Aumento sistemático de violaciones
Las quejas por tratos crueles se dispararon con la lucha antinarco, señala tercer visitador
Revela golpiza y abuso sexual a una mujer en Chihuahua para que denunciara a vendedrogas
Van 5 mil 176 recomendaciones; 113 son por tortura a cargo de militares y policías
CNDH: se dispararon este sexenio abusos contra derechos humanos
El auge ha sido por las acciones de combate a la delincuencia en este gobierno: tercer visitador
Acciones militares en un retén instalado en los límites entre la capital sinaloense y la ciudad de Navolato, el pasado 29 de eneroFoto Víctor Camacho
Afp
Periódico La Jornada
Sábado 7 de abril de 2012, p. 5
Sábado 7 de abril de 2012, p. 5
Ahorita vas cantar, espetó en la Navidad de 2008 un militar mexicano a una mujer del estado de Chihuahua, mientras le quitaba el pantalón y la colgaba en una jaula para golpearla hasta el desmayo y, dos días después, dejar que otro soldado encapuchado la violara.
El caso de esta mujer está integrado en las 5 mil 176 recomendaciones emitidas en seis años por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por tratos crueles y degradantes a entidades como el Ejército, la Secretaría de Marina y los cuerpos de policía, entre otras autoridades, dijo a la Afp Andrés Aguirre, tercer visitador general de este organismo.
Entre ellas hay 113 casos de tortura infligida por militares y policías. En el caso de la chihuahuense, los soldados buscaban que la víctima denunciara a traficantes de droga y armas.
Tortura y violación
El 23 de diciembre de 2008 un grupo de ocho militares llegó a su casa, la golpeó, le vendó los ojos, la maniató y la trasladó al cuarto de artillería de una torre de la guarnición militar en Ojinaga, a orillas del río Bravo.
El 25 de diciembre varios militares regresaron a golpearla. Uno ordenó que le quitaran el pantalón, le amarró las manos con esposas dejándola colgada,
se quitó el cinto y le golpeó abdomen y piernas hasta que se desmayó, narra la recomendación 88/2011 de la CNDH.
Dos días después, mientras se duchaba por orden de sus captores para quitarse la sangre del cuerpo, entró
un militar encapuchado y la penetró por el ano violentamente, añade el expediente enviado a la Secretaría de la Defensa.
Estuvo encerrada siete días en ese lugar, donde le exigían
que pusiera [señalara] a alguien que vendiera drogas o armas, indica la recomendación.
Las denuncias por tratos crueles, inhumanos y tortura en México se incrementaron consistentemente de las 336 quejas que fueron comprobadas y resultaron en recomendaciones en 2006, a 392 en 2007, 564 en 2008, mil 55 en 2009, mil 163 en 2010 y mil 666 el año pasado, precisó el funcionario. El incremento de estas violaciones de los derechos humanos
básicamente ha sido con motivo de las acciones de combate a la delincuencia que se han realizado en esta administración y con incursión de las fuerzas armadas en labores que ordinariamente le corresponden a la policía, dijo en entrevista Aguirre.
La mayoría de estas violaciones se registran poco después de la detención y antes de que los arrestados sean presentados ante el Ministerio Público, explicó el visitador.
El presidente Felipe Calderón lanzó al llegar al poder, en diciembre de 2006, una campaña militar contra los cárteles del narcotráfico. Las pugnas entre estos grupos y los enfrentamientos con soldados han dejado en ese periodo más de 50 mil muertos en el país, incluido un número indeterminado de víctimas ajenas a las organizaciones criminales.
Los izquierdistas partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo impulsaron en el Senado una modificación de la ley para prevenir y sancionar la tortura que busca ampliar hasta 16 años las condenas y la inhabilitación permanente a servidores públicos que incurran en ese delito. Esta modificación se discutirá en el pleno del Senado para su aprobación el próximo 10 de abril.
Procedimiento reiterativo
La tortura para obtener confesiones de posesión de armas y droga se repite en varias de las recomendaciones emitidas por la CNDH, que ha solicitado sanciones para 7 mil 760 autoridades que aplicaron tratos crueles e inhumanos.
Entre los cientos de páginas publicadas por la comisión en su sitio de Internet, en las que describe estos casos, hay por lo menos dos en los que la tortura terminó en la muerte de las víctimas.
Una técnica recurrente en varios de los expedientes publicados consiste en colocar a las víctimas bolsas de plástico en la cabeza para asfixiarlas, así como golpes y descargas eléctricas.
Nadar de noche
Entre estos documentos también se encuentra el caso de la periodista Lydia Cacho, detenida en diciembre de 2005 en el balneario de Cancún (sureste), como venganza de personajes de la política y el mundo empresarial mencionados en una investigación que publicó sobre redes de pederastas.
La escritora fue trasladada ilegalmente de Cancún a la ciudad de Puebla.
Durante el trayecto –mil 668 kilómetros–, en el que sufrió numerosas privaciones y tortura sicológica, los agentes que la trasladaron a una cárcel en Puebla
hacían comentarios respecto a que verían el mar de noche, al momento que le preguntaban si sabía nadar de noche.
Tras ocho años de ausencia, ayer regresó al Zócalo capitalino la representación de la pasión de Cristo. En Iztapalapa, al igual que en otras partes de la República, el viacrucis se llevó a cabo sin incidentes que lamentar Foto José Antonio López
La escenificación de la crucifixión de Jesús evocó a las víctimas de la injusticia: organizadores
Viacrucis en el Zócalo deviene
llamado de paz y tolerancia
La única
forma de cambiar todo es que los padres eduquen a sus hijos en el amor, señaló Jacqueline Bribiesca, quien interpretó a María
La representación estuvo a cargo de 30 actores del INBA, de la ANDA y del CUT de la UNAM, entre otras escuelas y compañías de teatro
Debido al cansancio, la deshidratación y las heridas, Jesús cayó por quinta ocasión, ahora frente a Palacio NacionalFoto José Antonio López Pantoja
Carolina Gómez Mena
Periódico La Jornada
Sábado 7 de abril de 2012, p. 6
Sábado 7 de abril de 2012, p. 6
Víctima de la injusticia, de la violencia y del odio, Cristo fue crucificado una vez más, pero ahora su juicio y muerte ocurrió en el Zócalo capitalino. Allí los soldados romanos, comandados por Fabius, y bajo las órdenes de Poncio Pilato, cumplieron con los designios divinos.
A las 11:29 minutos Jesús expiró en el atrio de la Catedral Metropolitana, donde se arremolinaron cientos de paseantes que no perdieron detalle del viacrucis que vuelve a representarse en el Zócalo del Distrito Federal, tras ocho años de ausencia, cuya escenificación, de acuerdo con los organizadores y los actores, fue un
llamado a la paz y a la tolerancia, así como un recordatorio de los miles de mexicanos que han perdido la vida a causa de la
injusticia, la omisión y la violenciaque prevalecen en el país.
Algunos, emocionados por la representación, otros sólo movidos por la curiosidad, siguieron paso a paso, caída tras caída el tortuoso caminar del nazareno hacia su muerte. Celular en mano, capitalinos nacionales y extranjeros tomaban fotos, mientras la milicia romana vociferaba y azotaba incesantemente al hijo de María, quien apenas podía sostener la cruz, por lo cual tropezó y cayó por segunda vez mientras circundaba la explanada del Zocálo capitalino.
Simón, del poblado de Cirene, fue obligado por los soldados a cargar la cruz, y de inmediato se conmovió por la situación de Jesús.
Aunque no te conozco, mi recompensa es aliviar tu dolor, le dijo.
Debido al cansancio, la deshidratación y las heridas, Jesús cayó por quinta ocasión, esta vez frente a Palacio Nacional. Allí las mujeres de Jerusalén que le seguían comenzaron a llorar, y el nazareno les recomendó:
no lloren por mí, lloren por ustedes mismas y por vuestros hijos, pues vendrá un tiempo en que se dirá ¡felices las estériles y las entrañas que no han engendrado y los pechos que no han amamantado!
Ante el hecho de que en México muchas madres han perdido a sus hijos debido a la inseguridad, Jacqueline Bribiesca, quien encarnó a María, señaló al concluir la escenificación que la única
forma de cambiar todo es que los padres eduquen a sus hijos en el amor, la justicia, la tolerancia y el respeto, y recomendó a las madres no descuidar a sus hijos. En cuanto a su interpretación, comentó que
fue un reto transmitir todo ese amor de madre ante un hijo que sufre.
Dos veces más cayó Cristo antes de llegar al atrio de la Catedral, mientras la cauda de espectadores que le seguía era cada vez más numerosa. Algunos de los presentes, que se mezclaban con los soldados romanos y los policías que custodiaban la representación, sostuvieron que la escenificación –a cargo de 30 actores de la Escuela Nacional de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), del Instituto Andrés Soler de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), de la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano, del Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Cultural Virginia Fábregas– fortalecía sus creencias religiosas.
Además,
nos ayuda a entender que la violencia sólo acarrea violencia, ningún bien, refirió Esther, quien también casi cae al piso empujada por la masa que sin orden seguía a Cristo, mientras algunos pobladores de Jerusalén gritaban:
¡Sálvate, ¿no que eres rey?!, ¡blasfemo!, ¡falso profeta!, puedes con los pecados de todos, pero, ¿no puedes con una cruz?!
Poco después, Jesús de Nazaret murió, y en medio del júbilo de sus detractores, Fabius alertó:
¡Está temblando!, aviso que para algunos trascendió la interpretación por el recuerdo de los movimientos sísmicos ocurridos recientemente. Pero no, rápidamente quedó claro que esta vez la tierra tembló debido al deceso de Jesús.
Vicente Amparán, actor que personificó a Jesús, ofreció junto con los demás histriones y el director de la puesta en escena, Francisco Hernández, una conferencia de prensa a un costado de Catedral.
El egresado de la carrera de actuación del Centro Cultural Virginia Fábregas sostuvo que Cristo es
para mí el máximo personaje que pudiera representar, y subrayó que la interpretación
es un mensaje de paz y amor que humildemente mostramos a la gente.
Destacó que es la primera vez que interpreta a Jesús, y añadió que, pese a que todo el entorno puede estar en tu contra, cada quien debe contribuir a la paz, pues ésta se construye desde lo individual.
Luis David Camacho, del Instituto Andrés Soler, quien encarnó a Fabius, comentó que la escenificación
envía el mensaje de que más allá del hecho de pensar diferente debe prevalecer la tolerancia y el respeto; qué mayor ejemplo de lo que lleva la violencia y el odio que lo que vimos aquí.
Hernández, director de la compañía Teatro Clásico Fénix Novohispano y de la puesta en escena de la Pasión de Cristo, dijo que se contribuyó a hacer
concienciasobre los efectos de la inseguridad y la necesidad de que en las actuales condiciones del país
debemos unirnos para frenar esta violencia desgarradora que agobia a México, y que nos hace parecer que vivimos una obra de Esquilo.
Exposición de Botero en Bellas Artes, un éxito
Aspectos de la exposición Fernando Botero: una celebración, con la que se festejan 80 años del artista colombianoFoto Cristina Rodríguez
Aspectos de la exposición Fernando Botero: una celebración, con la que se festejan 80 años del artista colombianoFoto Cristina Rodríguez
Alondra Flores
Periódico La Jornada
Sábado 7 de abril de 2012, p. a32
Sábado 7 de abril de 2012, p. a32
A través del volumen se produce una exaltación de la vida, afirma el pintor colombiano Fernando Botero (Medellín, 1932) en una cita inscrita en un muro del Palacio de Bellas Artes.
Miles de personas acuden al recinto cultural para recorrer casi 65 años de obra plástica del artista, caracterizada por el volumen y la sensualidad en la generosidad de la redondez.
La muestra Fernando Botero: una celebración, convoca a diario una larga fila de visitantes que se extiende por la explanada.
Tan sólo en el primer fin de semana, la muestra ha sido vista por más de 15 mil personas, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y permanecerá abierta en horarios habituales estos días de asueto por Semana Santa.
–Botero es un señor muy gordo –dice una madre a su hija, mientras caminan presurosas.
Sin embargo, la primera imagen que recibe al público tras cruzar el umbral de la sala de exposición es una fotografía en gran formato de Fernando Botero, delgado, pensativo, con la barbilla que reposa sobre la mano. Un Botero joven, de décadas atrás; no el de 80 años que es celebrado con la gran retrospectiva en el recinto ubicado en la esquina de avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas.
La fotografía en blanco y negro introduce a las obsesiones del artista, con las que ha experimentado: técnica, composición, forma, volumen, luz y color. El propósito del arte es generar placer, postula el pintor y escultor, y de esa forma el público transita en una fila condensada con una sensibilidad innata por lo bello.
–¡Pobre caballo! –exclama apesadumbrado un niño ante las efigies del presidente y la primera dama, dos gobernantes con exceso de peso, forma y ropaje que cabalgan sobre lienzos de amplio formato.
Días de campo y retratos de oficios, callejones multicolores, gatos y perros en retratos de familia, remembranzas de la ciudad de Medellín de la infancia, reciben a una formación continua que avanza con lentitud, embebiéndose en detalles, dejándose seducir por el color y la forma, personajes abundantes de carne.
Los visitantes recorren desde los cuadros del pincel en formación, donde ya se notaba el gusto por el volumen, hasta llegar a los retratos de seres
gordos: personas, animales u objetos. Una mandolina de dimensión exagerada fue el descubrimiento de la monumentalidad de la desproporción, según se explica en una de las fichas técnicas inscrita en los muros del Palacio de Bellas Artes.
Un mundo de ocurrencias improbables, de escenas fantásticas, siguen en motivos de desnudez y sacras en el espacio museístico.
Yo soy una propuesta contra la pintura moderna, vuelve a hablar Botero desde la tinta en el muro.
Se escucha la pregunta infantil por las lágrimas de la virgen; otro joven hace notar la transparencia rojiza de los ropajes de encaje del clérigo; se suman las apreciaciones sobre la forma del vientre de la mujer desnuda, el sobresalto por la abundante papada o comentan sobre
las pinceladas gordas.
Lo mismo comparten las salas un par de adolescentes con camiseta de Iron Maiden, que una joven con su madre, familias con niños pequeños y hasta una pareja de orientales. Muchos, celular en mano, se apropian de la imagen.
Tras esperar en el lento tránsito de a pie, se desemboca en un pasillo carmesí poblado de dibujos, preámbulo del salón donde reposan 11 esculturas como un jardín de negro bronce, que Botero comenzó a realizar en 1973. Aquí parece que la fila desemboca y distribuye en toda la sala de modo aleatorio.
El brillo de la luz sobre la piel oscura del metal denota las superficies suaves y resplandecientes de las esculturas de animales y personas que son rodeadas, recorridas por todos los ángulos y fotografiadas.
Un piso arriba espera una sala oscura, tétrica, conmovedora por lo brutal: 10 escenas de la cárcel iraquí de Abu Ghraib. Lienzos saturados de víctimas de tortura sin rostro, que expresan el dolor con flexiones del cuerpo. Rejas que se oponen, rojos en capuchas, en las marcas en la piel. Se produce un silencio, las personas observan y callan, a diferencia de las salas anteriores donde se oye el murmullo de su plática.
El contraste sigue al entrar a las escenas de circo, saturadas del color de la tristeza contenida de los personajes, una poesía en las formas de payasos, malabaristas, tigres y trapecistas que detienen sus actos para posar y dejarse capturar por el pintor, quien también regala estampas de la fiesta brava o naturalezas muertas, ante el asombro de que una pera o una naranja pueden ser aún más robustas.
El público atraviesa el vestíbulo sintiéndose extenso, pleno en las formas. Y se une a todo aquel transeúnte que no resiste tomar fotografías de mujeres desnudas monumentales o caballos voluptuosos.
–¡Mujer reclinada, burris, no mujer reciclada! –le grita una adolescente a su amiga, quien no deja de rodear la escultura, celular en mano, porque en contraste con lo que dicen todos los días, la redondez transmite belleza.
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