Corrupción trasnacional
Wal-Mart ganó $156 mil 635 millones durante las administraciones panistas
Tan sólo en 2011 logró la apertura de 441 tiendas, con las que suma 2 mil 68
En 2011, Wal-Mart México obtuvo utilidades netas por 22 mil 254 millones de pesos, la cuales fueron 359.3 por ciento superiores a las que registró en 2002Foto Xinhua
Juan Antonio Zúñiga M.
Periódico La Jornada
Lunes 23 de abril de 2012, p. 2
Lunes 23 de abril de 2012, p. 2
Envuelta en un escándalo por presuntos sobornos para ampliar sus operaciones en México, Wal-Mart, la mayor cadena comercial que opera en el país, abrió 441 tiendas más durante 2011, 224 por ciento más que las 136 que puso en marcha en 2007.
Como la hiedra, esta empresa, cuyo principal accionista en México es la estadunidense Wal-Mart Stores, con el control de 69.3 por ciento de sus 17 mil 747 millones de acciones, extendió su universo comercial a 2 mil 68 unidades de ventas, sobre una extensión que abarca 245 mil 294 metros cuadrados por el territorio nacional, según revela su información oficial.
En 2011 obtuvo utilidades netas por 22 mil 254 millones de pesos, la cuales fueron 359.3 por ciento superiores a las registradas en 2002, el segundo año de operaciones de esta empresa con la razón social de Wal-Mart de México. De entonces a la fecha ha sumado ganancias por 156 mil 635 millones de pesos.
Después de América Móvil, Wal-Mart de México es la segunda empresa en importancia de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), con un valor de capitalización que ascendió a 665 mil 156 millones de pesos al término de 2011. Este referente, que resulta de multiplicar el número de acciones por el precio de cada una, fue 68 por ciento mayor que el valor real de sus activos, los cuales se evaluaron en 225 mil millones a la misma fecha.
De acuerdo con el seguimiento del marcado bursátil del grupo financiero Banamex-Citigroup, las acciones de WalMart de México elevaron 25.28 por ciento su precio entre el 20 de abril de 2011 y la misma fecha de 2012.
Sin rival efectivo en lo individual entre las 102 cadenas comerciales que agrupa la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), sus ventas netas se elevaron a 379 mil millones de pesos en 2011, desde 193 mil 969 millones realizadas al inicio de la actual administración gubernamental. Es decir, tuvieron un crecimiento de 95.4 por ciento, tres veces mayor al de la inflación de 24.09 por ciento observada en el mismo periodo.
Y eso que, a diciembre de 2011, la ANTAD
estaba integrada por 102 cadenas comerciales: 37 de autoservicio, 17 departamentales y 48 especializadas, que en conjunto suman más de 28 mil tiendas, con 20 millones de metros cuadrados, y ventas que en 2011 sumaron en conjunto 984 mil millones de pesos, de las que Wal-Mart, que es miembro de esta asociación, concentró 38.5 por ciento.
Sus antecedentes se remontan a 1958, cuando se abrió al público la primera tienda Aurrerá durante aquel año de transición entre el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines y el de Adolfo López Mateos, ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Luego, en 1986, durante el cuarto año de gobierno del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, también del tricolor, la empresa cambió su razón social por el de Cifra, pero mantuvo su nombre comercial.
En 1997 Wal-Mart Stores lanzó una oferta pública de compra de acciones en la BMV, con la que se hizo del control de Cifra. En 2000 la asamblea de accionistas aprobó el cambio de razón social por el de Wal-Mart de México, y en 2001
las tiendas Aurrerá se convierten en Walmart Supercenter o Bodega Aurrerá.
Así, al iniciar sus operaciones como Wal-Mart de México en 2001, esta empresa se convirtió en la más emblemática de los 11 años de gobiernos surgidos del Partido Acción Nacional. Con esta razón social y una sorprendente expansión, ha obtenido ganancias por 156 mil 635 millones de pesos de 2001 a 2011.
Dinero
Wal-Mart, el súper de la corrupción
Triunfa el candidato socialista en Francia
Desbandada en el PAN
Enrique Galván Ochoa
En los últimos días del sexenio de Fox recibió Wal-Mart la autorización de la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional de Valores para operar un banco en México. El supermercado era una de las empresas privadas que habían apoyado a la asociación Vamos México, de la señora Marta, mediante el redondeo de las cuentas de los clientes. Cuando sus presuntos malos manejos trascendieron a la prensa internacional, la señora Marta envió una carta al diario Financial Times, de Londres, donde admitía que había recibido donativos de millones de dólares de diversas corporaciones, entre ellas Wal-Mart. En Estados Unidos Wal-Mart no ha podido conseguir un permiso para operar un banco. Es desventajoso para el consumidor que un mercado le preste dinero para que le compre mercancías; se convertiría en una réplica de las tiendas de raya del porfirismo. Sin embargo, Wal-Mart obtuvo la autorización en México con cierta facilidad, aunque no tenía infraestructura, lo que hizo fue abrir pequeñas oficinas en sus propias tiendas y colgarles un letrero. Tampoco tenía un sistema para administrar las tarjetas de crédito, le encargó la maquila a Bancomer. Corrieron versiones en el medio financiero de que había algo raro, incluso con sorna se llamaba Banco Walmarta a la nueva entidad. La sospecha hoy es si la red de corrupción que ha sido revelada en Estados Unidos por el diario The New York Times, por la cual ejecutivos de Wal-Mart han pagado mordidas por más de 23 millones de dólares a funcionarios mexicanos para que le faciliten su expansión, involucra también a la señora Marta y Vamos México. El expediente está en manos de fiscales federales que actúan en el marco de la ley anticorrupción. Obviamente aquí las autoridades harán lo imposible para encubrir a los posibles responsables, pero a Wal-Mart le preocupa que las de Estados Unidos lleguen a actuar contra varios de sus altos ejecutivos, porque al parecer conocieron a tiempo los actos de corrupción y los encubrieron.
El triunfo de la izquierda francesa
La izquierda francesa se anotó una victoria histórica al dar la mayoría de votos a François Hollande sobre el presidente Sarkozy, quien busca un segundo mandato. Sin embargo, no consiguió 50 por ciento de los sufragios, por lo que habrá una segunda vuelta el próximo domingo. Las encuestas anticipan el triunfo definitivo de Hollande. Es que la gente está harta de los programas de austeridad, de los recortes presupuestales, del sacrificio que les ha impuesto el gobierno derechista de Sarkozy. Y harta también de ver que un pequeño sector cada día es más rico y poderoso. Quiere un cambio. El triunfo del socialismo francés sacudirá a toda Europa, si se consolida el próximo domingo, porque no es sólo Francia la que está exhausta, sino todos los países de la zona.
No levanta Josefina
Cuando el panismo hizo su arribo a Los Pinos, en diciembre de 2000, se dio cuenta –y nos dimos cuenta todos– de que carecía de gente preparada para gobernar, principalmente para manejar el sector financiero. Tuvo que incorporar a sus filas a priístas o independientes que maquilaran las tareas para las que no estaban preparados. Casi 12 años después, y ya por comenzar el segundo mes de campaña, y viendo que Josefina no levanta, los maquileros están queriéndose subir a lanchas salvavidas que los lleven con el candidato que vaya a ganar las elecciones; no tienen preferencias, puede ser Peña Nieto o López Obrador. El panismo ha sido generoso con los egresados del ITAM. Hay una legión de itamitas que se mueven alrededor de sus compañeros que pueden quedar bien parados el próximo sexenio a fin de conservar la chamba. Uno de ellos es el coordinador de la campaña del candidato tricolor, Luis Videgaray, egresado del ITAM.
e@Vox Populi
Asunto: ¡al diablo las instituciones!
Estimado Enrique: ahora ya sabemos quién en realidad manda al diablo las
instituciones...
Alejandro Rivera de Leija / Distrito Federal
R: Y quién sabe que sea peor, estimado Alejandro: 1) que Calderón haya mandado al diablo a la Constitución, a la legislación electoral y al IFE, al hacer propaganda a través de la ya famosa carta a los contribuyentes o 2) la abyección del IFE, que se apresuró a declarar que no puede sancionarlo; vamos, ni siquiera llamarle la atención, porque disfruta de impunidad legal. Habría sido más decoroso que le impusiera una multa simbólica de un peso y defenderla hasta en el tribunal federal electoral, aunque al final perdiera el caso. Pero hubiera salvado su dignidad.
Asunto: los datos personales
¿Qué procedimientos norman el pago en tiendas con tarjetas de crédito o débito? Resulta que aquí en Cancún cuando uno paga con tarjeta, ya sea en el supermercado, tienda tipo Oxxo, farmacia o hamburguesería, al momento los empleados te tratan como delincuente potencial y te exigen que adjuntes tu credencial de elector y en el recibito que el usuario firma, le anexan los datos de tu identidad. ¿Existe alguna norma o reglamentación que obligue al ciudadano de a pie a presentar su identificación personal cada que paga, o tenemos alguna forma de proteger nuestra identidad cuando efectuemos los pagos?
Ing. José Zaldívar Pérez / Cancún
R: El caso Wal-Mart ha venido a confirmarnos –enterados ya estábamos– de que los ejecutivos de las grandes corporaciones pagan mordidas a los funcionarios mexicanos para que les permitan hacer lo que quieran en nuestro territorio. Mejor paga en efectivo.
Twitter
Según Forbes, la compensación que dio Wal-Mart al corrupto Eduardo Castro-Wright en 2011 fue de 9 millones 168 mil 188 dólares.
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa
México SA
México, paraíso de trasnacionales
Wal-Mart: sobornos vs. utilidades
Megacorrupción y tortillas duras
Carlos Fernández-Vega
Interior de una tienda Wal-Mart en la ciudad de MéxicoFoto Xinhua
Lo que el diario estadunidense The New York Times reveló un par de días atrás no sólo confirma la práctica cotidiana del gobierno mexicano, la corrupción galopante, sino que deja en claro, por si alguien dudara, el tipo de empresa trasnacional que de este país ha hecho su paraíso, el mismo que con fervor protege y promueve el actual inquilino de Los Pinos (junto con sus cuatro antecesores en el cargo), algo en lo que, por lo demás, coinciden plenamente Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto: desmantelamiento del Estado, privatización a ultranza e inversión foránea al costo que sea y con todas las
facilidadesdel caso (la factura, desde luego, la pagan los mexicanos).
Resulta que el rotativo publicó que Wal-Mart, por medio de su subsidiaria en México,
pagó sobornos hasta por 24 millones de dólares para ganar el dominio en el mercado mexicano. La investigación identificó a Eduardo Castro-Wright, entonces director de la empresa en México, como fuerza motora detrás de los años de soborno, aunque apuntó que hubo cohechos ocasionales antes de su llegada a la compañía en 2002. La denuncia fue presentada por Sergio Cicero Zapata, ex abogado de bienes raíces de Wal-Mart, quien indicó que la firma usó los sobornos para facilitar cambios de zonas en los mapas y desvanecer objeciones ambientalistas, permisos que típicamente toman meses para su proceso mágicamente se materializaron en días. Cicero denunció que las prácticas de cohecho estimuladas por Castro-Wright eran parte de una estrategia expansiva de negocios, para construir cientos de nuevas tiendas tan rápido que sus competidores no tuvieran tiempo de reaccionar. El ex ejecutivo dio nombres, fechas y montos de los sobornos: él sabía mucho, explicó que por años fue el abogado a cargo de obtener los permisos de construcción para Wal-Mart de México. Sin embargo, The New York Times se abstuvo de divulgar los nombres de los funcionarios mexicanos sobornados, y sólo se refirió a alcaldes, concejales,
oscurosplanificadores urbanos o burócratas de bajo nivel que expedían permisos de construcción, pero identificó a ejecutivos de la gigante del ramo de supermercados (Notimex).
Lo anterior, sin ser novedad para nadie, deja en claro que la mayoría de los funcionarios mexicanos (de los tres niveles de gobierno) han vendido al país, y lo siguen haciendo, a cambio de tortillas duras. La ganancia, para ellos, es el volumen. Pocos son, como los Salinas de Gortari comprenderán, los
gobernantesque fijan porcentaje para que a cambio otorguen permisos, vendan empresas de la nación, permitan la destrucción ecológica, avalen el saqueo, asuman deudas privadas con cargo al erario, privatizar la generación de energía eléctrica, etcétera, etcétera. Así, un
bonoequivalente a 10 por ciento de la transacción y/o una participación accionaria a cambio de
desincorporar(léase desmantelar) la infraestructura productiva del Estado representa un mundo de dinero.
Pero sólo los funcionarios de altísimo nivel cobran esa proporción. De allí para abajo, las tortillas duras son la norma de los supuestos
representantes de la nación. Lo anterior, porque de acuerdo con el citado rotativo, Wal-Mart pagó sobornos por 24 millones de dólares (alrededor de 320 millones de pesos al tipo de cambio actual), monto que la trasnacional estadunidense deja de propina cuando pide un café. Con sobornos por ese monto, en México el consorcio (recurrentemente acusado de explotación de mano de obra infantil) obtuvo hasta un banco, cortesía de Vicente Fox y Francisco Gil Díaz.
El objetivo que se fijó la trasnacional fue destinar esos 24 millones de dólares para funcionarios, como
parte de una estrategia expansiva de negocios, para construir cientos de nuevas tiendas tan rápido, que sus competidores no tuvieran tiempo de reaccionar, y lo logró a plenitud. Pues bien, sólo es cuestión de echar números y ver las proporciones: con Calderón en Los Pinos, por ejemplo, Wal-Mart obtuvo ventas netas por casi un billón 470 mil millones de pesos (más de 110 mil millones de dólares, al tipo de cambio actual, en el periodo 2007-2011, o si se prefiere el equivalente a 10 por ciento del PIB mexicano), de acuerdo con su propia información financiera, de tal suerte que para lograr ese monto sólo invirtió el ¡¡¡0.00000002!!! por ciento (24 millones de dólares) de las ventas netas que reportaría en cinco años (110 mil millones de dólares).
He allí el plato de tortillas duras por las que los funcionarios de los tres niveles de gobierno venden al país, violan la ley, fomentan el saqueo y sacrifican a los mexicanos. A lo largo de tres décadas (sin que ello quiera decir que antes no había corrupción) esa ha sido la norma: gobiernos gerenciales y facilitadores, voraces consorcios multimillonarios en vías de serlo en una proporción mucho mayor, funcionarios enriquecidos de la noche a la mañana, y mexicanos cada día más pobres, y para consolidar la
estrategia expansiva(Wal-Mart dixit) los supuestos
representantesde los habitantes de este país han desmantelado al México que dicen representar y cuidar. Esos son los
criterios de negocios e inversiónque privan en los círculos gubernamentales y en los de las grandes empresas privadas (nacionales y foráneas). Y allí está el resultado.
¿Qué obtuvo Wal-Mart a cambio de sus 24 millones de dólares en sobornos? Pues bien, un incremento de 72.5 por ciento en sus ventas netas 2007-2011; 104.6 por ciento de aumento en el número de establecimientos comerciales (de mil 28 a 2 mil 87 entre 2007 y 2011) y 60 por ciento de crecimiento en sus utilidades netas, que en igual lapso se aproximaron a 90 mil millones de pesos, entre otras gracias. Todo ello sin considerar que consolida sus resultados financieros, lo que le permite pagar menos impuestos, si es que los paga, porque al cuarto trimestre de 2011 la trasnacional no había pagado (porque la ley fiscal se lo permite) 7 mil 866 millones de pesos en impuestos diferidos.
Lo mejor del caso es que en su investigación The New York Times
encontró que los directivos de Wal-Mart en Estados Unidos cerraron el caso sin notificar a las autoridades estadunidenses ni a las mexicanas, y en cambio, Castro-Wright (el sobornador) fue promovido a vicepresidente de Wal-Mart en 2008. ¿Y dónde anda el gobierno mexicano en todo esto? Pues el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, informa que
no tenemos suficientes elementos y una vez que los tengamos tomaremos la decisión de cómo debemos proceder.
Las rebanadas del pastel
Como bien dijo Felipe Calderón en su faraónico acto en el Auditorio Nacional (28/03/12),
México es mejor que lo que era hace seis años.
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