Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 22 de septiembre de 2011

Recula Obama: «no es tiempo» para un Estado palestino

La cuestión Palestina
Recula Obama: no es tiempo para un Estado palestino
Primero debe lograr la paz con Israel, dice el jefe de la Casa Blanca durante sesión inaugural en Naciones Unidas
Teme Tel Aviv que otorguen calidad de observador a la ANP; tendría acceso a la Corte Penal Internacional
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Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, y Barack Obama, presidente de Estados Unidos, ayer en la ONUFoto Reuters
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Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, escucha el discurso del jefe de la Casa Blanca en la sesión inaugural de la Asamblea General de la Organización de Naciones UnidasFoto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 22 de septiembre de 2011, p. 2
Nueva York, 21 de septiembre. El presidente Barack Obama celebró este tiempo de transformaciones en donde los pueblos, sobre todo los del mundo árabe, han insistido en sus derechos universales, pero indicó que aún no es tiempo para que se le permita lo mismo a Palestina.
Hoy se intensificó el debate internacional detonado por la Autoridad Nacional Palestina al declarar que solicitará que Palestina sea reconocido como Estado miembro de la Organización de Naciones Unidas; Estados Unidos e Israel están abiertamente opuestos, y una mayoría de los estados representados en la ONU están a favor.
Entre los mayores temores de Washington y Tel Aviv está que si los palestinos logran elevar su condición actual de entidad a una de Estado (miembro u observador) podrán tener mayor acceso a la Corte Penal Internacional y otros organismos donde podría fiscalizar al gobierno israelí por violar las convenciones internacionales.
Al llegar a la presidencia, Obama declaró que la negociación del conflicto entre Palestina e Israel sería su prioridad y el año pasado afirmó, desde este mismo podio, que esperaba regresar con un acuerdo que llevaría a la integración de Palestina como nuevo Estado miembro de la ONU; hoy intentó explicar ante la Asamblea General de la ONU la postura de su gobierno, contraria a reconocer a ese pueblo como Estado, mientras elogiaba la autodeterminación de otros países árabes.
Al inaugurar el interminable desfile discursivo de mandatarios en el llamado debate general anual en la ONU, Obama expresó que más individuos están reclamando su derecho universal de vivir en libertad y con dignidad. Como ejemplos señaló los movimientos en Libia, Siria, Túnez y el sur de Sudán, entre otros, y elogió sobre todo la insurrección en Egipto al afirmar que en esas protestas la gente demandó sus derechos universales.
En este contexto, mencionó: hoy Libia es libre al derrocar en seis meses 42 años de tiranía, y dio la bienvenida a los nuevos líderes de ese país que estaban sentados en la sala.
Afirmó que cada nación tiene que trazar su propio camino para cumplir con las aspiraciones de su pueblo, y aunque Estados Unidos no necesariamente estará de acuerdo, siempre defenderemos los derechos universales.
Sin embargo, en el mismo discurso de casi una hora, Obama subrayó que en cuanto a Palestina e Israel, la paz no vendrá a través de declaraciones y resoluciones en la ONU, e instó a la llamada comunidad internacional a promover que ambas naciones reanuden las negociaciones estancadas y descarriladas una y otra vez desde 1979.
Obama argumentó que antes de ser reconocido como Estado, Palestina tiene que lograr la paz con Israel. Estados Unidos, reafirmó, favorece un futuro en el cual los palestinos vivan en un Estado soberano sin ningún límite a lo que pueden lograr, e indicó que el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel es firme; nuestra amistad es profunda y duradera.
Recordó que “hace un año, yo estaba en este podio llamando por una Palestina independiente. Creía entonces, y creo ahora, que el pueblo palestino merece un Estado propio… Pero también dije (en esa ocasión) que la paz genuina sólo puede ser lograda entre los propios israelíes y palestinos”.
Pero para la mayoría de los gobiernos presentes en la Asamblea General, que apoyan otorgar el estatus de Estado a Palestina, el hecho es que Obama no ha podido impulsar un proceso de paz durante los últimos dos años y medio. Ahora el mismo presidente que declaró su apoyo para establecer un Estado palestino en repetidas ocasiones estaba frente al mundo para dejar claro que Estados Unidos utilizará su veto si es necesario para evitar reconocer un Estado palestino antes de un acuerdo de paz con Israel.
Las negociaciones detrás del escenario aquí se han intensificado en los últimos días desde que Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, anunció que solicitaría el reconocimiento como Estado miembro ante la ONU, algo que se supone ocurrirá de manera oficial el viernes. Hoy, Obama sostuvo una reunión bilateral privada con el primer ministro Benjamin Netanyahu, de Israel, y esta noche hizo lo mismo con Abbas.
Este asunto se convirtió en una pesadilla para el gobierno de Obama cuando Abbas decidió hacer su solicitud ante el Consejo de Seguridad, donde podría obligar a Estados Unidos a utilizar su veto, algo que Washington sabe que tendría consecuencias negativas en el mundo árabe.
Francia complicó las cosas al romper con Washington sobre el asunto, y proponer un nuevo esquema para una negociación entre los palestinos e Israel con fecha límite de un año, y mientras tanto que la solicitud de Palestina sea sometida a la Asamblea General para lograr ser reconocida como Estado observador.
El presidente Nicolas Sarkozy subió al podio apenas una hora después de Obama y advirtió que todos saben que Palestina no podrá, en lo inmediato, obtener un reconocimiento pleno y completo de su calidad de Estado miembro de Naciones Unidas, pero quién puede dudar que un veto en el Consejo de Seguridad arriesga a generar un ciclo de violencia en Medio Oriente.
Por lo tanto, propuso que mejor se someta la solicitud palestina ante la Asamblea General para que se le otorgue la calidad de Estado observador.
Pero para los israelíes y estadunidenses, cualquier reconocimiento de Palestina como Estado, aun en calidad de observador, es preocupante, ya que permitiría que ese gobierno se sume a convenciones y tratados internacionales, incluido posiblemente el Tribunal Penal Internacional, y con estos mecanismos poner en riesgo legal a los gobernantes de Israel por violaciones a las convenciones de Ginebra, entre otras.
Aun si los palestinos deciden proceder y someter de manera formal su solicitud ante el Consejo de Seguridad –y hoy sus asesores reiteraron que lo harán y no cederán ante las presiones para evitarlo– todo, menos autorizaciones de guerra pos facto, es lento en la ONU y el proceso podría alargarse durante meses antes de que sea anulado con el veto de Washington. Algunos, incluso los estadunidenses, casi aceptando su fracaso en detener esta iniciativa, están pensando en cómo usar el periodo de espera antes de que llegue el momento de votar para reiniciar las negociaciones bilaterales. Otros más consideran que la opción de la Asamblea General, incluso si es para obtener un reconocimiento limitado, podría ser una vía más rápida.
Por ahora, lo único claro es que la decisión de la Autoridad Nacional Palestina ha logrado, por el momento, sacudir el tablero de un juego estancado y poner el tema en el centro del debate mundial aquí esta semana.
El momento de la verdad
Randa Nabulsi *
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Un activista que participaba en una manifestación de apoyo al pedido de reconocimiento al Estado palestino en la Asamblea General de la ONU fue lesionado en un enfrentamiento con soldados israelíes en el retén de Qalandia, entre Ramalá y Jerusalén
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La Asamblea General sostiene su 66 reunión y el momento de la verdad es ahora. Con toda la esperanza y grandes expectativas del pueblo palestino y con la mayoría de apoyo en esta asamblea para su derecho a la plena membresía, podemos ver un claro doble rasero en algunos de los discursos.
El discurso de Obama fue decepcionante. Al tiempo que habló de la credibilidad de los valores de Estados Unidos y de su visión para los conflictos internacionales, ¡habló mucho también sobre el sufrimiento de los judíos, comenzando con el holocausto y hasta ahora! Y dijo que Israel ha sufrido muchas guerras, rodeado de un ambiente poco amistoso en la región.
Nos decepcionó que no mencionara el sufrimiento del pueblo palestino, desde hace más de 60 años, y también olvidó que Israel ha comenzado todas estas guerras, empezando con la ocupación de 1967 y pasando por las guerras de 1982 y 1988 en Líbano hasta la última agresión contra Gaza, resultando siempre victorioso; olvidó también mencionar la ocupación militar, que es la última en el mundo.
Esperábamos al menos que mencionara el sufrimiento de dos tercios del pueblo palestino que vive en campos de refugiados desde hace 63 años y el otro tercio que ha vivido 44 años bajo ocupación. También mencionó que hace un año, desde la misma tribuna de Naciones Unidas, prometió que Palestina sería miembro de la organización para este septiembre y alegó que durante este año no se dio ningún progreso en el proceso de paz y por eso no se cumplió su promesa, aunque él personalmente ejerció presión a Israel para detener la construcción de asentamientos y que así se reanudaran las negociaciones, pero falló.
Puesto que negociaciones es la palabra más usada en la ONU ahora, me gustaría explicar algo muy importante: estamos comprometidos con la negociación pero ésta no puede durar por siempre, pedimos negociaciones con un plazo definido y términos de referencia, hemos negociado durante 19 años en los que Israel ha continuado creando hechos consumados (los asentamientos se han duplicado cuatro veces en este tiempo e Israel ha construido el muro de separación, condenado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya y por Naciones Unidas), y lo que decepciona tanto al pueblo palestino es que se nos prometió que tendríamos nuestro Estado en un plazo máximo de cinco años después de la Conferencia de Madrid (1991), sin embargo, continuaremos negociando después de este septiembre en el organismo mundial porque tenemos seis asuntos de estatuto final por discutir y cuya solución sólo se alcanzará por la vía de las negociaciones.
Ser miembro pleno de la Organización de Naciones Unidas no es una dádiva, es un compromiso de la comunidad internacional que ha sido demorado 63 años desde la Resolución 181-II de la Asamblea General, que dividió a Palestina en dos estados y, puesto que la comunidad internacional entera cree en la solución de dos estados para este conflicto, la segunda mitad de la resolución debe ser completada, pero no se puede poner a un carnicero con el cuchillo en la mano y a un cordero en la misma mesa para negociar.
El pánico de Israel hacia este paso viene del hecho de que Palestina se convertirá en un Estado bajo ocupación y no más los territorios palestinos; esto hará más efectivas todas las resoluciones de Naciones Unidas que condenan la ocupación, la construcción de asentamientos, la anexión de Jerusalén, el muro de separación, etcétera. En segundo lugar esto obligará a Israel a declarar sus fronteras cuando el Estado palestino tenga las fronteras del 4 de junio de 1967.
Por primera vez, Israel debe declarar sus fronteras en esta línea (fronteras del 67). La Resolución 242 del Consejo de Seguridad y la Asamblea General declara que el territorio más allá de las fronteras del 67 está bajo ocupación militar.
A lo largo de la historia, Estados Unidos ha declarado tres veces que quiere ver un Estado palestino: la primera, antes de la invasión de Afganistán, la segunda en el tiempo de la invasión a Irak (éstas durante el periodo de Bush) y la tercera en el discurso de Obama en El Cairo y el año pasado en la ONU y aquí fue suficientemente valiente para mencionar las fronteras del 67.
El veto estadunidense afectará la credibilidad de Estados Unidos y por supuesto afectará sus relaciones con las naciones árabes y con el mundo islámico; es por esto que están ejerciendo toda su presión en tres países del Consejo de Seguridad cuyo voto aún no está definido: Nigeria, Portugal y Bosnia Herzegovina, para que no obtengamos los nueve votos en el Consejo de Seguridad necesarios para esta solicitud y no verse en la situación de usar el veto.
Hoy en día, 127 países reconocen al Estado de Palestina (cuyas poblaciones representan 75 por ciento de la población mundial total). Otros países nos han prometido votar a favor, deseamos ganar esta batalla política, aunque no cambiará mucho en el terreno allá, en Palestina, pero apoyará a los moderados en la región y mantendrá la credibilidad de la esperanza en la paz y la credibilidad de Naciones Unidas. Arafat, hace más de 30 años, vino a Naciones Unidas con un arma en una mano y una rama de olivo en la otra; ahora el presidente Abu Mazen (Mahmoud Abbas) está en el mismo lugar, sosteniendo sólo la rama de olivo, pero también sosteniendo el sufrimiento de su pueblo y la esperanza y el derecho a la independencia y a la autodeterminación, no le dejemos caer.
* Embajadora de Palestina en México

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