Desfiladero
Manantiales de sangre contra la guerra
Jaime Avilés
Uno de los aspectos menos conocidos, y más peligrosos, del proyecto de reformas a la Ley de Seguridad Nacional, que la clase política discutió en estos días, dentro y fuera del Congreso de la Unión, es el que contempla la creación de un consejo de seguridad nacional, integrado por los secretarios de Defensa, Marina, Seguridad Pública, Gobernación, la PGR y el Cisen –es decir, una junta cívico-militar al estilo sudamericano–, que tendría facultades para ordenar la intervención de las fuerzas armadas en situaciones que a su juicio pudieran poner en peligro la seguridad interior, un privilegio del que también disfrutaría, por su solitaria parte, el titular del Ejecutivo federal cuando le diera la gana.
Los únicos requisitos que tanto la junta como el Ejecutivo estarían obligados a cumplir para que su actuación se considerara legal en este aspecto serían dos: el primero, publicar en el Diario Oficial de la Federación su decisión de enviar tropas al combate en cualquier lugar del país, y el segundo, informar de lo que suceda en el frente de batalla a una comisión formada por senadores y diputados, a más tardar 30 días después del incio de las hostilidades.
Resulta innecesario decir que esta fórmula burocrática para establecer una dictadura constitucional en nuestro país ostenta el sello made in USA. Se trata de un obsequio del gobierno de Hillary Clinton (y de su elegante mayordomo) al régimen espurio de la olinarquía mexicana a través de la Iniciativa Mérida.
Sin embargo, la enjundia y el entusiasmo frenético –y por momentos histérico– que derrocharon los diputados leales a Enrique Peña Nieto para tratar de imponer esta monstruosidad en San Lázaro, dispuestos a pagar por ella cualquier costo político, revela que el gobernador mexiquense trata de convertirse en el hombre clave de Washington en Toluca, y en el candidato de las barras y las estrellas para el año entrante, con pésimos resultados, por fortuna... y por ahora.
Sólo por ahora. Podemos prever, con toda certeza, que en caso de llegar a Los Pinos en 2012, Peña Nieto impulsará nuevamente la aprobación de estas reformas golpistas y dictatoriales, que legalizarían el terrorismo de Estado y convertirían a las fuerzas armadas en policía política.
¿Por qué Peña Nieto apostó su futuro a esta carta? ¿Por qué Humberto Moreira, el dizque líder nacional del PRI, lo respaldó con los ojos cerrados? ¿Por qué Beatriz Paredes tuvo que bajarse al ruedo a pedirles un poco de calma a sus compañeros de partido, preguntándoles a qué obedecían sus prisas, cuando los del PAN, dijo textualmente, ni siquiera se despeinan por esta ley que en teoría les interesa mucho más que se apruebe?
Hay conclusiones evidentes. Hillary Clinton, Carlos Salinas de Gortari y antes que ellos el propio Calderón, saben que en el PAN no hay nadie que pueda competir con éxito en la contienda presidencial de 2012. Como antes, como siempre, necesitan al PRI, para que éste garantice el dominio de la olinarquía nacional y extranjera durante seis años más. En otras palabras, Peña Nieto es ya el candidato de Calderón, y lo seguirá siendo después del próximo 3 de julio si retiene la gubernatura del estado de México. Porque si pierde en su propia cancha ante Alejandro Encinas y las fuerzas que simpatizan con López Obrador, Calderón tendrá que empezar a platicar con Manlio Fabio Beltrones.
Lo cierto, lo inocultable, es que en Estados Unidos y mucho menos acá, quienes mandan y quienes obedecen no pretenden, de ninguna manera, modificar la política económica ni la política social, pero tampoco planean rectificar su supuesta estrategia de guerra –si algún día la tuvieron– contra el narcotráfico.
Todo lo contrario: intentarán mantenerla y profundizarla, para justificar de tal modo la presencia de las fuerzas armadas en las calles, aunque soldados, marinos y policías federales no hayan sido capaces de contener o frenar esta carnicería que ahora nos enseña un rostro nuevo y aun más terrible en las narcofosas que se multiplican por todo el norte del país, pero que pronto, no hay por qué dudarlo, aparecerán también en el sur.
Ahora que Calderón y Peña Nieto han exhibido sus intenciones de preservar esta violencia, cobra mayor importancia la campaña No + sangre, que a partir de hoy va a extenderse e intensificarse, con vistas a la concentración del próximo domingo 8 de mayo en el Zócalo, que recibirá a los caminantes silenciosos de Cuernavaca, a cuyo encuentro acudiremos miles y miles de capitalinos. Ese día, por el bien de todos, debe comenzar una nueva etapa de la lucha contra la guerra estúpida e hipócrita, que sólo estaremos en verdaderas condiciones de terminar cuando la olinarquía que se nutre de ella sea echada del poder.
Carta a los romanos
Mañana, Felipe Calderón Narcofosa asistirá a una reunión de negocios en el Vaticano. Los amigos de México en Roma, aquellos que contemplan con horror el genocidio que nos han condenado a sufrir indefinidamente pero que, nos lo garantizan desde ahora, se prolongará todavía muchos años, podrían manifestar su repudio al principal responsable de esta catástrofe, imitando, por ejemplo, a los ingeniosos y valientes activistas de Cuernavaca que, hace algunos días, tiñeron de rojo las aguas de la fuente de la paloma de paz.
Roma, cari amici, es la ciudad de las fuentes. Y para convertirlas en una metáfora y al mismo tiempo en una denuncia del baño de sangre que nos ahoga, se necesita poner en práctica un procedimiento muy sencillo. Para no envenenar a los pajaritos, a las abejas, a las mariposas, pero tampoco a los perros y gatos sin dueño que calman su sed bebiendo el agua de las fuentes públicas, los de Cuernavaca utilizaron pintura vegetal color rojo grosella, que sirve para decorar pasteles y no contamina.
Imaginen el efecto que lograrían, amigos romanos, al solidarizarse con nuestro desdichado país, si tiñeran la fontana di Trevi, las de Piazza Navona y Piazza di Spagna, y tantas más. A la mejor, si lo hacen y la prensa lo difunde, en otras grandes ciudades de Europa y de América Latina, donde México tiene tantos amigos, otras personas podrían animarse a decorar las fuentes más cercanas a su corazón, por ejemplo, la del bulevar Saint-Michelle, a la salida del metro del mismo nombre en París, o la de Cibeles en el corazón de Madrid, o las de las Ramblas allá en Barcelona, o las de Plaza Cagancha en Montevideo, o la hermosa y siempre concurrida de la placita Serrano en Buenos Aires, por mencionar algunas.
Sería una trágica pero hermosa forma de recordarle al mundo –sobre todo en los países que exportan pobres a Estados Unidos a través del territorio mexicano, donde éstos son víctimas de la policía, los narcos, los traficantes de órganos y de personas, pero también de los policías federales y un largo etcétera– que si bien el agua dulce brota del fondo de la tierra, se mancha de sangre inocente al pasar por las narcofosas, y las fuentes no deben disimular con su belleza hipócrita lo que nos está sucediendo.
Porque es injusto. Porque es inhumano. Y porque no tiene ninguna razón de ser. Si se atreven a teñir sus fuentes, amici di Roma, tengan presente que por cada metro cúbico de agua se requiere un kilo de anilina. Además, la visita de Calderón a Benedicto XVI coincidirá con las fiestas del 1º de mayo. A presto!
México SA
Día del Trabajo: más mentadas
Política laboral vs trabajadores
¿Quién gana: salario o capital?
Carlos Fernández-Vega
Mañana, Día del Trabajo, de nueva cuenta se escucharán protestas y mentadas en contra de la llamada política laboral del régimen y del presidente del empleo, al tiempo que se actualizará el de por sí deteriorado balance sectorial, el cual año tras año va de fregado a mucho más fregado, con ganas de empeorar en la siguiente conmemoración. Pero, si alguien pierde (los más), lógico es que alguien gane (los menos). Norma es que los trabajadores estén cada día más jodidos en esta democracia de, para y por los empresarios (Fox dixit, con rúbrica de Calderón y sus antecesores en Los Pinos), pero ¿cómo le ha ido a la contraparte, los barones, para quienes todo es miel sobre hojuelas?
En tres décadas, la participación de los salarios de los trabajadores en el ingreso total se desplomó cerca de 30 puntos porcentuales (OIT), un puntito por año. En la tienda de enfrente, sucedió exactamente lo contrario, aunque magnificado: la participación de las grandes fortunas de los barones en el producto interno bruto creció 326 por ciento tan sólo durante los dos gobiernos panistas, y van por más. ¿A quiénes ha beneficiado la política económica neoliberal?, se pregunta el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, y él mismo aporta la respuesta: la tendencia indica que las personas que tienen el ingreso más alto (un pequeño grupo) lo han ido aumentando en una proporción por mucho mayor al de las personas con el ingreso más bajo (millones de mexicanos).
En su balance, el CAM reseña que en 1993, con Salinas en Los Pinos, sólo tres mexicanos figuraban entre los más acaudalados del mundo (Emilio Azcárraga Milmo, Carlos Slim y Lorenzo Zambrano). Esta tercia poseía una fortuna conjunta equivalente a 1.98 por ciento del PIB del mismo año. Un año después, 24 fueron los mexicanos que aparecieron en Forbes. A finales de 1994 llegó Zedillo; ocurrieron los errores de diciembre, y mientras los mortales y trabajadores mexicanos sufrieran la devaluación de la moneda y la crisis económica, el monto acumulado por el selecto grupo empresarial había aumentado (con respecto al año anterior) de manera igualmente sorprendente: ya poseían 7.79 por ciento del PIB.
En diciembre de 2000 llegó Fox. En ese entonces, 13 mexicanos se mantenían entre los más ricos del mundo, con una fortuna conjunta equivalente a 3.57 por ciento del PIB. Seis años después, el número de empresarios Forbes se había reducido a una decena, pero su fortuna conjunta representaba 6.42 por ciento del producto interno bruto. En cuanto a la acumulación de capital y la concentración de la riqueza, el sexenio del cambio superó con creces al zedillato.
Y arribó la continuidad. Durante el gobierno de Felipe Calderón la concentración de capital se ha pronunciado todavía más, y con ella la desigualdad social y la pobreza. Para 2010, 90 mil 300 millones de dólares eran pertenecientes a sólo 9 ilustres barones (incluido El Chapo), quienes poseían una tajada equivalente a 11 por ciento del PIB. Ya en 2011, 11 megaempresarios mexicanos aparecieron en Forbes, con caudales superiores a 125 mil millones de billetes verdes, algo así como 15.23 por ciento del producto interno bruto a precios de 2010.
Con los panistas en Los Pinos los empresarios mexicanos Forbes se embolsaron alrededor de 100 mil millones de dólares adicionales (en esos 11 años, el salario mínimo se incrementó 21.92 pesotes) y en el periodo sus fortunas conjuntas registran un modesto incremento de 402 por ciento (si se incluyen los sexenios de Salinas y Zedillo, el aumento acumulado es de 650 por ciento).
Con Fox y Calderón (sin menospreciar a Salinas y Zedillo) “se ve una clara variación en la escala lograda en cuanto a la concentración, acumulación y centralización de la riqueza; en 11 años (los del cambio con continuidad), las fortunas de los barones aumentaron 326 por ciento en el PIB, mientras éste sólo ha crecido 17.82 por ciento (1.62 por ciento como tasa anual promedio). Se observa un proceso de desvalorización del trabajo, expresado en la pérdida de poder adquisitivo del salario y sus insignificantes incrementos (política de topes salariales). Por otro lado se ha acelerado la acumulación de riqueza en muy pocas manos”.
Ese es el otro balance del Día del Trabajo, el que no aparece en los discursos ni en (la mayoría) los medios de comunicación. Entonces, como lo comentamos tiempo atrás en este espacio, que se quejen los jodidos, que los barones Forbes mexicanos sólo pueden agradecer las célebres frases de (Fox) la democracia de, para y por los empresarios (no todos ellos, desde luego) y (Calderón) para vivir mejor, sin olvidar las relativas a la “Salinas) solidaridad y (Zedillo) el bienestar de la familia. El panismo ha resultado rotundamente exitoso para los barones, aunque desastroso para el país y quienes lo habitan.
Ciento veinticinco mil millones de dólares en manos de 11 empresarios (el 0.000009 por ciento de la población total en el país) confirman que apostarle a algo distinto sería retroceso (el próximo lunes, el balance laboral: ¿Cómo le ha ido a los trabajadores?).
Las rebanadas del pastel
Ya que los senadores se animaron, por qué no ir más a fondo y aumentar el inventario. Resulta que los legisladores solicitaron a la PGR y a la Secretaría de la Función Pública que inicien una investigación en contra de Juan Molinar Horcasitas y Javier Lozano Alarcón por su presunta responsabilidad administrativa o de otra índole en Mexicana de Aviación (La Jornada, Víctor Ballinas y Andrea Becerril). Aunque la petición va dirigida a quienes no investigarán nada, pues que no se limiten los ex inquilinos de Xicoténcatl, ya que se trata de dos de los más productivos integrantes del gabinetazo: aparte de la quiebra de la aerolínea están la licitación 21, la cesión de la red federal de fibra óptica, la degradación a categoría 2 en materia de aeronáutica, Pasta de Conchos, Zhenli Ye Gon, el outsourcing, los amigos de Grupo México, la falta de empleo, etcétera, etcétera. Total, la PGR y la SFP no moverán un dedo… Por cierto, el propio Molinar, en funciones de titular de la SCT, aseguró que no existe la posibilidad de que desaparezca el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut). Pues bien: el Senado aprobó su derogación el pasado jueves (aunque el gobierno calderonista se queda con los datos personales de 80 millones de usuarios)… Y mañana, Calderón en el Vaticano (o nuestros impuestos están trabajando)… Otra velita en el pastel: un enorme beso a la dueña de mi sistema nervioso.
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