miguel Dimayuga
Apenas un día después de que la candidata panista a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota, pidiera una tregua a los miembros de su partido en aras de alcanzar el triunfo electoral, Vicente Fox soltó con desparpajo su expresión de que sólo un “milagrito” impediría el triunfo del candidato del PRI, de cuyo equipo de campaña parece formar parte, en un hecho que es considerado ya como un acto de traición de quien fue el primer presidente de origen panista. Pero el incidente va más allá: refleja el acelerado proceso de descomposición interna del actual partido en el gobierno.
Rogelio Sada Zambrano es categórico: “Traidor” es el calificativo que merece Vicente Fox por dar como ganador al priista Enrique Peña Nieto sobre Josefina Vázquez Mota, la candidata del Partido Acción Nacional (PAN).
“Es una traición a Acción Nacional y una traición a Josefina. Sería más congruente que él renuncie a Acción Nacional. Como miembro del PAN que es, me parece de una bajeza sublime.”
Emblema del panismo norteño y del empresariado rebelde –en 1985 renunció a la dirección del consorcio regiomontano Vitro cuando el gobierno de Miguel de la Madrid le quiso imponer una “fina mordaza de cristal” a su libertad de expresión–, asegura que el interés económico guía la traición de Fox, a quien él apoyó para ser el primer presidente de la República procedente del PAN.
“Es un acto de acomodo de sus intereses”, afirma Sada Zambrano, en entrevista con el reportero en su oficina de Monterrey, Nuevo León, el jueves 12, unas horas antes de reunir a un millar de ciudadanos apartidistas con Vázquez Mota.
Y subraya: “Es muy fácil irle al que parece ser ganador, porque satisface un acomodo futuro en un equipo político y porque puede brindar beneficios de índole económica. Esta declaración de Fox responde a un interés personal malsano.”
No es la primera vez que Fox anticipa la derrota del PAN y da como ganador a Peña Nieto: En septiembre de 2010, declaró al diario El Universal que el PRI ganaría las presidenciales – “los dados dicen eso, los dados y los datos” –, y dos meses después, en noviembre, cuando firmó a nombre del Centro Fox un convenio con el entonces gobernador priista, lo presentó como el “futuro presidente de México”.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la edición 1850 de la revista Proceso, ya en circulación)
Rogelio Sada Zambrano es categórico: “Traidor” es el calificativo que merece Vicente Fox por dar como ganador al priista Enrique Peña Nieto sobre Josefina Vázquez Mota, la candidata del Partido Acción Nacional (PAN).
“Es una traición a Acción Nacional y una traición a Josefina. Sería más congruente que él renuncie a Acción Nacional. Como miembro del PAN que es, me parece de una bajeza sublime.”
Emblema del panismo norteño y del empresariado rebelde –en 1985 renunció a la dirección del consorcio regiomontano Vitro cuando el gobierno de Miguel de la Madrid le quiso imponer una “fina mordaza de cristal” a su libertad de expresión–, asegura que el interés económico guía la traición de Fox, a quien él apoyó para ser el primer presidente de la República procedente del PAN.
“Es un acto de acomodo de sus intereses”, afirma Sada Zambrano, en entrevista con el reportero en su oficina de Monterrey, Nuevo León, el jueves 12, unas horas antes de reunir a un millar de ciudadanos apartidistas con Vázquez Mota.
Y subraya: “Es muy fácil irle al que parece ser ganador, porque satisface un acomodo futuro en un equipo político y porque puede brindar beneficios de índole económica. Esta declaración de Fox responde a un interés personal malsano.”
No es la primera vez que Fox anticipa la derrota del PAN y da como ganador a Peña Nieto: En septiembre de 2010, declaró al diario El Universal que el PRI ganaría las presidenciales – “los dados dicen eso, los dados y los datos” –, y dos meses después, en noviembre, cuando firmó a nombre del Centro Fox un convenio con el entonces gobernador priista, lo presentó como el “futuro presidente de México”.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la edición 1850 de la revista Proceso, ya en circulación)
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