Por Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de
la Paz
Buenos Aires, 17
de abril del 2012
La decisión
presidencial de re-nacionalizar YPF es el camino correcto hacia la recuperación
de la soberanía nacional. Camino
difícil y lleno de obstáculos pero que hay que asumir y recorrer con mucha
fuerza y esperanza.
Tenemos que
apoyar a nuestra presidenta que tuvo el coraje y decisión política de asumir
este reclamo popular de años y debemos
aportar desde cada lugar para fortalecer la decisión gubernamental que ha
provocado más de un cimbronazo de intereses económicos y políticos.
El gobierno
español se escandaliza del gobierno argentino defendiendo lo indefendible, a
una empresa como Repsol que tuvo grandes ganancias y pocas, o ninguna inversión
en el desarrollo de la producción petrolera.
Se sabía de las
actividades de REPSOL en otros países, pero la decisión del menemismo fue
adjudicarle YPF y las consecuencias están a la vista.
No voy hacer
comentarios de quienes apoyaron en las provincias las privatizaciones, y
festejaban que eso era la gran solución a los problemas del país, pero debemos
tener memoria y tener presentes a los diputados y senadores que aprueban leyes
dañinas que después el país debe soportar para varias generaciones, como las
leyes de impunidad, la ley antiterrorista y las privatizaciones, entre otras
calamidades.
Recordemos a Aerolíneas
Argentinas que Iberia desmanteló y fundió, llevándose
equipos, motores, aviones y todo lo que pudo y después del desastre, el
gobierno argentino tuvo que asumir la re-nacionalización y hacerse cargo de la
deuda y los desastres dejados por las empresas.
Hoy, la
nacionalización de YPF vuelve al mismo problema, la falta de inversiones,
el desabastecimiento, los costos y las deudas, los activos y pasivos que deja
REPSOL son enormes y es necesario tener mucha serenidad para volver a hacer
rentable la empresa.
Muchas veces he
señalado, y es casi un latiguillo, que un país que no controla sus
recursos naturales y las empresas estratégicas necesarias para el desarrollo
integral, es un país sin soberanía.
Este es un mal
que afecta a la Argentina desde hace décadas y ha llevado a un peligroso atraso
al país que supo privatizar casi todo y sigue acumulando una deuda externa e
interna inconmensurable que costará grandes sacrificios y esfuerzos rediscutir.
REPSOL pretende
cobrar a la Argentina y pasar por acreedor cuando es el gran deudor del el
pueblo argentino. El
gobierno debe exigir a la empresa el pago de lo no cumplido.
Los países
europeos protestan contra la Argentina y dicen que el país no es seguro para
sus intereses. Quienes no son seguras son las empresas trasnacionales como
Repsol y otras, que vienen a explotar y no a invertir para el desarrollo y la
vida del pueblo. No esperamos caridad sino responsabilidad, y no la
tienen.
Debemos hacer un
fuerte llamado a los gobernantes y legisladores de que no es posible que
actúen según los vientos que soplan a su favor en la especulación
política.
Hay que
establecer leyes para impedir que un gobierno privatice los bienes y
recursos que son patrimonio del pueblo y no de los gobernantes, tanto
nacionales como provinciales.
La decisión
sobre ese patrimonio debe ser decidido por el pueblo a través de consultas
populares de acuerdo al derecho constitucional, evitando que se
produzcan hechos semejantes.
Hay que salir de
esta democracia delegativa donde los gobernantes hacen lo que quieren y no lo
que deben, y construir una democracia participativa con decisión en los grandes
temas del país, en las políticas de gobierno, evitando el feudalismo de las
provincias.
Llegamos al
agotamiento que acarrea más pobreza y marginalidad a nuestro pueblo.
YPF tuvo su
etapa de esplendor y orgullo nacional, hoy es sólo un recuerdo y el gobierno
actual debe remontar un pesado camino que deja la irresponsabilidad de REPSOL.
No puedo dejar
de señalar que el petróleo no es la única asignatura pendiente en la
recuperación de la soberanía nacional. No estoy hablando de los nacionalismos trasnochados.El gobierno
debe actuar, antes que sea tarde, sobre las empresas mineras, que se
llevan el 97 % de lo extraído con una simple declaración jurada, y la
venta del territorio nacional. El país ha dejado su derecho soberano
para someterse a tribunales internacionales que no tendrán en cuenta el derecho
del pueblo argentino. Ponen en peligro a la salud de los pobladores, a recursos
como el agua y el medio ambiente todo y además generan los daños económicos a
los pequeños y medianos productores. Ese es el fruto de la época de
privatizaciones del gobierno de Carlos Menem que se sometió a los intereses
extranjeros y provocó grandes daños al país.
Esperamos que la
decisión presidencial de re-nacionalizar YPF avance y para lograrlo debemos
apoyar decididamente la recuperación de la soberanía, con serenidad y firmeza.
Adolfo Pérez
Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Presidente del Servicio Paz y Justicia
Premio Nobel de la Paz
Presidente del Servicio Paz y Justicia
América ha cambiado. Somos pueblos independientes
14/04/12
Ministro Nicolás Maduro en Cumbre de las Américas:
"De los 34 países que asistimos a la Cumbre, 32 tenemos una misma postura
y vamos a debatir, porque avanzamos en una propuesta, tenemos un gran objetivo,
descolonizar a toda América Latina"
"De los 34 países que asistimos a la Cumbre, 32
tenemos una misma postura y vamos a debatir, porque avanzamos en una propuesta,
tenemos un gran objetivo, descolonizar a toda América Latina (...) América
Latina ha cambiado somos pueblos libres e independientes".
Así lo
refirió el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de
Venezuela, Nicolás Maduro Moros, a su salida de la reunión de cancilleres en la
VI Cumbre de las Américas, que se desarrolla en Cartagena de Indias, Colombia.
Aseguró que la reunión logra un debate sustancial,
donde el primer punto de la agenda aborda la lucha por la soberanía de las
islas Malvinas: "hay una posición muy firme y muy clara de 32 de los 34
países de acompañar a Argentina en todo el esfuerzo por la descolonización de
Las Malvinas, por la solución diplomática, política y pacífica, por evitar y
rechazar todo el proceso de desmilitarización del atlántico sur y porque se
respete el derecho de la República Argentina a recuperar el ejercicio de su
soberanía".
Resaltó que
"salvo los Gobiernos de los Estados Unidos y Canadá han manejado incluso
discursos ofensivos, manifestando que esta es una disputa territorial como si
el Reino Unido tuviera algún tipo de posesión en América del Sur, cuando fue
una ocupación colonial que se ha mantenido por la vía de la fuerza militar por
casi 170 años".
El Jefe de la diplomacia venezolana señaló que
"existen suficientes resoluciones de Naciones Unidas, del Comité de
descolonización de la ONU, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños, Celac, de Unasur, de Mercosur, del Alba, Sica, Caricom, de la OEA
inclusive".
Quiere
decir que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han dado un paso atrás y le
dan la espalda con desprecio a nuestra región, pero además privilegian su
relacionamiento y sus intereses estratégicos con el Reino Unido antes que
cualquier relación de respeto y acompañamiento con una causa tan noble como la
recuperación de Las Malvinas".
Enfatizó que los gobiernos de América Latina y El
Caribe acompañan de manera solidaria al pueblo argentino en esta lucha justa
por su soberanía
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