Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 23 de septiembre de 2011

El consejo de administración aún no cuenta con el informe pormenorizado de la transacción

Prevén en Madrid que la petrolera mexicana salga del órgano directivo de la española
La operación con Repsol fue totalmente transparente, asegura director de Pemex
El consejo de administración aún no cuenta con el informe pormenorizado de la transacción
Israel Rodríguez
Periódico La Jornada
Viernes 23 de septiembre de 2011, p. 31
El consejo de administración de Petróleos Mexicanos (Pemex), máximo órgano de gobierno colegiado de la paraestatal, aún no cuenta con el informe pormenorizado de la operación financiera que permitió el aumento de la participación de la petrolera mexicana en el capital social de la española Repsol. Después de 25 días de que el director general de la paraestatal, Juan José Suárez Coppel, anunció el incremento de 4.8 a 9.8 por ciento en la propiedad accionaria de Repsol, tampoco se cuenta con el dictamen jurídico por medio del cual el abogado general de Pemex, Marco Antonio de la Peña, avaló la operación por mil 600 millones de dólares.
El dinero de Tula
El monto de esta operación financiera estratégica es equivalente a los 20 mil millones de pesos del presupuesto para 2012 destinado a la construcción de la nueva refinería de Tula, Hidalgo.
Los integrantes del consejo de administración de Pemex sólo cuentan con el documento titulado Contexto del aumento de participación de Pemex en Repsol, cuyo contenido fue revelado por La Jornada el pasado 11 de septiembre y luego retomado por la prensa local e internacional. El informe fue entregado el miércoles pasado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, como muestra de la transparencia, argumentó Pemex en un comunicado.
El director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, aseguró que la operación fue totalmente transparente y no requería la autorización del consejo de administración de la paraestatal. Sin embargo, no especificó en qué fundamentos jurídicos se basa esta conclusión.
El estatuto orgánico de Pemex, en su última versión del 24 de septiembre de 2009, después de que se aprobó la reforma energética de 2008, establece en su artículo 22, fracción segunda, que el director general de Pemex debe presentar para autorización del consejo el portafolio de inversiones de Pemex y de los organismos subsidiarios, tomando en cuenta lo aprobado en los consejos de administración de los organismos subsidiarios.
En el mismo artículo, pero en su fracción octava, se señala que el director general de la paraestatal deberá establecer los sistemas de gestión por procesos y de desarrollo de proyectos en Pemex, sus organismos subsidiarios y, en su caso, filiales, orientados a mejorar la eficiencia y la capacidad de ejecución, previa aprobación del consejo de administración respecto a su alcance y, en su caso, modificaciones.
El estatuto orgánico de Pemex, en su artículo 26, en el que describe las atribuciones y obligaciones del abogado general de la petrolera, define en su fracción XI que debe elaborar y suscribir los documentos que contengan la información que corresponda a su ámbito de actuación que se someterá a la consideración del consejo de administración, por conducto del director general, así como atender los requerimientos de información de dicho órgano de gobierno y sus comités, formulados por conducto del director general. Hasta el momento estas disposiciones se han incumplido.
Suárez Coppel informó que después de acudir a la junta del consejo de accionistas de Repsol a realizarse el 28 de septiembre de 2011 en España, a su regreso convocará a una conferencia de prensa para hablar sobre la operación estratégica que ha causado gran polémica en aquel país debido a que se ha interpretado como una operación desventajosa para Repsol.
El próximo miércoles accionistas podrían alegar conflicto permanente de intereses
Armando G. Tejeda Corresponsal
Madrid, 22 de septiembre. La posible salida de Petróleos Mexicanos (Pemex) del consejo de administración de Repsol –donde ocupa un sillón de consejero y ostenta una presidencia de comisión– tiene fecha prevista: el miércoles, 28 de septiembre, durante la junta general de accionistas. En dicha reunión se prevé que uno o varios accionistas, incluso algún director ejecutivo de la multinacional española, presente una moción contra Pemex por un supuesto conflicto de intereses, que implicaría el cese inmediato de sus atribuciones en el máximo órgano de la empresa y, lo que es más grave, la paralización de facto de la alianza de sindicación de acciones rubricada con la constructora Sacyr-Vallehermoso.
La operación anunciada por Pemex y Sacyr el 29 de agosto se encuentra en un momento crítico, con adversidades que acechan con congelar o destruir las aspiraciones de la nueva alianza empresarial. Sacyr y Pemex acordaron, mediante una sindicación de acciones, sumar sus participaciones de 29 y 9.8 por ciento en Repsol, respectivamente, para convertirse en el bloque hegemónico de la multinacional del petróleo y la segunda empresa en importancia de España. Esto sería equivalente a tener más influencia en la dirección ejecutiva, ya sea con la destitución del actual director, Antonio Brufau, o con el nombramiento de un consejero delegado afín a los intereses de la nueva alianza.
Las aspiraciones de Pemex y Sacyr están pendientes de al menos tres decisiones que afectan a igual número de órganos reguladores o administrativos: en primer lugar, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que tendrá que valorar si, como sostiene la Asociación Española de Accionistas y Empresas Cotizadas (AEMEC), Pemex habría incurrido en al menos dos faltas a la regulación bursátil, que serían el uso de información privilegiada y la situación de conflicto permanente de intereses en el seno del consejo de administración de Repsol.
La AEMEC –que tiene el respaldo de numerosos pequeños y medianos accionistas, muchos de ellos con participaciones en Repsol– también cree que la dirección de Pemex habría incurrido en un delito penal de presunto fraude de ley. En concreto, por intentar asumir el control de Repsol sin someterse antes a la ley de ofertas públicas de adquisición.
El segundo frente que encara Pemex es el de la junta general de accionistas de Repsol, programada para el miércoles, y en la que, según una fuente que solicitó el anonimato, se podría formalizar la petición expresa para que Pemex sea expulsada del consejo de administración.
El tercer frente está en el máximo órgano regulador del sector, la Comisión Nacional de Energía (CNE), a la que la actual dirección de Repsol instó a que analice la operación y decida si cumple con la legislación vigente.
Antonio Brufau, en calidad de director de Repsol, ordenó presentar la petición formal ante la CNE, que ya había respondido, aunque extraoficialmente y sin ningún documento con los argumentos de por medio, que no era de su competencia la operación, que situó en el contexto de un acuerdo entre dos accionistas de una misma empresa.
La CNE se reunió este jueves y analizó la cuestión, pero ante la falta de consenso de sus siete consejeros decidió posponer su dictamen. El órgano regulador energético dispone de tres meses para dar una respuesta. De ser afirmativa, abriría un expediente, con lo que el pacto entre Pemex y Sacyr quedará en suspenso hasta la respuesta final, que se podría prolongar durante otros tres meses. Esto sería una pésima noticia para Sacyr, el socio de Pemex, que tiene que renegociar su deuda con los bancos antes de que finalice el año.
Una fuente consultada explicó que de concluirse que Pemex se encuentra en situación de conflicto de interés permanente se aplicaría el reglamento del consejo de administración de Repsol-YPF que en el artículo 13 señala la incompatibilidad entre ser consejero y estar en conflicto permanente de intereses con la compañía.

Sempra Energy: del apagón a la extorsión
Jaime Martínez Veloz
El jueves 8 de septiembre, a las 15:30 (hora local), se produjo un apagón que afectó a alrededor de 8 millones de personas que habitan el sur de California a partir del condado de Orange, parte de Arizona, el estado de Baja California y parte del estado de Sonora. En Baja California el servicio se empezó a restablecer paulatinamente a partir de las 21 horas, y en el caso de San Diego el evento tuvo una duración de 12 a 24 horas, dependiendo de la zona de ubicación. Las escuelas y universidades estatales de ambos lados de la frontera cerraron durante el viernes. En San Diego el apagón afectó el sistema de desagüe sanitario del condado y más de 2 millones de galones de aguas residuales fueron a parar a las costas. Todos los vuelos con salida en el aeropuerto Lindbergh Field de San Diego fueron detenidos; cientos de pasajeros tuvieron que pasar la noche en las salas de espera; vuelos hacia la región fueron demorados y los entrantes fueron desviados a aeropuertos regionales colindantes. El corte de suministro eléctrico paralizó los dos reactores nucleares de San Onofre, California, que abastecen de energía al sur de California.
En cuanto a las pérdidas, el Consejo Coordinador Empresarial de Mexicali estimó éstas en 90 millones de dólares. Las pérdidas en la industria maquiladora asentada en Baja California alcanzaron 480 mil 500 horas, con un costo de horas sin trabajar de un millón y medio de dólares, sin contar con las mermas y pérdidas en el retraso de los procesos que se vieron afectados por el corte eléctrico. En el lado estadunidense, el Instituto para la Investigación de las Políticas del Sistema Nacional Universitario calculó que las pérdidas ocasionadas por el apagón ascendieron a más de 100 millones de dólares.
Al día siguiente, la distribuidora San Diego Gas & Electric (SDG&E), perteneciente a Sempra Energy, y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), declararon que el apagón que dejó sin electricidad a unos 8 millones de residentes en la frontera entre California y Baja California fue causado por un error humano. Un empleado de mantenimiento en Arizona cometió un error con una línea de transmisión de alto voltaje en South Gila, al norte de la ciudad de Yuma, cuando se encontraba apagando un condensador, que es un dispositivo para controlar los niveles de voltaje. Daniel Froester, vicepresidente de la compañía Arizona Public Service (APS), declaró que era prematuro llamarlo error humano, señalando la necesidad de realizar una investigación objetiva que permita esclarecer a fondo las causas del corte energético. En una circunstancia como la que se presentó en Yuma existen protocolos predeterminados que estipulan cómo, ante un corte de luz, debe aislarse el problema para que no afecte el resto de las líneas de corriente, lo cual no sucedió, lo que de acuerdo con APS deberá ser el principal foco de atención en la investigación. El presidente y director de operaciones de SDG&E, Michael Niggli, afirmó que no cerraron la línea porque no habían tenido ningún aviso previo. Cabría preguntar, ¿qué clase de tecnología obsoleta utiliza Sempra en San Diego que es incapaz de detectar un asunto que se debiera resolver mediante un proceso automatizado? Al unísono de Sempra, la CFE, por conducto del superintendente en la entidad, Javier Larios Santillán, tal y como ha sido su costumbre de ponerse de tapete de los intereses de las trasnacionales, brindó una explicación que se empata con los argumentos de Sempra y dijo que en el lado mexicano sufrimos el impacto del apagón debido a que los sistemas de energía eléctrica de ambos países están interconectados como parte de un convenio entre México y Estados Unidos, para abastecer del suministro eléctrico a la parte en caso de un problema en alguno de los puntos, de ahí que la falla afectara a la contraparte. En la argumentación esgrimida por la CFE no se hizo mención alguna a la política federal que ha venido convirtiendo paulatinamente a Baja California en el sótano de máquinas de Estados Unidos, para abastecer de energía y gas natural desde territorio mexicano al vecino país del norte a través de dos plantas de generación de energía eléctrica de exportación de ciclo combinado, una propiedad de Sempra y otra de la compañía Intergen, instaladas en el municipio de Mexicali. La interconexión no tiene finalidades samaritanas, sino razones estrictamente comerciales y de negocio, donde Sempra se lleva la tajada del león.
Por otra parte están los turbios antecedentes de Sempra, que motivan a pensar que con tal de ganar dinero es capaz de cualquier cosa. La Comisión de Energía de California multó con 3 mil 300 millones de dólares a las empresas energéticas en 2003 debido a que crearon una crisis de precios y aprovisionamiento en California aprovechando las deficiencias de la desregulación del Estado para elevar las tarifas. Sempra Energy ha tenido que pagar 800 millones de dólares en California de multas por prácticas ilegales en el suministro de energía.
Por ello cabe destacar que una semana después del apagón, el 16 de septiembre, Debra L. Reed, ejecutiva de SDG&E , ha declarado en el diario San Diego Union Tribune que ha solicitado a la Comisión Reguladora de Energía aprobar un incremento de las tarifas eléctricas de 231 millones de dólares, para invertir en tecnologías para mejorar la eficiencia en las operaciones de dicha empresa, que evitarían este tipo de apagones. ¿Así, o más sinvergüenzas?
De esta manera el apagón se ha convertido en un elemento de extorsión de Sempra, para justificar la solicitud de un nuevo incremento a las tarifas eléctrica en California, la cual tendrá repercusiones en el lado mexicano.

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