25 de junio de 2011
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Alumnos de secundaria son aprovechados para armar propaganda de Eruviel Ávila
Análisis De Discursos (Debate Encinas, Eruviel, Bravo Mena - AdQat)
Esparza: hemos denunciado grupos paramilitares del gobierno
Omar Esparza, víctima del crimen organizado en México, en entrevista para teleSUR, señaló que la falta de impartición de justicia por parte de las autoridades competentes en ese país, exhibe la falta de voluntad política y de interés para encontrar solución de miles de casos que esperan justicia. Esparza agrego que las instituciones no han tenido la capacidad de brindar protección y resguardo a los denunciantes de delitos. TeleSUR
Virgilio Caballero Medios de Comunicación y Democracia
El monólogo
Luis Javier Garrido
El fracaso del movimiento de Javier Sicilia para hacer valer la exigencia nacional de poner fin a la guerra criminal que Felipe Calderón ha impuesto a los mexicanos no significa que la maquinaria criminal del régimen no se pueda detener a corto plazo.
1. La lógica de violencia militar contra el pueblo de México, que no es contra el crimen organizado, llamada mentirosamente “guerra contra el narco”, acordada en 2006 por el grupo de Felipe Calderón y el gobierno republicano de George W. Bush, entre otras cosas para tener en la silla presidencial de México a quien no había ganado las elecciones, tiene como objetivo someter a los mexicanos a fin de poder imponer a fondo el modelo neoliberal y los intereses de Washington y del capital trasnacional, y no combatir el narcotráfico, que es un negocio de Estado, de ahí que uno de sus objetivos colaterales sea precisamente la muerte de miles de inocentes, y esto al parecer no lo quisieron entender los integrantes del movimiento fundado por Sicilia.
2. El encuentro llevado a cabo ayer 23 de junio en el Castillo de Chapultepec entre el novelista y poeta Javier Sicilia e integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, por un lado, y Felipe Calderón y algunos de sus colaboradores en el gobierno ilegítimo, por el otro, podría ser visto por algunos dirigentes de dicho movimiento como un pírrico triunfo porque lograron que se pudiera escuchar a través de un canal de la televisión por cable, durante poco más de tres horas, la voz de la inconformidad social o porque exhibieron a Calderón repitiendo hasta la saciedad sus tonterías, pero en realidad constituyó en los hechos un rotundo fracaso para Sicilia y sus compañeros, que aparecieron al terminar el mismo como plenamente subordinados al gobierno criminal que pretendían impugnar, relegados al papel de colaboradores de éste en comisiones de seguimiento de sus demandas en el marco de la lógica militarista a la que decían oponerse, y sobre todo, como incapaces para hacer valer lo mínimo que se habían propuesto, que era exigir con fuerza y dignidad un alto a la guerra.
3. La incapacidad hasta ahora de quienes desde ese movimiento anunciaron que se proponían terminar con la guerra de Calderón, a la que ahí mismo en Chapultepec varios de ellos calificaron como atroz y sin sentido, irracional e injusta, está en la caracterización equivocada de lo que es el gobierno ultraderechista y entreguista de Calderón, pero también y sobre todo en la injerencia que han tenido al interior de dicho movimiento políticos de la derecha dirigentes de varias ONG católicas y vinculados al régimen panista.
4. El encuentro estaba destinado al fracaso de antemano, ya que la dirigencia del movimiento pretendía absurdamente, por la vía del diálogo, convencer al gobierno panista de facto de terminar con la guerra que lleva a cabo, cuando ésta responde a los intereses económicos y políticos del grupo en el poder, y la única posibilidad de supervivencia política de Calderón y de poder imponer a su sucesor en el 2012 es precisamente el extremar la violencia y el clima de terror en el país, como lo está haciendo en Michoacán con el sueño de imponer a su hermana en la gubernatura, olvidándose además los inconformes que esta guerra impuesta al gobierno panista desde el exterior, la dirigen ya las agencias de Washington, y que Calderón y su grupo no tienen capacidad de decisión sobre su futuro. No obstante lo cual, haciendo prevalecer un supuesto espíritu cristiano, persistieron en este escenario del diálogo que les resultó fatal.
5. La exigencia más fuerte de Javier Sicilia, que fue la de demandarle a Felipe Calderón le pidiera perdón a la nación por su guerra, fue así retomada por éste, que no dejó en ningún momento el tono de chacota que le caracteriza, ni ante el dolor expresado por varios integrantes del movimiento, señalando que en todo caso podría pedir perdón por no haber sido suficientemente eficaz en su guerra.
6. Calderón logró capotear a lo largo de esas más de tres horas a las voces del movimiento fundado por Sicilia y transformarlo al final en su discurso demagógico en un grupo que está de acuerdo con él en lo fundamental, sin que nadie le contradijera, y que en lo sucesivo va a trabajar con él; es decir, que los criminales son los otros, que los responsables de todo son los gobiernos del PRI en el pasado y los gobiernos locales y municipales, y desde luego los jueces, pero nunca su gobierno, por más que se haya hablado de las vinculaciones del régimen panista con el narco. Del diálogo se pasó al monólogo, no en balde Sicilia y sus amigos están apoyando la contrarreforma electoral calderonista, incluyendo la relección inmediata de diputados y senadores, que con el pretexto de crear instituciones democráticas lo que busca es hacerlas inexistentes, y en relación con la guerra le piden a Calderón que cree un organismo ciudadano para vigilarlo: una vez más, la confusión de lo público y lo privado.
7. De lo acontecido en Chapultepec, muchas cosas se recordarán: las voces dolientes de Araceli Rodríguez Nava, Norma Ledesma y María Elena Herrera hablando de la irresponsabilidad del gobierno y de su complicidad con la injusticia, o la del indígena Salvador reclamando el fin de la represión y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés. Pero sobre todo la de Julián LeBaron, de Chihuahua, reclamándole a Calderón sus mentiras en torno a la justicia que dice se ha hecho sobre los crímenes de sus familiares, pues ahí aparece un punto crucial de todo: buena parte de los crímenes contra el pueblo han sido cometidos por lo que Calderón llama bandas criminales, que no son otra cosa que los grupos paramilitares organizados por su gobierno: de ahí la impunidad.
8. Diversas plumas han sostenido que tras la caravana del consuelo de Cuernavaca a Ciudad Juárez (4-10 de junio) se escuchó la voz de los dolientes, pero lo cierto es que en los medios la única voz que se escucha sigue siendo la del poder, y tras lo acontecido en Chapultepec aparece la responsabilidad de Sicilia y de sus compañeros. ¿Cómo puede un movimiento que entre otras cosas pretende democratizar al país oponerse a la democracia al interior del mismo, como lo hicieron sus dirigentes, tras las mesas de Ciudad Juárez, que iban a servir para definir sus objetivos, y ellos se negaron a acatar los acuerdos que ahí democráticamente se tomaron para poner fin a la guerra?
9. Los acuerdos de exigir un juicio político a Calderón, de demandar el fin inmediato de la Iniciativa Mérida y de cancelar toda injerencia de las agencias de seguridad de Washington en los asuntos de México fueron suprimidos de un plumazo por la cúpula del movimiento, y uno de sus dirigentes, Emilio Álvarez Icaza, se dedicó en una campaña en los medios a descalificar a quienes los sostuvieron como extremistas y ultras.
Las 24 horas en que Sicilia perdió su Caravana: “Por favor, acordemos cosas constructivas”
El contenido del Pacto por la Paz firmado en mayo creció en Ciudad Juárez casi al doble por las demandas que surgieron de los grupos más radicales.
Viernes 10 de junio. Juárez, Chihuahua. Campus de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Diez de la mañana. Miembros de la Caravana del Consuelo están a punto de iniciar discusiones en nueve mesas de trabajo. Las deliberaciones pretendían enriquecer el Pacto Ciudadano por la Paz con Justicia y Dignidad firmado en la Ciudad de México el ocho de mayo pasado.
En un patio ubicado a las puertas de un edificio del campus, parado a la sombra frente a decenas de personas —en su mayoría, jóvenes—, un hombre alto, delgado, de pelo cano, piel clara, mirada chispeante y sonrisa frecuente, hablaba, casi suplicaba con voz pedagógica: “Tenemos que ser constructivos, no destructivos como ellos (se refería a los gobiernos, a los criminales). Somos un movimiento por la paz, constructivo, de resistencia civil pacífica. Sobre la base de los seis puntos que contiene el Pacto que firmamos en mayo, debemos ser propositivos. Los agravios que la gente sufre no deben impedirnos proponer cosas realizables, que se puedan conseguir. Tenemos pocas horas para debatir, busquemos la unidad en los puntos fundamentales y no nos detengamos en las diferencias. Mantengamos el espíritu de conciliación entre nosotros y de cambio hacia el exterior con una agenda en la que se puedan conseguir cosas, en vez de pedir todo y no lograr nada”.
El hombre de discurso bien articulado, que era escuchado con atención por el poeta Javier Sicilia y el ex ombudsman capitalino Emilio Álvarez Icaza, era Pietro Ameglio: un hombre que nació en Italia en 1958 y que hoy es mexicano por naturalización. Profesor de Historia Contemporánea en la Universidad La Salle de Cuernavaca, Morelos, es especialista en movimientos de derechos civiles, en particular aquellos pacíficos, los inspirados en la filosofía de la no-violencia que practicaba Gandhi. Tiene un libro que se llama Gandhi y la desobediencia civil. México hoy (México, Plaza y Valdés, 2002).
SORPRESA, ESTUPEFACCIÓN Y MOLESTIA
Al interior del Movimiento por la Paz encabezado por Sicilia, varios miembros consideran a Ameglio como el artífice de la resistencia civil pacífica que enarbola la Caravana del Consuelo. Se trata de un tema sobre el cual es experto. Pero ese día Ameglio había intuido que los grupos más radicales de Ciudad Juárez, y unos más que venían de otros estados, podían tomar el control de las mesas. Y así ocurrió…
Por la noche, después de las 10 de la noche, cuando en la Plaza Juárez de la ciudad se empezaba a leer el Pacto supuestamente enriquecido por lo discutido en las mesas del campus universitario, las caras de Sicilia, Ameglio y de Álvarez Icaza mostraban desa- cuerdo. Desaprobación. Molestia, incluso, evidenciada en sus gestos cuando una oradora leía lo que se había debatido en la Mesa 2: “Fin de la estrategia de guerra. Seguridad ciudadana con perspectiva de derechos humanos. Exigencias: 1. Exigimos el fin inmediato de la estrategia de guerra, la desmilitarización de la policía, el retiro del fuero militar, que se cancele la Iniciativa Mérida, y…”. Hasta ahí todo era casi igual a lo plasmado en el Pacto de mayo, pero la oradora agregó: “… y el regreso del Ejército a los cuarteles…”.
Los gestos de los tres hombres eran de sorpresa, de estupefacción. De rechazo. Sicilia movía la cabeza en ademán de negación. Y es que el poeta había repetido una y otra vez en las plazas que el ideal era que las Fuerzas Armadas regresaran a los cuarteles, sí, pero no de inmediato porque el resultado sería peor: se tenía que reordenar y capacitar primero a las policías. De otra forma en muchos lugares del país la ciudadanía quedaría a merced de los criminales.
Minutos después Ameglio dejaba el templete y caminaba acompañado por otro miembro de la Caravana rumbo al lado contrario de la plaza —justo por donde MILENIO Televisión acababa de transmitir en vivo—, y al paso le soltaba una elocuente frase a su acompañante: “Los Zetas van a estar felices…”.
El día después, en El Paso, Texas, luego de un mitin con exiliados por la violencia, Sicilia y Álvarez Icaza evidenciaban su molestia. “Nunca se pidió eso (el regreso del Ejército a los cuarteles). Si el Ejército fue sacado de manera irresponsable a esta guerra, y esa decisión visceral del Presidente ha causado 40 mil muertos, no podemos en este momento regresarlo de la misma forma impulsiva para que la situación empeore. Sería igual de visceral y sería llevar la situación hacia algo mucho más terrible. Esa posición de retirar al Ejército de las calles es igual de atroz a la de haberlo sacado como lo sacaron, y nos va a generar un problema mayor”, decía Sicilia.
Álvarez Icaza lo secundaba: “Hay lugares, municipios, estados donde la gente ni siquiera puede ir a comprar alimentos si no está el Ejército”.
Explicaban que lo de la plaza había sido un error que había causado escozor: se habían leído —dijeron— las relatorías de lo que se había discutido en las mesas, pero nada que se hubiera decidido integrar en forma definitiva al Pacto de Mayo. Se trataba de propuestas para tomar en cuenta, pero no del cuerpo final del Pacto. Aceptaban que había habido muchas presiones, que entendían la radicalidad de la gente de Juárez y sus particularidades, su deseo de que el Ejército no estuviese en las calles y que eso se tomaría en cuenta, pero que eso no podía aplicarse para el resto de la República. “Así, con la pretensión de que todo lo demás de las relatorías forme parte del Pacto, así no caminamos”, decía Sicilia. “Así, así no vamos”, secundaba Álvarez Icaza.
La Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad a su arribo a Monterrey, el siete de junio, donde se multiplicaron las consignas contra Calderón.
AGREGADOS QUE NO VIENEN A CUENTO
¿Qué cosas adicionales al Pacto de Mayo se habían leído en Ciudad Juárez? ¿Qué cosas, además de la petición de regresar a sus cuarteles al Ejército, habían pretendido hacer pasar los grupos más radicales? ¿Qué omisiones había en relación a lo suscrito en mayo? En cantidad, la diferencia era abismal: el texto del Pacto de Mayo tenía nueve mil 975 caracteres, y el de junio 19 mil 234. El texto de Juárez prácticamente duplicaba al de la Ciudad de México, con un crecimiento casi del doble. Pero al leer el documento se aprecia que no hay muchas diferencias de sustancia. Se trata de una relatoría redactada de forma pesada, donde se repiten deseos e intenciones una y otra vez, resaltando algunas demandas que a Sicilia y los suyos les parecían innecesarias o cándidas (por no decir absurdas), lo que desvía la atención de los objetivos centrales del movimiento, como éstas:
—Que las dependencias del gobierno federal, cuya sede es el Distrito Federal, se repartan por todo el país para evitar concentración del poder.
—Juicio político a Felipe Calderón y a Genaro García Luna (por la guerra), así como a Javier Lozano (por el conflicto con el Sindicato Mexicano de Electricistas, que tuvo un contingente de unas cuantas personas y una manta en la marcha).
—Exigir explicación de las fortunas de Carlos Salinas de Gortari, de todos los ex presidentes de México y de Elba Esther Gordillo (se supone que por presión de los grupos de maestros disidentes de Michoacán y Oaxaca, presentes en pequeños grupos).
—Exigir a las televisoras concesionadas (Televisa y TV Azteca) que den más tiempo (no se especifica a quién) a cambio de la concesión.
—Exigir la apertura al acceso (sic) a los sistemas de comunicación latinoamericana como Telesur y Tal; han roto con monopolios como CNN.
—Que se otorguen tiempos oficiales en medios de comunicación (radio y tv) para el movimiento.
—Restitución de derechos laborales de las y los trabajadores (sic) que han sido violentados por las políticas de los gobiernos neoliberales.
—Denunciar todos los casos de biopiratería y bio prospectiva en las comunidades indígenas.
—Cancelación de decenas de concesiones mineras en San Luis Potosí y en Guerrero.
—Cancelación de proyectos turísticos en tierras indígenas chihuahuenses.
De acuerdo a Sicilia y a sus cercanos, ésos son asuntos que “no venían a cuento” con lo que denominan “un piso” que debe tener su movimiento, que a grandes rasgos se sintetiza en tres puntos: seguridad y justicia, democracia plena (por cierto, el texto de las relatorías de Juárez omitió demandar candidaturas ciudadanas) y desarrollo económico y social.
Entre lo destacado como probable mecanismo de movilización y resistencia cívica, el texto juarense incluyó aspectos de acuerdo con los criterios de Ameglio:
—Boicot tributario. Es decir, dejar de pagar impuestos locales y federales si los gobernantes no cumplen demandas de seguridad, justicia, política y desarrollo económico y social.
—Suspensión de los cruces en los puentes internacionales, en caso de que Estados Unidos no detenga el tráfico ilegal de armas y el consumo desbordado de drogas de sus habitantes.
—Cerco a instalaciones de los tres poderes, como sucedió en la Procuraduría de Nuevo León, hasta que el Procurador recibió a miembros de la Caravana y se comprometió a resolver nueve casos de desapariciones y a investigar 32 más en tiempos concretos. Esto se planea hacer ante la Cámara de Diputados para que los tribunos legislen una reforma política de inmediato.
—Realizar una nueva caravana, ahora hacia el sur del país.
—Exigir la eliminación del secreto bancario para contener el lavado de dinero.
El Pacto por la Paz y Justicia al ser firmado por residentes de El Paso, Texas, el 11 de junio pasado.
LOS ULTRAS
En Torreón fue muy claro quiénes fueron los radicales: un grupo de tapados, de esos muchachos con rostros cubiertos, como los de Monterrey, que suelen ser contratados por el narco para bloquear calles o hacer pequeñas manifestaciones con el fin de pedir el retiro del Ejército. Se colaron al mitin de la Caravana y así como llegaron, azuzados por un par de adultos, se fueron. Lo mismo ocurrió en Ciudad Juárez: un grupito de chavos arremetió contra patrullas de la Policía Federal en un puente cuando llegaba la Caravana. Además de insultos, empujones, escupitajos y patadas a los vehículos, no pasó a mayores. Había otros pocos jóvenes encapuchados que se decían zapatistas, pero éstos renegaban del movimiento de Sicilia “por reformador”.
Más allá de eso, en las mesas de la universidad se sentaron maestros (de Oaxaca, Michoacán y locales), miembros de grupos de derechos humanos, religiosos, sindicalistas y representantes de movimientos populares (de San Pedro Mártir, Tlalpan, o de La Otra Campaña, ligada al zapatismo chiapaneco, por ejemplo), muchos con nombres difusos y varios con miembros radicales en sus filas (provenientes de Michoacán, Morelos, Chiapas, Guerrero, La Laguna, el Distrito Federal y Juárez) que hicieron de las interminables relatorías un pacto no avalado por Sicilia y los suyos.
Los organizadores de la marcha informaron a M Semanal que están revisando 25 hojas con alrededor de mil 12 firmas de organizaciones y personas físicas para saber quién es quién en el documento de Juárez, y ver cómo procesar sus demandas sin marginarlos, pero sin que se desvirtúe el Movimiento por la Paz y Justicia. Pero durante un día, ese día en la Plaza de Juárez, Sicilia, Álvarez Icaza y Ameglio perdieron el control de su movimiento, para intentar recuperarlo 24 horas más tarde.
Reunión con Sicilia evidenció incapacidad de Calderón para gobernar: senadores
Se confirmó su cerrazón ante la demanda de que modifique la estrategia contra el crimen
Estaremos atentos a que se cumplan compromisos asumidos en el Castillo de Chapultepec: AN
Andrea Becerril, Carolina Gómez y Laura Poy
Periódico La Jornada
Sábado 25 de junio de 2011, p. 8
Sábado 25 de junio de 2011, p. 8
Senadores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia advirtieron que la reunión de Felipe Calderón con el movimiento que encabeza Javier Sicilia puso en evidencia la incapacidad del Presidente para gobernar y su cerrazón frente a la demanda generalizada de que cambie su fallida política de combate al crimen organizado.
En tanto, representantes católicos y evangélicos dijeron confiar en que el encuentro no será en vano, y sociólogos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apuntaron que ningún poder cederá de forma rápida y fácil ante las demandas de un sector de ciudadanos que exigen no sólo justicia, sino un cambio dramático en la política de seguridad pública.
Durante sus intervenciones, el Ejecutivo “dejó claro que hay un absoluto desgobierno, que falta conducción política en el país, ya que, según reconoció, ni siquiera le informan de operativos que lleva a cabo el Ejército”, comentó el coordinador de Convergencia en el Senado, Dante Delgado Rannauro.
Añadió que la aseveración del Presidente de que no estuvo al corriente del cateo sin orden judicial que realizó el Ejército en la casa del priísta Jorge Hank Rhon pudo ser sólo una justificación, lo que también sería catastrófico, ya que se trata del comandante supremo de las fuerzas armadas nacionales.
Por separado, el senador perredista Arturo Núñez dijo que es lamentable que Calderón haya pasado por alto las sentidas demandas de los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y no se mueva de la defensa de acciones militares y policiacas, las cuales no han logrado frenar la violencia ni los quebrantos constantes a los derechos humanos de la población civil y las miles de muertes que llaman daños colaterales.
En contraparte, el coordinador de los senadores del PAN, José González Morfín, afirmó que en el diálogo entre Calderón, el poeta Sicilia y otros familiares de víctimas de la delincuencia organizada no hubo vencedores ni vencidos, pues ganó la razón, la sociedad y el país.
Ese primer encuentro es un gran avance, hay compromisos por delante y estaremos atentos a que se cumplan, abundó.
A su vez, Telésforo Nava, catedrático de la UAM, advirtió que la primera tentación del Ejecutivo será apropiarse del encuentro para intentar vender una imagen de sí mismo más sensible a las demandas ciudadanas, pero con el firme objetivo de que todo siga igual.
Dependerá del movimiento si esto se reduce a un intercambio de peticiones, o si efectivamente se obliga al Presidente a dar una respuesta clara, expuso.
Al respecto, Víctor Manuel Alarcón, experto de la UAM en procesos políticos y electorales, señaló que el encuentro del pasado jueves en el Castillo de Chapultepec puede ser un avance importante si no se limita sólo a un espacio para realizar peticiones. El riesgo, insistió, es que Calderón crea que por atender casos individuales, que sin duda merecen la aplicación de la justicia, ya cumplió con la nación.
El secretario de Relaciones Institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Manuel Corral Martín, aseveró que la reunión marca un hito, y dijo confiar en que la estrategia gubernamental anticrimen experimente modificaciones.
A su juicio, por primera vez se vio el lado humano de Calderón, y añadió que al menos pareciera que de parte del Presidente sí hay voluntad, pero dijo no estar tan seguro de que las instituciones estén tan dispuestas a cambiar.
El presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, Arturo Farela, sostuvo que la reunión constituye el parteaguas de la ciudadanización de las políticas públicas. Es prioritario, agregó, luego de que el movimiento fue escuchado cara a cara por el Presidente, vigilar que la comunicación no se rompa.
Denuncie a jueces corruptos, reta Góngora al Presidente
Si tiene pruebas debe seguir el cauce institucional: CNDH
Yo no conozco a ninguno, declara la ministra Luna Ramos
Ariane Díaz y Claudio Bañuelos
Periódico La Jornada
Sábado 25 de junio de 2011, p. 9
Sábado 25 de junio de 2011, p. 9
Acerca de los señalamientos del presidente Felipe Calderón de que hay jueces que han recibido dinero o dialogan con criminales, el ombudsman Raúl Plascencia Villanueva dijo: Si se tienen pruebas en contra de alguien, hay que seguir los cauces institucionales y legales; para eso están las procuradurías, para recibir las denuncias que pueden presentarse y, sobre todo, los tribunales, para juzgar a quien cometa un delito y llamó a un diálogo entre los poderes para subsanar esos desacuerdos. A su vez, Genaro Góngora Pimentel, ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), exigió al mandatario presentar pruebas y denunciar a los jueces corruptos que dice conocer.
Al respecto, la ministra de la SCJN, Margarita Luna Ramos, se limitó a declarar: Yo no conozco a ninguno.
Los tres se refirieron a las declaraciones vertidas por Calderón durante el encuentro que sostuvo con miembros del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, efectuado el pasado jueves en el Castillo de Chapultepec, en referencia a que tiene conocimiento de jueces que han recibido dinero o que dialogan con criminales, y que liberan a criminales.
Entrevistado después de la inauguración del foro Avances del marco jurídico y acciones en beneficio de las mujeres en México –organizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y en el que participó Margarita Luna Ramos–, Plascencia Villanueva señaló que se debe evitar estigmatizar a instituciones y personas y que en el país se debe avanzar de las solas declaraciones a acciones concretas, ya que la simple declaración poco abona y en muchas ocasiones lastima a las instituciones.
Más bien, dijo, el tema debe ser todos someternos al cauce de la propia ley y, sobre todo, a los principios y parámetros de las propias instituciones.
El presidente de la CNDH afirmó que el país reclama conciliación y concertación más que confrontación y que se debe buscar un camino que permita el diálogo, la comunicación y la coordinación de esfuerzos.
Consideró que el Ejecutivo debe convocar a un diálogo con representantes de los poderes Legislativo y Judicial para que todos vayan juntos hacia una misma dirección, que es la que está reclamando la sociedad.
De su lado, Góngora retó a Calderón: “En vez de decir ‘muchos’ que diga quiénes. Si tiene pruebas que las presente, y si sabe de algún juez corrupto y le consta, que lo denuncie. Es lo que debe hacer el Presidente”, dijo en entrevista durante la Primera Reunión Nacional de Jueces, Consejos de la Judicatura, órganos administrativos y Escuelas Judiciales, en la ciudad de Aguascalientes.
Ahí, el ex ministro también se refirió a lo declarado por el presidente Calderón en el mismo encuentro sobre el operativo militar para capturar a Jorge Hank Rhon (ex alcalde de Tijuana, Baja California) al considerar que no tenían por qué avisarle, pues el asunto correspondía sólo a las partes, y de la jueza que llevó el caso y lo excarceló, dijo que es estudiosa y muy honorable, además de que procedió bien y no se dejó presionar por nadie.
Sobre la estrategia del gobierno federal contra el crimen organizado, el ombdusman consideró que debe evaluarse permanentemente para determinar si con ella la sociedad se siente ahora más segura, más protegida con ese tipo de acciones, o bien, si por el contrario, lo que estamos obteniendo como resultado es un mayor incremento de la violencia y una delincuencia que se va extendiendo por todos lados y refirió que este año hubo un incremento de 45 por ciento en las quejas con respecto al año pasado en materia de violaciones a los derechos humanos.
La farsa del PAN-gobierno
MÉXICO, D.F., (apro).- Felipe Calderón Hinojosa no está empecinado en aprobar reformas que realmente abatan el crimen organizado, pues de ser así su reforma contra el lavado de dinero iría “tras la huella” de recursos sucios y atacaría las ganancias de los cárteles de la droga. Hasta ahora no ha sido así.
Y en los hechos tampoco ha mostrado su deseo de que una iniciativa tan limitada, como la que envió, sea aprobada, dado que públicamente demanda al Poder Legislativo que convoque a un periodo extraordinario para aprobar diversas reformas o nuevas leyes, como la del lavado de dinero, pero en privado mantiene callados a los diputados afines a su gobierno.
Mientras por un lado Felipe Calderón acusa al Poder Legislativo de frenar sus iniciativas, en San Lázaro los diputados del PAN se mantienen pasmados, atados de manos. Así, por ejemplo, Alberto Becerra Pocoroba, presidente de la Comisión de Hacienda, quien tiene en su poder la minuta del Senado sobre lavado de dinero, ni siquiera ha convocado a reunión al resto de los partidos, ya no se diga para aprobar la minuta, sino al menos para leerla.
¿Cómo, entonces, el Ejecutivo pretende que se apruebe una iniciativa, si no empuja a sus legisladores a cabildear, a operar políticamente en pro de la minuta contra lavado de dinero?
Eso sí, mediáticamente utiliza a su fallido secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, para que se reúna con los coordinadores parlamentarios, en un intento por “destrabar” las iniciativas, convocar a un periodo extraordinario de sesiones y luego aprobarlas.
En cuanto al proceso legislativo, Calderón demanda una cosa en público y en privado hace otra. Pero, además, hay otro aspecto: la iniciativa en sí misma.
La minuta contra el lavado de dinero enviada por Calderón al Senado no va al centro del problema, es decir, no ataca realmente ese complejo sistema. Por ejemplo, deja que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sea la única dependencia capaz de establecer denuncias cuando se sospeche que el lavado está ocurriendo. La responsabilidad, entonces, sigue recayendo en una sola instancia, la Unidad de Investigación Financiera que depende, precisamente, de la SHCP.
Resulta absurdo que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que es la que detecta movimientos bancarios inusuales, no pueda, por cuenta propia, interponer denuncias. Y, del otro lado, el Sistema de Administración Tributaria, donde se reflejan los posibles evasores de impuestos, tampoco puede interponer denuncias.
Y es que el movimiento de cuentas bancarias y evasión fiscal son dos elementos que juegan un papel vital en el proceso de lavado de dinero.
A contracorriente de lo que se hace en Italia, donde se cuenta con una policía especializada en lavado de dinero, el gobierno mexicano diversifica en varias instituciones cada uno de estos actos y entrega sólo a una –la SHCP– la potestad de interponer la denuncia. Es decir, que los entes involucrados en las investigaciones de lavado de dinero trabajan de manera descoordinada.
Existen varias cifras sobre cuánto dinero se lava anualmente en México, algunas de las cuales van de los 10 mil millones a los 40 mil millones de dólares, dependiendo del organismo que las emita.
Lo único cierto es que para la comunidad internacional, México ya se ha convertido en un foco en el que hay que poner atención por la fácil manera de lavar dinero.
Por ejemplo, tanto el Fondo Monetario Internacional como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) de la ONU han señalado que “México se enfrenta ahora a una amenaza a su estabilidad y a su seguridad nacional sin precedentes, por el tráfico de drogas y la delincuencia organizada”.
Y más: “Los poderosos cárteles de la droga, que recurren a la violencia extrema, han extendido sus actividades en diversas partes del país. Estas actividades suponen un importante desafío para el gobierno”.
Los organismos internacionales acusan desarticulación en el combate al lavado de dinero y pocas sentencias condenatorias por ese delito.
En su reporte de 2009, el FMI señala que pese a la expansión del tráfico de drogas y las actividades del crimen organizado en México, los delitos de lavado de dinero no han sido adecuadamente investigados, “pues las autoridades mexicanas solamente han obtenido 25 sentencias condenatorias por este ilícito desde 1989 a 2007, y 14 de ellas fueron dictadas en 2007. Más aún, la mayor parte están relacionada con delitos en flagrancia, es decir aseguramiento de dinero y detenciones en operativos policíacos o militares, y prácticamente ninguna con el intercambio de información con la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda”.
Otro dato: Entre 2007 y el primer trimestre de 2011, la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda recibió 185 mil 677 reportes de operaciones inusuales, y sólo se han logrado 20 sentencias condenatorias.
Y la iniciativa de Felipe Calderón contra lavado de dinero, que tanto se demanda públicamente sea aprobada en un periodo extraordinario, pero en privado se mantiene en el cajón del diputado panista Alberto Becerra Pocoroba, no va al corazón del dinero sucio, y mientras no se ataque esta arista, aminorar el crimen organizado en México será poco menos que imposible.
Mantener empecinadamente que la estrategia sólo debe ser de policías, militares y armas, no dará resultado, o por lo menos no se ha logrado abatir el lavado de dinero, que es el último fin de los diversos cárteles.
De manera que la demanda de Calderón de convocar a un periodo extraordinario no es real, sino mediática y electorera. Por lo menos los hechos así lo demuestran.
Dato: ¿De dónde sale el dinero para la campaña de Eruviel Ávila en el Estado de México? En el PRI dicen que no de la dirigencia local que encabeza el fallido precandidato a gobernador, Luis Videgaray. También alegan que no es mucho el apoyo del gobierno de Enrique Peña Nieto, debido a que el gobernador todavía no asimila la imposición de Arturo Montiel. De ahí que el dinero salga, aseguran los propios priistas, de los bolsillos de la maestra Elba Esther Gordillo. Quizá por ello su hija y futura dirigente de Nueva Alianza, Mónica Arreola, se encuentra instalada en territorio mexiquense, para atender todas las necesidades de Eruviel Ávila.
Las rebanadas del pastel
Carlos Fernández-Vega
¿Desconocimiento? ¿Error en la jugada? ¿Quimera? Hillary Clinton, la secretaria estadunidense de Estado, propuso al gobierno mexicano la creación de un “impuesto anti narco”, que sería pagado por los ricos de este país y sería utilizado para financiar el combate al crimen organizado. Bien, pero ¿no sabe la susodicha que se metió en un terreno prohibido para la clase política mexicana? Si los barones no pagan los impuestos normales, por llamarles así, mucho menos cubrirían gravámenes de esa naturaleza. ¡Ni Dios lo quiera!, que para eso está la pelusa. Sólo imaginen al inquilino de Los Pinos, humilde, solicitando a los barones que por favorcito le entren con su parte, y a los legisladores aprobando una reforma fiscal que involucre a los ricos. Sí, Chucha. Como bien lo dijo Manlio Fabio Beltrones: que lo paguen los más ricos del mundo, que están en Estados Unidos, porque en México son de mentiritas.
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