Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 17 de abril de 2012

Los debates, determinantes- Wallace, candidata de la mentira- Amenazan de muerte a opositores de Peña Nieto en Facebook

Los debates, determinantes
JVM, EPN, AMLO y GQ. Foto: O. Gómez, A. Saldívar, E Miranda, G. Canseco
JVM, EPN, AMLO y GQ.
Foto: O. Gómez, A. Saldívar, E Miranda, G. Canseco
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Las variaciones en las encuestas de preferencia electoral, en función de los errores de los candidatos presidenciales (particularmente Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota), muestran el grado de volatilidad del electorado mexicano, lo cual eleva la relevancia de las campañas electorales, y más de aquellos eventos donde los candidatos son más vulnerables.
De octubre de 2011 –unos días después de que Peña Nieto dejó la gubernatura del Estado de México– a la primera quincena de marzo de este año, el candidato tricolor perdió alrededor de ocho puntos porcentuales de preferencia electoral, en buena medida a causa de su incapacidad para responder a preguntas de los periodistas que evidenciaron su incultura e ignorancia.
Esto lo aprovechó Josefina Vázquez Mota para repuntar en las preferencias, posicionarse en el segundo lugar y acercarse al puntero, pero desde el acto de toma de protesta como candidata presidencial del PAN ella y su equipo de campaña empezaron a mostrar sus limitaciones, y el electorado, de inmediato, se los cobró, de modo que hoy Vázquez Mota se disputa el segundo lugar con Andrés Manuel López Obrador y ha perdido parte de los puntos que ganó en los cinco meses previos.
López Obrador, a quien las encuestas mostraban estancado alrededor de los 20 puntos porcentuales de preferencia electoral, logró cosechar, aunque en mínima medida, la pérdida de la candidata albiazul y con eso se metió a la disputa por el segundo lugar, aunque muy lejos del puntero.
En este escenario se pactó para el domingo 6 de mayo el primer debate entre los candidatos presidenciales y se acordó, en principio, que el segundo se realizara en algún escenario fuera del Distrito Federal, aunque todavía no definen ni fecha ni formato. Más allá del acartonado formato del primer debate acordado –que data de 1994–, lo cierto es que tales ejercicios han resultado decisivos para el resultado de las contiendas electorales.
El 12 de mayo de 1994, en el primer debate entre candidatos presidenciales en México, participaron únicamente tres de los nueve contendientes: Diego Fernández de Cevallos, abanderado del PAN; Ernesto Zedillo, del PRI, y Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD. Fernández de Cevallos tomó abiertamente la ofensiva y atacó a los otros dos candidatos, pero particularmente a Cárdenas, quien se mantuvo impávido frente a las críticas de su adversario político y eso lo pagó en las preferencias electorales, pues a partir de entonces la contienda fue fundamentalmente de dos: Zedillo y Fernández de Cevallos.
Algunas encuestas incluso llegaron a mostrar al panista a la cabeza, pero inexplicablemente éste interrumpió su campaña y dio oportunidad al priista para recuperarse y, de acuerdo con los resultados oficiales, obtener 50.1% de las preferencias y superar al segundo lugar con más de 23 puntos de diferencia. En aquel tiempo, por única ocasión, la elección se celebró el 21 de agosto, lo cual dio un periodo de más de tres meses entre el debate y la elección, lo que, aunado al encierro del blanquiazul, permitió a Zedillo recuperar su preferencia electoral.
Para la siguiente contienda presidencial, en el 2000, hubo dos debates: el 25 de abril, con la participación de los seis candidatos, y el 26 de mayo, únicamente entre los tres punteros: Vicente Fox, abanderado de la coalición Alianza por el Cambio; Francisco Labastida, del PRI, y Cuauhtémoc Cárdenas, de la coalición Alianza por México. Aquella vez además se verificó un “predebate”, el 23 de mayo, donde los tres candidatos plantearon sus posiciones y discutieron sobre la fecha y formato del segundo debate.
Los impactos de los tres eventos fueron cruciales para el triunfo de Fox el 2 de julio de ese año. En el primer debate, aunque Fox arremetió contra Labastida y logró restarle preferencia electoral, el gran triunfador fue el candidato del Partido Socialdemócrata, Gilberto Rincón Gallardo, quien ganó amplios espacios en los medios de comunicación y logró mantener a su partido con un porcentaje de votación suficiente para conservar el registro; sin embargo, los efectos de dicho encuentro se perdieron por la distancia entre éste y la fecha de la elección.
El equipo de Fox logró revertir los efectos negativos del predebate y convertir el “¡hoy, hoy, hoy!” en el grito de combate, e incluso el candidato lo capitalizó en el segundo encuentro formal, al justificar su intransigencia por la urgencia del cambio que el país demandaba. Esto se tradujo en que el blanquiazul logró más de 43% de los votos válidos, con una diferencia de 6.5 puntos ante Labastida y de casi 20 ante Cárdenas. Aunque los debates no fueron el único factor que influyó en dicho resultado, nadie puede negar su impacto.
En el año 2006 también fueron organizados dos debates. Uno, el 25 de abril, con la presencia de cuatro de los cinco aspirantes presidenciales, pues López Obrador se excluyó, porque consideró que no era pertinente participar en el mismo; sin embargo, los participantes acordaron hacerlo y el Instituto Federal Electoral aceptó colocar un atril que luciría vacío a lo largo de la transmisión. Y otro, el 6 de junio, con la participación de todos los candidatos.
Ambos actos tuvieron importantes impactos en los resultados finales. El primero fue elemento determinante para que Felipe Calderón apareciera en algunas encuestas por encima de AMLO, y además marcó definitivamente el desplome de Roberto Madrazo a un lejano tercer lugar del que ya jamás pudo recuperarse. El segundo, porque permitió a AMLO recuperar parte del terreno perdido, al colocar en la opinión pública la duda sobre los supuestos beneficios extraordinarios que Calderón, como secretario de Energía, concedió a su cuñado, como proveedor.
La combinación de ambos eventos fue determinante para que el resultado final de la elección marcara una diferencia entre Calderón y López Obrador de poco más de medio punto porcentual y, escasamente, 244 mil votos de diferencia.
Las debilidades que mostraron Peña Nieto y Vázquez Mota convierten los debates en el escenario ideal para modificar sustancialmente la correlación de fuerzas, especialmente por los antecedentes ya comentados. Serán una oportunidad inmejorable para López Obrador y Vázquez Mota; al primero le servirán de oportunidad para posicionarse en el segundo lugar de la contienda y, desde esa posición, aspirar a captar el voto útil (que seguramente aparecerá nuevamente en esta elección) y, eventualmente, buscar obtener el liderazgo de la contienda; a la segunda, para desafiar la amplia ventaja de Peña Nieto y eventualmente retomar su tendencia ascendente.
Ni Vázquez Mota ni López Obrador pueden soñar con ganar la contienda sin una muy buena actuación en los dos debates presidenciales; y Peña Nieto requiere mostrar un mínimo de capacidad para sortear situaciones adversas, complejas e inesperadas (que seguramente enfrentará en los debates) para sostener su ventaja.
Por su parte, Gabriel Quadri tiene todo que ganar y nada que perder, pero habrá que ver si opta por buscar el aumento del caudal de votos para su partido y, por lo tanto, se maneja de forma independiente, o recibe la encomienda de colaborar con Peña Nieto, en cuyo caso seguramente arremeterá en contra de Vázquez Mota o López Obrador, en función de quien sea más peligroso en ese momento, y cobrará (él o su mentora) en la integración del gabinete.
Aun con el rígido y acartonado formato de los debates presidenciales, hay suficientes razones para pensar que serán interesantes y determinantes en el resultado de la contienda.

Wallace, candidata de la mentira

Isabel Miranda de Wallace en la CDHDF. Foto: Hugo Cruz
Isabel Miranda de Wallace en la CDHDF.
Foto: Hugo Cruz
MÉXICO, D.F. (apro).- Muy pronto se derrumbó la candidatura de Isabel Miranda de Wallace con la que el Partido Acción Nacional (PAN) pretendía no hacer el ridículo en el Distrito Federal.
La razón no es compleja: La aspirante a gobernar a millones de capitalinos ocultó y luego, descubierta, pretendió victimizarse por sus antecedentes policiales.
Ella que, junto con el gobierno de Felipe Calderón, ha querido levantarse como emblema de la valentía contra la delincuencia, el abuso de poder, la mentira y los privilegios.
Pero no sólo ocultó un pasado que los ciudadanos del Distrito Federal y del país tienen derecho a saber, sobre todo de quien eso exige de las autoridades, sino que mintió y ha seguido mintiendo a partir de que el semanario “Proceso” desveló sus antecedentes y su consentimiento en la tortura contra quienes ella identifica como los asesinos de su hijo, el mismo que la auxilió en la comisión de los delitos por la que fue consignada ante un juez y del que tantas versiones corren sobre su condición real.
El domingo mismo que el semanario publicó su ficha signaléctica, cuando se registró como candidata del PAN al gobierno del Distrito Federal con la presencia de Josefina Vázquez Mota y Diego Fernández de Cevallos –emblema de la política mafiosa–, Isabel Miranda Torres de Wallace aseguró ser víctima de una “guerra sucia”.
Ese disparate lo adujo también el presidente del PAN, Gustavo Madero, a quien panistas capitalinos le habían advertido del talante falaz de la mujer que fue impulsada por Felipe Calderón, pero el silencio que ha guardado después es el reconocimiento de que se equivocó por doble vía: No haber apostado por una candidatura honrada y consolidarse como una fuerza marginal en la capital.
Y eso que Madero ordenó dispensarle a esa mujer lo que es obligación estatutaria y reglamentaria para todos los precandidatos y candidatos del PAN –los compromisos doctrinarios que deben firmar–, como anuló la contienda interna que había prometido.
Si alguna duda pudo haber sembrado Miranda con su campaña de “plumas amigas” que imploró a directivos de medios de comunicación, donde es vista ya con recelo, lo publicado por “Proceso” en la edición que está en circulación la diluye por completo, porque existe vasta constancia de que fue capturada, consignada y presa en el Reclusorio Norte.
¿Fue absuelta de los delitos que se le imputaron? Sí. ¿Tiene antecedentes penales? No. Estas dos respuestas quedaron perfectamente claras en el reportaje que ofuscó a Miranda de Wallace, quien podrá gozar de connivencia con Calderón y Genaro García Luna, que políticamente están muertos, pero jamás tendrá la confianza de la ciudadanía que quiso –y quiere— engañar.
¿De qué se puede acusar al semanario “Proceso” y al reportero Jorge Carrasco? Sólo de cumplir con su deber profesional…
Apuntes
Otra figura que fue venerada por el PAN y por sus simpatizantes, Vicente Fox, está también derrumbándose, aunque ya lo había hecho para millones de mexicanos. “Traidor” es la definición que se le da entre la militancia, pero que sólo un expanista se ha atrevido: Rogelio Sada Zambrano, emblema del panismo norteño y del empresariado rebelde. Y apenas hoy lunes, en Colima, la candidata Josefina Vázquez Mota lo expulsó del elenco de próceres que sacaron al PRI de Los Pinos. Fue Manuel Clouthier, no Fox, afirmó, veladamente. Se atisba venganza…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado

Amenazan de muerte a opositores de Peña Nieto en Facebook

La imagen de la amenaza que circula en las redes sociales.
La imagen de la amenaza que circula en las redes sociales.
MÉXICO, D.F. (apro).- Igual que en las campañas formales, en las redes sociales comienza a subir de tono la confrontación entre simpatizantes partidistas al punto de llegar a abiertas amenazas de muerte.
Es el caso de lo que sucedió con los creadores de la página de Facebook “A que reunimos un millón de Mexicanos que NO votaremos por Pena Nieto”.
Un simpatizante del candidato presidencial priista, identificado con el nombre de Enrique Colín Garduño, los insultó y amenazó de muerte, según el mensaje difundido el pasado sábado 14.
Dice el texto:
“Ayer este achichintle de Pena (sic) Nieto nos mandó un mensaje tratándonos de intimidar diciendo que si no cerrábamos estas páginas nos “rastrearían” y nos mandarían a matar”.
Incluso proporcionan el link al perfil del sujeto –https://www.facebook.com/profile.php?id=616352329.
Sin embargo, el usuario de dicho espacio cerró sus cuentas en Facebook y en Twitter.
“Ya cerro su cuenta de facebook y Twitter, la imagen la tomamos nosotros de su perfil en FB, la tenia de portada. Su nombre es Enrique Colín Garduño. Es del equipo de Pena Nieto. En su perfil tenia fotos con camisa blanca con leyendas de ‘Ectivismo’ y ‘Peña Nieto’”, denunció el usuario de la página.
En el mensaje que escribió Colín Garduño antes de bloquear su cuenta les decía:
“Quien putas madres administra estas páginas caras de vergas ahí les va a cargar tosa (toda) su puta madre pendejos, nadie se meta con el Lic. Enrique Peña Nieto, bola de ardidos…de qué murieron los ardidos???? de ardor!!! putos!! Vamos a rastrearlos putos, o tiran sus pinches paginitas o los mandamos pal otro mundo cabrones!!!”
En su muro, el usuario de “A que reunimos un millón de Mexicanos de NO votaremos por Pena (sic) Nieto”, señala: ¡Somos más, somos la mayoría! No nos van a intimidar, seguiremos. Y si nos van a matar tendrían que matar a la mayoría de los mexicanos”.
La página fue creada el 26 de diciembre de 2011 y a la fecha cuenta con 112 mil 189 “me gusta”.
Publica videos, fotografías, notas periodísticas relacionadas con el exgobernador mexiquense, así como mensajes sobre las razones por las que, según el usuario, no debería votarse por Peña Nieto.
El portal, no específica si tiene alguna afinidad con alguno de los otros candidatos, pero en el perfil ofrece un foro sobre las que considera son las únicas dos opciones de voto: la candidata panista Josefina Vázquez Mota y el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador.
También se hace alusión a un “Movimiento Nacional de Internautas contra el PRI y EPN” en la que invitan a quienes tengan páginas similares en las redes sociales, a mandar un mensaje a la página de “A que reunimos un millón de Mexicanos de NO votaremos por Pena (sic) Nieto”, “para que sumemos fuerzas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario