Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 20 de mayo de 2013

Astillero- El engaño como «política pública»- Ajustes y reformas

Astillero
Pleito por el PAN
FC-Cordero vs Madero-EPN
Puebla y lo ciudadano
Territorios sin Estado
Julio Hernández López
Felipe Calderón ha dejado atrás cualquier pudor y ha salido a defender lo poco que le queda de poder: el enclave de familiares (la hermana Cocoa, la sobrina Mariana Gómez del Campo), ex subordinados (Ernesto Cordero, Javier Lozano, por ejemplos) y ex aliados agradecidos a los que instaló calculadoramente en el Senado, desde donde hoy están guerreando contra el neopeñista apasionado Gustavo Madero, en una pugna cruda por el control de los votos de blanco y azul en esa cámara, de la estructura partidista de la que desean botar al chihuahuense rejego y del proceso de negociaciones con el PRI-Peña Nieto en función del jugoso Pacto por México (cuyas regalías quieren los calderonistas para ellos y no para sus adversarios internos, los gusmaderistas).
 
Madero explora las posibilidades de quitar de la coordinación de los senadores panistas a la hechura de Calderón, Ernesto Cordero, a quien el entonces ocupante de Los Pinos habilitó como secretario de Hacienda, lo jugó fulleramente como presunto precandidato presidencial y lo colocó luego como senador, a quien ha tocado presidir la mesa directiva de su cámara conforme a la rotación anual acordada entre los tres principales partidos.

A pesar de su caracter relevante en el Senado, Cordero y el grupo calderonista han quedado fuera de los arreglos subterráneos cuya expresión pública es el Pacto por México. Parte del encanto corruptor de ese mecanismo tripartidista fue el salvavidas arrojado a dirigentes en predicamentos, como Jesús Zambrano y los Chuchos, amenazados por la posibilidad de escisiones rumbo a Morena, y el propio Madero, bajo ataque de la herencia calderonista encajada en el Senado.

Dado que no se entienden las dos facciones panistas, Madero pretende echar mano de la facultad estatutaria de nombrar y remover libremente a los coordinadores de las bancadas legislativas federales. Calderón hizo en junio de 2008 que Germán Martínez retirara de la coordinación de senadores a quien había sido su adversario por la candidatura presidencial, el foxista Santiago Creel, e impusiera al propio Madero, pero no sólo por pugnas internas sino en función de desagravio a las televisoras lastimadas por el mencionado Creel.

Ahora, Madero pretende quitar a Cordero, ante lo cual han brincado varios senadores panistas, arguyendo tener mayoría, y el propio Calderón, que ha reivindicado la importancia de lavar la ropa sucia en casa, ante lo cual un comentario autorizado es el hecho por Manuel J. Clouthier, hijo, en Twitter: “@FelipeCalderon cabrón irresponsable, cuando fuiste Presidente de la Republica te acabaste al PAN por no saberlo respetar!”

Astillas
 
El poblano Javier Palou García está considerando escribir un texto que se podría titular Mis 65 vomitivos días como precandidato. Resulta que el Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, lo invitó a participar como aspirante no partidista a diputado local en la entidad mal gobernada por Rafael Moreno Valle. El pasado 11 de enero, Palou se reunió con el citado Dante y comenzó a recorrer el camino aparente de la lucha hacia una diputación plenamente ciudadana, confiable por el historial del candidato. A finales de abril se fue enterando por los diarios locales de la probabilidad de que el Movimiento Ciudadano se aliaría a otros partidos (con el PAN morenovallista a la cabeza) para enfrentar al PRI, con lo que la citada candidatura sería desechada. Pidió información oficial al MC y nada le dijeron. Decidió demandar protección federal a sus derechos políticos, pero en el MC se negaron, en primera instancia, a recibir documentación, y trataron de darle largas para que se agotara el plazo legal para la presentación de esos recursos. Por lo pronto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha dado la razón al demandante y ha multado con 161 mil 900 pesos al MC por sus omisiones. Falta ver si restituirán en la candidatura a Palou, quien relata en http://bit.ly/17Q7Q4K parte de lo que ha vivido por creer en partidos y candidaturas, pues, dice: nunca antes había escuchado tantas mentiras en tan poco tiempo; ignoro si sea éste el lenguaje oficial de los políticos a quienes desde hoy llamo Mercaderes-Traficantes. Y es que uno nunca participó en política, ni militó en ningún partido, ni se ha desempeñado como funcionario público, por lo que no está acostumbrado a ello.
Foto
PLANTÓN MAGISTERIAL. Maestros pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación permanecen en plantón en el Zócalo capitalino
Foto José Antonio López
 
Los caprichos originales, el descuido posterior, y el permanente uso faccioso de los recursos públicos ha hecho que aquella Carretera del amor construida mediante influencias por el enamorado Diego Fernández de Cevallos para conectar Arandas con Tepatitlán, Jalisco, en honor a su joven amada Liliana León Maldonado, haya causado centenares de accidentes viales, varios con saldos mortales. Llena de baches, sin señalamientos adecuados y con un peligroso tramo de camellón, en los últimos cinco años han ocurrido cerca de 500 accidentes, de acuerdo con datos de la Cruz Roja de San Ignacio Cerro Gordo, citados en el reportaje de Julio Ríos en La Jornada Jalisco (http://bit.ly/Z5OhTb).
 
El diario español El País ha publicado un reportaje sobre La Ruana, en Michoacán (Guerra de pobres en Tierra Caliente), como ejemplo del control ejercido por bandos en México, sin gobierno ni instituciones con capacidad y autoridad para imponer la ley. En un recuadro, bajo el título Territorios sin Estado, se menciona que la acción de grupos criminales y otros intereses oscuros han logrado desestabilizar en los meses recientes los estados de Guerrero y Michoacán, generando una situación que se ha convertido para muchos observadores en la otra cara de la agenda de reformas del presidente Enrique Peña Nieto, tan elogiada internacionalmente (http://bit.ly/18a3VgI).
 
Y, mientras la Concanaco anuncia que del 15 al 18 de noviembre será el periodo de ventas bajo presuntas ofertas denominado El buen fin (ínfimas gangas; más bien, concesión de plazos para pagar, espejismo consumista para beneficio de los comerciantes), ¡hasta mañana con la gran Elena Poniatowska que sigue recibiendo felicitaciones por su aniversario, a las que se suma este tecleador!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
El engaño como política pública
Bernardo Bátiz V.
Me choca el término que algo tiene de tautológico y que, sospecho, tomó carta de naturalización en nuestro hermoso idioma, tan preciso y contundente, por alguna mala traducción, pero políticas públicas quedó incorporado al lenguaje que usan tanto nuestra burocracia como los medios de comunicación y precisamente la llamada clase política para indicar una línea, una voluntad de perseguir ciertos objetivos, de dar a las decisiones políticas una dirección específica.
 
Me parece que actualmente una política pública no expresada con claridad, pero si implícita en el ejercicio del gobierno, en los discursos en el Congreso y en muchas de las declaraciones de los dirigentes de los partidos nacionales con registro, es precisamente el engaño a los ciudadanos.

Se dice una cosa, se hace otra, pero se intenta a toda costa justificar lo que se hizo con declaraciones diversas, convenios, pactos y actos espectaculares dirigidos a los medios de comunicación y a través de ellos a embaucar a los destinatarios de las decisiones tomadas.

En el Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, escrito por el jurista español Joaquín Escriche a fines del siglo XVIII, que consultábamos los abogados del siglo pasado, se define política como el arte de gobernar, dar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y seguridad públicas y conservar el orden y las buenas costumbres.

Tal concepto, tan bien expresado y tan claro, ya poco tiene que ver con lo que conocemos ahora como política y con los escándalos, desfiguros y desplantes de legisladores, gobernadores y dirigentes partidistas. Es política en el concepto moderno, el duelo de acusaciones que se hacen priístas y panistas, queriendo, no refutar al contrincante, sino más bien demostrar que es peor y que sus tropelías son más escandalosas que la de la otra parte.

Se acusan, no con objeto de que se sancione a culpables de actos ilegales o de disposiciones indebidas de recursos públicos; lo que se busca es dañar la imagen del contrincante ante la cercanía de las elecciones, que están a la vuelta de la esquina; los priístas, usando para ello a un ex panista, acusan al ex priísta Yunes de enriquecimiento inexplicable, pero se sabe en el mundo de las notas de prensa y los escándalos que en realidad se trata de una venganza.
Se sospecha fuertemente de que el tal Yunes fue quien grabó y filtró conversaciones cínicas que descubren los planes para usar programas sociales con fines electorales; sí el me acusa yo lo acuso y de algo peor, de eso se trata y no de otra cosa.
 
La política pública más generalizada en nuestros días parece la del engaño; hablar de tal forma que no quede muy claro lo que se dice, ni mucho menos lo que realmente se pretende. Las cúpulas del sistema no quieren tener en el gremio de los maestros un sector rebelde y crítico de sus acciones y proponen una reforma educativa para meter en un puño a estos profesores nada dejados y muy inquietos, pero por supuesto, no se dice que para eso es la reforma sino que se sostiene que se trata de salvar al país componiendo los sistemas educativos que han estado por años abandonados.
 
Se tienen en la mira y en las expectativas personales de muchos políticos, contratos y comisiones jugosas en materia de energéticos y se impulsan reformas a la legislación constitucional y secundaria que declara a esas áreas como estratégicas, para que dejen de serlo en la práctica y sean susceptibles de apoderamiento por la iniciativa privada que nunca se sacia, pero que comparte un poco de sus ganancias con quienes abren la puerta a buenos negocios. Se pretende una cosa pero se dice otra.
 
Engañar es hacer creer a los demás una intención o una realidad inexistente; el arte de engañar está muy ligado a las actuales técnicas de la mercadotecnia y de publicidad. Su práctica evidentemente es contraria a la ética más elemental y su generalización en la política degrada a la sociedad, crea desunión y rompe los lazos mínimos de solidaridad que debe de haber entre los integrantes de una comunidad.
 
La palabra política se deriva del griego politeia, que significa ciudad; por la política los ciudadanos de las ciudades antiguas resolvían sus problemas y necesidades comunes, se identificaban entre sí y apoyaban para alcanzar los fines personales que el fin común les permitía, muy posteriormente, el concepto de política se pervirtió y se convirtió simplemente, en el arte de llegar al poder conservarse en él a toda costa.
 
Es indispensable para nuestro país rechazar enérgicamente ese concepto de política y volver a la fórmula antigua como arte de dar leyes y reglamentos para el bien de la colectividad y no para su manipulación y ocultamiento de la verdad; estamos viviendo en un sistema en el que prevalece la política pública del engaño, tenemos que suplirla por la política de la transparencia, la verdad y la congruencia entre el decir y el hacer.
FUENTE: LA JORNADA
Víctima-Hernández
Ajustes y reformas
León Bendesky
Cuando se considera el desempeño de una economía y se plantean medidas de política pública para afectarlo en una dirección determinada sea mediante ajustes, o de manera más firme con reformas, aparece inevitablemente el asunto de los plazos en que tales acciones pueden tener algún impacto.
 
Puesto que el comportamiento social es siempre cambiante –empezando por los cambios demográficos y las innovaciones tecnológicas–, y el crecimiento del producto no ocurre de manera ilimitada, sino de forma cíclica, pues enfrenta distintos límites, es más simple considerar el corto plazo (digamos hasta un año). Tratar el plazo largo es más difícil; es mayor la incertidumbre ya que en esencia el futuro es desconocido y más grande el grado de complejidad.

A largo plazo hay que considerar aspectos de índole estructural e institucional que son más rígidos y afectan las decisiones públicas y privadas para asignar los recursos disponibles del modo más productivo. La continuidad política es un factor determinante, pero que puede ser muy escaso en las sociedades con las formas actuales de la democracia. El mercado falla, el gobierno y los políticos también.

Estos son aspectos centrales en la formulación de las teorías y las políticas económicas. Se pueden manejar mejor las condiciones estáticas que las de naturaleza dinámica, mejor al análisis parcial que el de índole sistémico y mejor el corto que el largo plazo.

Una de las características de la crisis económica mundial es precisamente la dificultad política de atender las necesidades inmediatas como son el extendido desempleo y el castigo a los servicios sociales y las pensiones y, extender igualmente, la visión a largo plazo.

Tal fricción vuelve impracticable construir escenarios sistémicos que orienten las medidas de intervención, como pueden ser las políticas fiscal, monetaria, laboral, industrial o financieras. Todo esto se advierte claramente en la gestión de la crisis en la Unión Europea y, en particular, en la zona del euro. Después de cinco años esa zona se ha ido hundiendo hasta instalarse ya en una recesión económica y de estancamiento político.

Puede decirse firmemente y sin riesgo de candidez que Keynes tenía razón al sostener que era tan perverso como estúpido permitir que hubiera desempleo. También, como afirmaba, deben enfrentarse con indignación las mentiras políticas. Eso es otro de los fenómenos que están creciendo en las sociedades europeas y, ciertamente, no sólo en ellas.

Ha aparecido un debate al respecto que señala cómo ciertas posiciones políticas fuerzan los ajustes recesivos que afectan de modo primordial la capacidad del Estado para combatir la recesión, pues con ello pretenden aflojar las resistencias para las reformas que pretenden como resultado de la misma crisis. Este es un tema relevante para el análisis político y económico.
 
Desde esta perspectiva, ese sería el caso de la gestión que ha ido imponiendo rigurosa y consistentemente el gobierno alemán en la eurozona para imponer el tipo de ajuste que favorecen políticos, grandes empresas y los bancos. Así lo admitieron muchos países como pauta de gobierno: España, Francia, Italia y Gran Bretaña pueden ser considerados en ese grupo, pero tienen cada vez más dificultades para mantener las austeridad a ultranza.
 
Otros países como Grecia, Chipre o Portugal están de plano de bruces en la lona en un verdadero knock out. La situación es insostenible, las condiciones en las que esa región saldrá de esta crisis pueden ser muy distintas a las que se presentan en el ideario político dominante.
 
Eso no quiere decir que el capitalismo no sea un sistema provechoso para algunos o que esté herido de muerte. La crisis de referencia tiene un rasgo relevante y es la desigualdad con la que golpea a distintos sectores. No en balde el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos ha advertido abiertamente que se está gestando una nueva burbuja en los precios de diversos activos, por las actividades de esencialmente especulativas de los bancos para sacar ventaja de las políticas monetarias muy expansivas que mantienen bajas las tasas de interés.
 
Por otro lado, en todas partes se habla de carencia de créditos para las empresas de tamaño pequeño y medio y la concentración de los préstamos en los acreedores de mayor tamaño, para no afectar la rentabilidad del capital de las instituciones financieras.
 
Esto pasa en México en particular con los bancos más grandes, que no con los más pequeños. La iniciativa de reforma que se discutirá hasta septiembre en el Congreso quiere incidir en estos asuntos. Abre pues una puerta para un debate profundo sobre la arquitectura del sistema financiero del país. Hay una oportunidad para que los legisladores estén a la altura de tal debate, pues son muchos los elementos que se han presentado, pero no están necesariamente articulados para conseguir que el sector financiero se engarce positivamente con el crecimiento del producto.
 
Otra vez es relevante el plazo en el que las políticas deberán conseguir sus objetivos y el tipo de sistema financiero, económico, laboral, productivo y legal que dejaría establecido. La historia de reformas económicas recientes ha promovido un sistema financiero que propicia estabilidad macroeconómica, pero sin fuerza para crecer sostenidamente. Los datos recientes del desempeño productivo del primer trimestre del año vuelven a comprobar este hecho.
FUENTE: LA JORNADA
 

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