Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 24 de marzo de 2013

Irak: 10 años después

Irak: 10 años después

Irak a 10 años de la ocupación estadunidense. Foto: AP / Maya Alleruzzo
Irak a 10 años de la ocupación estadunidense.
Foto: AP / Maya Alleruzzo
MÉXICO, D.F. (apro).- Con un clima de protesta, se cumplieron los 10 años de la invasión de Estados Unidos y fuerzas aliadas a Irak. A pesar del triunfalismo sobre la instauración de un nuevo gobierno, durante los últimos tres meses miles de personas en ciudades de Irak muestran su inconformidad pidiendo el fin de lo que califican como un régimen sectario donde se comenten asesinatos, torturas, violaciones y detenciones.
Manifestantes en Anbar, Fallujah, Sammara, Baquba, Tikrit, Kirkuk y Mosul planeaban marchar, como momento cúspide de las protestas, hacia Bagdad el 16 de febrero. Sin embargo, la capital fue sitiada y las anteriores ciudades acordonadas.
De acuerdo con Layla Anwar, polémica bloggera iraquí, el comportamiento de los soldados iraquíes y la policía “es peor que el de los sionistas”.
La bloggera dice a Apro que todos los iraquíes que se opusieron a la ocupación no deben de involucrarse en el proceso político implementado por lo que califica como un régimen de ocupación que viola derechos humanos básicos.
“Debemos dejar de seguir el discurso oficial –dice Anwar–, es imposible tener un proceso político nacido de una ocupación, porque la noción básica de soberanía ha sido violada, y la soberanía forma la base de la política.
“La ocupación es una dictadura tiránica y cualquiera que venga con esa idea es un dictador.”

Alí Rawaf, columnista político iraquí declara que a pesar de que Estados Unidos e Irak han dicho que el gobierno iraquí es capaz de gobernar y mantener la seguridad del país, hay una escalada de violencia, más carros bomba y más ataques letales.
“El gobierno ha fallado para dar electricidad. No ha dado un sentido de unidad. Miembros del gobierno continúan haciendo declaraciones inflamatorias que aumentan las tensiones sectarias, se han pospuesto elecciones provinciales sin noticias posteriores”, dice.
“Hay reportes de que el gobierno está considerando medidas más extremas,como el uso de la fuerza para terminar con las protestas”, dice Rawaf.
En el actual gobierno de Nuri al-Maliki, las manifestaciones han sido contestadas con toletes de agua. El peor saldo fue el 15 de enero, cuando siete jóvenes fueron acribillados en Falluja por soldados en una manifestación por lanzar piedras.
Desde el 2005, al menos tres mil iraquíes han sido condenados a la pena de muerte por terrorismo. Muchos son torturados, reasignados a prisiones fuera de sus provincias, lo que hace difícil para las familias visitarlos o comunicarse con ellos. Los motivos son tan difusos, como ho de llamarse Sadam Hussein, dice Amnistía Internacional en su reporte “Irak Una década de abuso”, publicado el 11 de marzo.
La mayoría de estos condenados son de la facción sunita del Islam, quienes conforman una quinta parte de la población de Irak
“El gobierno chiíta es sectario porque excluye a los sunnis de la toma de decisión y abusa de sus derechos”, dice Rawaf. “Son marginados, se les niega el empleo en el gobierno, son frecuentemente acusados de conspirar”, agrega.
Las protestas sólo tienen lugar en provincias suni. De acuerdo con Rawaf, a pesar de que decenas de miles salen a las calles, no podría calificarse como una primavera porque no hay consenso entre diferentes grupos étnicos, y aunque chitas en Irak han tratado de mostrar solidaridad con los manifestantes, ha sido apoyo simbólico y no una oposición explícita contra el gobierno de Nuri al-Maliki.
Para Anwar las manifestaciones llegaron tarde. Además, no puede haber una primavera iraquí, un levantamiento como el de Túnez y Egipto, ya que, a su juicio, todavía están bajo una ocupación, encubierta, por parte de Estados Unidos, y abierta, por parte de Irán, quien financia los partidos chiitas.
Por su parte, los medios tradicionales de comunicación, como The New York Times y The Washington Post distribuyeron fotos de soldados estadunidenses celebrando la caída de la estatua y el ahorcamiento del exgobernante Sadam Hussein. También dieron cobertura a los bombazos que se dieron ese día (20 de marzo) en la capital, Bagdad.
Anwar dice que Irak no tenía una historia de sectarismo, contrario a lo que los medios masivos difundieron antes y después del 2003.
“Irak tiene el índice más alto de matrimonios mixtos de diferentes credos y sectas –ejemplifica– el sectarismo fue definitivamente una agenda impuesta, diseñada por los americanos y refinada por (el vecino) Irán.”
Más allá de los números
Reuters publicó el 13 de marzo un proyecto titulado “Costos de la Guerra”, del Instituto Watson de Estudios Internacionales de la Universidad de Brown. De acuerdo con el texto, al menos 134 mil civiles iraquíes fueron asesinados por la guerra durante los últimos 10 años. El conflicto, además, ha influido para que casi cuatro veces esa cantidad de personas murieran. Si se incluyen las fuerzas de seguridad, los insurgentes, periodistas y trabajadores humanitarios, la cifra sube de 176 a 189 mil.
“Lo peor ha sido absolutamente todo, cada aspecto, cada ángulo ha sido trágico, la sociedad iraquí está arruinada y devastada”, dice Anwar.
La bloggera enlista la destrucción de su industria, su cultura, su legado intelectual, sus cuadros académicos, científicos (que han volado o fueron asesinados), su historia saqueada y quemada, su infraestructura destruida, los desechos tóxicos que aumentaron en 60% los defectos de nacimiento, cuadruplicaron el cáncer en mujeres, de prisiones como Abu Ghraib manejadas por Estados Unidos.
Basta con ver los encabezados de Al Jazeera: “Irak: el legado de cáncer de la guerra” (15 de marzo), “El Irak de Maliki: violaciones, ejecuciones y tortura” (19 de marzo), “Tintes de tortura en juicios de pena de muerte en Irak” (5 de marzo), “Irak: buscando electricidad después de una década” (20 de marzo).
“Todos los aspectos de la ocupación de Estados Unidos están interrelacionados y sus consecuencias. El nuevo Irak es uno de los más corruptos Estados fallidos, pero para mí lo peor son las mentiras sobre las cuales se basó esta ocupación. Es imperdonable.”
Libertad
Anwar dice que, incluso con los números de muertos, lo peor fueron lo que califica como mentiras en las que se basó la invasión.
Sobre si existe libertad en el Irak de hoy, dice que habría que redefinir lo que esa palabra significa.
“Primero, la libertad no puede exportarse. Esto es una parodia, una prostitución del término libertad”, e ironiza: “No hay libertad en Irak a menos que consideres que tener una antena de televisión dish es la máxima de la libertad.”
La investigadora Alia Brahimi publicó el 21 de marzo en Al Jazeera un texto titulado “Irak: no caíste, te tiramos”, donde explica que los argumentos de la intervención caben dentro del canon de la “intervención humanitaria”.
Desmenuza los argumentos de George W. Bush y su grupo Donald Rumsfeld, Dick Cheney, sobre supuestas armas de destrucción masivas que nunca fueron encontradas, y ejemplifica con la siguiente frase: ”La ocasión en la que tendremos la absoluta certeza de que él tiene armas de destrucción masiva es cuando, Dios no lo permita, use una” (Bush, 12 de septiembre del 2002).    

“Lo más importante fue y es lo más difícil, desacreditar y exponer las mentiras que rodean la completa ocupación y las razones que la dirigieron –dice Anwar–, “esta es la más deshonesta guerra en la historia contemporánea de la humanidad”.
“Creo que una vez que los iraquíes paren de pensar en términos sectarios habrá posibilidad para tener un mejor país”, dice Rawaf.
Recién graduado, desearía regresar a Irak algún día, pues vive en Estados Unidos. Sin embargo, todos los días las oportunidades para regresar son desalentadoras. Tenía más fe hace pocos años, cuando pensaba que el terrorismo era la única preocupación.
“Ahora veo a todo el cuerpo político de Irak como la principal razón para preocuparse del futuro”, dice Rawaf, “el sistema político actual de Irak no tiene lugar para una persona como yo”.
“Tenemos la necesidad de una resistencia formidable, con todos sus costos y lo que implica, porque la invasión de Irak es primero y antes que nada un asunto moral y ético. Y si perdemos de vista este aspecto, perdemos de vista nuestra humanidad básica”.
A pesar de todo, tiene esperanza:
“A largo plazo, los iraquís son personas resilientes, tenemos miles de años, antes que cualquier civilización naciera, dimos a todo el mundo en el pasado, emergimos de nuestras cenizas y dimos algo más. Lo haremos de nuevo, pero tomará largo tiempo.”

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