Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 5 de abril de 2013

La posibilidad de una guerra con Corea del Norte es real, dicen expertos de Estados Unidos

La posibilidad de una guerra con Corea del Norte es real, dicen expertos de Estados Unidos

“La situación general es bastante grave, ya que ni Corea del Norte ni Corea del Sur pueden darse el lujo de dar marcha atrás, y ambos se están preparando para intensificar (sus posiciones)”, aseguró a Efe John Pike, de Global Security.
“Esta misma semana podría pasar algo”, alertó por su parte Stephen Donehoo, analista de McLarty Associates, quien consideró que la situación es tan tensa que cualquier “incidente pequeño” que pueda producirse de forma imprevista con militares en la frontera “puede provocar una guerra”.
Y eso es lo que mantiene “preocupadísimo” a Estados Unidos, según explicó por su lado Steffen Schmidt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa.
“Un incidente conllevaría una respuesta militar muy rápida y significativa por parte del Gobierno del sur, lo que requeriría entonces el apoyo de Estados Unidos”, en virtud del acuerdo de defensa bilateral suscrito entre ambas potencias, añadió este experto.
En este momento, sin embargo, la situación “no parece ser una amenaza alarmante para la ciudadanía estadounidense”, puntualizó.
No obstante, destacó que el nivel de “belicosidad” del Gobierno de Corea del Norte es “mucho más elevado” de lo que suele ser habitual cuando EE.UU. y Corea del Sur realizan sus maniobras militares anuales.
A su juicio, lo que el Gobierno norcoreano busca es dar una muestra de fuerza y elevar su capacidad de negociar nuevos acuerdos con Estados Unidos para lograr ayudas de alimentos y energía para el país.
Kim “está en una posición muy difícil”, afirmó a Efe el exmilitar y analista Jeffrey Gordon, quien consideró que el joven líder necesita mostrar una actitud de “mano dura” contra Corea del Sur, Japón y Estados Unidos “ante la población y sus generales”, ya que si no confían en su poder, “podrían dar un golpe de estado”.
La escalada se produjo después de las últimas sanciones internacionales a las que fue condenada en marzo Corea del Norte por la última prueba nuclear que realizó en febrero.
Gordon cree que el régimen de Pyongyang podría atacar un barco o un submarino pequeño, o llevar a cabo una acción militar semejante a la de 2010 cuando atacó la isla de Yeonpyeong y causó la muerte de dos civiles y dos militares del sur.
Sin embargo, este experto no cree que Corea del Norte cumpla su amenaza de atacar territorio estadounidense, ya que si cayera un misil cerca de la isla de Guam, territorio que se encuentra a unos 3.200 kilómetros de distancia, Washington “respondería con una acción militar”.
“No sería un bombardeo contra Pyongyang, porque hay muchos civiles, pero (EE.UU.) podría bombardear sus arsenales de misiles”, dijo.
A finales de marzo Kim ordenó la disposición técnica de “misiles estratégicos” para atacar en “cualquier momento” territorio de EE.UU., sus bases militares en el Pacífico, incluidos Hawai y Guam, y las de Corea del Sur, y anunció el final del armisticio con el que se dio por acabada la Guerra de Corea (1950-53).
El experto señaló que Corea del Sur suele mantener un umbral alto de tolerancia ante las provocaciones del Norte, pero la nueva presidenta, Park Geun-hye, ha indicado que “no va a tolerar ningún ataque”, por lo que esta escalada “es un juego peligroso entre ellos”.
Llegados a este punto, la “única posibilidad”, según Donehoo de McLarty Associates, es que China actúe de manera “muy firme” con Corea del Norte y le presione con las ayudas que reciben de su Gobierno.
Pyongyang recibe el 90 por ciento de su energía y el 50 por ciento de sus alimentos del régimen comunista chino.
“China es el único país que está en condiciones de decir algo a Corea del Norte”, aseguró el experto. EFE
 

Por primera vez en la historia, más estadounidenses (52%) apoyan legalizar la mariguana: Pew Research Center

Además, en un cambio que se considera un cambio drástico en esa sociedad, un 50 % de los habitantes de Estados Unidos considera que fumarla no es inmoral; en 2006, un 35 % pensaba que sí lo era.
Así lo dice un estudio elaborado por el Pew Research Center en Washington: no sólo un 52 % vería con buenos ojos el levantamiento de las sanciones federales, sino que una gran mayoría de los encuestados califica de pérdida de recursos la lucha contra su consumo.
Recientemente, Washington y Colorado votaron a favor de la despenalización del uso de la droga o que esté permitida con fines médicos, como en California, uno de los estados pioneros en donde conseguir marihuana es relativamente sencillo.
Pese a esa presunta libertad, no han sido pocos los centros de cultivo de la planta que han sido víctimas de las redadas federales en California, en una doble moral que hasta el Fiscal General del estado, Eric Holder, ha percibido y que espera corregir con una nueva legislación.
El mismo Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha mostrado ambiguo en su postura, con un acoso a los cultivadores que según muchos estadounidenses debería terminar.
Hasta la fecha son 24 estados y el Distrito de Columbia los que han dado luz verde a la marihuana de una u otra forma, una tendencia al alza que la encuesta sugiere que continuará de acuerdo a la voluntad popular.
El estudio además refleja el cambio de actitud de la generación de los “baby boomers” con respecto al uso de una droga que conocen bien, un público que hace una década no era partidario de legalizar la cannabis. En solo diez años se ha pasado de un 30% al 52 actual, señal de que la percepción y la mala prensa de la marihuana ya no es lo que era.
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Por primera vez en más de cuatro décadas de encuestas sobre el tema, la mayoría de los estadounidenses están a favor de la legalización del consumo de marihuana. Una encuesta nacional, publicada por el Centro Pew Research, considera que 52 % de los habitantes de Estados afirma que el uso de la marihuana debería ser legal, mientras que 45 % dice que no.
El apoyo a la legalización de la marihuana ha aumentado 11 puntos desde 2010, cita el centro de estudios sociales y medios de comunicación.
El cambio, expone la investigación, es aún más dramática desde finales de 1960: al final de esa década, en 1969, una encuesta de Gallup reportó que sólo 12 % de los ciudadanos favoreció el uso legalización de la marihuana, mientras que 84 % se oponía.
La encuesta realizada por el Centro Pew, realizada entre el 13  y el 17 marzo  entre 1,501 adultos, considera que los jóvenes son los que más apoyan la legalización de la marihuana. Un 65 % de los llamados Millennials –los nacidos entre 1981 y 1995– y quienes en la actualidad tiene entre 18 y 32 años– están a favor legalizar el consumo de marihuana, respecto al 36 % de 2008. Sin embargo, también ha habido un cambio notable en las actitudes a largo plazo entre las generaciones mayores, en especial los Baby Boomers, que son justamente padres de los Millennials.
La mitad un 50 % de los Baby Boomers están ahora en favor de la legalización de la marihuana, uno de los porcentajes más altos de todos los tiempos. En 1978, un 47 % de los Boomers favorecían la legalización de la marihuana, pero el apoyo se desplomó durante la década de 1980, alcanzando un mínimo de 17 % en 1990. Desde 1994, sin embargo, el porcentaje de Boomers que favorecen la legalización de la marihuana se ha duplicado, pasando de 24 % al 50 por ciento.
La Generación X, nacida entre 1965 y 1980, obtuvo la mayoría de edad en la década de 1990, cuando se produjo una amplia oposición a la legalización de la marihuana. El apoyo a la legalización de la marihuana entre los Gen X también se ha incrementado dramáticamente, según la organización: de sólo 28 % en 1994 al 42 % una década más tarde y el 54 % en la actualidad.
La Generación Silenciosa sigue siendo menos favorable a la legalización de la marihuana que los grupos de edad más jóvenes. Pero el porcentaje de Silents que favorecen la legalización casi se ha duplicado, pasando del 17 % al 32 % desde 2002, dice Pew Research Center.
El estudio revela que un porcentaje creciente de estadounidenses dicen que ha probado la marihuana. En general, el 48 % dice que nunca han probado la marihuana, en comparación con 38 % hace una década.
Aproximadamente la mitad de todos los grupos de edad, excepto para los mayores de 65 años, dicen que han probado la marihuana.
Alrededor de una de cada diez (12 %) dicen que han usado marihuana en el último año. Las diferencias de edad son mucho más pronunciadas cuando se trata del uso reciente de marihuana: el 27 % de los menores de 30 años dicen que han usado marihuana en el último año, al menos tres veces el porcentaje en cualquier otro grupo de edad.

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