Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 1 de abril de 2011

EL TEMOR AL CAMBIO DE RUMBO

Publicado por Sergio Barbosa el 31/03/2011
La posibilidad de un cambio aterra no sólo a la clase empoderada sino también a la intelectual.
Por Sergio Barbosa*
26 de marzo de 2011
En su reciente publicación “Licencia para matar” de la revista PROCESO núm. 1794, la escritora Denise Dresser, arremete contra Andrés Manuel López Obrador e intenta exhibirlo (no sin hacer uso de un escándalo sutil y disimulado) como una especie de sicario, decidido a “matar” a una izquierda que (no olvidemos) aliada a la derecha, intentan enfrentar a un enemigo electoral común que en el Estado de México.
Con una retórica digna del mejor de los sofistas griegos, ella plantea cuestiones pueriles e inverosímiles, que rayan en lo absurdo, sobre todo, cuando vienen de alguien docta y versada en los quehaceres de la política y geopolítica nacional y mundial; sus títulos así lo refrendan.
Valga pues el adefesio que se examinará, ya que entre otras cosas dice: “Al igual que aquella famosa película de James Bond, Andrés Manuel López Obrador ha pedido permiso para matar”, “Permiso para hacerle la vida más fácil al Copete Electrónico” (en alusión a Peña Nieto).
Así también, intenta reducir a simple mezquindad la congruente postura manifestada por Andrés Manuel en contra de las alianzas, cuando dice “Con tal de evitar el crecimiento de Marcelo Ebrard, AMLO está dispuesto a asegurar el fortalecimiento de Peña Nieto”[1]; quiere ridiculizarlo al señalar que “Con tal de erigirse como el único candidato capaz de ´salvar´ a México, AMLO está dispuesto a franquearle el paso al PRI”.
Son más sentencias a manera de conclusión, las que vierte la sra. Dresser, pero con las anteriores basta para descubrir su cometido.
A la luz de esto, pareciera (cosa casi imposible) que Dresser se olvida de algo muy importante, que no sólo tiene que ver con lo que ocurre al interior de la muy fragmentada izquierda mexicana: las alianzas en comento son con el PAN (Partido Acción Nacional); actual partido en el gobierno, y responsable principal de la actual tragedia nacional, del desmoronamiento que ocurre en el país y del baño de sangre en el que nos encontramos.
A manera de recordatorio para la sra. Dresser, es un hecho incontrovertible que el PAN, ha sido quien a lo largo de estos 10 años que ha (des)gobernado de manera impuesta e ilegítima, se ha encargado de seguir ahondando las desigualdades, abriendo más las brechas de la exclusión, exacerbando el entreguismo, sirviendo a las trasnacionales, entregándoles lo poco que nos queda, en cuanto a recursos naturales, económicos y financieros, sumergiendo así en la pobreza a millones de mexicanos; situación tan evidente, que hasta el propio Humberto Moreira, flamante presidente del PRI, ha denunciado públicamente. Ésta es una verdad inobjetable, pero parece que para Dresser eso no importa, ya que la política, como ella la plantea, debe reducirse meramente a cuestiones de simple y vacua “democracia”; con votos y una seudoparticipación ciudadana en donde no existen los principios, ni ideológicos ni políticos, por tanto, las alianzas son un mecanismo usual y hasta necesario para cualquier fin.
Así pues, para quienes tienen esa visión aliancista, no existe un cuestionamiento hacia la política económica, ya que al implorar por la alianza con el PAN, no toman en cuenta que dicho partido es el responsable principal de la actual tragedia, así como tampoco, el señalamiento hacia quienes han llevado a cabo la actual política destructiva (y a quienes han colaborado con ello) basada en el terror y la sangre; misma que tan empecinado tiene a un absorto Calderón, en su carácter de comandante supremo de esta guerrita, producto del juego perverso de la derecha mexicana.
Puesto que quienes pregonan por las alianzas no cuestionan en lo más mínimo la desastrosa política económica llevada a cabo por las últimas administraciones panistas, se deja ver lo que personajes como Dresser temen: la posibilidad de un cambio de rumbo en la economía, la política y al establecimiento de una “nueva forma de pensamiento”.
Tales puntos, han sido manifestados vehementemente por AMLO, quien de manera muy puntual, en cada mitin, en cada escenario, ha planteado hasta el cansancio, la necesidad de transitar del actual, hacia un nuevo modelo y estado de nación. La necesidad de volver a echar andar el crecimiento y el rumbo económico; la necesidad de recuperar la soberanía perdida en estos 20 y tantos años de la imposición del neoliberalismo. Dejar de ser un país sometido, con una clase política facinerosa y entreguista. Recomponer al Estado, y avanzar hacia la consolidación de un verdadero cambio. En suma, demandas populares, sintetizadas en el programa del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Todo ello, sin la necesidad de aliarse a quienes precisamente, mantienen una postura contraria y, en los hechos, han impedido que dicho cambio sea posible.
Si son estas propuestas y medidas, que llevarán a un verdadero cambio, las que tanto teme Dresser, estaría bien que lo manifestara, sin tapujos y abiertamente, ya que al convalidar la alianza PRD-PAN, convalida al partido en el poder, por tanto, otorga su consentimiento a la situación actual que, como hemos señalado, es una situación de desahucio y desmoralización en donde nos han dejado los gobiernos panistas y sus cómplices dentro del PRI (la derecha del PRI con Salinas y Beltrones a la cabeza) y la facción colaboracionista dentro del PRD (Los Chuchos).
El viraje de rumbo del país, pasa necesariamente por el tránsito del actual modelo económico a uno basado en los principios de igualdad, constitucionalidad, legalidad, legitimidad y equidad. En eso descansa la posibilidad de un verdadero cambio, posibilidad que parece, aterra a muchos personajes del mundo intelectual y de la política como a Denise Dresser.
*El autor es alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM).

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