Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 29 de julio de 2013

Astillero- El secreto de Wirikuta- Agua: asuntos impostergables- México SA

Astillero
Operaciones bajo presión
EPN, al quirófano
Asesinan a vicealmirante
Bolivia y la Doctora Escopeta
Julio Hernández López
Foto
MUNICIPIO LIBRE. Este domingo, en la colonia Portales, el ex embajador boliviano Jorge Mansilla Torres ofreció una plática acerca de la soberanía latinoamericana
Foto Prometeo Lucero
 
La burbuja de convenido optimismo discursivo-mediático está en riesgo. El panorama económico es delicado, se descuadra lo político y se multiplican las protestas sociales (con dos ingredientes explosivos por potenciarse: la propuesta de reforma energética que ha hecho a la dúctil dirección perredista advertir de los riesgos de despertar al México bronco, y la relacionada con lo fiscal, en especial el tema de la extensión del IVA a medicinas y alimentos, filtrada por fuentes oficiales a Reuters con fines exploratorios y preparatorios) y se agrava el punto de la violencia y la inseguridad públicas, con Michoacán como zona nuevamente en guerra (Sedena, Marina y Policía Federal tienen grupos de élite, helicópteros y vehículos especiales volcados en esa entidad) que probablemente subirá de nivel (cada vez más venganzas, masacres y abierta violación de derechos humanos; ya hay poblaciones tomadas por las fuerzas federales para ir estrangulando a los Caballeros templarios) a consecuencia de los asesinatos en emboscada de miembros de la PF y, ayer, de un vicealmirante y jefe de zona naval de la corporación hasta ahora casi intocable, la encargada predilecta de las operaciones especiales, la Marina tan apreciada por los órganos estadunidenses de inteligencia y acción en México.
 
Sin embargo, las operaciones de ocupación de Michoacán y el tembloroso panorama político, económico y social le han parecido a Enrique Peña Nieto el mejor momento para desahogar una exigencia médica pospuesta desde que siete u ocho años atrás, según su propio relato, se enteró de la existencia de un nódulo que habrán de retirarle este miércoles en una sesión quirúrgica que durará una hora y media en un hospital militar pero que al mismo paciente, con un plausible buen ánimo, le parece poco riesgosa: No es grave. Lo que me dicen los médicos es que no es un tema de gravedad ni nada. Simplemente yo lo he venido posponiendo y creo que ya es un buen momento por hacerlo por propia recomendación médica, dijo a reporteros que lo acompañaban el pasado jueves en una gira de trabajo.
 
Es positiva la disposición informativa del ocupante de Los Pinos respecto a su condición de salud (ya antes tuvo éxito en la estrategia con que enfrentó en plena campaña presidencial sus problemas de paternidad fuera de matrimonio). Otros políticos han optado por una sistemática opacidad a pesar de evidencias de sus males. Un caso reciente es el de Fausto Vallejo, quien aún se aferra, con una licencia indefendible, al título de gobernador de Michoacán, aunque desde que era candidato y durante el ejercicio del cargo se hablaba con insistencia de su salud quebrantada que oficialmente era negada.
 
Las operaciones militares bajo presión de un cártel en resistencia (cuyos templarios jefes creen que la acometida federal y los grupos de autodefensa buscan desalojarlos para que entren los grupos favoritos de este sexenio) y la operación quirúrgica de quien ejerce el máximo poder nacional se agregan al cuadro de preocupaciones que vive el país.
 
Ha muerto Bertha Muñoz Mier, la profesionista que orgullosamente asumió y ejerció el sobrenombre de presunta descalificación que los ejecutores de la guerra sucia del entonces gobernador Ulises Ruiz le adjudicaron: Doctora Escopeta. No quiso homenajes y su visión fue altamente crítica respecto de las cúpulas sindicales de la sección 22 del magisterio, del oportunismo de ciertos líderes sociales y del destino que tuvo lo que fue la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO). Pero la lucidez de sus análisis no significó arriar banderas ni descreer de la necesidad de la lucha popular.
 
Respecto a uno de los momentos más difíciles para la Doctora Escopeta, el entonces embajador de Bolivia, Jorge Mansilla Torres, hizo llegar a esta columna, el pasado 18 de junio (luego de que aquí se informara del difícil estado de salud de Muñoz Mier), el siguiente relato:
 
“En los críticos días de la represión del gobierno de Oaxaca contra la APPO, un emisario de ella tomó contacto con la embajada de Bolivia a mi cargo para solicitar el otorgamiento de asilo político en nuestra sede diplomática y la posibilidad de un pronto viaje de salida como exiliada. Fui a verla en su clandestinidad, en un lugar del Distrito Federal, y supe que, en efecto, tenía su seguridad en grave riesgo y que la buscaban para reprimirla por su participación en la resistencia revolucionaria.
 
“Con la serenidad del caso y la confianza que hay entre compañeros le dije que tramitar ante el gobierno transicional Fox-Calderón un permiso de viaje para una asilada política implicaba el agravamiento de su situación personal. Dentro de lo previsible, el eufórico régimen panista iba a negarnos tajantemente el permiso de viaje, aduciendo que en México no había persecución política. Ese trance, además, iba a exhibirla más peligrosa y públicamente.
 
“Le transmití, como sugerencia, una instrucción recibida de mi cancillería. Ella viajaría a Bolivia en calidad de invitada especial del gobierno de Evo Morales para involucrarse en programas de prevención epidemiológica y se le entregaría una carta con ese tenor. Esa alternativa podría habilitarle, además, la opción de retorno a México para cuando ella deseara, sin haber sido fichada como ‘exiliada’.
 
Aceptó la doctora Muñoz Mier y así ocurrió, afortunadamente. Se selló su pasaporte y fue acompañada discretamente hasta el aeropuerto, desde donde ella pudo salir de México sin observaciones. Vivió en La Paz, viajó por el país y retornó a Oaxaca tras haber colaborado en el proceso de cambios de Bolivia con su talento médico y su gran compromiso político, gestos que agradecemos.
 
Y, mientras son analizados los discursos, hechos y gestos del papa Francisco en Brasil, con acento en favor de los marginados y crítico de su propia Iglesia, ¡hasta mañana, con el PRD preparando una consulta sobre lo energético con riesgo de acabar en coartada para facilitar negocios sin modificaciones constitucionales!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
El secreto de Wirikuta
Hermann Bellinghausen
El oro, como la guerra, es enfermedad e insensatez recurrente en las civilizaciones humanas. Igualmente inexplicables, oro y guerra siempre son instrumento y patrimonio de los dominadores, con frecuencia ladrones, asesinos y falsarios. En muchos aspectos la humanidad ha progresado, pero en estos dos no ha hecho sino empeorar, degenerarse e irradiar tal degeneración a las culturas y al planeta, hasta grados de riesgo que hoy desafían la imaginación. Escribe el poeta francés René Char: Ha comenzado la agonía de una Tierra que era bella, ante la mirada de sus volatineras hermanas y en presencia de sus hijos insensatos. Es aquí donde Wirikuta importa. En su espejo podemos aprender cómo parar esa agonía, para no verla despeñarse en la destrucción irreversible (¿una más?) de un lugar no sólo sagrado y simbólico, sino también un prodigio único de la naturaleza; y todo por el maldito oro, que sale de las entrañas de la Tierra para irse a guardar, vergonzante y codicioso, en bóvedas bancarias de Londres o Zurich. Si al oro le gusta estar bajo tierra, ¿para qué sacarlo? Ah sí, para hacer dinero, ganar. Eso, y nada más. Una muy mínima cantidad se usa de adorno. Así de insensato.
 
Pocos kilómetros al norte del Trópico de Cáncer, en el altiplano potosino se localiza un muy particular enclave del vasto desierto chihuahuense conocido como Desierto de Coronado. No se deje usted engañar por el nombre: no tiene nada de desierto, es más bien una plana, frondosa y palpitante selva de baja estatura, donde se concentra la mayor biodiversidad de cactáceas del planeta, según el documento Wirikuta, defensa del territorio ancestral de un pueblo originario. Mesa técnica-ambiental (2013). Es mucho más que un desierto: es un jardín.

En pleno siglo XXI, cuando la naturaleza reside in vitro, arrinconada o en reservaciones, aún hay sitios donde la vida es capaz de recomenzar por sí sola continuamente. Pueblo afortunado (aunque lo postulen para la Cruzada contra el Hambre), el wixárrika (o huichol) lo ha caminado y reverenciado durante al menos dos mil años, si bien su trazo civilizatorio data de hace nueve mil años en las sierras occidentales, y de cinco mil el consumo humano de jíkuri (conocido como peyote por lo que fue el neologismo azteca para ese fantástico fruto que las culturas seminómadas del norte pusieron al centro de su existencia espiritual y cultural, materializada en el maíz de todos los días: coras, tepehuanes, mexicaneros, rarámuri, y con lealtad ininterrumpida, los wixaritari radicados en los actuales Jalisco, Nayarit y Durango).
Sirva acaso para tentar el corazón nacionalista de quienes lo conserven todavía el dato de que Wirikuta es casa del águila real, la del escudo mexicano, la que habría indicado el islote que sería Tenochtitlán. Los futuros aztecas venían de allá, del norte, tenían un idioma primo de los wixaritari. Paradójicamente éstos (wirras los apodan sus amigos, que los tienen en todo México y muchas partes más; igual que el desierto: un lugar con amigos, sí), al menos en tiempos históricos, nunca han habitado ni poseído el desierto, ni han reclamado propiedad. Es de nadie, y de todos el derecho a caminarlo y sostener encuentros con el cacto de la lucidez y el entendimiento.
 
Quienes sí han poblado la región, también por siglos, son los herederos de pueblos guachichiles y chichimecas, hoy amestizados y con escasa identidad indígena, sólo campesina. Viven –en ranchitos y parajes cerca de los tanques de agua– la vida lacónica y seca del desierto donde la milpa sale pero cuesta y las cabras merodean antes de terminar como cabrito asado en Monterrey. Donde el agua es escasa y se atesora más que si fuera oro. Ellos han convivido con el jardín de Wirikuta en armonía. Y curiosamente no consumen el jíkuri que crece en sus propios terrenos, aunque conocen la inusual riqueza farmacológica de las gobernadoras, biznagas y raíces de esta tierra extravagante y misteriosa. Se trata pues de un sitio natural conservado en interacción ancestral con los seres humanos, algo que no cuadra con los criterios conservacionistas que sustentan las políticas del Estado. Desmiente la necesidad de vaciar de humanos, con fines de conservación, lugares como Montes Azules en la selva Lacandona (donde yacen importantes ruinas prehispánicas y al menos una ciudad maya: Tzendales).
 
El peligro brutal que amenaza y ya muerde el jardín es la explotación minera. El gobierno ha entregado cerca de un centenar de concesiones en la Sierra de Catorce y en su Bajío a empresas en su mayoría extranjeras, dice el documento citado. Y aunque la extracción de oro y plata es aún incipiente, los proyectos en curso arruinarán el agua escasa, la flora extraordinaria, la funa única, la irradiación mítica que determina la espiritualidad y la historia de un pueblo respetable, admirable y vivo. Quizás no debamos tomar a la ligera la idea de que aquí, en Wirikuta, los dioses comenzaron el mundo.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 El capitalista salvaje-Hernández
Agua: asuntos impostergables
Iván Restrepo
En marzo pasado, el Ban­co Mundial dio a conocer un estudio en el que califica de crítica la situación de los recursos hídricos en la ciudad de México y 23 municipios conurbados. Afirma que, por pagar solamente la mitad de lo que en realidad cuesta el servicio de agua, la derrochan muchos de los que allí viven. En promedio consumen 300 litros cuando en otras ciudades poco más de 100 litros bastan para cubrir las necesidades de una persona. En Monterrey el promedio son 130. Y como el subsidio al consumo es elevado en la capital del país y áreas vecinas no hay presupuesto suficiente para mejorar la infraestructura de abastecimiento. Ello ocasiona que la población de más bajos recursos tenga que pagar dinero extra para disponer de agua. El Banco Mundial calcula esa erogación en 28 mil millones de pesos al año.
 
Por su parte, los especialistas en el tema califican de insostenible e irracional el modelo de manejo del agua y las abismales diferencias de abasto entre los usuarios de colonias ubicadas en Iztapalapa y las partes altas de Ecatepec, por ejemplo, y los de altos ingresos de Las Lomas, Huixquilucan, el Pedregal y Polanco. Agregan la mala calidad de líquido en varias zonas de la capital o en Valle de Chalco.

Pese a la limitación de recursos públicos provenientes del pago por el servicio de agua, para mejorarlo se construirá una tercera línea de abastecimiento del Sistema Cutzamala. Tendrá 75 kilómetros de longitud, costará unos 5 mil millones de pesos y debe terminarse al finalizar el sexenio. Dicho sistema cuenta con siete presas para almacenar agua de lluvia y proporciona desde hace tres décadas 14 litros por segundo al Distrito Federal y Toluca. La nueva línea permitirá atender emergencias en caso de ruptura de las dos actuales y efectuar labores de mantenimiento sin interrumpir el servicio.

Hay otros proyectos hidráulicos en la zona metropolitana de la ciudad de México que comienzan este año. Entre ellos destacan: 1) la construcción del sistema para potabilizar el caudal de lluvia captado en las presas Madín y Guadalupe, ubicadas en Atizapán y Cuautitlán, a fin de destinarlo a los municipios conurbados; 2) el túnel paralelo al emisor poniente, que evitará inundaciones en varias colonias de Tlalnepantla, y 3) reforzar el Canal de la Compañía en Valle de Chalco para que la autopista México-Puebla y áreas aledañas no se conviertan de nuevo en inmenso lago. También entrará en funciones la entidad gubernamental encargada del desalojo de las aguas negras del valle de México.
 
Las obras anteriores son necesarias. Pero también urgen los archiprometidos programas que eviten el derroche de agua por los usuarios de mayor poder adquisitivo y para reducir las elevadas pérdidas de líquido que se registran en la red de distribución. Oficialmente se calcula en la cuarta parte del caudal que se inyecta a la red.
 
Impostergable es igualmente recargar el acuífero con la abundante agua de lluvia que registra la cuenca de México. Una promesa que se repite sexenio tras sexenio. Ese acuífero se sigue sobrexplotando, lo que origina graves problemas, entre ellos el hundimiento de la región, lo cual explica en parte la ruptura de tuberías. El hundimiento alcanza ya niveles críticos en la zona de Xochimilco y Valle de Chalco. Bien que el gobierno se organice para sacar las aguas negras, pero igual se requiere tratarlas para destinarlas a diversas actividades y, a la par, conservar las áreas de recarga. En la ciudad de México las autoridades buscan que las destruyan la industria de la invasión, pero no ocurre igual en los municipios conurbados.
 
Todo lo anterior debe enmarcarse dentro de una política global de planeación y desarrollo urbano. Aunque recién se anunciaron los lineamientos de la que regirá en el actual sexenio sigue brillando por su ausencia en la cuenca de México y en las zonas metropolitanas de Guadalajara, Monterrey, Puebla, León, Toluca y Xalapa, por ejemplo. Sin ella cada día será más grave el problema del agua y otros servicios básicos, lo que se reflejará en una menor calidad de vida de una población que no cesa de crecer.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
México SA
Ya viene: IVA al vicio de comer
Mayor carga = menor ingreso
Pobres: inventario actualizado
Carlos Fernández-Vega
Foto
Trabajo infantil en pleno Paseo de la Reforma
Foto Alfredo Domínguez
 
Preparaos, mexicanos pagadores y silenciosos, que ya viene, ya está aquí, la nueva acometida en contra de su de por sí escuálido bolsillo. Ya los genios de la tecnocracia nacional encontraron el modo de disminuir, aún más, el ingreso de la mayoría, y la fórmula no es otra que clavarle el impuesto al valor agregado (IVA) a medicinas y alimentos, renglón el último al que los felices habitantes más pobres de este país ahora destinan casi la mitad de lo que a duras penas llegan a obtener.
 
De acuerdo con los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares –correspondiente a 2012– el 10 por ciento de la población más pobre obtiene un ingreso mensual promedio de 2 mil 332.33 pesos, de los que, hasta ahora, destina mil 82.20 pesos a la compra de alimentos (con el remanente, se supone, cubre sus necesidades de viviendas, transporte, salud, educación, cuidado personal y una larga lista de etcéteras, lo que sin duda motiva su felicidad, según la OCDE).
 
Pues bien, si los genios tecnócratas logran que el Congreso apruebe el cobro del IVA en medicinas y alimentos (y todo indica que los legisladores lo harán), esa misma población deberá destinar 173.15 pesos mensuales más al mismo fin, pero sin obtener a cambio más alimentos. Así, con 16 por ciento de gravamen (en el supuesto que esa sea la tasa a aplicar, porque ya se habla de 19 por ciento), el gasto anual por el concepto referido sumaría 2 mil 77.80 pesos, o lo que es lo mismo, el equivalente a casi un mes de ingreso, de tal suerte que para atender el capricho de la tecnocracia este segmento poblacional laboraría 12 meses al año, pero obtendría un ingreso equivalente a 11 meses, porque el doceavo se lo quedaría Hacienda.
Así, cualquier aumento salarial (que suele ser, si bien, de la proporción en que crezca la inflación oficial) queda totalmente cancelado, y la población sale debiendo. De hecho, con el inenarrable Felipe Calderón en Los Pinos, el ingreso en los hogares mexicanos se redujo 12.75 por ciento durante el sexenio pasado y el de cada persona disminuyó 7.12 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), elaborada por el Inegi (La Jornada, Miriam Posada). Entonces, como el ingreso de los jodidos es muy alto, es necesario darle otro pellizco y qué mejor que sea con el IVA a medicinas y alimentos.
 
De vieja data es la intención gubernamental (aquí léase la dupla PRI-PAN) de pasar a cuchillo fiscal a todo aquel que mantenga el anti modernista vicio de comer y/o de enfermarse, pero hasta ahora sus esfuerzos resultaron vanos, sin demeritar sus logros en la materia (por ejemplo, la tasa de IVA se incrementó temporalmente de 10 a 15 por ciento en 1995 –quién no recuerda la Roque señal– y la temporalidad sólo concluyó con Felipe Calderón cuando, en 2008, los legisladores aumentaron dicha tasa de 15 a 16 por ciento, también, claro está, de forma temporal).
 
Y en cada aumento y/o creación de impuestos, el compromiso gubernamental es el mismo: lo que se capte se destinará a impulsar la economía, a generar empleo, a superar la pobreza, a mejorar el nivel de bienestar de los mexicanos y a defender a los que menos tienen. Pasan los años, aumenta la carga tributaria a los de siempre, y la economía se mantiene en el suelo, los empleos inexistentes, la pobreza al alza, el nivel de bienestar en declive permanente y los que menos tienen son los que más pagan por los platos rotos. Entonces, con el IVA en medicinas y alimentos –impuesto totalmente regresivo–, ¿quieres que te lo cuente otra vez?
 
Qué más da, pues, que los adictos a la comida paguen impuestos por mantener su vicio. Entre el gobierno y los partidos políticos (los cuales, por cierto, están exentos de no pocos impuestos) decidieron que la mejor forma de reducir la pobreza es exprimir aún más a los pobres. No muy lejos de la práctica de Antonio López de Santa Anna (su “Alteza Serenísima decidió cobrar impuestos por ventanas y puertas, así como por la tenencia de perros), el partido en el gobierno (el PRI, que debería modernizarse y cambiar sus siglas por PNI, es decir, Partido Neoliberal Institucionalizado) ha decidido que comer es un lujo, y enfermarse también. No pasará mucho tiempo para que se apruebe un gravamen por respirar, por mucho que el aire esté más contaminado que la clase política nacional.
 
A estas alturas, y de manera oficial, alrededor de 28 millones de mexicanos (el dato es de 2010) no cuentan con suficiente ingreso como para comer tres veces al día y de forma nutritiva. Uno de cada cuatro no tiene con qué, y tendrá menos cuando deba pagar un impuesto adicional. Es previsible, pues, que ese terrorífico inventario se incremente sustancialmente con la decisión gubernamental de aplicar IVA a medicinas y alimentos. Tampoco hay que olvidar que 65 por ciento de la población ocupada obtiene, si bien va, ingresos inferiores a tres salarios mínimos y que, por obvias razones, verán mermado su de por sí escasísimo ingreso.
 
Al mismo tiempo, dos de cada tres mexicanos no tienen acceso a las instituciones públicas de salud (IMSS, Issste, Secretaría de Salud, etcétera), es decir, no tienen derecho a recibir medicinas gratuitas. En 2012 las ventas totales de medicamentos de uso humano ascendieron a poco más de 143 mil millones de pesos (informe de la Canifarma). Con base en ese monto, el erario captaría alrededor de 23 mil millones de pesos con la aplicación del IVA (con una tasa de 16 por ciento), 40 por ciento de los cuales provendría del sector salud (el mayor comprador de medicinas en el país).
 
El citado monto anterior ¿es muy elevado o muy bajo? Saquen conclusiones con el dato siguiente: durante su estancia en Los Pinos, Felipe Calderón gastó alrededor de 30 mil millones de pesos en propaganda, y fue uno de los que insistió en aquello de IVA a medicinas y alimentos, pero gastó una carretada de dinero público en su fallida promoción. Lo mismo en el caso de los alimentos. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, en 2012 el erario dejó de captar cerca de 146 mil millones de pesos por no gravar estos productos con IVA, pero como el gobierno no quiere pleito con las trasnacionales de la chatarra (por ejemplo, Bimbo-Marinela-Barcel, Pepsico-Sabritas, Femsa-Coca-Cola), las mantiene como productoras de alimentos, es decir, sin IVA.
 
En fin, no cabe duda que los mexicanos están a punto de ser aún más felices.
 
Las rebanadas del pastel
Y para documentar nuestro optimismo (Monsiváis dixit), el Coneval actualizará hoy el inventario de pobres en el país, con base en la ENIGH 2012, la cual, de entrada, documenta la fuerte caída del ingreso de los mexicanos.
Twitter: cafevega

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