22 de julio de 2011
Videos de México
Olvido de SEDENA costó la pierna de un niño
Paseo de la Reforma Monumentos emblemáticos
César Pérez Becerril
Autor de la Estela de Luz revela corrupción
Alonso Lujambio
Defiende Estela de Luz del Bicentenario
Los poderosos también se humillan Ricardo Rocha
Cuídate de tus amigos Jorge Zepeda Patterson
Cárcel sin celdas
En esta cárcel del Campo Militar Número Uno hay 541 hombres y seis mujeres recluidos por quebrantar las reglas castrenses. Para sorpresa del visitante, tampoco hay custodios: el orden se basa en la obediencia a los superiores.
Videos del Mundo
Suman ya 21 estudiantes en huelga de hambre en Chile
Ocho estudiantes del Liceo Darío Salas de Santiago se sumaron a 13 compañeros de otras instituciones educativas de la capital en una huelga de hambre en demanda de una educación gratuita e incluyente, sin fines de lucro. TeleSUR
Y no tienen candidatos
En Privado Joaquín López-Dóriga
Son tan egoístas, que su primer amor
fue su amor propio. Florestán
fue su amor propio. Florestán
La pugna por la Presidencia de la República y el proceso electoral en el Estado de México parecen haber dejado exhaustos a los actores políticos, incapaces de apreciar la importancia que tiene el Gobierno del Distrito Federal en las próximas elecciones.
Desde que en 1997 se elige al gobernante de la Ciudad de México, ésta ha sido gobernada por el PRD. Ni el PRI ni el PAN han sido capaces de presentar candidatos competitivos, y menos ganadores.
En el caso del priismo, éste nunca ha sabido competir en el Distrito Federal. En aquel primer proceso de 1997 perdió todo: gobierno, diputados locales y federales y el senador que estaba en juego. Ya en 2000 perdió más: a la jefatura de Gobierno y todos los diputados locales, federales y los cuatro senadores, se sumaron las l6 delegaciones. Esto se repetiría en cada elección: 2003, 2006, 2009. En estos 14 años, el PRI sólo ha ganado un distrito electoral y una delegación. Todo lo demás ha sido para el PRD, mayoritariamente, y para el PAN sólo en Benito Juárez y Miguel Hidalgo.
En el correr de estos casi 15 años, el perredismo ha construido estructuras asistencialistas que le garantizan una mayoría electoral, reforzada por la pobreza de los cuadros capitalinos del PRI y del PAN.
Hoy, a 500 días de esas elecciones, sólo la división de la izquierda podría terminar con su predominio electoral y de gobierno en el Distrito Federal.
Pero esto no parece verlo el PRI ni el PAN, por su carencia de candidatos de peso, y en el PRD, por la división interna que abarca diferencias partidistas y de liderazgos con el Morena capitalino.
Ni porque del Gobierno del Distrito Federal han salido sus últimos candidatos presidenciales.
Y los votos necesarios para controlar la Asamblea y tener presencia tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores.
¡Cuánta miopía!
Explotación = miseria
José Cueli
Según la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), la pobreza por bajos ingresos se ha extendido y profundizado durante este gobierno. Los más pobres ganan menos y los más ricos ganan más.
Nueve de cada 100 habitantes en México vive de las transferencias que recibe de instituciones del gobierno, privadas o de otros hogares; en tanto que sólo 4.7 por ciento de su población percibe más de seis salarios mínimos, indicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi (J.A. Zúñiga, La Jornada, 19/07/11).
Un desarrollo sin justicia, con un gigantismo urbano, no porque la ciudad llame, sino porque el campo expulsa, agregado a una falta de oportunidades y al avance de la tecnología que desplaza obreros es fórmula de marginación. Consecuencia de la explotación, inscrita en un primer plano, en lo económico, la solución es además de económica, social y política; y sólo será posible a partir de condiciones concretas del potencial humano. La desigualdad representa uno de los problemas más graves de México.
Complejo macrocosmos que crece a una velocidad que desborda las previsiones económicas. El marginalismo simboliza la debilidad de nuestras herramientas para enfrentar la explosión demográfica, en espacios reducidos, condiciones ecológicas lamentables y viejos vicios de centralismo, corrupción, autoritarismo… La miseria se repite en todo el país, sólo varía, en matices de expresión, pero muestra igual esencia: crecimiento con miseria.
La información sobre el problema es amplia, pero insuficiente; más que datos se requiere un punto de vista, que integre al marginado. Una óptica para investigar el problema que fije la referencia desde esta población y no desde la movilidad de criterios exteriores, que giran y giran confundiendo observación y capacidad de entender.
Para complicar el problema de comunicación debe apuntarse la convergencia en México de Méxicos diversos. El país es un mosaico de culturas con diferentes tradiciones y folclor y en el caso de los indígenas de lenguas, que contribuyen a la imposibilidad de comunicarnos, al igual que nuestra geografía por sus interminables montañas que hace difícil el tránsito por el país y la vinculación y relación entre los mexicanos.
Por ello los campesinos se desbocan en cinturones de miseria, en las afueras de las ciudades donde además de miseria, se encuentran otros iguales a ellos, pero al mismo tiempo verdaderos extraños. La posibilidad de comunicarse es fundirse en una identidad en miseria, frente al rechazo de la ciudad, que enfrenta, afrenta y quiebra sus valores. Pérdida de todo lo aprendido, y la búsqueda forzosa de una nueva identidad en el refugio del tugurio, que es un cartón petrolizado, donde vivir relaciones incestuosas, drogadicción, abortos, muertes infantiles, violencia. Lo que le da al menos imaginación a la defensa; lo mismo de golpes de autoridades que de criminales, que luchan con su pobreza, explotando las necesidades. Las invasiones y desalojos son despedidas y encuentros de un negocio que da millones a algunos y desaliento a muchos.
En las ciudades perdidas, de pérdida en pérdida encuentra rostro el marginal. Su número es difícil de precisar, pero determina un fenómeno de contaminación ambiental, social y sicológico, que apenas empieza a hacerse consciente. ¿Alguna civilización habrá tenido que enfrentarse al desafío de las proporciones agobiantes de nuestra marginación? Situación desconocida que obliga a innovar métodos, ante el fracaso de las soluciones tradicionales.
La miseria como un marco inmenso destaca la diminuta pintura de una burguesía aterrorizada. La respuesta tendrá que ser nueva y tendremos que encontrarla en un nuevo conocimiento que armonice lo espiritual y lo científico, como orientación, método y norma de una nueva política.
Nuestras estructuras deberán renovarse porque son incongruentes con una realidad que lo fue hace 50 años y hoy se encuentran desajustadas de la dimensión del problema en México.
10 Claves para entender la Estela de Luz
1. ¿Qué es Estela de Luz?:
Estela de Luz es un proyecto diseñado, a petición del gobierno federal y producto de un concurso público, para conmemorar los festejos del Bicentenario de la Independencia de México. La obra constaría de dos esbeltas columnas de 104 metros de altura, separadas a una distancia reducida entre sí, que representan los dos siglos de autonomía del gobierno mexicano de la corona española. Su ubicación se definió en la entrada del Bosque de Chapultepec, sobre la avenida Paseo de la Reforma
2. El proyecto triunfador:
El 15 de abril de 2009, la Comisión Organizadora de la Conmemoración del Bicentenario del inicio del Movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana anunció el proyecto triunfador de la Estela de Luz, que correspondió a un grupo de 23 arquitectos encabezados por César Pérez Becerril. ”Su estructura de acero está revestida de cuarzo, incoloro y neutro. Se trata de un material que cristaliza de manera romboédrica, lo que le permite ser translúcido y, al mismo tiempo, reflejar parte de la luz”, externó entonces la comisión a través de un comunicado de prensa.
3. La primera piedra:
El 23 de septiembre de 2009, el presidente Felipe Calderón colocó la primera piedra de la obra. La piedra de obsidiana fue traída de Magdalena, Jalisco, con un peso aproximado de 460 kilogramos. Durante el acto, Calderón felicitó incluso al arquitecto César Pérez Becerril, y a su grupo de colaboradores por la creación de un “proyecto innovador y de un memorial vanguardista”.
4. El inicio de la obra:
Con siete meses de retraso –en febrero de 2010– se iniciaron los trabajos para la edificación de Estela de Luz, para ello la empresa GUTSA cercó el área de trabajo. Su edificación debió empezar, según la convocatoria lanzada por el gobierno federal, el gobierno de la Ciudad de México, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en junio de 2009. La plaza sería delimitada por la Secretaría de Salud y la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec
5. Estalla el escándalo:
El 12 de julio pasado, el arquitecto César Pérez Becerril presentó a la comisión permanente del Congreso de la Unión los documentos en los que, según él, se comprueban las presiones que ha recibido por parte del titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio, para no revelar la supuesta corrupción en el proyecto; afirmó que Lujambio entregó a GUTSA el contrato con una licitación amañada y que se inflaron los costos de la Estela de Luz, cuya inauguración estaba planteada para el 16 de septiembre de 2010. Los documentos que recibió la Cámara de Diputados muestran que GUTSA concursó por el contrato de la Estela de Luz y se lo adjudicó con un monto original de 398.9 millones de pesos más IVA. Pero, según la denuncia del arquitecto Pérez Becerril, la empresa estaba inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública. El contrato IIIS-EST-COP-005-10 del proyecto debió ser entregado el 21 de agosto de 2010. Sin embargo, las autoridades federales firmaron a GUTSA un convenio de modificación y concedieron una ampliación de 414.6 millones de pesos para incrementar el costo total de la obra hasta 813.6 millones más IVA. GUTSA obtuvo una suspensión judicial contra su inhabilitación pero la Secretaría de la Función Pública impugnó. Aún así, la empresa fue invitada al concurso de la Estela de Luz
6. Lujambio niega corrupción:
El 13 de julio, Lujambio citó a conferencia de prensa, para desmentir al arquitecto Pérez Becerril. Lo retó que presente pruebas de los supuestos actos de corrupción en la obra. Lujambio también negó “categóricamente” que haya solicitado al arquitecto César Pérez Becerril callar frente presuntos actos de corrupción en construcción del monumento Estela de Luz, luego de que la Comisión de la Función Pública de la Cámara de Diputados informó que recibió de Pérez Becerril documentos que acreditarían irregularidades y corrupción en el otorgamiento de la concesión y en la ampliación del costo de la Estela de Luz del Bicentenario
7. Diputados piden sanciones:
También el 13 de julio pasado, las bancadas del PRD, PRI y PVEM en la Comisión Permanente informaron que están lista para una ofensiva contra el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, debido a las anomalías en la construcción del monumento Estela de Luz, que debió ser inaugurado para las fiestas del Bicentenario y sigue en construcción.
8. Piden que la ASF intervenga e investigue a Lujambio:
El 19 de julio de 2011, el presidente de la Comisión de la Función Pública, Pablo Escudero Morales, informó que el 20 de julio se reuniría con el auditor superior de la Federación, Juan Manuel Portal, con el objetivo de que se inicie una investigación a fondo de los presuntos actos de corrupción en la construcción del monumento denominado Estela de Luz que formó parte de los festejos del bicentenario, un “monstruo de mil millones de pesos”. En conferencia de prensa, el legislador reiteró la invitación al secretario de educación, Alonso Lujambio para reunirse y poner un alto a lo que denominó un “cochinero”. El legislador señaló que la Auditoría Superior de la Federación tendrá que dar respuesta sobre la denuncia en los próximos 20 días.
9. Exigen cuentas a la SFP y a la SEP:
El 20 de julio pasado, la Comisión Permanente del Congreso aprobó citar a comparecer al secretario de la Función Pública, Salvador Vega, para que explique las anomalías que se han registrado en la construcción del monumento Estela de Luz, y pedirá al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, un informe detallado sobre los avances, el costo estimado y erogado, la viabilidad del proyecto y en su caso, la finalización del monumento.
El acuerdo contó con el respaldo de todos los diputados y senadores presentes, luego de un largo debate. Los legisladores del PAN, partido del que es miembro el titular de la SEP, se opusieron a la comparecencia, aunque después la aceptaron.
El acuerdo contó con el respaldo de todos los diputados y senadores presentes, luego de un largo debate. Los legisladores del PAN, partido del que es miembro el titular de la SEP, se opusieron a la comparecencia, aunque después la aceptaron.
10. La candidatura en peligro:
Conforme pasan los días, salen más datos que presumen corrupción. Por ejemplo, que Juan Alberto Bravo Hernández, director del proyecto Bicentenario, trabajaba en Gutsa (la empresa que infló los gastos) un mes antes de hacerse cargo de La Estela de Luz; por lo tanto, estaba impedido a dirigir la obra. O que Gutsa está inhabilitada para recibir contratos de obra pública hasta 2015 y que, por lo tanto, no debía realizar la construcción del monumento. Las columnas políticas, al 21 de julio, dan por muerto al secretario Alonso Lujambio para la elección interna del PAN por la candidatura presidencial. Por ejemplo, José Cárdenas: “Sin inaugurarse todavía ni proyectar al firmamento un solo y pinchurriento fotón, el monumento del Bicentenario apesta de manera escandalosa. Huele a caño. La obra que debería ser ‘símbolo de orgullo y unidad para los mexicanos de hoy y del futuro’, como lo definió el Presidente de la República, es una vergüenza”, dice en su columna “Lujambio y Lozano, dos menos” publicada Excélsior justo el 21 de julio
LA VILLA Negocio en sombras
La Basílica de Guadalupe es el santuario más importante del mundo por su número de peregrinos: 20 millones al año. La derrama económica que ello supone es desconocida por el Estado lo que ha dado lugar a sospechas sobre el enriquecimiento de sus últimos rectores. Hoy por hoy, la suspicacia se centra en la Plaza Mariana, construida por el empresario Carlos Slim
Por Lináloe R. Flores
Jamás contado por una fuente externa a la Iglesia Católica, el dinero que ingresa a La Basílica de Guadalupe ha sido origen de historias truculentas y suspicaces.
Sus últimos administradores –el abad Guillermo Shulenburg (fallecido en 2009) y el rector Diego Monroy– dejaron la autoridad del santuario envueltos en acusaciones de enriquecimiento inexplicable sin que sus casos se esclarecieran o dieran pie al debate si los ciudadanos deben conocer cuánto llega y cuánto sale de La Basílica de Guadalupe, el sitio donde se ejerce la devoción católica de mayor dimensión en el mundo, con 20 millones de peregrinos cada año.
La suspicacia se refiere a la Plaza Mariana. Está claro que, a través del Grupo Carso, el empresario Carlos Slim invirtió 44 mil 650 millones de pesos en la construcción de ese conjunto (la suma fue considerada una donación que, en términos del catolicismo es una limosna, por la cual no se paga impuestos), pero se desconoce si la Basílica le regaló el terreno al magnate para realizar el negocio. El terreno fue cedido en 2003 por el Gobierno del Distrito Federal a La Basílica. De hecho, ninguna ley la obliga a informar sobre sus propiedades porque está constituida como asociación religiosa y se enmarca en la libertad de culto.
En general, es difícil hacer un cálculo de la derrama que por diversos conceptos se conforma en esa institución, considerada también un punto turístico.
El cronista de La Villa, Horacio Sentíes, habla de muchos millones de pesos en un flujo irregular durante el año. Pedro Herrasti, párroco en la iglesia de la Inmaculada Concepción y autor del ensayo “El dinero de la Iglesia”, publicado en el folleto El verdadero catolicismo (EVC), coincide en que ese dinero puede ser infinito, tanto como favores o agradecimientos se le otorgan a la Guadalupana.
El dinero de La Villa cae por un cepo, conectado a una tubería en el subsuelo del templo. Fue construido en 1974 cuando el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez erigió la nueva Basílica. La razón de esta máquina, cuya apariencia emula los artefactos de tortura de la Edad Media o las gigantescas alcancías del Renacimiento, es que la mayor parte del dinero llega en monedas. Cientos, miles, quizá millones de monedas, con todas sus denominaciones, caen a diario en un caudaloso río. “Contarlas de otro modo sería imposible”, suelta el padre Pedro Herrasti. Las monedas se quedan ahí hasta conformar una suma.
Un intento reciente para conocer el ingreso en La Villa ha fracasado. Con la voz cansada, pero aún fuerte, Gonzalo Guízar Villanueva –hermano de Jesús Guízar, el último canónigo que cuestionó el destino de estos montos – dice a Sin embargo.mx que no continuará en la batalla por el esclarecimiento del fallecimiento de su hermano, ocurrido el 23 de enero de 2010, en condiciones poco claras.
“No puedo seguir metiéndole dinero bueno al malo. Le di carpetazo. Estoy enfermo. Benedicto XVI fue maestro de mi hermano y no ha respondido. Averiguar sobre el dinero de La Villa es topar con pared. Yo hasta aquí llegué”, dice después de litros de tinta en cartas dirigidas a El Vaticano, además de demandas penales ante la Procuraduría General de la República (PGR).
Entre 2007 y 2010, monseñor Jesús Guízar Villanueva –su hermano– envió varias misivas al cardenal Norberto Rivera Carrera en las que describía enriquecimiento ilícito del entonces rector Diego Monroy. Su muerte ensombreció a La Basílica en la historia reciente.
¿Por qué el manto del desconocimiento cubre los fondos de La Basílica? La vida de Horacio Sentíes ha trascurrido completa en una sola casa de la delegación Gustavo A. Madero del Distrito Federal, muy cerca del santuario. Se convirtió en estudioso de esta veneración. Ha escrito ocho libros. Aduce una razón histórica: “Sabemos que tuvimos un conflicto por la revolución cristera. El Estado no quiere que se repita una situación así. Por eso jamás ha intentado conocer qué ocurre con ese dinero”.
Pero admite que si esta devoción ha originado un negocio multimillonario, con ingresos y egresos, y sin facturas visibles, “nosotros, como mexicanos, tenemos derecho a que se nos informe. Ellos (los prelados católicos) son los primeros que deben acatar la moralidad”.
La Plaza Mariana
Cuatro edificios, un área de capillas y criptas, así como de espacios religiosos, comerciales y de salud; todo para recibir a los peregrinos. Será la Casa Mariana, al costado derecho de la Basílica. La oferta de casi dos mil vendedores de ambulantes, desplegada en luminosos artefactos chinos con la imagen guadalupana, concluyó. Carlos Slim es el nuevo dueño de este mercado.
Después de que el espacio fuera donado en 2003 por el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador a la Basílica de Guadalupe, el proyecto se detuvo durante casi ocho años por falta de recursos.
La construcción de esta obra comenzó en febrero de 2006 (cuando AMLO se encontraba en campaña para las elecciones federales). El jefe del GDF interino, Alejandro Encinas, colocó la primera piedra acompañado del cardenal Norberto Rivera.
¿Por qué la iglesia no nos informa cuál es el desarrollo que está realizando Carlos Slim en la Plaza Mariana? –vuelve a preguntar Sentíes. “Slim es un hombre que tiene la virtud de ser un gran empresario. Es inmensamente rico, pero demasiado audaz. Hasta el momento no sabemos cuál es el interés que lo mueve para estar haciendo esa construcción. Yo no me opongo porque eso genera trabajo, pero también me hago la pregunta: ¿El señor está construyendo en un terreno que no es de él?, ¿Quién se lo dio? Es una cosa callada”, dice el cronista.
Jornada de dinero incesante
Ni en el más dulce sueño. Junio de 2011. Basílica de Guadalupe. Ciudad de México. El silencio impresiona. Cinco mil parejas han abarrotado el atrio del santuario. Esperan ser bendecidas en un matrimonio comunitario. Con la vista hacia el frente, uno del brazo del otro, los hombres y mujeres dan vuelta en círculo respecto a la imagen de la Virgen de Guadalupe. Parece un mar blanco. Se defienden del calor con publicaciones religiosas convertidas en abanicos. Algunos se arremangan. La Virgen se ve desde cualquier sitio. Lo previó en sus planos el arquitecto Ramírez Vázquez: una parroquia circular.
Y el andar de las parejas sólo puede ocurrir en círculo, como suceden las peregrinaciones: cada quien un turno de segundos para adorar a la Guadalupana. En esta redonda estructura, donde ahora contraen matrimonio 10 mil seres humanos, Karol Wojtyla, el papa Juan Pablo II, fue beatificado.
Monseñor Enrique Glennie Graue, rector de La Basílica a partir de enero de este año, acaba de decir que la unión matrimonial es para toda la vida. Por el evento cada pareja pagó 150 pesos, el 3% del costo que tiene una boda normal: ese concepto se cotizó este año en 5 mil pesos.
Todo se desarrolla según el guión del culto guadalupano. La Virgen de Santa María de Guadalupe, la patrona de América, tiene la devoción más grande que haya recibido una advocación mariana. Su radio de acción se inicia en el Cerro del Tepeyac, en las orillas de la delegación Gustavo A. Madero en la ciudad de México, y se extiende por completo en el continente americano.
La derrama se amplifica. Un bautizo cuesta mil 300 pesos. Cuesta menos cuando es colectivo: 150 pesos, como la boda. Las misas de aniversario luctuoso cuestan 100 pesos. El turno para la mención durante la misa debe solicitarse con cuatro meses de antelación.
No todo es luminoso. En La Basílica también se paga por los errores de la vida. O por la esperanza de cambiar. En el convento de las Capuccinas, en el costado oriente del antiguo edificio, cada mañana se jura para abandonar las adicciones. Al alcohol y la droga. O a los malos comportamientos con la esposa, el esposo, los hijos o los hermanos. Algunos vienen descalzos. Integran bloques de 20 personas. El religioso dice: “Juro no volver (y aquí por lo general se incluyen las bebidas alcohólicas) en los próximos seis meses (el plazo a veces es de un año)”. Los hombres y mujeres se van. Muchos con cara tranquila, como en señal de no volver. Se les entrega un papel y cada uno deja 20 pesos. “Y uno va dejando ahí el compromiso, más que otra cosa”, dice un hombre cuando concluye esa ceremonia.
De pronto, llega el mediodía. Frente a las puertas laterales de La Basílica se ha colocado un tendido. Ha aparecido un religioso sobre una mesa. Lleva un ramo y una cubeta de agua bendita. Los peregrinos lo rodean. El religioso los rocía. En cuestión de minutos, los grupos de hombres y mujeres juramentados están bañados de los pies a la cabeza. Pagarán por este baño una cooperación de cinco pesos.
En el altar de las veladoras, ubicado hacia el lado norte de la Basílica, los visitantes piden milagros. Cada favor solicitado equivale a una veladora. Cada dos minutos, los kilos de cera son recogidos para ser reciclados, lo que supone un negocio.
Las secretas historias
El dinero de La Villa se mantiene en secrecía. Y ello, a lo largo de dos siglos de historia ha dejado en claroscuro a los clérigos que la han administrado. Por lo menos eso arroja el repaso de sus historias. El abad Guillermo Schulenburg y el rector Diego Monroy son los ejemplos.
Schulenburg jugaba golf, tuvo dos casas, una en Bosques de las Lomas y otra en el fraccionamiento Tabachines de Cuernavaca. Se transportaba en un Mercedes Benz.
En 1996, el cardenal Norberto Rivera le pidió la abadía. La había ocupado desde el 17 de mayo de 1963. Sus 75 años de edad eran la razón. Pero Shulenburg no se fue. Dijo que a él lo había nombrado el Papa Juan XXIII y no el cardenal mexicano.
Reticente a abandonar La Basílica, Schulenburg se convirtió en el antiaparicionista de la Guadalupana más emblemático. Una paradoja porque negó la aparición de la Virgen desde el mismo santuario. Le envió una carta a Roma en la que cuestionó la existencia terrena de Juan Diego. Según Shulenburg, el indio nunca existió. Al menos no cómo se entiende el paso por la vida que es nacer y morir.
En la misiva se leía: “La existencia del indio Juan Diego no ha sido demostrada, podríamos obtener muchas firmas de eclesiásticos preparados, así como de laicos intelectuales que avalan esta carta”. Después, declaró a la revista italiana “30 Giorni” que la existencia de Juan Diego era “un símbolo y no una realidad”.
El escándalo desembocó en los cuestionamientos. ¿A dónde va a parar el dinero de La Villa? ¿Por qué Shulenburg tiene tan buena vida? -preguntaron algunos religiosos y el propio cardenal Norberto Rivera. El fin de esta historia fue la renuncia de Shulenburg en ese mismo 1996. Su partida originó que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) modificara los estatutos de La Basílica: la figura de abad sería sustituida por la de rector y el cargo duraría 10 años. El Papa Juan Pablo II aprobó las nuevas reglas en 1999. De 1996 a 2010, tal rectoría la ocupó Antonio Macedo.
El primero en cumplir el decenio establecido por la CEM fue Diego Monroy, quien permaneció al frente del santuario de 2000 a 2010. Pronto, Monroy también empezó a distinguirse por una apariencia ostentosa. El canónigo Jesús Guízar se abocó a cuestionarlo. Le envió varias cartas al cardenal Norberto Rivera. En una de las misivas, fechada el 14 de junio de 2007, Guízar escribió:
“La fortuna personal de monseñor Monroy también resulta escandalosa: dos casas en la colonia Tepeyac Insurgentes (calle de Talara y en Habana y Chulavista); otra casa familiar en Quiroga, Michoacán, y una casa-museo en Pátzcuaro, Michoacán, amén de grandes colecciones de obras de arte. En cada una hay servidumbre abundante. ¿Dé dónde saca tanto dinero? Ojalá ahora se pueda hacer algo. Tal vez una visita canónica”.
En la epístola de junio de 2007, Guízar le comunicó al cardenal Rivera la desaparición del patrimonio de Guillermo Schulenburg, legado al cabildo de la Basílica. Según el decir de Guízar, eran cuatro cuentas bancarias depositadas en Estados Unidos y sumaban más de 60 millones de pesos, más un lote de joyas y 30 centenarios.
Ese año, el cardenal Norberto Rivera Carrera recibió la renuncia de Diego Monroy y designó a Enrique Glennie Graue como nuevo rector de La Basílica de Guadalupe.
Donación del Grupo Carso a la Plaza Mariana
44,650 MDP
Grupo Ideal
13 mil MDP
Frisco
10 mil MDP
Telmex
10 mil MDP
Telcel
10 mil MDP
Otras empresas
1,650 MDP
Fuente: Grupo Carso
Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público
De acuerdo con la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, la Basílica de Guadalupe es una asociación religiosa; es decir una persona moral sin fines lucrativos ni obligación de presentar impuestos ni informar a ninguna autoridad del Estado lo que percibe ni lo que gasta.
Durante siete décadas, las iglesias no tuvieron personalidad jurídica en México. La Constitución de 1917 las desconocía. En 1991, se creó esa nueva persona moral sin precedentes en ningún otro país: las asociaciones religiosas.
Si bien la reforma constitucional para acercar al Estado con la Iglesia Católica fue notable en ese año de la administración salinista, las enmiendas no estipularon el pago de impuestos ni la rendición de cuentas.
El texto de dicha Ley se refiere al dinero de las asociaciones religiosas sólo una vez. El inciso “d” del artículo segundo dice a la letra: “No ser obligado (el feligrés) a prestar servicios personales ni a contribuir con dinero o en especie al sostenimiento de una asociación, iglesia o cualquier otra agrupación religiosa, ni a participar o contribuir de la misma manera en ritos, ceremonias, festividades, servicios o actos de culto religioso”.
El constitucionalista Raúl González Schmall explica: “El dinero de La Villa se considera parte de la libertad religiosa. Está relacionado con la voluntad del feligrés, la cual no debe ser fiscalizada”.
Enrique Glennie Graue
Actual rector de La Basílica de Guadalupe
Es doctor en teología espiritual por la Universidad Gregoriana de Roma y uno de los hombres de mayor confianza del cardenal Rivera Carrera. Ocupó la dirección espiritual del Seminario Mayor y fue párroco de Santo Domingo. Durante los 90 fue rector del Seminario Conciliar de México.
Astillero
Cocoa engordillada
Otro arreglito
Cardenal Maximiliano
Julio Hernández López
El colmo del cinismo sería que la aplicada exhibición de podredumbre que han hecho en días pasados Felipe Calderón, Miguel Ángel Yunes y Elba Esther Gordillo fuera solamente una especie de regateo y presión mercantil para que la profesora rejega acabara apoyando el proyecto familiar de Michoacán, donde el PAN está en tratos con el Panal para apoyar a Luisa María Calderón Hinojosa, llamada Cocoa. Los nuevos arreglos electorales del felipismo con la presuntamente satanizada cacique sindical permitirían que, de darse una alianza con el partido gordillista, se cancelara la contienda interna del PAN y quedara a discreción del mando nacional (oficialmente ejercido por el tripulado Gustavo Madero) designar la candidatura estatal entre Marko Cortés y la hermana del ocupante actual de Los Pinos. Además de esa transacción, el panismo michoacano, dominado por la propia Cocoa, está por cerrar negociaciones con el PRI para postular aspirantes conjuntos en cuarenta de 113 alcaldías.
Por lo pronto, la entidad está invadida de propaganda gubernamental federal en la mayoría de los medios de comunicación, con pautas publicitarias concentradas desde la capital del país en esos espacios locales y con peticiones de reciprocidad informativa de buena voluntad hacia Cocoa. Los panistas pelean con recursos federales y tropas de policías de García Luna en todo el estado, mientras los priístas se han repartido electoralmente la entidad para que gobernadores y ex gobernadores de tres colores se responsabilicen de entregar buenas cuentas a su partido y, en especial, al presunto candidato virtual a la Presidencia, el omnipresente Peña Nieto.
En el marco de esa descomposición largamente labrada por el calderonismo para debilitar al PRD (que por sí mismo ha generado los suficientes gérmenes negativos, con un gobernador avasallado por el poder real del narcotráfico, al frente de una administración sin fuerza ideológica, mera burocracia patrimonialista) asoma otra muestra del manejo electoral de las instituciones de procuración de justicia: a Julio César Godoy, medio hermano del gobernador Leonel, no se le pudo probar nada de lo mucho que en su momento se le acusó y que llevó a su desafuero como diputado federal, cargo que había asumido mediante una accidentada y tramposa toma de protesta, y al establecimiento, como verdad mediática incontestable, de una vinculación con el narcotráfico que, a fin de cuentas, sus acusadores no pudieron demostrar, fuese por incapacidad o porque en realidad el linchado Godoy no tuviese responsabilidad en tales asuntos. El expediente Godoy se suma a los de otros actores políticos que han sido procesados con tal ligereza procesal, pero tal intencionalidad electoral, que han sido dañados en sus aspiraciones políticas legítimas (el caso Greg, el más reciente), o en el ejercicio de funciones institucionalmente adquiridas (presidentes municipales y funcionarios estatales en el famoso michoacanazo, y el diputado federal Godoy, luego desaforado).
La perversión de los procesos electorales no es exclusiva de los ámbitos civiles, como lo demuestra el cable de Wikileaks dado a conocer ayer, en el que se asienta que el muy afamado cardenal jalisciense Juan Sandoval (quien ejerce el gobierno estatal a trasmano de un acólito que a la vez pretende ostentarse como precandidato presidencial) solicitó al gobierno de George W. Bush que ayudara a impedir que el peligro para México conocido por las siglas AMLO pudiera llegar al poder mediante el diabólico uso de las urnas en 2006. El bondadoso jefe de la ultraderecha clerical mexicana se reunió el 28 de marzo de 2006 con Francis Rooney, el embajador gringo en el Vaticano, a quien claramente dijo que los triunfos electorales de izquierdistas en América Latina constituían una tendencia peligrosa. Solicitando intervencionismo extranjero, como en otros momentos de la historia clerical en México, el cardenal Sandoval preguntó si el presidente Bush podría ayudar.
El resumen de la lectura política hecha por la embajada y enviada por cable a Washington, luego de reunirse con Sandoval y cuando menos otro purpurado latinoamericano, es digno de ser leído al pie del Cerro de las Campanas: Los cardenales sienten que los pobres de Latinoamérica no entienden los beneficios potenciales que les puede traer el mercado libre (pobrecitos pobres, que nunca aprecian lo que por su bien se hace: interpretación piadosa hecha con astillas auténticas, rescatadas de la cruz original del neoliberalismo) y urgieron ayuda al gobierno de Estados Unidos (por decir algo, ¿un patriótico 0.56% de auxilio en forma de indulgencias electorales de última hora, en el caso mexicano?), reconociendo que la Iglesia, aunque cautelosa, también puede jugar un papel más importante. Cavernales, los cardenales.
México SA
Estela de Luz, fie$ta sin fin
Congreso: del dicho al hecho
Carlos Fernández-Vega
¿Lentitud, connivencia, indolencia? Habrá que ver, pero el hecho es que entre auditorías, denuncias, puntos de acuerdo, exhortos, invitaciones para la comparecencia de los funcionarios responsables y mucho más, ha transcurrido casi un año desde la primer denuncia pública de algunos legisladores por presuntos malos manejos del presupuesto canalizado a eso que el inquilino de Los Pinos denominó festividades con motivo del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. Casi un año, y nadie movió un dedo. Sólo hasta ahora, aparentemente (con los ojos puestos sólo en la interminable obra de la Estela de Luz), cuando el ambiente electoral está a punto de turrón.
Miles de millones de pesos se utilizaron para tales festividades (se supone que a eso se destinaron), mediante contratos adjudicados de manera directa, sin licitación, a entidades del propio Estado o a consorcios privados oficialmente inhabilitados para participar en este tipo de negocios. Algunas de las anomalías fueron documentadas por la Auditoría Superior de la Federación; un grupo de legisladores denunció violaciones a la Ley de Adquisiciones; otro, malos manejos en Turissste; algunos más propusieron un punto de acuerdo para crear una comisión encargada de examinar, analizar y evaluar la operación del Fideicomiso Bicentenario, y así por el estilo, pero nadie actuó en consecuencia, cuando hay mucha tela de dónde cortar.
Cuando menos desde junio de 2010 se denunció que la Secretaría de la Función Pública, oficialmente encargada de vigilar que los dineros públicos se utilicen como debe y para los fines aprobados, fue el canal por medio del cual se incrementó, voluminosamente y sin notificar al Congreso, el presupuesto original destinado a las fiestas mencionadas (manejo discrecional de las normas presupuestarias en la SFP, según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados). Nada pasó. El inquilino de Los Pinos prometió transparencia absoluta, aunque el resultado fue una suerte de opaca transparencia, y la comprobación de los recursos utilizados se mantiene en el aire. Nada pasó. Casi un año, y, aparentemente, apenas ahora comienza a tomar forma la investigación, con base en la inagotable construcción de la Estela de Luz.
En septiembre pasado, un grupo de diputados del PRD y del PVEM exigió que los titulares de la SFP y de la SEP, Salvador Vega Casillas y Alonso Lujambio, respectivamente, “aclaren cómo se han destinado los miles de millones de pesos para los festejos del Bicentenario de la independencia, las irregularidades que existen dentro del fideicomiso correspondiente –desde su origen hasta su evasión a la Ley de Adquisiciones– y las anomalías del origen del fideicomiso en el Banco Nacional de Comercio Exterior, hasta su transferencia, sin explicación alguna, al Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (porque) adjudicar de manera directa casi 3 mil millones de pesos es una situación gravísima. El mecanismo utilizado fue por medio del ISSSTE, en concreto del Turissste, donde se están asignando estos miles de millones de pesos y sin licitar se están adjudicando a diferentes empresas”. Nada pasó.
Tampoco al denunciar que el mayor número de irregularidades se registraron en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, ya que en la auditoría financiera y de cumplimiento que se le practicó a la gestión financiera del Fideicomiso del Bicentenario resultó con 23 observaciones (y que le significó dictamen negativo por arte de la auditoría Superior de la Federación), lo que significa 19.3 por ciento del total de las irregularidades.
La propia ASF recomendó a la Secretaría de la Función Pública realizar las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo correspondiente, por los actos u omisiones de los servidores públicos que en su gestión incurrieron en que a noviembre de 2010, el monumento Arco del Bicentenario (Estela de Luz) no se concluyera, no obstante que originalmente se tenía prevista su conclusión para el 14 de septiembre de 2010 (incluida la corrección de posibles deficiencias) e inauguración para el 16 del mismo mes y año. Los problemas técnicos y de seguridad supervenientes influyeron en el retraso de la obra, los cuales debieron estar previstos desde la elaboración del proyecto.
A la par, resaltaba que, por tratarse de un tema especialmente sensible para la ciudadanía, y tomando en cuenta que los gastos efectuados a través del Fideicomiso del Bicentenario, han sido del dominio público por el significado que representaron para los mexicanos las festividades, resulta incongruente que para la revisión de esa área considerada como de opacidad, se le haya practicado una auditoría financiera y de cumplimiento cuando bien pudo haberse instruido la realización de una auditoría de desempeño que permitiera tener un panorama integral y objetivo de la situación real de dicho fideicomiso.
En febrero de 2011, un grupo de diputados tricolores propuso un punto de acuerdo para crear una comisión encargada de examinar, analizar y evaluar la operación del fideicomiso creado respecto de la conmemoración del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución para que los encargados de la Comisión Nacional Organizadora de las Conmemoraciones de 2010 expliquen los criterios observados a fin de que dicho fondo creciera de manera desorbitada y se esclarezcan las irregularidades en el manejo y destino de los recursos.
En tal punto de acuerdo se subrayó que “la organización de los citados festejos, encabezados por el gobierno del PAN, desde el principio resultó errática y fallida. Antes que una verdadera celebración de la República y de la nación, la de los centenarios se convirtió en un evento mediático. Es lamentable el fracaso evidente que se registró en estas conmemoraciones patrias, no sólo por la falta de contenido histórico, sino, peor aún, por las graves irregularidades, por el obscuro manejo del fideicomiso creado para tal fin… Llevamos más de un año investigando la corrupción en el Fideicomiso del Bicentenario y en Turissste; encontramos más de 94 observaciones al ISSSTE; y todo esto bajo la complacencia de la Secretaría de la Función Pública, que también tiene 30 observaciones. La Secretaría Hacienda también participó y registra 73 observaciones”. Pero nada pasó. ¿Hasta cuándo?
Las rebanadas del pastel
Carlos Fernández-Vega
Qué pérdida para el futuro nacional: el autodenominado gallito azul dobló el pico a la primera de cambios. Desplumado, Javier Lozano asegura: no aportaré mi capital político (¡!) a algún aspirante en específico (lo cierto es que no pasará mucho tiempo para verlo trepado en la campaña de alguien en específico).
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