Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 4 de abril de 2013

Justicia por propia mano- Premio a la impunidad

Justicia por propia mano

La autodefensa ciudadana. A la alza. Foto: Octavio Nava
La autodefensa ciudadana. A la alza.
Foto: Octavio Nava
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El engreimiento del crimen en México es de por sí insoportable, pero en la Costa Chica de Guerrero, el pasado diciembre rebasó el tope de la miseria humana. Además de cobrar piso a los ganaderos más humildes o a los campesinos sembradores, además de secuestrar personas y robar hogares, los representantes locales del crimen iniciaron una práctica terrible.
Llamaban a una muchacha por celular y la citaban en un hotel de paso. “Pero ven sin tu familia”, decían, “o los matamos”. Las muchachas fueron, y fueron violadas. De esa hondura de denigración surgió la idea de las comunidades de armarse y tomar la Justicia en propia mano.
¿Y la policía?, le pregunto al comandante Ernesto, nombrado por su comunidad en El Mezón para defenderla. “Ja”, se ríe. “Son parte de los criminales y parte del Estado”. ¿Son la bisagra entre Estado y crimen? “Eso, son la bisagra”.
Tampoco fue una generación espontánea como aparecieron este enero las policías comunitarias en El Mezón y se replicaron de inmediato en otros seis municipios de la Costa Chica. Existía previa una organización. Desde hacía dos años las comunidades se habían organizado en la UPOEG, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, para solucionar problemas comunes.
Los recibos de la electricidad eran abusivos. Faltaban carreteras. Cuando llovía las carreteras desaparecían bajo el agua. Inevitablemente, llegaron al tema de la inseguridad y a la charla de cómo no vivir de hinojos ante el crimen. La solución de elegir a sus propios policías y armarlos fue consensuándose y cuando la indignación se derramó el 5 de enero pasado, con el secuestro del comisario de Rancho Nuevo, ya sabían qué hacer y cómo.
Y por supuesto la gente de la Costa Chica no es la primera en decidirse a tomar la Justicia en sus manos. Los ricos de México llevan una década haciéndolo. Los industriales, los comerciantes en grande, los artistas y los políticos van a cualquier sitio con sus escoltas particulares. Una aristocracia que igual que la gente de la Costa Chica descree del Estado y prefiere depender de sus propios recursos para garantizarse la seguridad y la de sus familias.
Carlos Hank Rohn viaja en un Mercedes Benz verde olivo blindado, antecedido y seguido por dos camionetas con guardias armados con metralletas. Cualquier gobernador se mueve inmerso en una nube de protectores armados y conectados a una red de inteligencia. Gloria Trevi llega a sus citas en un restaurante precedida por dos primates de uno noventa metros de alto cada cual y empistolados bajo las chaquetas de cuero negro. El Niño Verde no asoma en una discoteca sin que sus guaruras hayan revisado antes el local con aparatos de alta tecnología.
Sería una hipocresía criminal que este gobierno no reconociera el derecho de la gente que no es rica y poderosa de también querer sobrevivir, y de sobrevivir además con dignidad. Así parece haberlo entendido hasta ahora el secretario de Gobernación, pues se ha reunido con los comandantes comunitarios y únicamente ha reprimido a las policías “espontáneas” de Michoacán, aduciendo que son narcos esbozados.
¿Y qué pasa si Gobernación de pronto lo repiensa y los reprimen?, le pregunto al Comandante Ernesto. “No estamos fuera de la Ley”, me responde. “El artículo 39 de la Constitución dice que el pueblo puede alterar su gobierno cuando éste ya no funcione. Y dice también que la autoridad emana del pueblo. En eso estamos, haciendo emanar la autoridad del pueblo”. Ya apasionado, sigue: “Nomás que nos digan (los del gobierno) qué han hecho en todo este tiempo, y nosotros les decimos qué hemos hecho en tan pequeño tiempo”. En efecto, impresionan los resultados. Desde enero hasta la fecha estos son los números del crimen en los municipios con policías comunitarias: 0 secuestros, 0 robos, 0 homicidios, 0 extorsiones.
Bueno, insisto, pero si neciamente los reprimen, ¿qué harían ustedes? “Pues tendrían un estallido social”, responde a sus 21 años el comandante Ernesto.
Fragmento del análisis que se publica en la edición 1900 de la revista Proceso, ya en circulación.

México frustrado
México frustrado
México frustrado

Premio a la impunidad

Javier Duarte sostiene su reconocimiento. Foto: Gobierno de Veracruz
Javier Duarte sostiene su reconocimiento.
Foto: Gobierno de Veracruz
A Regina, in memoriam
MÉXICO, D.F. (apro).- Querida Regina, no sabes cómo me he acordado de ti en estos días. Hace casi un año –28 abril– manos asesinas te arrancaron de nosotros, de tu indomable carácter de reportera y de tu afán de publicar todos los abusos de poder en Veracruz, que no son pocos, sino que se han multiplicado cada vez más y con mayor peligro que antes, pues ahora son los políticos quienes forman parte del crimen organizado.
Recuerdo que cada vez que algo te asombraba o indignaba decías “a su mecha” y movías la cabeza rechazando todo acto de injusticia, impunidad, corrupción, maltrato e impunidad. Entonces, escribías con mayor ahínco para mostrar esos abusos con toda su desnudez.
Pequeña y menuda dabas ternura, pero, ante el poder gubernamental, eras temida por tus cuestionamientos verbales y escritos. “No tienen llenadera”, repetías muchas veces cuando mirabas una vez más otro acto de corrupción.
Ahora me vienes a la memoria porque el martes 2 una asociación de editores de varios periódicos en 20 entidades del país dio un reconocimiento al gobernador, el priista Javier Duarte, por garantizar ¡¡la libre expresión!!, pese a que en su gobierno nueve periodistas han sido asesinados.
En una ceremonia, la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos entregó a Duarte el reconocimiento “a los esfuerzos que ha hecho Veracruz para garantizar el pleno ejercicio de la libertad de expresión” y “proteger” a los comunicadores, con la creación de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, lo que consideró “un marco legal inédito en el país y en el mundo”.
Ahí, Duarte habló del “compromiso de los periodistas veracruzanos con un ejercicio honesto, libre e independiente”. Además, condenó toda acción contraria a este derecho y dijo que el reconocimiento “significaba mucho para Veracruz y su gobierno”, porque “nos confirma que en la defensa y respeto de la libertad de expresión vamos por la ruta correcta y que en la protección a los periodistas respondimos con oportunidad y acciones concretas a un gran desafío que juntos estamos superando”.
¡¡¡Pa’ su mecha!!!, seguramente exclamarías si pudieras leer estas declaraciones de Duarte que, con una sonrisa, no tuvo empacho en tomar el diploma en sus manos y alzarlo como si tuviera razones para celebrar.
Pero te indignarías de inmediato si pudieras leer la historia de esta asociación y sus objetivos. Según su página electrónica, la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos AC (AME) se fundó el 20 de agosto de 1983, en la ciudad de Oaxaca, y la integran unos 100 diarios y “no persigue fines políticos ni percibe subsidios de ninguna entidad, dependencia oficial o privada”.
Lo peor es que dentro de sus integrantes hay periódicos como Diario de Juárez, El Imparcial de Oaxaca, Zócalo de Coahuila, El Mañana de Tamaulipas, Imagen, El Mundo de Córdoba, Notiver, AZ de Jalapa, medios que han sido atacados o que tienen a reporteros amenazados o asesinados.
Aún así, querida Regina, premiaron al gobernador que tiene más casos de periodistas asesinados en los que va de su administración, nueve compañeros que, como tú, fueron ultimados salvajemente.
Sabrás que ante el creciente peligro muchos reporteros de Veracruz han preferido huir ante las amenazas del crimen organizado o de las autoridades, que son más peligrosas porque acumulan todo el poder en sus manos. El último de ellos es el fotógrafo Félix Márquez, quien se atrevió a publicar imágenes de habitantes de Tlalixcoyan organizados como grupos de autodefensa, lo que le valió una campaña oficial en su contra.
Otros medios, estimada compañera, ya mejor decidieron dejar de informar sobre la violencia que cabalga sin control por las montañas, playas, sierra, pueblos, comunidades y ciudades de esta entidad considerada el de mayor riesgo para el ejercicio periodístico en el país.
Querida Regina, ya te imaginaras el repudio que hubo en las redes sociales entre los reporteros por el premio que le dieron a Duarte “por protección a periodistas”.
Asco es una de las expresiones más fuertes y merecidas a este gobernador que, a ti compañera, no te protegió, como tampoco a tus otros ocho compañeros reporteros que no merecían una muerte tan vil como la que tuvieron sólo por ejercer el derecho de informar.
Twitter: @GilOlmos

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