Threesome
Por: Mariana Gallardo - marzo 29 de 2013 - 0:01Crónicas Cotidianas, LOS ESPECIALISTAS - Sin comentarios
tPor supuesto, habremos de firmar un convenio. Un convenio que sea redactado por la parte menos entusiasta (de nuevo, yo) y aceptado sin queja alguna por la otra parte (el otro).
PrimeroHabremos de encontrar juntos a la pareja ideal.
SegundoCada parte elaborará una lista con posibles candidatas o candidatos.
TerceroSometeremos a los susodichos a una entrevista a profundidad. Preguntaremos los temas básicos: escolaridad, edad, gustos, preferencias y una pregunta tipo Miss Universo.
Ojalá que no nos conteste como fue en el caso de Miss Venezuela, Irene Sofía Esser Quintero, quien nos regaló una respuesta insólita, inclasificable. Se le preguntó: “Si se pudiera hacer una nueva ley, ¿cuál sería?”. Aunque podría haber respondido en español, la Irenita se esmeró al querer hablar el idioma universal y al parecer, se puso toda nerviosa y mezcló temas. Quintero respondió que no crearía ninguna ley porque todas las que necesitamos ya están (¿?) y al empezar a elaborar su idea, terminó su respuesta diciendo que ella, como surfer, espera la mejor ola.
Tenemos que establecer que entre menos inofensiva mejor, ya que podría perjudicar a nuestra futura y probable relación entre las partes (usted y yo). O sea, esta candidata sería ideal. ¿Qué mejor que alguien que sólo espera la mejor ola? Viéndolo desde un punto de vista, sus expectativas son bastante poco apremiantes y por ende, le auguran menos angustia en la vida.
Ojalá que no nos conteste como fue en el caso de Miss Venezuela, Irene Sofía Esser Quintero, quien nos regaló una respuesta insólita, inclasificable. Se le preguntó: “Si se pudiera hacer una nueva ley, ¿cuál sería?”. Aunque podría haber respondido en español, la Irenita se esmeró al querer hablar el idioma universal y al parecer, se puso toda nerviosa y mezcló temas. Quintero respondió que no crearía ninguna ley porque todas las que necesitamos ya están (¿?) y al empezar a elaborar su idea, terminó su respuesta diciendo que ella, como surfer, espera la mejor ola.
Tenemos que establecer que entre menos inofensiva mejor, ya que podría perjudicar a nuestra futura y probable relación entre las partes (usted y yo). O sea, esta candidata sería ideal. ¿Qué mejor que alguien que sólo espera la mejor ola? Viéndolo desde un punto de vista, sus expectativas son bastante poco apremiantes y por ende, le auguran menos angustia en la vida.
CuartoEl ¿trabajas o estudias? no aplica en este caso. La verdad es que no nos importa.
QuintoNo discriminaremos por raza, preferencia sexual o religión, con esperanzas de que no se reciten el Ave María y diez rosarios antes de iniciar. O mucho menos de que derramen una lagrimita de emoción una vez concluido el acto.
SextoElegiremos un lugar en el que ambas partes nos sintamos cómodas, de preferencia un espacio neutro a donde jamás volveremos. Lo que pase ahí que se quede ahí. El o la tercera en cuestión no tendrá derecho a voto.
SéptimoHigiene. Muy importante. Necesitamos constancias médicas de las tres partes.
OctavoEstableceremos una penalización para aquel que se raje. Digo, con todo el trabajo que cuesta encontrar al tercero en concordia, mínimo una cena tendría que compensar la timidez que se presente de último momento.
Sin más puntos que elaborar por el momento, a mi se me ocurre una solución concreta para estos tiempos modernos. Y lo digo con plena convicción.
En vez de arriesgarnos con una desconocida, pensé, ¿por qué no ir a la segura? La conocí hace un año, cuando recorría un centro comercial. La vi como de reojo. Entonces para este artículo la googleé y revisé su perfil, la investigué a conciencia. No estaba en Linked In, la red de profesionistas, pero si tenía un perfil de Facebook, un tanto viejo, como que no lo actualiza mucho. Un amigo estaba como enamorado de ella y me dijo que me animara y la contactara. Cuando vi su perfil en internet, me enteré de que habla español, con un acento un tanto sensual, maravilloso para los oídos.
Y es que por sus fotografías se ve que es un encanto. Total, la llamé, le expliqué el motivo de la entrevista y la cité en el café de a la vuelta de mi casa. Llegó puntual. Yo había llegado con anticipación. Estaba sentada en una mesa del fondo donde no podía verme, quería saber quién sería esta tercera… Uno tiene que conocer al enemigo, ¿cierto? Tenía un ángulo de visión inmejorable. Pude apreciar que es delgada, de aspecto sofisticado, y que pedía un café con educación, incluso soltó algunos chistes al mesero que denotaban su buen sentido del humor. Vestía de suéter blanco con destellos dorados. Como buena lectora de personas, comprendí al instante que aunque sabe tomar órdenes, no era de carácter sumiso. Se ve que a veces se traba en sus propios pensamientos y no presta atención a una pregunta simple, por lo que contesta lo que se le ocurre. Ya llevaba yo media hora observando su interacción con el entorno.
A mi me da por imaginarme el pasado de las personas. Y me pareció que detrás de su atuendo ejecutivo existe una antigua vida de hippie en California. Como que esto del trabajo no le late mucho, pero no le queda de otra, supongo se habrá hartado de trabajar de mesera y al parecer tiene buenos sentimientos, cosa que nunca sobra.
Me acerqué por fin y le pregunté su nombre. Siri, me contestó. Estás contratada para el threesome le dije. Ella simplemente sonrió. Me dijo que buscaría el significado en internet.
Se las presento, quizá ya haya hecho algunos “trabajos” para la mayoría de ustedes, pero para los que no saben, es la joven voz que viene integrada en los teléfonos inteligentes. O sea que pasó la prueba de Miss Universo. Y una que otra respuesta le podemos aprender.
¡Ah! Y Siri viene con certificación del fabricante, así como garantía de calidad. Un maravilloso invento de la tecnología.
Bendita Siri. Ya se armó la machaca.
Para los que no hayan utilizado o no tengan a Siri, aquí le dejo un video muestra de nuestra candidata triunfadora:
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