Aquél 11 de abril las manos se volvieron a unir, 18 meses hacía del golpe a mansalva, ellos, estaban ahí para hacer lo que mejor saben…luchar.
Quiso el infortunio que el cielo se volviera gris, y aún con la brocha en la mano por pintar una barda en donde se leía:
SME vive…la injusticia campeó y les quitó su libertad.
98 días hoy hace de eso, ellos, presos de conciencia, presos políticos de un gobierno ilegítimo, no han tenido la suerte de Mariel Solís pero estamos ciertos si el mismo destino: Mas temprano y nunca tarde deberemos de abrazarles.
En el que ahora es su mundo temporalmente, se han ganado el respeto de quienes conviven, adentro se pasan el tiempo pensando y soñando en volver a los brazos libres de sus seres queridos, y de nuestro amado SME.
Ellos se mantienen firmes como una roca que aunque la ola la golpee sólo la pule no la mueve…
Esta carta es muestra de ello, están sus cuerpos presos, pero su alma de todos ellos deambula entre el éter del aire para bendecirnos y esgrimir un único argumento:
NO BAJEN LOS BRAZOS…
Y NOSOTROS DECIMOS…
NO LO HAREMOS…HERMANOS
RESISTIREMOS HASTA EL FINAL…UNIDOS
HASTA ALCANZAR LA VICTORIA
¡Que viva el Sindicato Mexicano de Electricistas!
Nosotros dos, querida,
lo sabemos muy bien:
tan sólo nos enseñan
a tener hambre y frío,
a deslomarnos trabajando
y a vivir separados.
No hemos sido obligados
a matar todavía
y no nos ha tocado
todavía morir.
Nosotros dos, querida,
lo sabemos muy bien:
podemos enseñar a los demás
a luchar por los nuestros,
a amar un poco más
todos los días
y, cada día, un poco mejor.
lo sabemos muy bien:
tan sólo nos enseñan
a tener hambre y frío,
a deslomarnos trabajando
y a vivir separados.
No hemos sido obligados
a matar todavía
y no nos ha tocado
todavía morir.
Nosotros dos, querida,
lo sabemos muy bien:
podemos enseñar a los demás
a luchar por los nuestros,
a amar un poco más
todos los días
y, cada día, un poco mejor.
Así es esta cuestión.
El problema no consiste en caer prisionero.
En no entregarse reside todo el problema.
El problema no consiste en caer prisionero.
En no entregarse reside todo el problema.
Nazim Hikmet
Cartas de la Prisión
Cartas de la Prisión
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