Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 22 de abril de 2013

Astillero- El poder, el derecho y el compañero Felipe Rodríguez- Una provocación preparada y protegida- Más cruzadas da el hambre

El poder, el derecho y el compañero Felipe Rodríguez
Bernardo Bátiz V.
El derecho, ese concepto occidental que recibimos como herencia de la cultura latina, cuyo centro de irradiación fue Roma, en su acepción más común es un concepto de reglas armónicas que permiten la convivencia pacífica y justa de los seres humanos en las sociedades en las que éstos se organizan y desenvuelven. A partir de la Ilustración y en especial con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en la Revolución Francesa, el concepto se afinó o se precisó en un punto fundamental, se hizo plural también y a partir de entonces los derechos humanos fueron sustancialmente limitaciones al poder público.
 
En ese gozne de la historia, el pueblo indignado ante una monarquía insensible e insensata, que permitía o cometía abusos sin fin, en un motín histórico derrumbó la Bastilla –la cárcel simbólica llena de presos privados arbitrariamente de su libertad, detenidos sin saber ellos por qué, sin juicio ni sentencia– y declaró a partir de entonces hasta dónde podría llegar la acción de la autoridad y cuáles son los ámbitos de las libertades de los gobernados que quedan fuera del alcance del poder público.

El derecho, así, sirve para ordenar la convivencia humana, pero también, y principalmente, para poner límites a los abusos de quienes tienen el mando y el control. En México tenemos en la Constitución varias instituciones encaminadas a ese fin, en primer lugar la declaración formal de las garantías individuales, ahora derechos humanos, el juicio de amparo y las comisiones de derechos humanos.

Tenemos también reglas procesales que los agentes de la autoridad deben cumplir, aun cuando no siempre lo hagan. El actual gobierno, que llegó al poder bajo graves sospechas de compra de votos y otras anomalías, en varios casos muy conocidos, ha corregido atropellos cometidos por el gobierno anterior. Están los del subprocurador recientemente liberado, el del ex subsecretario de la Defensa Nacional, el de la ciudadana francesa acusada de secuestro y algunos otros más; sin embargo, en forma incongruente, está cometiendo las mismas arbitrariedades y abusos que ahora critica y corrige de su predecesor.

Un caso emblemático es el del profesor Felipe Rodríguez Aguirre, a quien conocí en la 57 Legislatura federal como un dirigente comprometido, de izquierda y reconocido por su conducta congruente con sus convicciones, además de buen compañero de bancada.

El profesor Rodríguez es dirigente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata y el 21 de marzo pasado fue detenido arbitrariamente por varios personajes vestidos de negro, encapuchados y fuertemente armados, que no se identificaron como policías y viajaban en vehículos sin placas.
 
El profesor se encontraba a varios kilómetros de distancia de una manifestación que su grupo llevaba a cabo; no había flagrancia ni orden de presentación o de aprehensión, por lo que su detención fue por todos conceptos ilegal. No pararon ahí los atropellos; durante más de veinticuatro horas no fue presentado ante la autoridad judicial y recibió amenazas, malos tratos y vejaciones. Cuando fue consignado, se le atribuyeron delitos que no cometió, ataques a las vías de comunicación agravadas por la acusación de pandilla y asociación delictuosa.
 
A la postre, el profesor fue liberado por un juez, mediante el otorgamiento de una fianza, pero continúa sujeto a proceso. Se trata, como en los atropellos cometidos en el sexenio anterior, de un evidente ejercicio político de la procuración de justicia encaminado a intimidar a quienes se manifiestan críticos de los gobernantes y exigentes en defensa de los derechos del pueblo.
 
No hay diferencias de esencia entre los casos del general Tomás Ángeles y del subprocurador Noe Ramírez Mandujano, quienes fueron acusados, por ocultas razones políticas, a partir de imputaciones falsas, y el caso del profesor Felipe Rodríguez, que fue apresado sin formalidad alguna y violando sus derechos individuales, como una medida de carácter político y con objeto de intimidarlo a él y a su organización, lo cual desde luego no sucedió.
No se puede tolerar que se usen las instancias policiacas y de procuración de justicia con finalidades políticas, práctica que lamentablemente lle­vó a extremos inaceptables el gobierno de Felipe Calderón, pero que el actual gobierno parece continuar. A nadie se le oculta que agentes del Ministerio Público y jueces muchas veces se ven obligados a sujetarse a las consignas de carácter político que les son dictadas desde el poder formal o informal.
 
Una protesta solidaria por el atropello cometido al compañero Felipe Rodríguez y una exigencia de congruencia a las autoridades federales que tienen a su cargo resolver su situación jurídica.
Mi pésame por la muerte del amigo Manuel López Gallo, inteligente y comprometido. Recuerdo, entre otros, su libro de historia: Las mentiras de Krauze.
l des cubierto-Rocha
Astillero
Dos bodas
México de castas
Circo y Molotov
Aguanta, Rosario
Julio Hernández López
 
Fue una boda recatada, sin excesos ni ostentación, a pesar de la nube de elementos de seguridad, las viandas celebratorias, las camionetas blindadas, los visitantes poderosos y la atención nacional concentrada en ese Tekik de Regil cercano a Mérida. Podría decirse, en realidad, que fue una boda doblegada, humillada, agraviada, pues esa pareja de vecinos de la localidad fue obligada a cambiar de hora y lugar la ceremonia y el festejo correspondientes a su matrimonio sin renombre, de segunda, según pareciera a los organizadores de la sociedad de castas, para dar paso y no molestar a los contrayentes de lujo, Emiliano Salinas y Ludwika Paleta.
 
Así lo relató la reportera Cecilia Ricárdez en una publicación local: “Como parte de este trabajo de ‘acondicionamiento’, le pidieron al señor Julio Torres, dueño de un pequeño circo, que suspendiera sus funciones programadas para viernes, sábado y domingo, porque no querían que el ruido y su presencia entorpecieran las actividades de los invitados. Para este fin le pagaron 1,500 pesos por los tres días, monto que le pareció injusto, porque llega a ganar hasta 2,500 pesos por función, pero quienes le solicitaron el retiro no le dejaron opción.

Con este mismo tenor pidieron el cambio de sede de una boda de Tekik de Regil, la cual tendría lugar en la cancha ubicada frente a la hacienda. La celebración será en la telesecundaria de la localidad. A pesar de que el director advirtió que no era un sitio para festejos, ayer dijo que recibió órdenes de dar el permiso e incluso ya se llevaron decenas de cartones de cerveza a la escuela ( http://bit.ly/14HHz8x ).

También fue cancelado un concierto de Molotov en Mérida, sin mayor explicación y provocando que de inmediato corriera la versión de que se debía a la boda del hijo de Salinas, a media hora del sitio donde se realizaría el concierto de la banda, que en Facebook sólo mencionó: ¡GENTE DE MÉRIDA! De las cosas que más nos caga es que se cancele un toquín y más cuando no está en nuestras manos. Pero, a pesar de que hubo insistencia en la comunicación por Internet para que el grupo musical precisara el motivo que había provocado la cancelación, todo quedó en un conveniente silencio que hizo que algunos seguidores de la banda les dedicaran algunos pasajes de sus propias canciones críticas del poder o la referencia en cuatro palabras, carente de corrección política, a una conducta poco bravía.

Dos bodas distintas y un solo poder verdadero, el de Carlos Salinas de Gortari, quien fue acompañado en la ceremonia de su heredero político por Enrique Peña Nieto (así fue señalado por El Universal, aunque no hubo confirmación oficial inmediata del asunto), Arturo Montiel, Manlio Fabio Beltrones, Jorge Emilio González, Alfredo del Mazo y varios secretarios de estado y gobernadores, entre estos el de Chiapas, Manuel Velasco Coello, el güero que también sostiene relación amorosa con una partícipe del espectáculo televisable, Anahí.

Los nombres de los asistentes no pudieron ser confirmados porque se tendió una suerte de túnel con mantas y toldos para que pasaran los vehículos de los invitados sin que pudieran ser vistos, además de que se organizó una estrategia peculiar para evitar que se conociera con anticipación el lugar de la ceremonia y la fiesta, con fuerzas federales y estatales coordinadas en un blindaje que mantuvo alejados a los habitantes del lugar y a los medios de comunicación. Todo enmarcado en algunas de las propiedades del solícito salinista agradecido Roberto Hernández, aquel dueño de Banamex que vendió esa firma acogiéndose a una posibilidad de simulación legal que le causó al interés nacional un quebranto de alrededor de 3 mil 500 millones de dólares.
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EN VERACRUZ. La presidenta municipal de Veracruz, Carolina Gudiño Corro; el gobernador de la entidad, Javier Duarte de Ochoa, y el subsecretario de Marina, Federico Quinto Guillén, al llegar ayer a la ceremonia de conmemoracion de la Heroica Defensa del Puerto de Veracruz, en la Macroplaza del puertoFoto Cristina Rodríguez
La conjunción de factores de poder político, económico, farandulero y mediático en las inmediaciones de Mérida da fuerza a las especulaciones que colocan al hijo de Carlos Salinas como un proyecto familiar político que se inició con la presentación en San Miguel de Allende, en 2010, de un peculiar discurso de superación personal que, fundado en enseñanzas polémicas de un grupo extranjero dedicado a adoctrinar élites, sirvió para aceitar una presentación en público acompañada de una organización en busca de la paz (léase o reléase el Astillero del 23 de abril de 2012, titulado El joven gurú Salinas http://bit.ly/11BkFbc ).
 
Ahora, en el esquema de asociación de imagen de un político con una actriz o cantante de fama por televisión (al estilo de Peña Nieto con Angélica Rivera, de Velasco Coello con Anahí o incluso del panista César Nava con Patylú), Emiliano Salinas Occeli se instala en una plataforma de promoción personal que podría ser impulsada por el propio Peña Nieto en retribución a lo hecho por Salinas de Gortari en su favor.
 
Entre los asistentes a La Toma de Tekik de Regil, según algunas versiones periodísticas, también habría estado Rosario Robles Berlanga, recién fortalecida por el especial apoyo que públicamente le brindó Peña Nieto en relación con el escándalo desatado en Veracruz. Aun cuando lo usual es que los subordinados se sacrifiquen por el jefe, en este caso ha sido al revés. Aunque hay una razón de fondo que ha sido asumida por el propio mexiquense con su llamado a que la ex jefa del gobierno capitalino aguantara las críticas y siguiera adelante: el diseño de la operación electoral con recursos públicos asistenciales ha sido autorizado por el propio ocupante de Los Pinos y Robles no es más que una operadora aplicada, a la cual no se le puede culpar del todo por los errores procesales.
 
Sin embargo, la postura presuntamente exculpatoria de Peña respecto a su secretaria de acción electoral no puede quedar en las consideraciones subjetivas de que se está frente a críticas. Lo que hay son hechos firmes, presuntamente constitutivos de delitos que ya han sido denunciados ante autoridades que ciertamente dependen de la voluntad política del propio Peña pero que no pueden ocultar la dimensión de lo grabado en Veracruz. Aunque, en este México de castas... ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Una provocación preparada y protegida
Adolfo Gilly
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Policías federales lanzan gases contra manifestantes reunidos en las cercanías del Palacio Legislativo de San Lázaro, el 1º de diciembre de 2012
Foto Alfredo Domínguez 
     
La provocación del 1º de diciembre fue el título del artículo que el 17 de diciembre pasado, bajo mi firma, se publicó en La Jornada. Sustentada en testimonios estudiantiles presenciales, estaba allí la descripción de cómo elementos infiltrados desde tiempo antes en algunos de los contingentes de manifestantes habían actuado para preparar y desencadenar la violencia, arrastrando consigo a jóvenes indignados y determinando por otro lado que contingentes organizados –la CNTE y el SME entre ellos– se replegaran con legítima prudencia. Agregué entre otros el testimonio de cómo fue tratada Trinidad Ramírez, la dirigente de Atenco, cuando trató de razonar con los violentos: ¡Cállese, pinche vieja!
 
La provocación fue un elemento clave en los sucesos de esa jornada. El otro fue la conducción del operativo policial, sobre el cual la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CNDHDF) ha dado a conocer, con fecha 10 de abril de 2013, su Recomendación7/2013, un detenido estudio en 91 páginas de la represión, los desmanes y, por otro lado, las demostraciones pacíficas violentamente disueltas ese día.
 
Reproduciré una selección de párrafos de este documento, el cual merece atenta lectura y amplia difusión.
 
* * *
 
El informe dice desde su inicio sobre qué material trabaja: De la valoración de los informes y documentales rendidos por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se puede decir que se trata de información deficiente, imprecisa y contradictoria, lo cual contraviene su obligación legal de proporcionar información y datos oportunos y veraces. Para completar su investigación la Comisión recurrió a varias otras fuentes. Así pudo establecer:
 
Desde las primeras horas de la mañana del 1º de diciembre diversos grupos y movimientos civiles y políticos comenzaron a reunirse en la periferia del recinto legislativo para realizar protestas y manifestaciones a través de mantas, grita de consignas, lectura de manifiestos y discursos de índole político-ideológicos entre otras formas de expresión.
 
“Aunado a estas manifestaciones, tal y como se desprende del contenido de la bitácora de radio de la Unidad de Protección Ciudadana ‘Congreso’ y del propio informe rendido por la Secretaría de Seguridad Pública del D.F. a la Comisión, alrededor de las 6:40 horas en la ubicación de avenida Eduardo Molina y la calle de Héroes de Nacozari un grupo de aproximadamente 40 o 50 personas (en lo sucesivo se le identificará como el Grupo) comenzaron a agredir a las fuerzas policíacas a quienes lanzaban aparatos explosivos (petardos y bombas molotov), piedras y otros objetos, intentando derribar las vallas metálicas con el fin de llegar al recinto de la Cámara de Diputados por la avenida Congreso de la Unión”.
 
Los actos de agresión, principalmente contra los elementos de policía, los señalamientos de tránsito y el mobiliario urbano, continuaron por un lapso de más de dos horas en diversos puntos donde transitaba el Grupo. […] En partes como la avenida Eduardo Molina y Emiliano Zapata el embate se intensificó, incluso los actos de agresión fueron tales que en la calle de Penitenciaría y la avenida Congreso de la Unión se apoderaron de un camión de limpia que luego impactaron contra el cerco metálico. […]
 
En este claro contexto de enfrentamientos entre policías y los integrantes del Grupo el ambiente en las inmediaciones del Palacio Legislativo se tornó hostil y violento. En razón de ellos, varias personas de movimientos civiles y políticos que se manifestaban pacíficamente se replegaron ante la sensación de inseguridad y temor que generó la situación. Por esta razón, tomaron la decisión de moverse del lugar y trasladarse a Palacio Nacional (Zócalo) con la voluntad de continuar con sus actos de manifestación y expresión, para lo cual buscaron vías alternas de salida y desplazamiento debido a que los cercos policíacos les impedían el libre tránsito.
 
“Por otro lado […] cerca de las 10:30 horas el Grupo tomó la avenida Congreso de la Unión con dirección a Palacio Nacional asignándose sólo para su seguimiento a personal de la Policía de Proximidad del Distrito Federal”.
 
El Grupo durante su trayecto por dicha arteria vial prosiguió con conductas beligerantes. A las 11:24 horas dañó el mobiliario de una estación del sistema de trasporte público Metrobús y saquearon un camión de una empresa vendedora de refrescos. Luego se incorporó a la avenida del Trabajo y al llegar a una estación de gasolina que se ubica al cruce de la calle República de Costa Rica, a las 11:25 horas, tomó una camioneta e intentó prenderle fuego.
 
Entonces, prosigue el informe, los mandos policiales dispusieron nueva fuerza para continuar en el seguimiento del Grupo sin caer en sus provocaciones. Así a las 11:35 los elementos de policía se situaban a la retaguardia del Grupo, el cual con esa escolta seguía avanzando.
 
Por otro lado el mando policial decidió, sigue el informe, ajustes y reforzamiento policíaco en diversos puntos del centro de la Ciudad, con la finalidad de evitar el paso de manifestantes de movimientos civiles y políticos que se encontraban en la zona, por lo que alrededor de las 11:40 horas quedaron fortalecidos los accesos a dicho lugar por las calles de Isabel La Católica, 20 de Noviembre, Pino Suárez, Correo Mayor, Venustiano Carranza y Moneda.
 
* * *
 
A esta altura, página 21, el documento de la CDHDF es muy claro: el mando policial estableció como zona estratégica el Palacio Nacional (Zócalo) y cerró el acceso al centro de la ciudad a los legítimos manifestantes pacíficos. Mientras tanto, una escolta policial seguía la marcha del Grupo sin interferir para nada en sus desmanes.
Lo que sigue es de asombro:
 
En tanto se reforzaba la fuerza policial en el primer cuadro de la Ciudad, el Grupo continuaba su trayecto por el Eje 1 Norte donde al llegar al cruce con la calle de República del Brasil, 11:47 horas, dañó la patrulla T-1019 de la Policía de Tránsito. Aquí el Mando Único policial reacciona y entre las 11:48 horas y las 12:00 horas al menos en tres ocasiones gira las primeras órdenes de detención. En otras palabras, hasta el mediodía la fuerza policial se había limitado a seguir la marcha destructiva del Grupo pero no había orden de detener su accionar, ese Grupo de 40 personas que había sido avistado desde las 6:40 de la mañana allá por San Lázaro. Pero a las 12:00 horas, dice el informe, el mando giró tales órdenes sin obtener éxito, ya que las personas que integraban el Grupo lograron evadirse y encubrirse en las instalaciones de un hotel. ¡Mala suerte! ¿Cuál hotel habrá sido?
 
Mientras tanto, a las 11:41 horas en la avenida 20 de Noviembre y la calle República del Salvador aproximadamente 30 personas se reunían para llevar a cabo actos de manifestación y expresión. Esa pequeña conglomeración pretendía llegar al Zócalo. Sin embargo, el fuerte dispositivo policial que precisamente minutos antes se había reforzado les impidió el paso. Allí los manifestantes se enojaron y profirieron consignas, pero fueron contenidos.
 
Ahora bien, “a las 12:07 horas, en atención a que momentos antes se había detenido a algunas de las personas que se manifestaban, el puesto de mando instruyó que además de encapsularlos fueran remitidos al Ministerio Público por ‘todos los actos de vandalismo que cometieron durante el trayecto de su desplazamiento hacia el Zócalo’” (subrayado en el original). Es decir, se cobraban con estos pacíficos todos los desmanes que venía cometiendo el Grupo.
 
* * *
 
Los siguientes párrafos del informe rozan lo inverosímil: Mientras se realizaban estas detenciones [de manifestantes pacíficos] en el primer cuadro del Centro Histórico los integrantes del Grupo seguían avanzando sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas y cerca de las 12:11 horas nuevamente realizaron actos deliberados de agresión contra una tienda Oxxo que se ubica en la esquina de República de Cuba, además de continuar atentando contra los elementos de la Policía de Proximidad que venían dándoles seguimiento. Ya ven: además de vándalos, ingratos.
 
Entonces el puesto de mando de la SSPDF, por cuarta y quinta ocasión ordena a los elementos policiales la detención de las personas que estaban realizando las agresiones. Sin embargo, se señaló que no existían condiciones para ello bajo el alegato de que la policía era inferior en número. […]
 
“Así las cosas –dice la CDHDF– los elementos de las fuerzas de seguridad pública permanecieron detenidos, inertes, únicamente protegiéndose con sus escudos y cascos de las agresiones de los integrantes del Grupo [recuérdese que éstos eran sólo 40 o 50…], quienes a la altura del Eje Central Lázaro Cárdenas y 5 de Mayo se apoderaron y dañaron una unidad (trolebús) del Sistema de Trasportes Eléctricos del Distrito Federal”.
 
A las 12:20 los mandos reiteraban que aún no había condiciones de detención, por “el riesgo de que el aseguramiento de los integrantes del Grupo provocara a otros sectores […] que se manifestaban, en específico los integrantes de la sección XXII de la CNTE”. Empero, a esa misma hora –12:20– la Superintendente Adriana Campero Báez, les informaba que la manifestación de la CNTE se hallaba detenida completamente en la fuente del Bicentenario (en el cruce de avenida Juárez y Paseo de la Reforma). Esos mandos estaban imaginando moros con tranchete.
 
“Pero además en esos instantes, a las 12:20 horas –prosigue el informe– también dicha servidora pública alertó a los mandos superiores de posibles riesgos a los negocios comerciales de la avenida Juárez […] Así sugirió: Jefe, lo que tenemos que hacer es también reforzar todos los comercios que tenemos sobre avenida Juárez […] Un minuto después, a las 12:21, la superintendente reiteró que los integrantes del Grupo iban a seguir buscando confrontar a la policía y existía el riesgo de los negocios de avenida Juárez. “No obstante estas previsiones –concluye la CDHDF– no se asignaron elementos policiales a esa área”.
 
A las 13:15, después de los destrozos en avenida Juárez, el Grupo se alejó y se disolvió sin ser molestado. “A partir de las 13:28 horas los mandos operativos indicaron que se deberían efectuar detenciones ‘lo más que se pueda’”, dice el informe. Allí la policía comenzó a encapsular y detener a quien cayera.
 
Falta aún lo más grave. Será tema de la próxima nota.
 
Cruzada-Hernández
Más cruzadas da el hambre
Hermann Bellinghausen
El miserabilismo que impregna los nuevos programas de gobierno dirigidos a los pobres, como la Cruzada Nacional contra el Hambre, revela el agudo deterioro del papel social del Estado mexicano, que cada día se reduce más a su propia caricatura, ayudado en esto por los ricos-ricos de su predilección, y tanto lo son que les perdona todo, hasta los impuestos. La mutación ideológica y ética en el ejercicio estatal inicia con la llegada subrepticia del neoliberalismo hacia 1982, y da al traste, dizque de a poquitos, pero firme y a lo bestia, con un siglo de luchas y conquistas de los mexicanos. Obreros, campesinos, mujeres, comerciantes, artistas, oficinistas, estudiantes y maestros habían ganado, en la ley y en los hechos, una serie de reivindicaciones (contra las no pocas traiciones del Estado-partido llamado PRI) que garantizaban, o al menos enunciaban derechos fundamentales, y hacían del mexicano un pueblo más digno y soberano.
 
Hemos visto la progresiva devaluación de la vocación social del Estado, desde aquellos autoritarios planes sexenales medio soviéticos, y medio eficaces, a los programas neoliberales vacíos de contenido, hijos todos de la solidaridad salinista: procampos, procedes, oportunidades y su abanico de derivaciones tan onerosas como inútiles (como no sea para fabricar votos), hasta llegar a su decantado producto último, la guerra santa contra el hambre extrema. Échate esa. Antes la gestión tenía que ver con producción, educación formal, seguridad social, regularización de tierras, cosas así. El cardenismo le enseñó al Estado a corporativizar la fuerza de trabajo. Those were the days.

Hoy tenemos limosnas para que la gente no se muera de hambre, y una descarada administración gubernamental de la pobreza que demuestra, si algo, a qué grado la clase política dio la espalda a los postulados que la legitimaban; y si no a ella, a la ley mexicana, que durante décadas fue la más avanzada del continente. Producto de una verdadera revolución nos decíamos tranquilizadoramente, antes que nos la modernizaran.

Cual reality show, hoy se abre a concurso quienes son los más pobres entre los pobres, a ver postúlese y demuestre lo hambriento que está su municipio. Si en la cruzada caben, digamos, 400 localidades, y la de usted es 401, ni modo, será para la otra, échele ganas, hágase más pobre y entonces sí: galletitas.

Esto si que son los juegos del hambre. Con base científica (cifras del Inegi, encuestas nacionales, parámetros del Banco Mundial, afanes milenarios de la ONU, criterios de las organizaciones mundiales y continentales de salud y comercio), la Secretaría de Desarrollo Social, por mandato presidencial y con el aplauso unánime del único aplaudidor que cuenta, la televisión comercial, ha determinado el universo de trabajo de su altruista programa que, ¡oh!, beneficiará de inmediato a los ricos de siempre. En este caso, las trasnacionales de comida pésima, ya de por sí la única accesible para los pobres-pobres que no tienen taco pero sí la pecsi, las sabritas y gamesas.
 
Y así, de paso, lo que antes era una obligación del Estado deviene una graciosa donación de las empresas anunciantes que, con la otra mano, acaparan de los pueblos su café y sus semillas, aguas, cañaverales; las mismas que los inundan de comida mala (y transgénica, como Greenpeace demostró hace unos años en México). Ahora repartirán desayunos (¿genéticamente modificados?) a los pobres-pobres, para que estén pobres, pero contentos.
 
Si fuera medianamente seria la cruzada de marras, debía plantear un esquema opuesto, que irradiara, centrífugo; no uno centrípeto que se encierre en tiendas de conveniencia a las que surtirán semanalmente. ¿Por qué no generar esquemas (o aprovechar los existentes) de producción local, intercambio de alimentos entre comunidades y organizaciones? Ello avivaría una economía intercomunal hoy colapsada. Y haría de los pobres elegidos algo más que abarroteros de las franquicias privadas que tienen a bien darles para la papa.
 
Pero no se trata, nunca se trató de eso. La cruzada sólo es un programa satélite, y menor, dentro de una amplia y profunda estrategia de anulación de aquellos derechos históricos (véanse los desplumados artículos constitucionales 3, 27, 123) porque el país ya está negociado y firmado, y se entregará al mejor postor en cada uno, óiganlo bien ciudadanos, cada uno de sus milímetros. Minerales, aguas, cultivos, comunicaciones etéreas pero fundamentales, escuelas, playas, calles, carreteras, hospitales, lugares con petróleo enterrado, o viento. Todo se vende o se alquila por 99 años y tú, sí, tú, allí parado sobre esos codiciados recursos, ¿sabes qué?: estorbas.
 
Para el hambre, aspirina. Ya lo vimos con el desastroso experimento de las ciudades rurales en Chiapas. Mucho Bimbo, Elektra, Nestlé, Telmex, televisoras, bancos, enlatadoras y franquicias en apoyo a los gobiernos, y nada. Pues de eso se trata: de nada.
Subir el nivel-Magú

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