Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 19 de mayo de 2013

LAS MAS DEL 19 DE MAYO DE LA PORTADA EN LA JORNADA INTERNET

Ahorradores obtienen beneficios menores a la inflación
En numerosos casos, se castiga a clientes con comisiones y penalizaciones
Al cierre de 2012, esos establecimientos ganaron $87 mil 700 millones
BdeM, Bolsa de Valores y Condusef proporcionan datos sobre el sector
Si se toma en cuenta el nivel de inflación los rendimientos reales resultan negativos
Bancos cobran hasta 20 veces más de lo que pagan a los ahorradores
Entregan intereses de 0.93 a 1.11% anuales, mientras que los préstamos van de 38 a 43%
En el país se ahorra menos que en Haití, Bolivia y República Dominicana, según el BM
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Tarjetas de crédito emitidas por diversos bancosFoto José Carlo González
Israel Rodríguez J.
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de mayo de 2013, p. 27
Las tasas de interés que cobran en promedio los bancos en México a los usuarios de préstamos al consumo son hasta 20 veces superiores a las que obtienen los ahorradores que depositan su dinero en esas instituciones, quienes incluso obtienen beneficios menores a la inflación, lo que se traduce en una pérdida en el valor de sus recursos, revelan informes del Banco de México, la CNBV, Condusef y Banco Mundial.
Para un ahorrador que deposite 10 mil pesos durante cinco años en una cuenta de ahorro tradicional, su tasas de interés promedio anual, en el mejor de los casos será de 2.15 por ciento de acuerdo con la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef).
Por ejemplo, en los tres principales bancos del sistema, como Banamex, por ese depósito de 10 mil pesos le pagará un rendimiento anual de 0.93 por ciento para que al final de los cinco años tendrá un saldo de 10 mil 475.79 pesos; Bancomer paga una tasa anual de 1.06 por ciento por lo que al concluir los cinco años tendrá 10 mil 544.05 pesos y en Santander, que paga una tasa de 1.11 por ciento, al final tendrá 10 mil 570.02 pesos.
Ahora, si una persona solicita un crédito personal por 10 mil pesos tendrá que pagar en Banamex una tasa anual de 43 por ciento y en Santander de 38 por ciento.
Lo anterior significa que no hay incentivos reales para que el público aumente sus niveles de ahorro por el enorme diferencial que existe entre tasas pasivas y activas. La tasa pasiva es la que se le paga a quienes depositan su dinero en el banco. Por el otro lado, las tasas activas son las que los bancos cobran a sus a acreditados. Así, la tasa activa es siempre mayor a la pasiva, ya que de ese diferencial o margen de intermediación los bancos obtienen parte de sus ganancias.
Pese a que la banca que opera en México se mantiene sólida y rentable, de acuerdo con las autoridades y los propios bancos, los usuarios que utilizan los servicios financieros enfrentan un alto costo del crédito y un bajo rendimiento de los productos de ahorro tradicionales.
Informes del Banco de México señalan que durante los pasados siete años el costo anual total de los clientes de tarjetas de crédito se ha ubicado alrededor de 30 por ciento; en tanto que el de los créditos hipotecarios ha rondado 15 por ciento.
En cambio, el rendimiento que reciben los ahorradores en instrumentos de captación como los pagarés con rendimiento liquidable en 28 días ha sido cercano a 1.3 por ciento, y el de los instrumentos líderes en el mercado de dinero, los Cetes a 28 días se ha ubicado entre 4 y 4.5 por ciento, en promedio.
Si a estos niveles de tasas de interés que obtienen los ahorradores se les descuenta el índice inflacionario, que se ha mantenido en los últimos siete años en un promedio de entre 3 y 4 por ciento, entonces el público ahorrador obtiene rendimientos reales negativos por sus recursos depositados en los bancos.
Lo anterior, sin contar las comisiones y los saldos mínimos que debe mantener un ahorrador para no recibir ninguna penalización que podría derivar en la pérdida de sus recursos.
Al cierre de 2012, el resultado acumulado neto de las banca comercial revela que obtuvo ganancias por 87 mil 700 millones de pesos.
Por otro lado, México también se encuentra rezagado en lo que se refiere a la utilización de cuentas de ahorro. Informes del Banco Mundial revelan que en el país 6.7 por ciento de la población mayor de 15 años ahorró en alguna institución financiera durante el último año; mientras que en el caso de países como Haití fue de 18.05; Bolivia 17.07 y República Dominicana con 15.97 por ciento. En el caso de países con desarrollo económico similar a México como Brasil y Chile, los porcentajes fueron de 10.3 y 12.4 por ciento, respectivamente.
Otro aspecto es la gran concentración que persiste en el sistema bancario mexicano.
De acuerdo con informes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de marzo de 2013, de los 44 bancos comerciales que operan en el país, los siete principales concentraron 78.8 por ciento de los activos totales.
Estas mismas siete instituciones participaron con 84.1 por ciento de la cartera total de crédito; 83.03 por ciento de la captación total; 78.01 por ciento de la inversión en valores y 89.4 por ciento de las utilidades del sistema.
Debido al gran crecimiento de la economía informal un gran número de pequeñas y medianas empresas no tienen acceso al crédito bancario, por lo que los proveedores se constituyeron como la principal fuente de financiamiento para 83.2 por ciento de las empresas encuestadas por el Banco de México, en su Evaluación Coyuntural del Mercado Crediticio, a diciembre de 2012.
Lo anterior cobra especial relevancia si recordamos que el pasado 8 de mayo el Ejecutivo federal y el Consejo Rector del Pacto por México presentaron ante la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma financiera.
 
Grupos de activistas realizan una campaña internacional de tres días en apoyo a los internos en la cárcel de Guantánamo que el viernes cumplieron 100 días en huelga de hambre. En la imagen, captada en Londres, el activista con máscara de Barack Obama simula alimentar por la fuerza a una persona que representa a un prisionero en ayuno  
Foto Ap
 
El objetivo, subrayar los 100 días de ayuno de los detenidos
Realizará Anonymous campaña en apoyo de los presos en Guantánamo
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Activistas representaron ayer un crimen frente a la embajada estadunidense en Londres, en alusión a los prisioneros en la cárcel de GuantánamoFoto Ap
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Periódico La Jornada
Domingo 19 de mayo de 2013, p. 24
Washington, 18 de mayo.
El colectivo de activistas informáticos conocido como Anonymous confirmó hoy una campaña internacional de tres días en solidaridad con presos en huelga de hambre en la cárcel estadunidense de Guantánamo, Cuba.
Anonymous, el foro Code Pink y otros grupos de acción política en Estados Unidos y Gran Bretaña explicaron que la movilización es para marcar los 100 días de protestas de los reclusos, encerrados por Washington sin la opción de un juicio y debido proceso penal.
La campaña global intenta atraer la atención del mundo hacia las violaciones de derechos humanos cometidas por los delegados del Pentágono en ese centro de reclusión.
Sin esperanza de justicia y después de haber sido torturados durante años, más de 100 hombres iniciaron un ayuno, compromiso ético que cumple este 18 de mayo 100 días, indicó Anonymous en un comunicado.
Las organizaciones piden que activistas de todo el mundo envíen cartas y correos electrónicos de protesta a la Casa Blanca, el Departamento de Defensa, la jefatura del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y al Congreso estadunidense.
Estados Unidos recortó gastos sociales y despidió a miles de trabajadores para mantener a flote su economía; sin embargo, tiene en Guantánamo una prisión que cuesta anualmente 903 mil 614 dólares por recluso, según analistas políticos.
La cárcel –considerada por expertos como la más cara del planeta– fue abierta durante la administración del entonces presidente republicano George W. Bush para encerrar a los sospechosos capturados en lo que denominó su guerra contra el terrorismo.
Su presupuesto está por encima del asignado a los penales estadunidenses de máxima seguridad, los cuales gastan al año alrededor de 70 mil dólares por interno, mientras los centros de menor rigor mantienen a los detenidos con un promedio de 35 mil dólares.
Según datos del Departamento de Defensa, el complejo carcelario de Guantánamo tiene una nómina de mil 300 soldados y personas que trabajan como intérpretes, cocineros, asesores culturales y siquiatras.
 
Entrevista/ Luiz Inacio Lula da Silva, ex presidente
Lo necesario, lo posible y lo imposible
Un diálogo con quien se ha transformado en uno de los principales protagonistas de la política mundial contemporánea. Luiz Inacio Lula da Silva es un ser práctico, intuitivo, que busca la resolución concreta de los problemas. Fue en buena medida gracias a esa capacidad, que se desarrolló en Brasil un complejo proceso de articulación política que tornó posible la prioridad de lo social y la promoción de políticas igualitarias, la soberanía externa y la recuperación del papel activo del Estado en la construcción de los derechos ciudadanos. Estas y otras cuestiones son abordadas en esta entrevista realizada en San Pablo en el instituto que lleva su nombre y desde el cual el ex presidente brasileño desarrolla diversos proyectos sociales, culturales y académicos en América Latina y África.
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En 10 años del PT recuperamos el amor propio, asegura el ex presidenteFoto María Meléndrez Parada
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En 2011, en el Palacio de Minería, recibió de manos de Cuauhtémoc Cárdenas la medalla de la Fundación Amalia SolórzanoFoto José Antonio López
Emir Sader y Pablo Gentili*
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de mayo de 2013, p. 2
¿Cuál es su balance de los 10 años de gobierno del Partido de los Trabajadores?
–Creo que los pasados 10 años forman parte del mejor periodo que vivió Brasil en muchas décadas. Si analizamos las carencias que todavía existen, podemos reconocer que aún queda mucho por hacer para garantizarle a nuestro pueblo la conquista plena de ciudadanía. Pero, si analizamos lo que hicimos, observaremos que otros países no consiguieron, en 30 años, hacer lo que nosotros conseguimos en una década. Quebramos tabúes y prejuicios establecidos. Algunas verdades se esfumaron.
Primero, probamos que era plenamente posible crecer distribuyendo riqueza, que no era necesario esperar el crecimiento para distribuir. Segundo, que era posible aumentar los salarios sin inflación. Durante los pasados 10 años, los trabajadores tuvieron un aumento real en sus ingresos, el salario mínimo creció casi 74 por ciento y la inflación estuvo controlada. Tercero, durante esa década aumentamos nuestro comercio exterior y aumentamos nuestro mercado interno sin que eso entrase en conflicto. Decían antes que no era posible que crecieran al mismo tiempo el mercado externo y el mercado interno.
Esos fueron algunos tabúes que nosotros rompimos. Y, al mismo tiempo, hicimos una cosa que yo considero en extremo importante: probamos que poco dinero en mano de muchos es distribución de la riqueza y que mucho dinero en mano de pocos es la puerta para todo tipo de injusticias.
–¿La ruptura de esos tabúes fue percibida por la sociedad?
–Creo que mucha gente de clase media y rica terminó entendiéndolo. Quienes ironizaban el Programa Beca Familia, el aumento del crédito para la agricultura familiar, el programa Luz para Todos y otras políticas sociales que desarrollamos; aquellos que los despreciaban diciendo que era limosna, que era mero asistencialismo, percibieron que fueron esos millones de personas, cada una con un poquito de dinero en la mano, las que comenzaron a dar estabilidad a la economía brasileña, haciendo que creciese, generase empleo y más riqueza. Es una lógica que todo el mundo debería conocer.
¿Qué país del mundo va a crecer si su pueblo no tiene poder de compra? Desde el punto de vista económico, creo que nosotros marcamos una nueva trayectoria en la vida brasileña.
–¿Cuál es el gran legado de estos 10 años de gobierno?
–En estos diez años recuperamos el orgullo personal, el orgullo propio, la autoestima. Conquistamos cosas que antes parecían imposibles. Pasamos a ser más respetados en el mundo: las personas miran hoy a Brasil y no ven sólo chicos de la calle, Pelé o el carnaval. Las personas saben que este país tiene gobierno, que este país tiene política, que este país pasó a ser tratado como referencia para muchas cosas que fueron decisivas en el mundo.
Llegaremos al 2016 como la quinta economía del mundo. Pero lo más importante es tener en claro que el mayor objetivo de Brasil no es ser la quinta o la cuarta economía mundial. Es importante mejorar día a día la calidad de vida del pueblo brasileño, sea desde el punto de vista del salario, de la vivienda, del saneamiento básico, de la educación.
No somos más tratados como ciudadanos de segunda clase. Recuperamos el placer, el gusto de ser brasileños, el gusto de amar a nuestro país.
–¿Qué es lo que le produce más orgullo de todo lo que hizo en su gobierno?
–Siento mucho orgullo –en este caso es un orgullo muy personal, hasta un poco de vanidad– por pasar a la historia como el único presidente sin diploma universitario, pero que creó más universidades en este país. Creamos 14 universidades nacionales nuevas, 126 nuevos campus y 214 escuelas técnicas superiores. Esto entre 2003 y 2010.
Ayer recibí una carta de un señor que agradece la formación de su hijo en biomedicina. Es un chofer de ómnibus y también está estudiando derecho. Los dos gracias al Programa Universidad para Todos (Prouni). Pienso que esas cosas pasaron porque, en su sabiduría, el pueblo consiguió, después de tanto tiempo, de tantos prejuicios, probar a uno de ellos para gobernar este país.
Creo que pudimos concretar aquellas tres promesas de mi discurso de asunción: primero voy a hacer lo necesario, después voy a hacer lo posible y, cuando menos lo imagine, estaré haciendo lo imposible. La cosa sagrada es no tener miedo de conversar con el pueblo. Cuando tienes 92 por ciento de aprobación en las encuestas de opinión pública, quizás no necesitas conversar con el pueblo. Necesitas conversar con el pueblo cuando las papas queman, cuando estás siendo acusado, acorralado. Lo necesitas porque cuando conversas con el pueblo, y los haces mirando las personas a los ojos, ellas saben distinguir qué es mentira y qué es verdad. Y quién está de qué lado en toda esta historia.
–¿La reacción de la oposición y de ciertos sectores de la prensa a los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) no son desproporcionados frente a los resultados presentados?
–En 1979, yo era posiblemente la única unanimidad nacional del movimiento sindical, cuando surgió la bandera de la lucha por la libertad de organización política. Recuerdo que, por primera vez en una elección en São Bernardo do Campo1, hablé de la necesidad de creación del Partido de los Trabajadores. Cuando finalmente lo fundamos, dijeron que no sería posible tener un partido con las características del PT, creado y dirigido por trabajadores. Después dijeron que no pasaríamos de una cosa pequeñita, linda y radical. Y nosotros no nacimos para ser bonitos, ni radicales. Nacimos para tomar el poder.
–Pero también el PT nació para ser radical…
–El PT era muy rígido, y fue esa rigidez lo que le permitió llegar donde llegó. Sólo que, cuando un partido crece mucho, entra gente de todas las especies. O sea, cuando uno define que va a crear un partido democrático, de masas, puede entrar un cordero y puede entrar un jaguar, pero el partido llega al poder.
Nuestra llegada al poder no fue vista por la oposición como una alternancia beneficiosa para la democracia. Ellos no lo vieron así. Yo era un indeseable que llegué a una fiesta a la que nadie me había invitado. Lo cierto es que entramos a la fiesta. Y lo peor para ellos: gobernamos bien.
Así fue que intentaron usar el episodio del mensalão para acabar con el PT y, obviamente, terminar con mi gobierno. En esa época, había gente que decía: El PT murió, el PT acabó. Pasaron seis años y quienes acabaron fueron muchos de los partidos de oposición. El DEM2 ni sé si existe más, pero creo que no. El PSDB3 está intentando resucitar al joven Fernando Henrique Cardoso, porque no creó liderazgos, no promovió nuevos cuadros. Esto debe aumentar el resentimiento que ellos tienen contra nosotros.
Sin embargo, las elites nunca ganaron tanto dinero como ganaron en mi gobierno. Ni las emisoras de televisión, que estaban casi todas quebradas; los periódicos, que también estaban casi todos quebrados cuando asumí el gobierno. Las empresas y los bancos nunca ganaron tanto, pero los trabajadores también ganaron. El trabajador sólo puede ganar si a la empresa le va bien. No conozco, en la historia de la humanidad, un momento en que a una empresa le vaya mal y sus trabajadores consigan conquistar alguna otra cosa que no sea el desempleo.
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Lula durante la visita a México en septiembre de 2012Foto Roberto García Ortiz
–¿Por qué esto no se traduce en un relato favorable de los gobiernos de Lula y Dilma por parte de la prensa brasileña?
–Este país está andando bien, pero es verdad que no se ve eso en la prensa brasilera. Es increíble. Una vez Mario Soares vino a Brasil a hacerme una entrevista4. Cuando llegó aquí traía Le Monde, Der Spiegel, Financial Times y muchas otras revistas y periódicos internacionales. Me dijo: Lula, estoy enloquecido. Vengo de un continente en que todos hablan bien de Brasil. Pero, cuando llego aquí, leo la prensa brasileña y ella dice que nada anda bien en este país.
Una parte de la prensa nacional parece querer sustituir a los partidos políticos. O sea, el debate que debería hacerse en el parlamento, entre los partidos, y por la sociedad está siendo monopolizado por la prensa. Está siendo realizado solamente por algunas redacciones y, dentro de ellas, por algunos pocos columnistas que intentan fingir que no son políticos, que son imparciales. Creo que eso es malo, muy malo.
Intentar negar la política es un desastre, y ese es un error que puede ser cometido tanto por la derecha como por la izquierda. Intentar negar la política no sirvió en ningún lugar del mundo. Lo que vino después fue peor. Feliz la nación que tiene como interlocutores instituciones fuertes, sean ellas partidos, sindicatos, iglesias o movimientos sociales. Cuanto más fuertes son las instituciones y los movimientos sociales, más fuerte es la democracia y mejor estará garantizada. Y es esto lo que los sectores conservadores no comprenden.
–Brasil cambió en estos diez años y cambió para mejor. ¿Y usted, en qué cambió?
–Una de las cosas buenas de la vejez es sacar provecho de lo que la vida te enseña. Creo que la vida me enseñó mucho. Fundar un partido en las condiciones en las que lo hicimos fue muy difícil. Ahora que es un partido grande, todo es más fácil, pero yo viajaba de norte a sur de Brasil para hacer asambleas con tres o cuatro personas. Salía de San Pablo para Acre, en el extremo Norte, para hacer una reunión con diez personas, para convencer a Chico Mendes que entrara en el PT. Era muy difícil hacer caravanas, viajar para el noreste, tomar un ómnibus, estar una semana caminando, haciendo reuniones al mediodía, con un sol desgraciado, explicando lo que era el PT para que las personas se quisieran afiliar.
Yo cambié. Cambié porque aprendí mucho, pero continúo con los mismos ideales. Creo que sólo tiene sentido gobernar si uno consigue hacer que las personas más pobres tengan más oportunidades. Las personas necesitan solamente de oportunidades. Teniendo oportunidad, todo el mundo puede ser igual. Las personas sólo necesitan una chance. Creo que empezamos a hacer esto en mi gobierno. Pero el trabajo no está terminado. Uno no cambia generaciones de equívocos en apenas unos años. Necesita de tiempo para poder hacerlo. Creo que el camino que elegimos es el correcto.
–¿Y el PT, cambió?
–Existen dos Partidos de los Trabajadores. Uno es el PT del Congreso, de los parlamentarios, el PT de los dirigentes. Otra cosa es el PT de la base. Yo diría que 90 por ciento de la base del PT continúa igual a lo que era en 1980. Continúa queriendo un partido que no haga alianzas políticas, pero al mismo tiempo sabe que, para ganar, tiene que hacer acuerdos. Es una base muy exigente, muy solidaria y todavía desconocida por parte de la elite brasileña que conoce el PT superficialmente. El PT es muy fuerte en los movimientos sociales y en el interior del país. Esa fortaleza no siempre se expresa en la cantidad de votos.
Pero también está el PT electoralista. En Brasil, o hacemos una reforma política o la política va a tornarse más pervertida de lo que ya fue en cualquier otro momento. Es necesario que las personas entiendan que no solamente deberíamos tener financiamiento público de la campaña, como también debería ser un delito el uso de dinero privado. Que es necesario hacer el voto por lista, para que la pelea se dé internamente en los partidos. Podríamos tener un modelo mixto (un voto puede ser para la lista, el otro para el candidato). Lo que no se puede es continuar como está actualmente. El PT necesita reaccionar e intentar poner la reforma política en la agenda pública.
Algunas veces tengo la impresión de que los partidos políticos son un negocio, cuando, en rigor, deberían ser una institución extremadamente importante para la sociedad. La sociedad tendría que creer en los partidos y participar en ellos.
–¿Entonces el PT, no necesariamente cambió para mejor?
–Creo que el PT cambió porque aprendió la convivencia democrática de la diversidad; pero también creo que, en muchos momentos cometió los mismos desvíos que criticaba en los otros partidos políticos. Ese es el juego electoral que está colocado: si el político no tiene dinero, no puede ser candidato, no tiene cómo ser elegido. Si no tiene dinero para pagar la televisión, no hace campaña.
El PT tiene que aprender que, cuanto más fuerte se vuelve, más serio y riguroso tiene que ser. El PT necesita volver a creer en los valores que creíamos y que fueron banalizados por la disputa electoral. Yo, sinceramente, creo que este es el tipo de legado que tenemos que dejarle a nuestros hijos, a nuestros nietos. Probar que es posible hacer política con seriedad. Uno puede hacer el juego político, puede hacer alianzas, puede hacer coaliciones, pero no necesita establecer una relación promiscua con nadie para hacer política. Creo que el PT necesita volver urgentemente a tener esto como un horizonte propio, como un ejercicio práctico de la democracia.
–¿Qué lamenta de esta última década?
–Si hay un ciudadano que no puede reclamar por los pasados 10 años, soy yo.

1. Municipio del estado de San Pablo.
2. Demócratas, partido brasileño de derechas cuyo origen y algunos de sus dirigentes se remontan a la dictadura militar iniciada en 1964.
3. Partido da Social Democracia Brasileira, al que pertenece Fernando Henrique Cardoso.
4. Entrevista exclusiva concedida por el entonces presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, al ex presidente de Portugal, Mario Soares, para la radio y la tv de Portugal–RTP, 20/02/2008.
*Emir Sader es un sociólogo brasileño. Ex secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Su último libro es Lula e Dilma. Dez ano de movernos pós-neoliberais no Brasil (Flacso / Boitempo). Pablo Gentili es un sociólogo argentino. Secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).

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