Bajo la Lupa
La inmundicia multimediática de los Murdoch y su asociación con los banqueros
Rothschild
Alfredo Jalife-Rahme
Portada ficticia del diario New York Post, ideada y
difundida el pasado miércoles por la versión on line de la revista Vanity
Fair, ridiculiza al magnate Rupert Murdoch –dueño del Post–, tal
como el periódico acostumbra tratar los temas cotidianos: fotomontajes,
titulares con juegos de palabras, etcéteraFoto
Reuters
A
nte el hundimiento del Titanic financierista global y la
decadencia de Estados Unidos (EU), las elites trasatlánticas se querellan
obscenamente, lo cual ha alcanzado hasta
El británico Jeremy Browne, ministro de Estado y de la Oficina del
Commonwealth, admite desoladamente: la guerra de las divisasentre el dólar y el euro que acabarán ganando el oro y la plata (como hemos expuesto desde 2004).
Navegando en el nuevo orden mundial: Gran Bretaña y los poderes emergentes(léase: el BRIC, aunque despectivamente omite a Rusia, Chatham House, 20/7/11).
Tras la humillante defenestración erótica del mando del FMI de Dominique Strauss-Kahn –presunto instrumento de los banqueros esclavistas Rothschild con George Soros y Jacques Attali, para citar a los de mayor jerarquía–, parece haber sido tocada de muerte una pieza más del macabro grupo: el australiano-estadunidense Rupert Murdoch, de 80 años y controlador del mayor emporio multimediático global (incluido México) con valor de
capitalización de mercadode 42 mil millones de dólares que comprende a la tóxica televisora Fox News (la más vista en EU), The Wall Street Journal, el New York Post, el londinense The Times, la editorial HarperCollins y una serie de tabloides y pasquines del desagüe desinformativo que asolaron las intimidades de miles de ciudadanos (de todos los calibres) mediante prácticas gansteriles en colusión con la dirección de Scotland Yard y de dos primeros ministros británicos: el
laboristaTony Blair y el
conservadorDavid Cameron (de fuertes lazos con Israel).
Las hazañas delictivas del grupo Murdoch apenas se están abriendo en EU, donde se esperan desgarradoras revelaciones. Es difícil creer para una mente cartesiana que una irrupción con fines morbosos hace cinco años por uno de los inmundos tabloides de los Murdoch en el celular de una niña muerta –develado estupendamente por The Guardian y a cuya demoledora golpiza se subió el ex premier Gordon Brown, también espiado en su intimidad familiar– desemboque en el desmantelamiento del mayor emporio multimediático del planeta: News International.
El portal sionista Debka (19/7/11), monumento de la desinformación, conjetura que es la revancha de Obama por la aventura en Libia en la que lo empinó el primer ministro británico David Cameron, estrechamente ligado a los Murdoch (ya no se diga de los Rothschild). Chi lo sá?
Pese al megaescándalo que ha cimbrado a Gran Bretaña, el banquero lord Jacob Rothschild, anterior vicepresidente de la controvertida televisora BSkyB y socio de Rupert Murdoch, confesó ser su
admiradordebido a
su carrera extraordinaria (sic)en los pasados 50 años (Financial Times, 20/7/11).
¿No será más bien que los Rothschild son los controladores de los Murdoch?
Durante 50 años de reinado global, los Murdoch cometieron exageradas y multivariadas fechorías, así como afrentas de lesa majestad.
La causal del inicio del sano desmantelamiento del emporio multimediático de los Murdoch es multifactorial, pero, a mi juicio, destaca su incursión con sus sempiternos socios, los Rothschild (Financial Times dixit), en el supernegocio del petróleo de esquisto bituminoso (shale oil).
Dejaremos a otros los muy atrasados juicios axiológicos para adentrarnos en el poder geopolítico que encubría la dupla Rothschild-Murdoch, como sucedió con la guerra de Irak por el control de los hidrocarburos que encabezó delirantemente Fox News mediante su pléyade de comentaristas tóxicos (la mayoría perteneciente a los neoconservadores straussianos vinculados a Israel).
Marsha B. Cohen fustiga que la prensa israelí oculta las hazañas criminales de Murdoch por ser
considerado ferviente partidario de Israel(Veterans Today, 16/7/11). Cohen exhibe que en los pasados dos años Murdoch fue honrado por dos prominentes grupos
pro Israelen EU: American Jewish Committee (AJC) que le otorgó el
Premio Nacional de Relaciones Humanas (sic), y la Liga de Antidifamación (ADL), cuyo director Abraham Foxman (¿de aquí provendrá Fox News?) confesó que su galardonado
se preocupaba profundamente (sic) por la seguridad de Israel.
Desde hace medio año, Virtual Jerusalem (22/11/10) expuso la asociación
conjunta en Israel de Rupert Murdoch con lord Jacob Rothschild en la empresa
Genie Energy Corporation (GEC) con el fin de explotar el polémico petróleo de
esquisto bituminoso.
Nada extrañamente, Dick Cheney, ex vicepresidente de EU y ex director de la petrolera depredadora Halliburton, se encuentra en el consejo de administración de GEC (Seeking Alpha, 18/4/11).
GEC es tanto subsidiaria de IDT Corporation (que revende electricidad y gas natural a los clientes en Nueva York; obviously!) como empresa matricial de Israel Energy Initiatives Ltd (IEI) y American (sic) Shale Oil Corporation.
Debido al probable daño ambiental,
Jacob Rothschild desechó las protestas de los ambientalistas y alabó en términos ditirámbicos a Rupert Murdoch, cuyos
La idea de incorporar a Murdoch en el negocio del petróleo, dicho por él mismo, era para publicitar en su imperio multimediático global
La dupla Rothschild-Murdoch, más Dick Cheney, “cree que con la tecnología de fractura del petróleo de esquisto bituminoso puede liberar al mundo de la dependencia del petróleo árabe (sic) y convertir a Israel en un centro de poder energético capaz de producir 300 mil millones (¡extrasic!) de petróleo no convencional a un costo de 40 dólares el barril.
En esta síntesis de Virtual Jerusalem yace toda la filosofía de la obsesión patológica del dominio mundial israelocéntrico, uno de cuyos varios segmentos se ubica en el reinado multimediático global, además del ampliamente conocido control bancario mundial, lo cual exhibe en su conjunto su proclividad a operar con todos los inmundos medios (en el doble sentido) para alcanzar sus fines esclavizantes.
No es gratuito que antes de morir el epistemólogo Karl Popper temía el totalitarismo de los multimedia. George Soros, otro oligopolista multimediático en EU, quien se dice seguidor de Popper, parece no haberlo leído ni entendido.
Por ello la verdadera batalla democrática en cualquier parte del mundo pasa por la pluralidad de los multimedia, sean locales o globales, que permitan a los ciudadanos disponer de un abanico de opciones para sopesar sus decisiones.
El verdadero grado de democracia de un país se mide en su pluralidad multimediática cuando cualquier oligopolio de corte totalitarista, como el de la dupla Rothschild-Murdoch, no sólo opera al contrario de las básicas libertades individuales sino que, peor, oculta agendas de control mundial desde la banca hasta los energéticos.
Las economías nacionales están muy interrelacionadas y ningún país está a salvo de las grandes tormentas monetarias y económicas propias de la crisis más amplia que jamás conoció el sistema capitalista. Causa por eso risa la seguridad con que la presidenta Cristina Fernández afirma que un pequeño país como Argentina está blindado contra la crisis, porque tiene reservas por 51 mil millones de dólares, o sea, menos de la mitad del primer préstamo que fue arrojado al horno griego para sostener los pagos a los bancos franceses y alemanes, acreedores y usureros de Atenas.
China no está en crisis y tiene la posibilidad de desarrollar un inmenso mercado interno a pesar del bajo poder adquisitivo de la inmensa mayoría de los chinos, y es por eso un elemento de estabilidad en el capitalismo mundial. Con todas sus fuerzas sigue sosteniendo a Estados Unidos, cuya economía depende cada vez más de la china, y acumulando reservas en dólares, a pesar de que éstos valen cada vez menos, y comprando bonos del Tesoro estadunidense, a pesar de que están al borde de una gran devaluación. Tiene además buena parte de los bonos de deuda de los principales países europeos (casi un tercio de los italianos, por ejemplo).
Nada extrañamente, Dick Cheney, ex vicepresidente de EU y ex director de la petrolera depredadora Halliburton, se encuentra en el consejo de administración de GEC (Seeking Alpha, 18/4/11).
GEC es tanto subsidiaria de IDT Corporation (que revende electricidad y gas natural a los clientes en Nueva York; obviously!) como empresa matricial de Israel Energy Initiatives Ltd (IEI) y American (sic) Shale Oil Corporation.
Debido al probable daño ambiental,
los residentes locales se oponen vigorosamente a la inversión conjunta de IEI, cuyo
presidente Effie Eitam fue el ministro de Infraestrucura Nacional con el gobierno Sharon.
Jacob Rothschild desechó las protestas de los ambientalistas y alabó en términos ditirámbicos a Rupert Murdoch, cuyos
extraordinarios (sic) logros (¡supersic!) hablan por sí solos. Rothschild dijo estar “muy complacido que sea mi socio (…) para transformar los futuros prospectos de Israel, Medio Oriente (sic) y nuestros (sic) aliados en el mundo”.
La idea de incorporar a Murdoch en el negocio del petróleo, dicho por él mismo, era para publicitar en su imperio multimediático global
el esfuerzo de GEC para desarrollar el éxito del petróleo de esquisto bituminoso:
las noticias que reportaremos en las futuras décadas reflejarán un mundo más próspero, más democrático (sic) y más seguro. ¡Para lo que sirven los medios seudodemocráticos globales: lavar los cerebros de la humanidad desinformada!
La dupla Rothschild-Murdoch, más Dick Cheney, “cree que con la tecnología de fractura del petróleo de esquisto bituminoso puede liberar al mundo de la dependencia del petróleo árabe (sic) y convertir a Israel en un centro de poder energético capaz de producir 300 mil millones (¡extrasic!) de petróleo no convencional a un costo de 40 dólares el barril.
En esta síntesis de Virtual Jerusalem yace toda la filosofía de la obsesión patológica del dominio mundial israelocéntrico, uno de cuyos varios segmentos se ubica en el reinado multimediático global, además del ampliamente conocido control bancario mundial, lo cual exhibe en su conjunto su proclividad a operar con todos los inmundos medios (en el doble sentido) para alcanzar sus fines esclavizantes.
No es gratuito que antes de morir el epistemólogo Karl Popper temía el totalitarismo de los multimedia. George Soros, otro oligopolista multimediático en EU, quien se dice seguidor de Popper, parece no haberlo leído ni entendido.
Por ello la verdadera batalla democrática en cualquier parte del mundo pasa por la pluralidad de los multimedia, sean locales o globales, que permitan a los ciudadanos disponer de un abanico de opciones para sopesar sus decisiones.
El verdadero grado de democracia de un país se mide en su pluralidad multimediática cuando cualquier oligopolio de corte totalitarista, como el de la dupla Rothschild-Murdoch, no sólo opera al contrario de las básicas libertades individuales sino que, peor, oculta agendas de control mundial desde la banca hasta los energéticos.
Las tormentas lejanas y el paraguas
Guillermo Almeyra
Estados Unidos está al borde del cese de pagos (que evitará,
probablemente, a costa, como siempre, de los demás) y el euro está casi sobre el
abismo a causa de la impagable deuda griega de más de 440 mil millones de
dólares y de la política fundamentalista de las autoridades financieras de la
Unión Europea, que siguen subiendo las tasas de interés preocupadas por la
inflación, justo en el momento en que la desocupación asciende continuamente (en
España llega ya a 20.7 y a 44.7 por ciento de los jóvenes, y en Italia el
desempleo juvenil está por el 30 por ciento). Las barreras que fijaba el Tratado
de Maastricht (un máximo de déficit en el presupuesto público anual de 3 por
ciento del PIB y un máximo de deuda equivalente a 60 por ciento del mismo) han
sido violadas por casi todos los países miembros de la unión monetaria.
La propia Alemania, cuya economía se basa en la exportación, depende en gran
medida de lo que suceda con sus socios europeos y también del curso de la
economía estadunidense, y está lejos de ponerse a salvo de las tormentas que
estallan en sus fronteras o al otro lado del mar. Si el dúo de grandes
acreedores y de dirigentes de la política financiera –Alemania y Francia– no
sabe qué hacer con la pequeña economía griega, seis veces menor que la italiana,
¿qué harán ante un posible derrumbe del país que Berlusconi lleva a los tumbos,
cuyo PIB asciende a 2 billones de dólares –dos millones de millones– y debe 450
mil millones más que ese PIB? Los bomberos francoalemanes aíslan hasta ahora los
fuegos en Portugal, Irlanda y Grecia, pero España e Italia podrían requerir en
cualquier momento una ayuda in extremis. ¿Serán capaces de
responderles?Las economías nacionales están muy interrelacionadas y ningún país está a salvo de las grandes tormentas monetarias y económicas propias de la crisis más amplia que jamás conoció el sistema capitalista. Causa por eso risa la seguridad con que la presidenta Cristina Fernández afirma que un pequeño país como Argentina está blindado contra la crisis, porque tiene reservas por 51 mil millones de dólares, o sea, menos de la mitad del primer préstamo que fue arrojado al horno griego para sostener los pagos a los bancos franceses y alemanes, acreedores y usureros de Atenas.
China no está en crisis y tiene la posibilidad de desarrollar un inmenso mercado interno a pesar del bajo poder adquisitivo de la inmensa mayoría de los chinos, y es por eso un elemento de estabilidad en el capitalismo mundial. Con todas sus fuerzas sigue sosteniendo a Estados Unidos, cuya economía depende cada vez más de la china, y acumulando reservas en dólares, a pesar de que éstos valen cada vez menos, y comprando bonos del Tesoro estadunidense, a pesar de que están al borde de una gran devaluación. Tiene además buena parte de los bonos de deuda de los principales países europeos (casi un tercio de los italianos, por ejemplo).
Después de la Primera Guerra Mundial, los poseedores de bonos de deuda
zaristas los utilizaron como papel para empapelar sus casas. El gobierno de
Pekín tiene gran confianza en el capitalismo, trata de promoverlo y sostenerlo a
escala mundial, pero es difícil que ignore esa experiencia pasada. ¿Qué pasará
si decide salir del juego, comprar oro e inundar el mundo con dólares y bonos
del Tesoro de Estados Unidos a precio de saldo, así como organizar un bloque
regional euroasiático, con los países menores de la región más India y Rusia,
que también están pensando en cómo ponerse a salvo de la inundación que viene
desde Occidente?
Los países de África y América Latina, como Argentina, altamente dependientes de las exportaciones a China y Europa, y últimamente de las inversiones chinas, ¿podrán quedarse al margen de esa crisis? ¿Tendrán tiempo para reorganizar sus economías con el propósito de que el desastre los golpee menos, sentando las bases para la soberanía alimentaria de modo de asegurar comestibles a su población, poniendo los fundamentos de un desarrollo científico y tecnológico para ser más independientes, reforzando el mercado interno y las agroindustrias para no ser sólo exportadores de materias primas?
Si el precio del barril de petróleo cae como resultado de la crisis en los países más industrializados (Estados Unidos y los de la Unión Europea), ¿podrán defender simultáneamente el precio de los combustibles que producen y son esenciales para su crecimiento, y desarrollar las bases de un sistema energético no dependiente de los hidrocarburos? ¿Recordará el gobierno argentino, por ejemplo, que durante la última guerra, cuando el carbón de Cardiff no llegó más al puerto de Buenos Aires y se dejó de exportar maíz, los ferrocarriles y las cocinas hogareñas tuvieron que quemar granos?
Si la actual crisis, exacerbada por los banqueros –que para cobrar intereses usurarios a costa de los trabajadores europeos y estadunidenses rebajan continuamente los salarios reales, hipotecan a las familias durante décadas y reducen el poder adquisitivo–, llevase al abandono del euro por parte de Grecia, arrastrando a otros países, ¿no habría una feroz ola de devaluaciones y una brutal competencia entre los países para vender a los demás mientras se les compra menos; una especie de
Los países de África y América Latina, como Argentina, altamente dependientes de las exportaciones a China y Europa, y últimamente de las inversiones chinas, ¿podrán quedarse al margen de esa crisis? ¿Tendrán tiempo para reorganizar sus economías con el propósito de que el desastre los golpee menos, sentando las bases para la soberanía alimentaria de modo de asegurar comestibles a su población, poniendo los fundamentos de un desarrollo científico y tecnológico para ser más independientes, reforzando el mercado interno y las agroindustrias para no ser sólo exportadores de materias primas?
Si el precio del barril de petróleo cae como resultado de la crisis en los países más industrializados (Estados Unidos y los de la Unión Europea), ¿podrán defender simultáneamente el precio de los combustibles que producen y son esenciales para su crecimiento, y desarrollar las bases de un sistema energético no dependiente de los hidrocarburos? ¿Recordará el gobierno argentino, por ejemplo, que durante la última guerra, cuando el carbón de Cardiff no llegó más al puerto de Buenos Aires y se dejó de exportar maíz, los ferrocarriles y las cocinas hogareñas tuvieron que quemar granos?
Si la actual crisis, exacerbada por los banqueros –que para cobrar intereses usurarios a costa de los trabajadores europeos y estadunidenses rebajan continuamente los salarios reales, hipotecan a las familias durante décadas y reducen el poder adquisitivo–, llevase al abandono del euro por parte de Grecia, arrastrando a otros países, ¿no habría una feroz ola de devaluaciones y una brutal competencia entre los países para vender a los demás mientras se les compra menos; una especie de
sálvese quien puedadonde todos perderían? El descalabro del sistema capitalista, ¿conducirá en los próximos años a un largo hundimiento general de los niveles de vida, cultura y civilización, como sucedió con el fin del Imperio romano, o a nuevas convulsiones, como las de los años treinta, anteriores a la Segunda Guerra, con movimientos de masas de protesta, fuertes manifestaciones racistas y xenófobas, y tendencias a escapar de la crisis con la destrucción de una guerra mundial? Todavía hay tiempo para evitar lo peor. Por lo menos, para abrir el paraguas…
Telescopio
El Buscón
El problema de los medios: En Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador
y Venezuela los gobiernos pelean con los medios controlados por la oposición,
que desempeñan un papel de partidos políticos. Argentina aprobó una ley de
medios, que hasta ahora está paralizada por los amparos ante la justicia.
Mientras, los dueños de grandes diarios, televisoras y radios intervienen
fuertemente en la vida política. La Nación y Clarín ponen como
noticia principal contra el gobierno que éste tuvo que sacar a Madres de Plaza
de Mayo de la construcción de casas de tipo social, que pasará a manos de los
alcaldes ante un desfalco en esa fundación, que es investigado por la justicia.
En Bolivia, El Diario protesta por el proyecto de ley de
telecomunicaciones que otorga al Estado 33 por ciento de las frecuencias, otro
tanto a las empresas privadas, 17 a los pueblos indígenas y otro 17 por ciento a
comunidades. Y en Ecuador, Hoy y El Comercio se publicaron con
espacios en blanco para protestar contra la aplicación al diario El
Universo, de Guayaquil, y según la ley, una multa de 40 millones de dólares
por calumniar al presidente Rafael Correa. Éste apeló el fallo y pide 80
millones de dólares de indemnización, que donará al proyecto ambiental Yasuní, y
tres años de prisión a los tres propietarios del medio y el editor de opinión y
autor de la nota incriminada. La Sociedad Interamericana de Prensa ve en las
leyes de medios ataques a la libertad de prensa.
* * *
Imposiciones de la economía: La inestabilidad del precio mundial de las
materias primas y la del dólar y el euro, y la incertidumbre sobre el futuro de
la moneda europea y la deuda gigantesca de Estados Unidos, preocupan a los
gobiernos latinoamericanos. El paraguayo ABC informa que la presidenta
de Brasil, Dilma Rousseff, declaró que
adoptará medidas durasen el caso de una crisis del euro o una cesación de pagos estadunidense. Brasil es el segundo acreedor mundial de Estados Unidos (el primer poseedor de bonos del Tesoro estadunidense es China). Por su parte, el venezolano El Universal reporta que el presidente Hugo Chávez declaró que
el modelo petrolero rentista debe cambiar, y el diario chileno La Tercera informa que Sebastián Piñera, que ya cambió su ministro de Educación, acaba de substituir también al de Energía pues Rodrigo Álvarez remplaza en ese cargo a Fernando Echevarría. Por último, el argentino Página 12 dice que en la negociación sobre exportaciones agrícolas entre Argentina y China, los responsables chinos dijeron que importarán poca cantidad de maíz pues han lanzado un plan para la seguridad alimentaria en todos los granos, que el país producirá.
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